Stephen King - Bill Hodges 2 Quien pierde paga - Psicología | Studenta (2025)

Psicología

Artes

diego cabrera 26/9/2024

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«Despierta,genio».Así comienza la fascinante nueva novela deStephenKing sobre un lectorfanático.ElgenioesJohnRothstein,unautordeculto,creadordelpersonajede JimmyGold.MorrisBellamyestá fuera de sí, no solo porqueRothsteinhayadejadodeescribir,sinotambiénporqueconsideraqueelinconformistaJimmy Gold se ha vendido para dedicarse a la publicidad. Morris decidemataraRothsteinyvacíasucajafuerteparallevarsenosolotodoeldinerosino además el verdadero tesoro: los cuadernos de notas de otra novelaprotagonizadaporJimmyGold.Morrisloescondetodoyaldíasiguienteacabaenlacárcelporotrocrimenterrorífico.Décadasmás tardeunchico llamadoPeteSaubersencuentraeltesoroyahorasonélysufamiliaaquieneshandesalvarBillHodges,HollyGibneyyJeromeRobinsondelvengativoytrastornadoMorriscuandosalgadelacárceltrastreintaycincoañosencerrado.www.lectulandia.com-Página2StephenKingQuienpierdepagaTrilogíadeBillHodges-2ePubr1.0Titivillus01.03.2017www.lectulandia.com-Página3Títulooriginal:FindersKeepersStephenKing,2015Traducción:CarlosMillaSolerDiseñodecubierta:RhettPodersooEditordigital:TitivillusePubbaser1.2www.lectulandia.com-Página4EnrecuerdodeJohnD.MacDonaldwww.lectulandia.com-Página5EsalcaerenelabismocuandorecuperamoslostesorosdelavidaJOSEPHCAMPBELLNohaymierdaqueimporteunamierda.JimmyGoldwww.lectulandia.com-Página6PRIMERAPARTETESOROENTERRADOwww.lectulandia.com-Página71978—Despierte,genio.Rothsteinnoqueríadespertar.Enelsueño,demasiadobuenoparainterrumpirlo,aparecía su primera esposameses antes de convertirse en su primera esposa, a susdiecisieteaños,perfectadelacabezaalospies.Desnudayesplendorosa.Desnudoslos dos. Él, de diecinueve, tenía grasa bajo las uñas, pero eso a ella la traía sincuidado, almenosenaquel entonces,porqueen lacabezadeélbullíaun sinfíndesueños,yesoeraloqueaellaleimportaba.Sufeenesossueñoseraaúnmayorqueladeél,ysetratabadeunafejustificada.Enelsueño,ellasereíaytendíalamanohacialapartedeélqueeramásfácildeagarrar.Élpretendíallegarmáslejos,perodeprontounamanolesacudióelbrazo,yelsueñoreventócomounapompadejabón.Ya no tenía diecinueve años ni vivía en un piso de dos habitaciones en NewJersey;lefaltabanseismesesparacumplirlosochentayvivíaenunagranjadeNewHampshire, donde, como se especificaba en su testamento, debía dársele sepultura.Habíaunoshombresensudormitorio.Llevabanpasamontañas:unorojo,otroazulyelterceroamarillocanario.Alverlos,intentóconvencersedequeerasolootrosueño—elsueñogratohabíadegeneradoenpesadilla,comoavecessucedía—,peroenesemomentolamanolesoltóelbrazo, losujetóporelhombroyloarrojóalsuelo.Segolpeólacabezaydejóescaparungrito.—Eso no —ordenó el del pasamontañas amarillo—. ¿Quieres que pierda elconocimiento?—Fijaos.—Eldelpasamontañasrojoseñalóconeldedo—.Elviejolatienetiesa.Debíadeestarpasándolopipaensueños.Eldelpasamontañasazul,elquelohabíasacudido,dijo:—Son simples ganas de mear. A esa edad, solo se les empina por eso. Miabuelo…—Cállate—atajóeldelpasamontañasamarillo—.Aquítuabuelonoleinteresaanadie.Aunque aturdido y envuelto aún en una raída cortina de soñolencia, Rothsteincomprendió que estaba en un grave aprieto. Un término afloró a su mente:allanamientodemorada.Conlacabezadolorida(lesaldríaunmoretónenormeenellado derecho, por los anticoagulantes que tomaba) y el corazón de paredespeligrosamente finasbatiéndole con fuerzaenel lado izquierdode la caja torácica,miróaltríoquehabíairrumpidoensudormitorio.Lostres,depiejuntoaél,llevabanlas manos enguantadas y cazadoras a cuadros de entretiempo bajo aquellosaterradorespasamontañas.Allanadoresdemorada,yallíestabaél,aochokilómetrosdelpueblo.Rothstein, sacudiéndose el sopor, puso en orden sus ideas en la medida de lowww.lectulandia.com-Página8posibleysedijoquelasituaciónteníasuladobueno:sisecubríanlosrostrosparaqueélnolosviera,noteníanintencióndematarlo.Quizá.—Caballeros…—dijo.ElSeñordeAmarillosoltóunacarcajadayalzólospulgares.—Buencomienzo,genio.Rothsteinmoviólacabezaenungestodeasentimiento,comoenrespuestaauncumplido.Echó una ojeada al reloj de lamesilla de noche, vio que eran las dos ycuartodelamadrugadayvolvióamiraralSeñordeAmarillo,queacasofueraeljefe.—Tengosolounpocodedinero,perosuyoes…simedejanileso.Fuera se oía el crujir de las hojas caídas del otoño, impulsadas por un vientoracheadocontralafachadaoestedelacasa.Rothsteinadvirtióquelacalderaseponíaenfuncionamientoporprimeravezeseaño.¡Perosihacíanadaeraaúnverano!—Según nuestra información, no es solo un poco lo que tienes.—Este era elSeñordeRojo.—Silencio.—ElSeñordeAmarillotendióunamanoaRothstein—.Levantedelsuelo,genio.Rothsteinaceptósumano.Tembloroso,sepusoenpieysesentóenlacama.Lecostaba respirar, pero era muy consciente (para él, ser en exceso consciente de símismo había tenido siempre sus pros y sus contras) de la imagen que debía deofrecer:unviejo conunholgadopijamaazul, ya sinmáspeloqueunosvaporososmechonesblancos,comohojaldredemaíz,porencimadelasorejas.Enesosehabíaconvertido el escritor que salió en la portada de la revistaTime elmismo año queJohn Fitzgerald Kennedy llegó a la presidencia: JOHN ROTHSTEIN, EL GENIOSOLITARIODEESTADOSUNIDOS.Despierte,genio.—Recobre el aliento—dijo el Señor deAmarillo. Por su tono de voz, parecíapreocupadodeverdad,peroRothsteinnolasteníatodasconsigo—.Luegoiremosalsalón, donde mantienen sus conversaciones las personas normales. Sin prisas.Serénese.Rothstein respiró lenta y profundamente, y el corazón se le sosegó un poco.Intentópensar enPeggy, con suspechosdel tamañode tazasde té (pequeñosperoperfectos) y sus piernas largas y suaves, pero el sueño se había esfumado en igualmedidaque lapropiaPeggy,ahoraunvejestorioquevivíaenParís.AexpensasdeRothstein.AlmenosYolande,susegundatentativaencuantoadichaconyugal,habíamuerto,poniendofinasíalpagodelapensión.Eldelpasamontañasrojohabíasalidodelahabitación,yahoraRothsteinlooíarevolver en su despacho. Algo cayó al suelo. Ruido de cajones que se abrían ycerraban.—¿Mejor?—preguntóelSeñordeAmarillo,yacontinuación, anteelgestodeasentimientodeRothstein,indicó—:Vamos,pues.www.lectulandia.com-Página9Elancianosedejóllevarhastaelpequeñosalón,flanqueadoporelSeñordeAzula su izquierda y el Señor de Amarillo a su derecha. El Señor de Rojo seguíarevolviendoeneldespacho.Prontoabriríaelarmarioy,alapartarlasdoschaquetasylostresjerséis,quedaríaalavistalacajafuerte.Erainevitable.Daigual.Siempreycuandodejenloscuadernos,¿yporquéibanallevárselos?Alosmatonescomoestossololesinteresaeldinero.SeguramentelaúnicalecturaasualcancesonlascartasdeloslectorespublicadasporPenthouse.Soloque,encuantoalhombredelpasamontañasamarillo,albergabasusdudas.Eseparecíatenerciertacultura.En el salón estaban todas las luces encendidas y las persianas subidas. Algúnvecinodesveladoquizásepreguntaraquéocurríaencasadelviejoescritor…esoenelsupuestodequetuvieravecinos.Losmáscercanosvivíanacuatrokilómetrosdeallí, por la carretera principal. No tenía amigos, ni recibía visitas. A veces sepresentabaalgúnqueotrovendedor,peroselosquitabadeencimademalasmaneras.Rothsteinsencillamenteeramuysuyo.Elviejoescritorretirado.Elermitaño.Pagabasusimpuestosyexigíaquelodejaranenpaz.AzulyAmarillolollevaronhastaelsillónsituadofrentealaparatodetelevisión,quecasinuncamiraba,yelSeñordeAzul,viendoquesequedabadepie,loobligóasentarsedeunempujón.—¡Calma! —dijo Amarillo con aspereza, y Azul, rezongando, retrocedió unpoco.AllímandabaelSeñordeAmarillo,nocabíaduda.ElSeñordeAmarilloeraelperroguía.Inclinándose hacia Rothstein, apoyó las manos en las rodillas del pantalón depana.—¿Quiereuntraguitodealgoparatranquilizarse?—Siserefiereaunabebidaalcohólica,lodejéhaceveinteaños.Porindicacióndelmédico.—Bienhecho.¿Ibaalasreuniones?—No era alcohólico —respondió Rothstein, ofendido. Resultaba absurdoofenderse en semejante situación… ¿o no? A saber cómo debía reaccionar unocuandoloarrancabandelacamaenplenanocheunosindividuosconpasamontañasdecolores.Sepreguntócómoescribiríaunaescenaasíynoseleocurriónada;élnoescribíasobresituacionescomoesa.—LagentedaporsentadoqueenelsigloXXtodoescritorblancoeraalcohólico.—Ya,ya—dijoelSeñordeAmarillocomosiapaciguaseaunniñomalhumorado—.¿Agua?—No,gracias.Loquequieroesquesemarchenlostres,asíqueleserésincero.—Se preguntó si el Señor de Amarillo entendía la regla más básica del discursohumano:cuandoalguienanunciaquevaahablarconsinceridad,enlamayoríadeloscasosestápreparandoelterrenoparamentircomounbellaco—.Elbilleteroestáenlacómoda del dormitorio. Hay poco más de ochenta dólares. En la repisa de lawww.lectulandia.com-Página10chimeneaveránunateteradeloza…Laseñaló.ElSeñordeAzulsevolvióamirar,peroelSeñordeAmarillono.ElSeñordeAmarillocontinuóatentoaRothstein,yasusojos,bajoelpasamontañas,asomó una expresión casi risueña. Esto no da resultado, pensó Rothstein, peroperseveró.Ahoraqueestabadespierto, empezabaa sentir, ademásdemiedo, ciertocabreo,sibiensabíaquenoleconveníaexteriorizarlo.—Ahíguardoeldineropara las tareasdomésticas.Cincuentaosesentadólares.Esloúnicoquehayenlacasa.Cójanloyváyanse.—Puto embustero —dijo el Señor de Azul—. Tienes mucho más, tío. Losabemos,créeme.Como si de una obra de teatro se tratara y aquella frase fuera el pie para suentradaenescena,elSeñordeRojoanuncióagritosdesdeeldespacho:—¡Premio!¡Heencontradounacajafuerte!¡Delasgrandes!Rothsteinsabíadeantemanoqueelhombredelpasamontañasrojolaencontraría,y sin embargo se le cayó el alma a los pies. Era una estupidez guardar dinero enmetálico;nohabíamásmotivoquesuaversiónalastarjetasdecréditoyloschequesy los valores y los documentosde transferencia, todas esas tentadoras cadenasqueamarraban a la gente a la agobiante y en último extremo destructivamáquina delgasto y la deuda de Estados Unidos. Pero el dinero en metálico podía ser susalvación. El dinero en metálico podía sustituirse. Los cuadernos, más de cientocincuenta,no.—Ahora la combinación —dijo el Señor de Azul. Chasqueó los dedosenguantados—.Suéltala.Rothstein,airadocomoestaba,habríasidocapazdenegarse.SegúnYolande, lairahabíasidosuposiciónpordefectodurantetodalavida(«Probablementeyadesdela puñetera cuna», decía ella). Pero el cansancio y el temor hacíanmella en él. Sioponía resistencia, le sonsacarían la combinaciónagolpes.Talvez incluso sufrieraotroinfarto,yunomásseríasufinalcasicontodacerteza.—Silesdoylacombinacióndelacajafuerte,¿cogeráneldineroquehaydentroysemarcharán?—SeñorRothstein—dijoelSeñordeAmarilloconunaamabilidadqueparecíasincera(yportantogrotesca)—,noestáustedensituacióndenegociar.Freddy,veatraerlasbolsas.Rothstein sintió una corriente de aire gélido cuando el Señor deAzul, tambiénconocido como Freddy, salió por la puerta de la cocina. El Señor de Amarillo,entretanto,volvíaasonreír.Rothsteinaborrecíayaesasonrisa.Esoslabiosrojos.—Vamos,genio:suéltela.Cuantoantesempecemos,antesacabaremos.RothsteinexhalóunsuspiroyrecitólacombinacióndelacajaGardallocultaenelarmariodesudespacho.—Treinta y uno, dos vueltas a la derecha; tres, dos vueltas a la izquierda;dieciocho,unavueltaalaizquierda;noventaynueve,unavueltaaladerecha,yluegowww.lectulandia.com-Página11otravezacero.Detrásdelpasamontañas,loslabiosrojossedesplegaronenunasonrisaaúnmásancha,ahoradejandolosdientesalavista.—Tendríaquehaberloadivinado.Essufechadenacimiento.MientrasAmarillorepetíalacombinaciónenvozaltaalhombrequeesperabaeneldespacho,Rothsteinextrajociertasconclusionesdesagradables.ElSeñordeAzulyelSeñordeRojoestabanallíporeldinero,yacasoelSeñordeAmarillosequedarasu parte, pero dudaba que el dinero fuese el objetivo principal del hombre que lollamaba«genio»repetidamente.Comopararemarcarestacircunstancia,elSeñordeAzul reapareció, acompañado de otra corriente de aire frío. Cargaba con cuatropetates,dosacadahombro.—Oiga—dijoRotstheinalSeñordeAmarillo,yfijólamiradaensusojos—.Nolohaga.Enlacajafuertenohaynadaquevalgalapenallevarse,apartedeldinero.Lodemássonsologarabatossintonnison,peroimportantesparamí.Desdeeldespacho,elSeñordeRojoexclamó:—¡La hostia divina, Morrie! ¡Nos ha tocado el gordo! ¡Colegas, aquí hay unpastón!¡Todavíaenlossobresdelbanco!¡Docenas!Sesenta comomínimo, podría haber dicho Rothstein; incluso ochenta, tal vez.Cadaunode loscualescontienecuatrocientosdólares.RemitidosporArnoldAbel,micontableenNuevaYork.Jeanniehaceefectivosloschequesparagastosymetraelossobresconeldinero,yyolosguardoenlacajafuerte.SoloquetengomuypocosgastosporqueArnoldtambiénpagalasfacturasprincipalesdesdeNuevaYork.Doyunapropinaa Jeanniedecuandoencuando,yalcarteroporNavidad,pero,por lodemás,apenasgastodineroenefectivo.Esasídesdehaceaños,¿yporqué?Arnoldnuncamepreguntaaquédestinoeldinero.Alomejorpiensaquetengounapañoconalguna que otra fulana. A lo mejor piensa que apuesto en el hipódromo deRockingham.Peroloraroesqueyomismonomelohepreguntadonunca,podríahaberdichoalSeñor de Amarillo (también conocido como Morrie). Como tampoco me hepreguntadoporquésigollenandocuadernotrascuaderno.Ciertascosassencillamentesoncomoson.Podría haber dicho todo eso, pero guardó silencio. No porque el Señor deAmarillonofueraaentenderlo,sinoporquelasonrisasagazdibujadaenesoslabiosrojosindicabaquequizásíloentendería.Yletraeríasincuidado.—¿Quémás hay ahí dentro?—preguntó el Señor deAmarillo a su compañeroalzando la voz. Mantenía la mirada fija en Rothstein—. ¿Cajas? ¿Cajas conmanuscritos?¿Deltamañoquetedije?—Cajasno,cuadernos—respondióelSeñordeRojo—.Estoestállenodeputoscuadernos.ElSeñordeAmarillosonrió,sinapartarniunsegundolosojosdeRothstein.www.lectulandia.com-Página12—¿Escritosamano?¿Asíescomolohace,genio?—Por favor —suplicó Rothstein—. No se los lleven. Ese material no espublicable.Nadadeesoestápreparadoparasaliralaluz.—Nilo estará nunca, o esa impresión tengo yo. Le encanta acumular de todo,¿eh?—El brillo de esos ojos, lo que Rothstein consideraba un brillo irlandés, yahabíadesaparecido—.Yporotro ladotampocopuededecirsequenecesitepublicarnadamás,¿aqueno?Noesquehayaunimperativoeconómico.CobralosderechosdeElcorredor.YlosdeElcorredorentraencombate.YlosdeElcorredoraflojalamarcha.La famosa trilogíade JimmyGold.Nunca sehadescatalogado.Es lecturaobligada en las universidades de todos los rincones de esta gran nación nuestra.Gracias a un contubernio entre profesores de Literatura que consideran que SaulBellow y usted son el no va más, cuenta con un público cautivo de estudiantescompradoresdelibros.Tienelavidaresuelta,¿no?¿Paraquéarriesgarseapublicaralgoquepudieraempañarunareputaciónintachable?Puedeesconderseaquíyhacercomosielrestodelmundonoexistiera.—ElSeñordeAmarillomoviólacabezaenungestodenegación—.Conusted,amigomío,elconcepto«retentivoanal»adquierenuevosignificado.ElSeñordeAzulseguíaenlapuerta.—¿Quéquieresquehaga,Morrie?—EntraahíconCurtis.Arrambladcontodo.Sienlospetatesnocabentodosloscuadernos,echadunvistazoporlacasa.Inclusounermitañocomoestedebedeteneralmenosunamaleta.Ynoperdáiseltiempocontandoeldinero.Quierolargarmedeaquícuantoantes.—Deacuerdo.—ElSeñordeAzul,Freddy,salió.—No lohaga—dijoRothstein, consternado al percibir el temblor en supropiavoz.Avecesseolvidabadeloviejoqueera,peronoesanoche.EltalMorrieseinclinóhaciaélyloescrutóconsusojosdecolorgrisverdosoatravésdelosorificiosdelpasamontañasamarillo.—Quierosaberunacosa.Siessincero,puedequedejemosloscuadernos.¿Serásinceroconmigo,genio?—Lointentaré—respondióRothstein—.Ydebesaberqueyonuncamehehechollamar«genio».EsofueideadelarevistaTime.—Pero¿aquenoenvióunacartaparaquejarse?Rothsteincalló.Hijodeputa,estabapensando.Elmuyhijodeputaselasdadelisto.Telollevarástodo,¿verdad?Almargendeloqueyodigaodejededecir.—Heaquíloquequierosaber:¿porquédemoniosabandonóaJimmyGold?¿Porquéloarrastróporlossuelosdeesamanera?LapreguntafuetaninesperadaqueenunprimermomentoRothsteinnosupodequélehablabaMorrie,peseaqueJimmyGolderasupersonajemásfamoso,aquelpor el que se lo recordaría (en el supuesto de que se lo recordase por algo).En elmismoreportajedeTimequecalificabadegenioaRothstein,JimmyGoldaparecíawww.lectulandia.com-Página13descritocomo«alegoríaamericanadeladesesperaciónenlatierradelaabundancia».Enesencia,unasartadegilipolleces,perohabíaservidoparaaumentarlasventas.—SiquieredecirquedeberíahaberlodejadoenElcorredor,noeselúnicoquelopiensa.—Perocasielúnico,podríahaberañadido.ConElcorredorentraencombatehabía afianzado su prestigio como escritor estadounidense de peso, yEl corredorafloja la marcha había sido el colofón de su trayectoria: críticas elogiosas amansalva;enlalistadelibrosmásvendidosdeTheNewYorkTimesdurantesesentaydos semanas. Además, Premio Nacional de Literatura, aunque no había acudido arecogerloenpersona.«LaIlíadadelanovelaestadounidenseposterioralaguerra»,seafirmabaenunareseña,refiriéndosenosoloalúltimovolumensinoa la trilogíacompleta.—No estoy diciendo que debería haberlo dejado en El corredor —respondióMorrie—.Elcorredorentraencombateeraigualdebuena,quizáinclusomejor.Erannovelasauténticas.Elproblemafuelaúltima.Vayabodrio,amigomío.¿Publicista?Enserio,¿publicista?AlverloqueelSeñordeAmarillohacíaacontinuación,Rothsteinsintióunnudoen la garganta y un peso en el vientre. Despacio, casi con actitud pensativa, sedespojódelpasamontañasamarilloydejóalavistalasclásicasfaccionesdeunjovenbostonianodeorigenirlandés:pelorojizo,ojosverdosos,piellechosaquesiempresequemaríaynuncasebroncearía.Améndeaquelloslabiosrojos.—¿Unacasaenlasafueras?¿UnFordsedánenelcaminodeacceso?¿Mujerydospeques?Todoelmundosevende:¿eraeseelmensajequepretendíatransmitir?¿Todoelmundosucumbealveneno?—Enloscuadernos…LoscuadernosconteníanotrasdosnovelasdeJimmyGold,esoqueríadecir, lasquecerrabanelcírculo.Enlaprimera,Jimmycomprendelavacuidaddesuvidaenlasafuerasyabandonaasufamilia,sutrabajoysuconfortablecasaenConnecticut.Sevaapie,sinnadamásqueunamochilaylaropaquellevapuesta.Seconvierteenuna versión mayor del chico que colgó los estudios, rechazó a su familia pormaterialistaydecidióalistarseenelejércitodespuésdevagartodounfindesemanaporlaciudaddeNuevaYorkcomounacuba.—En los cuadernos ¿qué?—preguntóMorrie—.Vamos, genio, hable.Dígameporquétuvoquenoquearloypisotearlelacabeza.En El corredor se va al oeste se convierte otra vez en sí mismo, quiso decirRothstein.Ensupropiaesencia.SoloqueelSeñordeAmarilloyalehabíamostradoel rostro,yenesemomento sacabaunapistoladelbolsillodelanteroderechode lacazadoradecuadros.Seloveíapesaroso.—Usted creó uno de los personajes más importantes de la literaturaestadounidenseyluegosecagóenél—dijoMorrie—.Unhombrecapazdeesonomerecevivir.LairabrotódentrodeRothsteincomounagratasorpresa.www.lectulandia.com-Página14—Siesesoloquepiensas—dijo—,nohasentendidoniunasolapalabradetodoloqueescribí.Morrieloapuntóconlapistola.Labocadelcañóneraunojonegro.Rothsteinloapuntótambién,conundedonudosoacausadelaartritis,comosiesafuesesuarma,ysintiósatisfacciónalverqueMorrieparpadeabayseestremecíaunpoco.—Nomevengasconidiotecesdecriticastroliterario.Estabayahastalacoronillade esomucho antes de que tú nacieras. ¿Qué edad tienes, por cierto? ¿Veintidós?¿Veintitrés?¿Quésabestúdelavida,ynodigamosyadelaliteratura?—Edadsuficienteparasaberquenotodoelmundosevende—contestóMorrie.Rothstein, atónito, vio anegarse en lágrimas aquellos ojos irlandeses—.Nome déleccionessobrelavida,nodespuésdepasarselosúltimosveinteañosescondidodelmundocomounarataenunagujero.Ese reproche, la crítica de siempre—¿cómo se había atrevido a abandonar elcuadrodehonordelafama?—,fuelachispaquetransformóelenojodeRothsteinencóleracon todas lasde la ley,unacóleraquePeggyyYolandehabríanreconocido,unodeesosarrebatosenqueeracapazdelanzarvasosyrompermuebles.Rothsteinsealegródeello.Mejormoririracundoqueamilanadoysuplicante.—¿Cómoconvertirásmi trabajoendinero?¿Haspensadoeneso?Supongoquesí. Supongo que sabes que será como intentar vender un cuaderno deHemingwayrobado,ouncuadrodePicasso.Perotusamigosnosontancultoscomotú,¿verdadqueno?Senotaenlaformadehablar.¿Sabenellosloquetúsabes?Seguroqueno.Pero les has vendido la moto. Les has llenado la cabeza de aire y ahora se lasprometenmuyfelices.Tecreomuycapazdeeso.Tienesunpicodeoro,mepareceamí.Perosospechoqueesorofalso.—Cállese.Hablacomomimadre.—Eres un vulgar ladrón, amigo mío. Y hay que ser imbécil para robar algoinvendible.—Cállese,genio,seloadvierto.Rothstein pensó: Y si aprieta el gatillo ¿qué? Se acabaron las pastillas. Seacabaron las lamentacionespor el pasado, ypor el reguerode relaciones rotas quequedaron a lo largo del camino como coches accidentados. Se acabó también laescritura obsesiva, esa acumulación de cuadernos, uno tras otro, como pequeñasmontañasdeexcrementosdeconejoesparcidasporunsenderoenelbosque.Quizáuna bala en la cabeza no estaría tanmal.Mejor que el cáncer, o el Alzheimer, elmayor de los horrores para cualquiera que se haya ganado la vida mediante elingenio.Lanoticiaatraeríatitulares,esopordescontado,yélyahabíasidoobjetodemuchosinclusoantesdelcondenadoreportajeenTime…perosiaprietaelgatillo,notendréqueleerlos.—Eres un imbécil —dijo Rothstein. De pronto se hallaba en una especie deéxtasis—. Te crees más listo que esos otros dos, pero no lo eres. Al menos elloswww.lectulandia.com-Página15entiendenqueeldineropuedegastarse.—Seinclinóhaciadelanteconlamiradafijaenaquel rostropálidoypecoso—.¿Sabesqué, chaval?Los tipejoscomo tú son ladeshonradeloslectores.—Últimoaviso—repusoMorrie.—Mecagoenelaviso.Ymecagoentuputamadre.Pégameuntiroosaldemicasa.MorrisBellamylepegóuntiro.www.lectulandia.com-Página162009La primera discusión por razones de dinero en casa de los Saubers—almenos laprimera que los niños oyeron— se produjo una noche de abril. No fue una grandiscusión,peroinclusolasmayorestormentasempiezanconunasuavebrisa.PeteryTinaSaubersestabanenelsalón,Petehaciendosus tareasysuhermanaviendounDVDdeBobEsponja.Eraunoqueyahabíavisto,ymuchasveces,peroalparecernuncasecansabadeverlo,locualeraunasuerte,porqueporaquelentoncesencasadelosSaubersnoteníanaccesoaCartoonNetwork.TomSaubershabíadadodebajaelserviciodetelevisiónporcablehacíadosmeses.TomyLindaSauberssehallabanenlacocina,dondeTomajustabalascorreasdesu vieja mochila después de cargar barritas energéticas, un táper con verdurastroceadas,dosbotellasdeaguayunalatadeCoca-Cola.—Estásmaldelacabeza—reprochóLinda—.Deverdad,siemprehesabidoqueerasunapersonalidaddetipoA,peroestolollevaaunlímitetotalmentenuevo.Siquieresponer el despertador a las cinco, vale.Recoges aTodd, estáis en elCentroCívicoalasseis,ydetodasformasseréislosprimerosenllegar.—¡Yame gustaría amí!—dijo Tom—. Según Todd, elmes pasado hubo unaferiadeempleocomoestaenBrookPark,ylagenteempezóahacercolaeldíadeantes.¡Eldíadeantes,Lin!—Toddhablamucho.Y tú te lo crees todo.Recordarás queTodddijo tambiénqueaPeteyTinalesencantaríaaquellodelosMonsterTrucks…—AhoranohablamosdeunacarreradeMonsterTrucks,nideunconciertoenelparque, ni de un espectáculo de fuegos artificiales. Aquí están en juego nuestrasvidas.Pete apartó la vista de sus tareas y cruzó una breve mirada con su hermanapequeña. Tina se encogió de hombros en un gesto elocuente: cosas de padres. Élvolvióacentrarseensuálgebra.Cuatroproblemasmás,ypodríamarcharseacasadeHowie.AlomejorHowiehabíacompradoalgúncómicnuevo.DesdeluegoPetenoteníaningunoquecambiar;supagahabíaseguidolospasosdelatelevisiónporcable.Enlacocina,Tomhabíaempezadoapasearsedeunladoaotro.Lindaseacercóaélylocogiódelbrazocondelicadeza.—Séquesonnuestrasvidasloqueestáenjuego—afirmó.Hablóenvozbaja,enpartepormiedoaque losniños losoyeranysepusierannerviosos (sabía que Pete ya lo estaba), pero sobre todo para no caldear más losánimos.SabíacómosesentíaTom,yledolíaenelalma.Eltemorerayamalodeporsí; la humillación de no poder cumplir con lo que consideraba su responsabilidadfundamental —esto es, mantener a su familia— era aún peor. Y en realidad,«humillación»no era lapalabraprecisa; loqueTomsentía eravergüenza.Durantewww.lectulandia.com-Página17sus diez años al servicio de la agencia inmobiliaria Lakefront, se había contadoasiduamenteentrelosmejoresvendedores,yamenudosuretratosonrienteaparecíaenelescaparatedel local.Eldineroqueellaaportabacomomaestra,dandoclaseaniñosdetercero,noeramásqueunextra.Hastaqueunbuendía,enotoñode2008,la economía se desplomó y los Saubers pasaron a ser una familia con un únicoingreso.NosetratabasolodequehubiesendejadoiraTomytalvezvolviesenallamarlocuando la situaciónmejorase; la inmobiliariaLakefront era ahoraunedificiovacíoconpintadasenlasparedesyelletreroENVENTAOALQUILERenlafachada.LoshermanosReardon,queheredaronelnegociodesupadre(comoantesesteloheredódel suyo), tenían grandes inversiones enBolsa, y lo perdieron casi todo cuando elmercadosedesplomó.ParaLindanosupusoungranconsueloqueelmejoramigodeTom,ToddPaine,fueseenelmismobarco.ConsiderabaaTodduntarado.—¿Hasvistoelpartemeteorológico?Yosí.Vaahacerfrío.Demadrugadanieblaprocedentedellago,quizáinclusolloviznagélida.Lloviznagélida,Tom.—Bien. Tanto mejor. Así habrá menos gente y aumentarán nuestrasprobabilidades.—La cogió por los antebrazos, pero con delicadeza. Sin sacudidas,sin gritos. Eso llegaría más adelante—. Tengo que conseguir algo, Lin, y estaprimavera la feria de empleo es mi mejor oportunidad. He estado pateando lascalles…—Losé…—Ynohaynada.Osea,nadadenada.Ah,sí,unoscuantospuestosdetrabajoenlosmuelles,yalgunaqueotracosaenlaconstrucción,enelcentrocomercialquehaycercadelaeropuerto,pero¿meimaginasamíenempleosasí?Mesobranquincekilosyhaceveinteañosqueestoybajodeforma.Esteveranopodríaencontraralgoenelcentro… un trabajo de oficina, quizá… si las cosas mejoran un poco… pero unempleo así estaría mal pagado y sería temporal. De manera que Todd y yo nosplantaremosallíalasdocedelanocheyharemoscolahastaqueabranlaspuertasporlamañana,yteprometoquevolveréconunempleoremuneradocomoesdebido.—Y seguramente con algún virus que nos contagiarás a todos. Entoncestendremosqueescatimarencomidaparapagarlasfacturasdelmédico.FueahícuandoTommontóencólera.—Megustaríarecibirunpocodeapoyoenesto.—Tom,porDios,inten…—Quizá incluso unas palabras de ánimo: «Eso es mostrar iniciativa, Tom. Dagustoverquetedejaslapielporlafamilia,Tom».Esascosas.Sinoesmuchopedir.—Loúnicoquedigo…Perolapuertadelacocinaseabrióysecerrósindarletiempoaacabarlafrase.Élhabía salido a la parte de atrás para fumarse un cigarrillo. Esta vez, cuando Petelevantó lavista,viocongojaypreocupaciónenel rostrodeTina.Al finyal cabo,teníasoloochoaños.Petesonrióyleguiñóunojo.Tina,enrespuesta,ledirigióunawww.lectulandia.com-Página18sonrisa de incertidumbre y volvió a sumirse en las vicisitudes de esa ciudadsumergida llamada Fondo de Bikini, donde los padres no perdían el trabajo nilevantabanlavoz,ylosniñosnoperdíanlapaga.Amenosqueseportaranmal,claroestá.Antes demarcharse esa noche,Tom llevó a su hija a la cama y le dio un beso dedespedida.AñadióotroparalaSeñoraBeasley,lamuñecapreferidadeTina:paraquemedésuerte,dijo.—¿Papá?¿Todoirábien?—Dalo por hecho, cielo —contestó él. Eso Tina lo recordaba: el tono deseguridad—.Todoirádemaravilla.Ahoraduérmete.Sefue,consuandarnormal.EsoTinatambiénlorecordaba,porquenuncamásloviocaminarasí.En lo alto de la empinada cuesta que comunicaba Marlborough Street con elaparcamientodelCentroCívico,Tomdijo:—¡Hala!¡Alto,para!—Tío,vienencochesdetrás—replicóTodd.—Serásolo un segundo.—Tomalzó el teléfono y sacó una foto de la cola degente. Debía de haber ya un centenar de personas. Eso como mínimo. Sobre laspuertasdelauditorio,unapancartarezaba:¡1.000EMPLEOSGARANTIZADOS!Ydebajo: ¡No abandonamos a las personas de nuestra ciudad! RALPHKINSLER,ALCALDE.DetrásdelSubaruoxidadode2004deToddPaine,alguientocóelclaxon.—Tommy, no quiero aguarte la fiestamientras inmortalizas esta extraordinariaocasión,pero…—Sigue, sigue.Ya está.—YcuandoTodd entró en el aparcamiento, donde lasplazasmáscercanasaledificiosehallabanyaocupadas,añadió—:NoteimaginaslasganasquetengodeenseñarleesafotoaLinda.¿Sabesquémehadicho?Queaunquellegáramosaquíalasseisdelamañana,seríamoslosprimeros.—Ya te lo dije, tío. Aquí el gran Todd nomiente.—El gran Todd aparcó. Elmotor delSubaru se detuvo conunapedorreta y un resuello—.Cuando amanezca,habráaquí…quéséyo,dosmilpersonas.Ylatelevisión.Todosloscanales.CityatSix,MorningReport,MetroScan.Igualnosentrevistan.—Meconformoconunempleo.Lindasíhabíaacertadoenunacosa:eraunanochehúmeda.Seolíaellagoenelaire: ese ligero aroma a cloaca. Y apretaba el frío, tanto que casi se empañaba elaliento.Unos postes unidos con cinta amarilla, en la que se leía PROHIBIDOELPASO,obligabanalosaspirantesaunempleoaformarunatortuosacolasemejanteawww.lectulandia.com-Página19unacordeónhumano.TomyToddocuparonsulugarentrelosúltimospostes.Otrossecolocarondetrásdeelloscasideinmediato,ensumayoríahombres,algunoscongruesoschaquetonesdeforropolar,algunosconabrigosdeejecutivoycortesdepelodeejecutivoqueempezabanaperdersucuidadocontornodepeluquería.Tomcalculóque, al amanecer, la cola llegaría hasta el fondo del aparcamiento, y entonces aúnfaltaríanalmenoscuatrohorasparaqueabrieranlaspuertas.Captó su atención unamujer con un bebé colgado al frente. Estaba un par decurvas por delante en el pasillo en zigzag. A Tom le costó imaginar el grado dedesesperaciónquedebíade impulsaraunapersonaa salir conun reciénnacidoenuna noche fría y húmeda como esa. La criatura iba en una de esas mochilasportabebés.Lamujerhablabaconunhombrerobustoquellevabaunsacodedormirsujetoalhombro,yelbebémirabadeunoaotroalternativamente,comosifueraelespectadordetenismáspequeñodelmundo.Laescenateníaalgodecómico.—¿Necesitas un poco de calentamiento, Tommy? —Todd había sacado de lamochilaunabotellademediolitrodeBell’s,yselatendía.Tomestuvoapuntoderehusarelofrecimiento,recordandolafrasededespedidadeLinda—Oye,esperoquecuandovuelvasnotehuelaelalientoaalcohol—,perofinalmenteaceptólabotella.Allíalaintemperiehacíafrío,yuntraguitonoleharíaningúndaño.Notóelcalordelwhiskygargantaabajoyenelvientre.Enjuágate la boca antes de acercarte a cualquiera de los estands de la feria, serecordó.Alagentequehueleaalcoholnadielacontrata.CuandoToddleofrecióotrosorbo—rondabanlasdosdelamadrugada—,Tomlorechazó.Perocuandovolvióaofrecérseloaesodelastres,Tomaceptólabotella.Tras comprobar el nivel, dedujo que el gran Todd se había estado tonificando demanerapródigaparacombatirelfrío.Enfin,quédemonios,pensóTom,yseechóalcuerpoalgomásqueunsorbo;esavezfueuntragoentodaregla.—¡Bravo, chaval! —exclamó Todd con la voz mínimamente empañada—.Desmelénate.Seguíanllegandobuscadoresdeempleo,queenfilabanMarlboroughStreetarribaensuscochesatravésdelaniebla,cadavezmásespesa.Lacola,ahoramuchomásallá de los postes, no continuaba ya en zigzag. Hasta ese momento Tom creíaentenderlasdificultadeseconómicasqueasediabanenlaactualidadalpaís—¿acasonohabíaperdidoélmismounempleo,unexcelenteempleo?—,peroamedidaqueaparecían coches y crecía la cola (ya no veía el final), empezaba a formarse unaperspectivanuevayaterradora.Quizá«dificultades»noeralapalabraprecisa.Quizálapalabraprecisaera«calamidad».A su derecha, en el laberinto de postes y cinta que conducía a las puertas delauditorioaoscuras,elbebéempezóallorar.Tommiróalrededoryvioalhombredelsacodedormirsujetarloslateralesdelportabebésparaquelamujer(Diosmío,pensóTom,noaparentaniveinteaños)pudierasacaralacriatura.www.lectulandia.com-Página20—¿Quécoñoeseso?—preguntóTodd,ahoracon lavozmuchomásempañadaqueantes.—Unniño—contestóTom—.Unamujerconunniño.Unachicaconunniño.Toddmiróconatención.—Lahostiaenpatinete—dijo—.Opinoqueesoesunairre…irri…bueno,yameentiendes,queesunafaltaderesponsabilidad.—¿Estásborracho?—preguntóTom.Linda sentía antipatía por Todd, no veía su lado bueno, y en ese instante Tomtampocoestabamuysegurodeverlo.—Unpoquito.Estaréperfectamentecuandoabranlaspuertas.Tambiénhetraídocaramelosdementa.TompensóenpreguntarlealgranToddsitambiénllevabacolirio—teníalosojosmuyenrojecidos—,perodecidióquenoleapetecíamantenerunadiscusiónasíenesemomento.Volvióadirigirlaatenciónhaciaellugardondepocoantesestabalamujerconelbebéllorón.Alprincipiopensóquehabíadesaparecido.Luegobajólavistayla vio deslizarse, con el bebé contra el pecho, en el saco de dormir del hombrerobusto. Este aguantaba abierta la boca del saco para que ella entrara. El reciénnacidoseguíaberreando.—¿Nadiepuedehacercallaraeseniño?—espetóunhombreavozengrito.—Alguiendeberíaavisaralosserviciossociales—añadióunamujer.TomseacordódeTinaaesaedad,laimaginóenunamadrugadafríaybrumosacomo esa, y contuvo el impulso de decir a aquel hombre y aquella mujer que secallaran…omejoraún,queecharanunamanoenlamedidadeloposible.Alfinyalcabo, todos corrían la misma suerte, ¿no? Todo ese hatajo de gente desdichada yhundida.Elllantoseatenuó,cesó.—Seguramente lo está amamantando—comentóTodd.Sediounapretónenelpechoamododeaclaración.—Sí.—¿Tommy?—¿Qué?—YasabesqueEllenhaperdidoeltrabajo,¿verdad?—Diosmío,no.Nolosabía.—FingiónoverelmiedoenelrostrodeTodd.Oelasomodehumedadensusojos.Quizáporefectodelalcoholoelfrío.Oquizáno.—Le dijeron que ya la llamarán cuando las cosasmejoren, pero lomismomedijeron a mí, y va para medio año que estoy en el paro. Cobré el seguro dedesempleo.Esoyahavolado. ¿Y sabes cuántonosqueda en el banco?Quinientosdólares.¿SabescuántoduranquinientosdólarescuandounabarradepanenKroger’scuestaunpavo?—Nomucho.—Joder,yatedigoyoqueno.Necesitoconseguiralgoaquí.Lonecesito.www.lectulandia.com-Página21—Encontrarásalgo.Losdosencontraremosalgo.Toddseñalóconelmentónalhombrefornido,queahoraparecíamontarguardiaanteelsacodedormirparaquenadiepisarasinquereralamujeryelniñorefugiadosdentro.—¿Creesqueestaráncasados?Tomnosehabíadetenidoapensarlo.Contemplólaposibilidadenesemomento.—Puedeser.—Entoncesdebendeestar enelparo losdos.Sino,uno sehabríaquedadoencasaconelniño.—Alomejorpiensanquepresentándoseconelbebétendránmásprobabilidades—dijoTom.Toddseanimó.—¡Elrecursodelalástima!¡Noesmalaidea!—Tendiólabotella—.¿Quieresuntrago?Tomtomóunsorbito,pensando:Sinomelobeboyo,selobeberáTodd.Tom,quesehabíaquedadotraspuestoporefectodelwhisky,despertócuandoalguien,exultante,gritó:—¡Handescubiertovidaenotrosplanetas!Estaocurrenciaprovocórisasyaplausos.Miróalrededoryviolaluzdeldía.Débilyenvueltaenniebla,peroluzdeldíaasíytodo.Alotroladodelahileradepuertasdelauditorio,unhombreuniformadodegris—unhombreconempleo,tipoafortunado—desplazabauncuboyunafregonaporelvestíbulo.—¿Quépasa?—preguntóTodd.—Nada—respondióTom—.Solounconserje.ToddechóunvistazoendirecciónaMarlboroughStreet.—Diosmío,ysiguenllegando.—Sí —confirmó Tom. Pensó: Y si le hubiese hecho caso a Linda ahoraestaríamosalfinaldeunacolaquellegaamediocaminoentreaquíyCleveland.Laidealeprodujociertasatisfacción:siempreresultabaagradabledemostrarqueunoteníalarazón.Aunasí,lamentabanohaberrehusadolabotelladeTodd.Teníaenlabocaunsaboraarenaparagatos.Noesquelahubieraprobado,pero…Alguienunpardecurvasmásadelanteenelpasilloenzigzag—nomuylejosdelsacodedormir—preguntó:—¿EsoesunMercedes?PareceunMercedes.Tom vio una silueta alargada en lo alto de la cuesta que ascendía desdeMarlborough, tras el resplandor de unos faros antiniebla amarillos. No se movía;estabaallíparado.—¿Esequépretende?—preguntóTodd.www.lectulandia.com-Página22El conductor del coche situado inmediatamente detrás debió de preguntarse lomismo,porquetocóelclaxon:unbocinazolargoyfuribundoquesuscitóagitación,resoplidosymiradasalrededorentrelospresentes.Porunmomentoelcochedelasluces antiniebla amarillas permaneció donde estaba. De pronto arrancó con unacelerón.Noa la izquierda,haciael aparcamientoahora llenohasta los topes, sinoderechohacialamultitudacorraladaenellaberintodepostesycinta.—¡Eh!—exclamóalguien.Lamuchedumbre retrocedió en una tumultuosa ola.Tom se vio lanzado contraTodd,quecayódeespaldas.Tomintentóconservarelequilibrio,casiloconsiguió,yacto seguido el hombre que tenía delante—con un grito, no, con un alarido— lehincóeltraseroenlaentrepiernayleasestóuncodazoenelpecho.Tomcayóencimade su compañero, oyó romperse la botella de Bell’s en algún lugar entre ellos ypercibióelhedorpenetrantedelwhiskyaldesparramarseporelasfalto.Estupendo, pensó, ahora oleré como los lavabos de un bar un sábado por lanoche.Aduraspenasconsiguiólevantarseatiempodeverelcoche—eraunMercedes,enefecto,ungransedántangriscomoaquellamañanabrumosa—arremetercontraelgentío,lanzarcuerposporelaireasupaso,describirunatrayectoriacurvacomoladeun conductor en estado de embriaguez.Goteaba sangre de la calandra.Unamujer,descalza, resbaló y rodó por el capó con lasmanos abiertas. Soltó unmanotazo alcristal,intentóagarrarseaunadelasvarillasdellimpiaparabrisas,seleescapóycayóaunlado.LacintaamarillaconelrótuloPROHIBIDOELPASOserompió.Unpostegolpeóruidosamenteelcostadodelenormesedán,quenoredujolavelocidadenlomásmínimo.Tomviolasruedasdelanteraspasarporencimadelsacodedormiryelhombrerobusto,que,agatas,sehabíaechadosobreelsacoconunamanoenaltoenactitudprotectora.Ahoraelcocheibaderechohaciaél.—¡Todd!—vociferó—.¡Todd,levanta!TendiólosbrazoshaciaTodd,lecogióunamanoytiró.AlguientopócontraTom,quevolvióacaerderodillas.Oíalasaltasrevolucionesdelcochedescontrolado.Yamuy cerca. Trató de apartarse a rastras, y recibió un puntapié en la sien. Vio lasestrellas.—¿Tom?—AhoraToddestabadetrásdeél.¿Cómohabíaocurridoeso?—.¿Quécoño…?Uncuerpocayósobreél,ydeprontoteníaencimaotracosa,unpesoenormeloaplastaba, amenazaba con triturarlo. Se le tronchó la cadera con un chasquidosemejantealqueemitiríaunhuesoresecodepavo.Alcabodeunmomentoelpesodesapareció.Losustituyóenseguidaeldolor,queeraasumaneraotropeso.Tomintentólevantarlacabezayconsiguiósepararladelasfaltolojustoparaverlaslucesdeposiciónmenguarenlaniebla.Vioresplandecientesesquirlasdecristaldelabotellahechaañicos.VioaToddtendidodeespaldas,desmadejado,ylasangrewww.lectulandia.com-Página23quemanabadesucabezayseencharcabaenelsuelo.Unashuellasdeneumáticosdecolorcarmesísealejabanenlapenumbraneblinosa.Pensó:Lindateníarazón.Deberíahabermequedadoencasa.Pensó:Voyamorir,yquizásealomejor.Porque,adiferenciadeToddPaine,nohellegadoacobrareldinerodelseguro.Pensó:Aunqueprobablemente,coneltiempo,lohabríacobrado.Después,negrura.CuandoTomSaubersdespertóenelhospitalcuarentayochohorasmástarde,Lindaestabasentadaa su lado.Le teníacogida lamano.Élpreguntósi sobreviviría.Ellasonrió,lediounapretónydijoquepodíaapostarseloquequisieraaquesí.—¿Mehequedadoparalítico?Dimelaverdad.—No,cariño,perotienesmuchasfracturas.—¿YTodd?Elladesviólamiradaysemordióloslabios.—Estáencoma,perocreenquealfinalsaldrá.Losabenporlasondascerebralesoalgoasí.—Habíauncoche.Nopudeapartarme.—Yalosé.Nofuisteelúnico.Unlocoosembistió.Seescapó,yporelmomentonolohancogido.ATomle traíasincuidadoelconductordelMercedes-Benz.Nohaberquedadoparalíticoerabuenanoticia,pero…—¿Estoymuymal?Nomeengañes…sésincera.Linda posó los ojos en los de él por un instante, pero no pudo sostenerle lamirada.Fijandolavistadenuevoenlastarjetasdispuestassobrelamesa,enqueledeseabanunaprontarecuperación,dijo:—Estás…enfin,tardarásuntiempoenvolveraandar.—¿Cuánto?EllalevantólamanodeTom,surcadaderasguños,yselabesó.—Nolosaben.TomSauberscerrólosojosylloró.Lindaescuchósullantoporunrato,ycuandoyanolosoportómás,seinclinóalfrenteyapretóelbotóndelabombadeinfusióndemorfina.Siguiópulsándolohastaque el aparatodejóde administrar.Para entoncesTomsehabíadormido.www.lectulandia.com-Página241978MorriscogióunamantadelúltimoestantedelarmariodeldormitorioytapóconellaaRothstein, que ahorayacía en el sillón, despatarradoy torcido, sin la tapade lossesos.LamateriagrisquehabíaconcebidoaJimmyGold,aEmma, lahermanadeJimmy,yalospadresegocéntricosysemialcohólicosdeJimmy—muyparecidosalosdelpropioMorris—sesecabaahoraenelpapelpintadode lapared.Morrisnoestaba conmocionado,no exactamente, perodesde luego sí sorprendido.Élpreveíaunpocodesangre,yunorificioentrelosojos,peronoesaaparatosaexpectoracióndecartílagoyhueso.Eraunfallodelaimaginación,supuso,larazónporlaquepodíaleer a los gigantes de la literatura estadounidense moderna —leerlos y sabervalorarlos—,peronoserunodeellos.FreddyDowsaliódeldespachocondospetatescargadosaloshombros.Curtisloseguíaconlacabezagacha,sinnadaacuestas.Derepenteapretóelpaso,circundóaFreddyyentróatodaprisaenlacocina.Lapuertadeljardíntrasero,movidaporelviento, batía contra la fachada lateral de la casa. A continuación se oyeron unasarcadas.—Parecequeseencuentramal—comentóFreddy.Poseíauntalentoespecialparaexpresarobviedades.—¿Túestásbien?—preguntóMorris.—Sí.Freddysalióporlapuertadelanterasinmiraratrásy,yaenelporche,sedetuvoarecogerlapalancaapoyadaenlamecedora.Habíanacudidopreparadosparaforzarlaentrada,perolapuertadelanteranoteníaelcerrojoechado;ladelacocinatampoco.Por lo visto, Rothstein había depositado toda su confianza en su caja fuerte, laGardall.Esosíeraunfallodelaimaginación.Morris entró en el despachoyobservó el ordenado escritoriodeRothsteiny lamáquinade escribir tapada.Miró las fotografías de la pared.Colgaban allí las dosexesposas, jóvenes, risueñasyhermosas,vestidasypeinadasconformea lasmodasde los años cincuenta. Tenía su interés que Rothstein mantuviera a esas mujeresrechazadas allí donde podían verlo mientras escribía, pero Morris no disponía detiempo para detenerse a reflexionar sobre ello, ni para investigar el contenido delescritorio,cosaquehabríahechodemuybuenagana.Pero¿eraacasonecesariaesainvestigación?Tenía loscuadernos,alfinyalcabo.Teníaelcontenidodelamentedelescritor.Todoloquehabíaescritodesdequedejódepublicarhacíayadieciochoaños.Freddysehabíallevadolaspilasdesobrescondineroenlaprimeratanda(cómono: el dinero era lo que Freddy y Curtis entendían), pero quedaban aún muchoscuadernosenlosestantesdelacajafuerte.EranMoleskine,deaquellosqueutilizabawww.lectulandia.com-Página25Hemingway, de aquellos con los que soñaba Morris durante su estancia en elreformatorio, donde también soñaba con llegar a ser escritor. Pero en el CentroPenitenciariodeMenoresdeRiverviewelpapelestabaracionadoylecorrespondíansolo cinco cuartillas de pésimoBlueHorse por semana, cantidad insuficiente paraempezar a escribir la Gran Novela Americana. Rogar que le asignaran más no lesirvió de nada.Una vez que le ofreció a Elkins, el encargado de intendencia, unamamadaa cambiodeunadocenadehojasmás,Elkins le asestóunpuñetazoen lacara.Cosacuriosasiunoseparabaapensarentodoelsexosinmutuoconsentimientoenquesehabíavistoobligadoaparticipardurantesucondenadenuevemeses,porlogeneralderodillasyenmásdeunaocasiónamordazadoconsuspropioscalzoncillossucios.No consideraba a su madre totalmente responsable de esas violaciones, perodesde luego sí merecía su parte de culpa. Anita Bellamy, famosa profesora deHistoriacuyolibrosobreHenryClayFrickhabíasidonominadoparaelPulitzer.Tanfamosa que presumía de saberlo todo, además, sobre la literatura estadounidensemoderna. Fue una discusión sobre la trilogía deGold lo que, una noche, indujo aMorrisairse,coléricoydecididoaemborracharse.Cosaquehizo,peseasermenordeedadyaparentarlo.AMorris no le sentaba bien el alcohol. Cuando bebía, realizaba acciones quedespuésno recordaba,ynunca eranbuenas acciones.Aquellanoche se tratódeunallanamientodemorada,vandalismoyunaltercadoconunguardiadeseguridaddelvecindarioqueintentóretenerlohastaquellegaralapolicíadeverdad.De esohacía casi seis años, pero conservaba aúnunvivo recuerdo.Había sidotodounasolemneestupidez.Robaruncoche,pasearseconélpor laciudadyluegoabandonarlo (quizá después de mearse en el salpicadero) era una cosa. No muyinteligente, pero, con un poco de suerte, uno podía salir impune de algo así. Pero¿entrarporlafuerzaenunacasadeSugarHeights?Esoeraunaestupidezporpartidadoble.Élnoqueríanadadeesacasa(onadaquedespuésrecordase).¿Yquéhabíaobtenidocuandosíquisoalgo?¿CuandoofreciósubocaporunasmíserascuartillasdeBlueHorse?Unpuñetazoenlacara.Asíquesehabíaechadoareír,porqueeraesoloqueJimmyGoldhabríahecho(almenoshastaqueJimmymaduróysevendióacambio de lo que él llamaba el «Pavo Dorado»), ¿y qué ocurrió a continuación?Recibióotropuñetazoenlacara,aúnmásfuerte.Fueelcrujidoahogadodesunarizalfracturarselacausadesuslágrimas.Jimmynuncahabríallorado.Todavía examinaba con avidez losMoleskine cuando regresóFreddyDowcon losotrosdospetates.Llevabatambiénunagastadabolsadeviajedepiel.—Esto estaba en la despensa. Junto con unmontón de latas de alubias y atún.Vete tú a saber. Un tío raro. A lo mejor esperaba el acropolipsis. Vamos,Morrie,www.lectulandia.com-Página26pontelaspilas.Igualalguienhaoídoeltiro.—Nohayvecinos.Lagranjamáscercanaestáamásdetreskilómetros.Relájate.—Lascárcelesestánllenasdegentequeensumomentoserelajó.Tenemosquesalirdeaquí.Morrisempezóarecogercuadernosabrazadas,peronopudoresistirseaecharunvistazoauno,soloporasegurarse.Rothsteinenefectoeraun«tíoraro»,ynopodíadescartarse laposibilidaddequehubieseabarrotadosucaja fuertedecuadernosenblanco,enlaideadequequizáalgúndíaescribieraalgoenellos.Peronoeraasí.Ese al menos estaba cuajado de texto: la letra pequeña y pulcra de Rothsteinllenaba todas las páginas, de arriba abajo, de lado a lado, conmárgenes tan finoscomohilos.…no estaba segurodeporqué le importabaaquello, ni deporquénopodía dormir mientras el vagón vacío de ese tren de carga nocturno lotransportabaatravésdeaquelmundoruralyolvidadohaciaKansasCityyelpaísdormidoqueseextendíamásallá,elvientrerepletodeEstadosUnidosen reposo bajo su acostumbrado edredón de noche, y sin embargo lospensamientosdeJimmyvolvíaninsistentementea…Freddyletocóelhombro,ynocondelicadeza.—Sacalanarizdeahíysiguecargando.Yatenemosaunoechandolas tripasyprácticamenteinservible.Morrisdejóelcuadernoenunodelospetatesycogióotrasdospilasconambasmanos sin pronunciar palabra, resplandeciendo en su mente un sinfín deposibilidades.Seolvidódel despojooculto bajo lamanta en el salón, se olvidódeCurtisRogersechandolastripasentrelasrosasolaszinniasolaspetuniasoloquefuesequecrecíaenlapartedeatrás.¡JimmyGold!¡Rumboaloeste,enunvagóndecarga!¡Rothsteinnohabíaacabadoconél,despuésdetodo!—Estosestánllenos—dijoaFreddy—.Llévatelos.Meteréelrestoenlavalija.—¿Asíllamastúaesasbolsas?—Sí, creoqueasí las llaman.—No locreía; lo sabía—.Venga.Yacasihemosacabado.Freddysecargólospetatesalhombroporlascorreas,perosedetuvotodavíaunmomento.—¿Tienesclarolodeestoscuadernos?Porque,segúnRothstein…—Erauncoleccionistaquepretendíasalvarsucolección.Habríadichocualquiercosa.Venga.Freddysalió.Morrismetiólaúltimatandadecuadernosenlavalijayseapartódel armario. Curtis se hallaba junto al escritorio deRothstein. Se había quitado elpasamontañas;ningunodelostreslollevabaya.Estabablancocomoelpapelyteníawww.lectulandia.com-Página27unasoscurasojerascomoconsecuenciadelaconmoción.—Nohacíafaltamatarlo.Nodebíasmatarlo.Noformabapartedelplan.¿Porquélohashecho?Porque me ha dejado en ridículo. Porque ha insultado a mi madre, y eso mecorrespondíaamí.Porquemeha llamado«chaval».Porquemerecíauncastigoporconvertir a JimmyGold en uno de ellos. Sobre todo, porque nadie con un talentocomoelsuyotienederechoaescondersedelmundo.PeroCurtisesonoloentendería.—Porqueasíloscuadernostendránmásvalorcuandolosvendamos.—Cosaqueno ocurriría hasta que él los hubiese leído de cabo a rabo, pero Curtis nocomprendería la necesidad de eso, ni necesitaba saberlo. Como tampoco Freddy.Procurómanteneruntonopacienteyrazonable—.AhoratenemostodalaproduccióndeJohnRothsteinqueexiste,ynuncaapareceránadamás.Asíelmaterialinéditoesaúnmásvalioso.Esoloentiendes,¿no?Curtisserascólamejillapálida.—Bueno…supongo…sí.—Además,asínopodrásostenerquesonfalsificacionescuandosalganalaluz.Cosaquehabríahecho,porpurorencor.Heleídomuchosobreél,Curtis,casitodo,yeradelomásrencoroso,elmuycabrón.—Bueno…Morrieseabstuvodedecir:Eseesuntemaenextremoprofundoparaunamentetansuperficialcomolatuya.Enlugardeesoletendiólavalija.—Cógela.Ynotequiteslosguanteshastaqueestemosenelcoche.—Deberíashabernoshabladodelasunto,Morrie.Somostussocios.Curtishizoademándesalir,perodeprontosediolavuelta.—Queríahacerteunapregunta.—Dime.—¿SabessienNewHampshirehaypenademuerte?Cruzaron laestrecha franjanortedeNewHampshirey llegaronaVermont.FreddyibaalvolantedelChevroletBiscayne,queeraviejoynollamabalaatención.MorrisviajabaenelasientodelcopilotoconunmapadeRandMcNallyextendidosobreelregazo,ydevezencuandoencendía la luzdel techoparaasegurarsedequenosedesviaban de la ruta prevista.No era necesario recordar a Freddy que respetara ellímitedevelocidad.EsanoeralaprimeraandanzadeFreddyDow.Curtisibatendidoenelasientodeatrás,ynotardaronenoírloroncar.Morrisloconsideraba afortunado; parecía haberse sacudido el horror de encima con lavomitera.Morrispensóqueposiblementepasaríacierto tiempohastaqueélmismopudieradisfrutardeunabuenanochedesueño.Seguíaviendolamateriagrischorrearenelpapelpintado.Noeraelhomicidioloquepermanecíagrabadoensumente;erael talentoderramado.Todaunavidadedicadaamoldearypulirdestruidaenmenoswww.lectulandia.com-Página28deun segundo.Todas esas historias, todas esas imágenes, y lo que salió dedentropresentabaelmismoaspectoqueunasgachas.¿Quésentidotenía?—¿De verdad crees, pues, que podremos vender esos cuadernitos?—preguntóFreddy.Volvíaalacargaconlosuyo—.Porunbuendinero,quierodecir.—Sí.—¿Ysinquenoscojan?—Sí,Freddy,estoyseguro.FreddyDowguardó silenciodurante tanto ratoqueMorrispensóqueel asuntohabíaquedadozanjado.Peroalfinalvolvióasacareltema.Dospalabras.Ásperasydesprovistasdetono.—Lodudo.Más adelante, encarcelado una vez más —en esta ocasión no en el centropenitenciariodemenores—,Morrispensaría:Fueentoncescuandodecidímatarlos.Pero algunas noches cuando, con el culo escocido y untuoso después de sersodomizadounadocenadevecesenlasduchasconjabónamododelubricante,nopodíaconciliarelsueño,admitiríaqueesonoeraverdad.Lohabíasabidodesdeelprincipio. Eran un par de zoquetes, y delincuentes profesionales.Más tarde omáspronto (más pronto que tarde) uno de ellos sería detenido por algún otro delito, ycaería en la tentación de trocar lo que sabía de esa noche por una sentencia másbenévola,oporlasuspensióndelapena.Sencillamenteyosabíaqueteníanquedesaparecer,pensaríaduranteesasnochesenlagaleríadeceldascuando«elvientrerepletodeEstadosUnidosestabaenreposobajosuacostumbradoedredóndenoche».Erainevitable.En el norte del estadodeNuevaYork, cuando aúnnohabía amanecidopero a susespaldasseperfilabayaelcontornooscurodelhorizonte,doblaronhaciaeloesteporlaEstatal92,unacarreteraquediscurríamásomenosparalelaalaI-90hastaIllinois,dondetorcíaalsureibaamoriralaciudadindustrialdeRockford.Enlacarreteralacirculacióneraaúnescasaaesahora,peseaqueoían(yavecesveían)eltráficodecamionesdealtotonelajeenlainterestatalasuizquierda.DejaronatrásunindicadordondeseleíaÁREADEDESCANSO3KM,yMorrisseacordódeMacbeth.Sihabíaquedarlefin,másvalíadarlefinpronto.Noeraunacitaliteral,talvez,peroenesecaso,dadaslascircunstancias,bastabaysobraba.—Paraaquí—dijoaFreddy—.Tengoquecambiarelaguaalcanario.—Seguro que también hay máquinas expendedoras —comentó el vomitadordesdeelasientodeatrás.Curtisibayasentado,conelpelorevuelto—.Noharíaascosaunasgalletasdemantequilladecacahuete.Morris sabía que tendría que dejarlo correr si había otros coches en el área dedescanso.LaI-90habíaabsorbido lamayorpartedel tráficode largorecorridoqueantes viajaba por esa carretera, pero en cuanto despuntara el día habría muchowww.lectulandia.com-Página29tránsitovecinal,desplazamientoscortosdepoblachoenpoblacho.Demomentonohabíanadieeneláreadedescanso,debidoalmenosenpartealaseñal de PROHIBIDO ESTACIONAR AUTOCARAVANAS DURANTE LANOCHE.Aparcaronyseapearon.Enlosárbolesgorjeabanlospájaros,charlandodelanochereciénterminadaydesusplanesparaelnuevodía.Unascuantashojas—enesa región del mundo empezaban a cambiar de color por esas fechas— caían ycorreteabanporelaparcamiento.Curtis fuea inspeccionar lasmáquinasexpendedorasmientrasMorrisyFreddy,unoalladodelotro,seencaminabanhacialaseccióndeloslavabosreservadaaloshombres.Morrisnoestabaespecialmentenervioso.Quizáeraverdadloquedecían:Despuésdelprimero,resultamásfácil.Conunamano,MorrismantuvolapuertaabiertaparadejarpasaraFreddyy,conla otra, sacó la pistola del bolsillo de la cazadora. Freddy le dio las gracias sinvolverse.Morrissoltólapuertaantesdelevantarelarma.Colocóelcañónamenosdedoscentímetrosde lanucadeFreddyDowyapretóelgatillo.Enaquelespacioalicatado,ladetonaciónfueunestampidoseco,peroquienlaoyesealolejospensaríaqueeraelpetardeodeunamotocicletaenlaI-90.LoquelepreocupabaeraCurtis.Noteníaporquépreocuparse.Curtis seguía en el rincón de los tentempiés, bajo un tejadillo demadera y unletrerorústicoquerezabaOASISDECARRETERA.Enunamanososteníaunabolsadegalletasdemantequilladecacahuete.—¿Has oído ese ruido?—preguntó aMorris. A continuación, viendo el arma,hablócontonodefrancaperplejidad—:¿Paraquéeseso?—Parati—contestóMorris,yledescerrajóuntiroenelpecho.Curtissedesplomó,pero—esosífuecomounjarrodeaguafríaparaMorris—nomurió.Nisiquieraparecíacercade lamuerte.Se retorcíaenel suelo.Unahojacaídarevoloteabaantesunariz.Lasangreempezóaextendersebajosucuerpo.Aúnteníalasgalletasenlamano.Alzólavistadesdedetrásdelcabellonegroyuntuosoquelecaíasobrelosojos.PorlaEstatal92,alotroladodelacortinadeárboles,pasóuncamiónendireccióneste.Morris no quería volver a disparar contra Curtis. Allí fuera, al aire libre, unadetonaciónnoproduciríaelmismosonidohuecosemejanteaunpetardeo,yademáspodíaapareceralguiendeunmomentoaotro.—Sihabíaquedarlefin,másvalíadarlefinpronto—dijo,ehincóunarodillaenelsuelo.—Me has pegado un tiro —se quejó Curtis, al parecer asombrado, con larespiraciónentrecortada—.¡Joder,Morrie,mehaspegadountiro!Pensando en lomucho que detestaba ese diminutivo de su nombre—lo habíadetestadotodasuvida,einclusolollamabanasísusprofesores,quedeberíanhabersabidoqueesonosehacía—,diolavueltaalapistolayempezóapropinarculatazosaCurtisenelcráneo.Tresgolpescontundentessirvierondepoco.Alfinyalcabo,elwww.lectulandia.com-Página30armaerasolounacalibre38,ynopesabalosuficienteparacausarmásquelesionesmenores.LasangreempezóaempaparelpelodeCurtisyresbalarporsusmejillasentre el asomo de barba. Gemía ymiraba aMorris con desesperación en los ojosazules.Blandióunamanodébilmente.—¡Para,Morrie!¡Para,esohacedaño!Mierda.Mierda,mierda,mierda.Morris volvió a guardarse el arma en el bolsillo. La empuñadura estaba ahorapringada de sangre y pelo. Limpiándose la mano en la cazadora, se dirigió alBiscayne.Abriólapuertadelconductor,vioquelallavenoestabaenelcontactoy,entredientes,dijo«joder».Losusurrócomounaplegaria.EnlaEstatal92,pasaronunpardecochesyluegounacamionetamarróndeUPS.Corriódevueltaalserviciodehombres,abriólapuerta,searrodillóyempezóaregistrarlosbolsillosdeFreddy.Encontrólasllavesdelcocheeneldelanterodelladoizquierdo. Se puso en pie y regresó apresuradamente al rincón de los tentempiés,convencidodequeaesasalturasalgúncocheocamiónsehabríadetenidoyaeneláreadeservicio.Eltráficoeracadavezmásdenso,alguientendríaquepararaecharunameadao tomarsesucaféde lamañana,yaélno lequedaríamásremedioquematartambiénaese,ycontodaprobabilidadalqueviniesedetrás.Acudióasumentelaimagendeunassiluetasdepapelencadenadas.Peroaúnnohabíanadie.SubióalBiscayne,adquiridodemaneralegal,peroahoraconmatrícularobadadeMaine.CurtisRogers,ayudándosede lasmanosyempujándosedébilmentecon lospies, se arrastraba muy despacio por la pasarela de cemento en dirección a loslavabos, dejando un reguero de sangre como la baba de un caracol. Era imposiblesaberloconcerteza,peroMorrispensóquetalvezpretendíallegaralteléfonopúblicoinstaladoenlaparedentreelserviciodehombresyeldemujeres.En principio no era así como tenían que ocurrir las cosas, pensó a la vez quearrancabaelmotor.Fueunaestupidez,unactoirreflexivo,yposiblementeacabaríandeteniéndolo. Eso lo llevó a recordar lo que había dichoRothstein en sus últimosmomentos.¿Quéedadtienes,porcierto?¿Veintidós?¿Veintitrés?¿Quésabestúdelavida,ynodigamosyadelaliteratura?—Séqueyonomevendo—dijo—.Esolosé.PusoelBiscayneenmarchayavanzódespaciohaciaelhombrequereptabaporlapasarela de cemento.Queríamarcharse de allí, su cerebro le pedíaagritos que semarchara de allí, pero aquello debía hacerse con cuidado y sin más pringue delabsolutamentenecesario.Curtis miró alrededor, sus ojos desorbitados, con expresión de horror, tras elfollajeselváticodesupelosucio.Levantóunamanoparaindicarlequesedetuviesecongestomortecino;alminutosiguiente,Morrisnoloveíayaporqueseloimpedíaelcapó.Condujoconcuidadoysiguióadelantepocoapoco.Lapartedelanteradelcoche se sacudió cuando subió al bordillo. El ambientador de pino colgado delwww.lectulandia.com-Página31retrovisorosciló.Nonotónada…ynada…ydeprontoelcochevolvióasacudirse.Seoyóunplopahogado,elsonidodeunapequeñacalabazaalestallarenunhornomicroondas.Morris giró el volante a la izquierda y se produjo otra sacudida cuando elBiscayne bajó de nuevo de la pasarela.Miró por el espejo y vio que la cabeza deCurtishabíadesaparecido.Bueno,no.Noexactamente.Estabaallí,perodesparramada.Aplastada.Ningunapérdidadetalentoenesepringue,pensóMorrie.Enfilóhacialasalida,ycuandotuvolacertezadequenocirculabanadieporlacarretera, aceleró. Tendría que parar y examinar la parte delantera del coche, enespecial el neumático que había arrollado la cabeza de Curtis, pero antes queríarecorrertreintakilómetros.Treintacomomínimo.—Veoun túnelde lavadoenmi futuro—dijo.Esto se le antojógracioso (asazgracioso,yesaeraunapalabraqueniFreddyniCurtishabríanentendido),y soltóuna larga y sonora carcajada. Mantuvo la velocidad justo por debajo del límite.Observó el cuentakilómetros, e incluso a noventa por hora cada vuelta parecíaprolongarsecincominutos.Estabasegurodequeelneumáticohabíadejadounrastrode sangre en la salida del área de descanso, pero a esas alturas ya habríadesaparecido.Hacíamucho.Aunasí,yaerahoradevolveraviajarporcarreterasdesegundoorden,quizáinclusodetercerorden.Lointeligenteseríapararytirarenelbosque todos los cuadernos, también el dinero. Pero no tenía intención de hacerlo.Esonoloharíajamás.Unasprobabilidadesdelcincuentaporciento, sedijo.Quizámenos.Al finyalcabo,nadiehabíavistoelcoche.NienNewHampshirenieneláreadedescanso.Llegó a un restaurante abandonado, estacionó en el aparcamiento contiguo yexaminóelmorrodelBiscayneylaruedadelanteradelladoderecho.Leparecióque,en conjunto, la cosa no pintaba mal, pero advirtió un poco de sangre en elparachoquesdelantero.Arrancóunpuñadodehierbajosylalimpió.Volvióamontary se dirigió hacia el oeste. Asumía la posibilidad de toparse con algún control decarretera,peronohabíaninguno.TrascruzarlalíneadivisoriadelestadodePennsylvania,alaalturadeGowanda,encontróuntúneldelavadoquefuncionabaconmonedas.Loscepilloscepillaron,loschorrosenjuagaron,yelcochesaliódeunlimpioreluciente,porabajoyporarriba.Morris viajó hacia el oeste, con rumbo a la ciudad pequeña y roñosa que sushabitantes llamaban la«Joyade losGrandesLagos».Teníaque esperarduranteuntiempo,yteníaqueveraunviejoamigo.Además,hogareselsitiodonde,cuandotepresentas,tienenquerecibirte—elEvangeliosegúnRobertFrost—,yesosecumplíaespecialmente cuando no había allí nadie para protestar por el retorno del hijopródigo.Consuqueridopadre ilocalizabledesdehacíaañosysuqueridamadreenPrincetonduranteelprimersemestrecomoprofesorainvitadaparadisertarsobrelos«barones ladrones», lacasadeSycamoreStreetestaríavacía.Noeraunagrancasawww.lectulandia.com-Página32paraunaprofesoradealtosvuelos—ymenosaúnparaunaescritoranominadaensudía al Pulitzer—, pero la culpa de eso la tenía su querido padre. Por otro lado, aMorrisnuncalehabíamolestadovivirallí;esahabíasidounaaversióndesumadre,nodeél.Morrisescuchólasnoticias,peronodijeronnadadelasesinatodelnovelistaque,segúnaquelreportajepublicadoenTime,fue«unavozquegritabaalosniñosdelosmudos años cincuenta para que despertaran y levantaran sus propias voces». Esesilencio radiofónico era buena noticia, pero no imprevista; según el informante deMorrisenelreformatorio,lamujerdelalimpiezadeRothsteinibasolounavezporsemana. Había también un operario de mantenimiento, pero solo pasaba por allícuandolollamaban.Morrisysusdifuntossocioshabíantenidoesoencuentaalelegirel momento, y por tanto cabía esperar que el cadáver no se descubriera hastatranscurridosotrosseisdías.Esatarde,enelOhiorural,pasópordelantedeunalmacéndeantigüedadesydiomedia vuelta.Después de echar unvistazo al género, compróun cofre de segundamanoporveintedólares.Eraviejoperoparecía resistente.Morris loconsideróunaganga.www.lectulandia.com-Página332010Ahora los padres de Pete Saubers tenían muchas discusiones. Tina las llamaba«trapatiestas».EnopinióndePete,nolefaltabarazón,porqueesoeraloqueparecíaoírse cuando se enzarzaban: trap-trap-trap. A veces a Pete le entraban ganas deacercarse a lo alto de la escalera y, a gritos, pedirles que terminaran ya. Estáisasustando a los niños, deseaba decirles a voz en cuello. En esta casa hay niños,niños,¿osolvidáisdeeso,pardeidiotas?Petesehallabaencasaporquelosalumnosincluidosenelcuadrodehonorquedespués del almuerzo solo tenían un período de estudio o actividades podíanmarcharse antes. Como la puerta de su habitación estaba abierta, oyó el rápidogolpeteode lasmuletasdesupadrea travésde lacocinaencuantoelcochedesumadre entró en el camino de acceso. Pete daba por hecho que los festejos del díaempezarían cuando su padre comentase que ella, caramba, llegaba a casa antesdehora.Sumadreresponderíaque,alparecer,élnuncaseacordabadequeahoraeraelmiércoles el día que salía antes. Su padre contestaría que aún no se habíaacostumbradoavivirenesapartedelaciudad,diciéndoloconelmismotonoquesisehubiesenvistoobligadosatrasladarsealomásprofundoylóbregodeLowtownenlugardemudarsesoloalazonadeTreeStreetsdeNorthfield.Unavezsuperadoslosprolegómenos,podríancentrarseyaenlaverdaderatrapatiesta.AlpropioPetenoleentusiasmabaelLadoNorte,peronoeraunhorror,einclusoasustreceañosparecíacomprendermejorquesupadrelarealidadeconómicadesusituación.Talvezporqueél,adiferenciadesupadre,nosemetíaenelcuerpodosisdeOxyContincuatrovecesaldía.Ahora vivían allí porque la escuela de enseñanzamediaGrace Johnson, dondeantes daba clases su madre, había cerrado como consecuencia de la política derecortesdelayuntamiento.MuchosdelosprofesoresdelaescuelaGJestabanahoraen el paro. Linda, al menos, había sido contratada en la escuela primaria deNorthfieldparaocuparseenpartede labiblioteca,enpartede lasupervisiónenlosperíodosdeestudio.Losmiércolessalíaantesporqueesedíalabibliotecacerrabaalas doce delmediodía. Era la norma en todas las bibliotecas escolares, otro de losefectosdelapolíticaderecortes.ElpadredePetedespotricabacontraeso,señalandoquelosconcejalesnohabíanrecortadosussalariosyañadiendoqueeranunapandilladehipócritasdelcondenadoTeaParty.De esoPete no sabía nada.Lo que sí sabía era que por entoncesTomSaubersdespotricabacontratodo.ElFordFocus,ahorasuúnicocoche,sedetuvoenelcaminodeaccesoysumadrewww.lectulandia.com-Página34salió,arrastrandosumaletínviejoygastado.Rodeóelcharcodehieloquesiempreseformabaenlazonadesombrabajoelcanalóndelporche.EstavezletocabaaTinaecharlesal,pero,comodecostumbre,sehabíaolvidado.Sumadre,encorvada,subiólentamenteporlospeldaños.APetenolegustabaverlacaminarasí,comosillevaraahombrosunsacodeladrillos.Entretanto,seoíaenelsalónelgolpeteodelasmuletasdesupadre,ahoraapasoligero.La puerta de la calle se abrió. Pete esperó.Albergaba la esperanza de oír algoagradablecomo:Hola,cariño,¿cómotehaidolamañana?Yapodíaesperarsentado.Nosetratabanimuchomenosdequequisieseescucharaescondidaslasbullas,pero la casa era pequeña y resultaba casi imposible no oírlas… a no ser que semarchara, claro está, una retirada estratégica a la quedurante ese invierno recurríacada vez conmayor frecuencia.Y a veces pensaba que, comohijomayor, tenía laresponsabilidaddeescuchar.ElseñorJacoby,enclasedeHistoria,secomplacíaendecir que el conocimiento era poder, y Pete suponía que por esa razón se sentíaobligadoavigilarlaescaladadeviolenciaverbaldesuspadres.Porqueacadabullase tensabamás el tejido delmatrimonio, y uno de esos días se rompería del todo.Conveníaestarpreparado.Pero ¿preparado para qué? ¿Para el divorcio? Ese parecía el desenlace másprobable.Enciertosaspectos,quizálascosasmejorasensiseseparaban—esaeraunaimpresióncadavezmásarraigadaenPete,peseaqueaúnnolahabíaenunciadoenformadepensamientoconsciente—,aunque¿quéimplicaríaexactamenteundivorcioenelmundo real (otra de las expresiones preferidas del señor Jacoby)? ¿Quién sequedaríayquiénseiría?Siseibasupadre,¿cómoselasarreglaríasincochecuandoapenaspodía andar?Dehecho, ¿cómo iba apoderdarse ese lujo cualquierade losdos?Noteníanuncéntimo.AlmenosaqueldíaTinanoestabaallíparapresenciarelanimadointercambiodeopiniones entre progenitores.Nohabía salido aúndel colegio, y probablemente noregresaríaacasajustodespuésdeclase.Quizánollegarahastalahoradelacena.Porfinhabíaencontradounaamiga,unatalEllenBriggs,unaniñacondientesdeconejoquevivíaenlaesquinadeSycamoreconElm.PeteopinabaqueEllenteníaelcerebrodeunhámster,peroalmenosasíTinanosepasaba lavidadeambulandocabizbajaporlacasa,echandodemenosasusamigasdelantiguobarrioy,aveces,llorando.APetenolegustabaverlloraraTina.Entretanto, amigos, quiten el sonido a sus teléfonos móviles y desactiven susbuscas.VanaapagarselaslucesyestáapuntodeempezarelepisodiodeestatardedeConlamierdahastaelcuello.TOM:Vaya,llegasacasaantesdehora.LINDA(sinenergía):Tom,hoyes…TOM:Sí,ya,miércoles.Eldíaquelabibliotecacierratemprano.LINDA:Hasestadofumandootravezdentrodecasa.Huele.www.lectulandia.com-Página35TOM(conelhumoryaunpocotorcido):Solouno.Enlacocina.Conlaventanaabierta.Hayhieloenlospeldañosdeatrás,yhepreferidonoarriesgarmeacaerme.Petesehaolvidadodeecharlasal.PETE(enunapartealpúblico):Comoéldeberíasaber,porqueelplandetareasloorganizóél,enrealidadestasemanaletocaecharlasalaTina.EsosOxyContinquetomanosonsoloparaeldolor;sonparalaestupidez.LINDA: Aun así, huele, y sabes que en el contrato de alquiler se prohíbeexpresamente…TOM:Vale,deacuerdo,entendido.Lapróximavezsaldréconlasmuletasymearriesgaréaresbalar.LINDA:Noessoloporelcontratodealquiler,Tommy.Losniñossonfumadorespasivos.Yahemoshabladodeltema.TOM:Yhablado,yhablado…LINDA(metiéndoseyaenlabocadellobo):Además,¿cuántocuestaunpaquetedetabacohoydía?¿Cuatrocincuenta?¿Cincodólares?TOM:Fumounpaquetealasemana,porDios.LINDA(abriendobrechaenlasdefensasdeTommedianteunataquearitméticocon la contundencia de una división Panzer): A cinco dólares el paquete, sumanveintedólaresalmes.Ytodosaledemisalario,porqueahoraeselúnico…TOM:Vaya,yaestamosconeso…LINDA:…quetenemos.TOM:Nunca te cansas de restregármelo, ¿eh? Pensarás queme dejé atropellaradrede.Parapoderquedarmeencasaholgazaneando.LINDA(despuésdeuna largapausa):¿Quedavino?Porquenomevendríamalmediacopa.PETE(aparte):Diquesí,papá.Diquesí.TOM:Sehaacabado.AlomejorquieresquecojalasmuletasyvayaaZoney’saporotrabotella.Aunque,esosí,tendríasquedarmeunadelantodelapaga.LINDA(sinllorarpero,ajuzgarporsutono,albordedelllanto):Actúascomosituvieseyolaculpadeloquetepasó.TOM (levantando la voz):Nadie tiene la culpa, ¡y eso es lo que me saca dequicio!¿Esquenoloentiendes?¡Nisiquierahandetenidoaeseindividuo!En ese punto Pete decidió que estaba harto. Aquella era una obra de teatroabsurda.Quizáellosnofueranconscientes,peroélsísedabacuenta.Cerróellibrodeliteratura.Yaleeríaesanocheelrelatoqueleshabíanpuestodetarea,untextodeuntalJohnRothstein.Enesemomentonecesitabasalirarespirarenunambientemenosconflictivo.LINDA(envozbaja):Almenosnomoriste.TOM (incurriendo ya de pleno en un tono de telenovela): A veces pienso quehabríasidolomejor.Mírame:enganchadoalOxyContin,yaunasínosemepasaeldolor,porqueesamierdayanomehaceefecto,anoserquetomeunadosissuficientewww.lectulandia.com-Página36para quedarme medio muerto. Viviendo del salario de mi mujer… que gana mildólaresmenosqueantes,graciasaesoscabronesdelputoTeaParty…LINDA:Vigilaelvocab…TOM:¿Lacasa?Voló.¿Lasilladeruedasmotorizada?Voló.¿Losahorros?Casisehanacabado.¡Yahoranopuedonifumarmeunputocigarrillo!LINDA:Sicreesqueconellloriqueovasaresolveralgo,túmismo,pero…TOM(bramando):¿Lloriqueo,lollamas?Yolollamorealidad.¿Quieresquemebajeelpantalónparaqueleechesunbuenvistazoaloquemequedadelaspiernas?Petebajódescalzo,consigilo.El salónestabaallímismo,alpiede laescalera,pero sus padres no lo vieron; uno frente al otro, permanecían abstraídos en larepresentacióndeundramademierdaquenadiepagaríaporver: supadrecargabatorpementeelpesodelcuerpoenlasmuletas,conlosojosenrojecidosyunasomodebarba en las mejillas; su madre sostenía el bolso ante el pecho como si fuera unescudo y semordía los labios.Resultaba bochornoso, ¿y qué era lo peor?Que losquería.Su padre se había olvidado de mencionar el Fondo de Emergencia, puesto enmarcha unmes después de producirse laMatanza del Centro Cívico por el únicoperiódico que quedaba en la ciudad, en colaboración con las tres cadenas detelevisiónlocales.BrianWilliamsinclusohabíamencionadoelhechoenNBCNightlyNews:esaciudadpequeñay tenazvelabapor lossuyoscuandoazotabaeldesastre,todasesasalmascaritativas,todasesasmanossolidarias,todoesebla-bla-bla,yahoraunas palabras de nuestro patrocinador. El Fondo de Emergencia permitió a todossentirsebienduranteunosseisdías,másomenos.Loquenosedijoenlosmediosdecomunicación fue lopocoqueen realidadhabía recaudadoel fondo,apesarde lasmarchasbenéficas,apieyenbicicleta,ydeunconciertoacargodeungrupoquehabía quedado finalista del concursoAmerican Idol. El Fondo de Emergencia eraexiguoporquecorríantiemposdifícilesparatodoelmundo.Ylarecaudación,claroestá, tuvo que repartirse entre muchos. La familia Saubers recibió un cheque porvalordemildoscientosdólares,luegootroporquinientos,luegounopordoscientos.El último cheque mensual, con el rótulo ÚLTIMO PAGO, ascendía a cincuentadólares.Ungranhurra.Pete entró calladamente en la cocina, cogió las botas y la cazadora, y salió. Loprimero que vio fue que no había hielo en los peldaños de atrás: una mentiradescaradaporpartedesupadre.Latemperaturanojustificabaheladas,porlomenosal sol. Faltaban seis semanas para la primavera, pero el deshielo había empezadohacíayacasiunasemana,yeneljardíntraseroquedabansolounoscuantoscírculosdeescarchabajolosárboles.Petesedirigióhacialavallaycruzólaverja.UnaventajadevivirenlazonadeTreeStreetsdelLadoNorteeraelterrenosinwww.lectulandia.com-Página37urbanizarqueseextendíapordetrásdeSycamore.Teníaunasuperficieequivalentealamanzanadeciudadcomomínimo,unaenmarañadahectáreademalezayárbolesachaparrados que descendían hasta un arroyo helado. Según el padre de Pete, eseterrenollevabaasídesdehacíamuchoyposiblementeseguiríaigualaúnmástiempodebidoalainterminabledisputajurídicaparaestablecerquiéneraelpropietarioyquépodíaconstruirseallí.«Alfinal,enestoscasos,solosalenganandolosabogados—dijoaPete—.Noloolvides».EnopinióndePete,losniñosquedeseabandescansarunpocodesuspadresporunacuestióndesaludmentaltambiénsalíanganando.Untortuososenderodiscurríaendiagonalentrelosinvernalesárbolesdeshojados,hastaelpolideportivodeBirchStreet,queeradesdehacíaañosunodeloscentrosdereunión juvenilesdeNorthfieldy ahora tenía losdías contados.Enel buen tiemporondabanporelcaminochicosmayores—fumandotabaco,fumandodroga,bebiendocerveza y tirándose a sus novias—, pero no en esa época del año. En cuantodesaparecíanloschicosmayores,seacababanlosconflictos.EnocasionesPetesellevabaasuhermanaporelsenderosilasdiscusionesdesuspadressubíandetono,cosaqueocurríacadavezmásamenudo.Cuandollegabanalpolideportivo, tiraban a la canasta, veían vídeos o jugaban a las damas. No sabíaadóndepodría llevarlacuandocerraranelpolideportivo.NohabíaningúnotrositiosalvoZoney’s,elpequeñosupermercado.Sinella,casisiempreibaúnicamentehastaelarroyo,dondelanzabapiedrasalcaucesicorríaelagua,olashacíarebotarsobreelhielosiestabahelado.Paraversilograbahaceragujerosenlasuperficieydisfrutardelsilencio.Lastrifulcaspasabanyadelaraya,peroelmayortemordePeteeraquesupadre—ahora siempre un poco entonado a causa del OxyContin— llegara al punto delevantarle lamano a sumadre. Eso casi con toda seguridad acabaría de romper eltirante tejidodelmatrimonio. ¿Y si no era así? ¿Y si ella toleraba los golpes?Esoseríaaúnpeor.Noocurrirá,sedecíaPete.Papánuncaharíaunacosaasí.Pero¿ysilohacía?Esa tardeelhielocubríaaúnelarroyo,perose loveíaajado,congrandesmanchasamarillas,comosiungigantesehubiesedetenidoaecharunameadaallí.Petenoseatreveríaapasarporencima.Noesque fueraaahogarseninadaporelestilosielhielo cedía—el agua llegaba solo a la altura del tobillo—,perono tenía ningunasganasdeverseobligadoaexplicarencasaporquéselehabíanmojadoloscalcetinesyelpantalón.Sesentóenunárbolcaído, lanzóunascuantaspiedras (laspequeñasrebotaronyrodaron,lasgrandestraspasaronlasmanchasamarillas)yluegosequedómirandoal cieloduranteun rato.Nubesgrandesyvaporosas,deesasqueparecíanmásprimaveralesqueinvernales,sedesplazabandeoesteaeste.Unasimulabaunawww.lectulandia.com-Página38anciana con joroba (o tal vez fuera unamochila cargada a la espalda); otra era unconejo;otraeraundragón;habíaunaqueparecía…Lodistrajoun leve ruidoa tierra removidaa su izquierda.Alvolverse,vioqueunaporciónensalientedelribazo,reblandecidadespuésdeunasemanadedeshielo,sehabíadesmoronado,dejandoa lavista lasraícesdeunárbolquese inclinabayaprecariamente.Elespaciocreadoporelcorrimientosemejabaunacueva,ysilavistanoloengañaba—supusoquepodíatratarsesolodeunasombra—,allídentrohabíaalgo.Peteseacercóalárbol,seagarróaunadelasramasdeshojadasyseinclinóparavermejor.Allídentrohabíaalgo,sinduda,yparecíagrande.¿Elextremodeunacaja,quizá?Paradescenderpor el ribazo, improvisóunospeldañoshincando los taconesdelas botas en el barro. En cuanto estuvo bajo el lugar donde se había producido elpequeño corrimiento de tierra, se puso en cuclillas. Vio cuero negro agrietado yrefuerzosmetálicosconremaches.Elobjetoteníaenunextremounasadeltamañodelestribodeunasillademontar.Erauncofre.Alguienhabíaenterradoallíuncofre.Movidoyatantoporlacuriosidadcomoporlaimpaciencia,Peteagarróelasaydioun tirón.Elcofrenosemovió.Estaba firmementeencajado.Pete tiróotravez,perosinlamenorconvicción.Noconseguiríasacarlodeallí.Nosinherramientas.Aúnencuclillas,pusolasmanossuspendidasentrelosmuslos,comohacíaantessupadrehastaqueparaéllaposibilidadmismadeagacharsefueyaaguapasada.Enesapostura,selimitóacontemplarelcofrequeasomabadelatierranegrayplagadade raíces.Probablemente era absurdopensar enLa isladel tesoro (también en «Elescarabajodeoro»,uncuentoquehabíaleídoelañoanteriorenlaclasedeLiteraturaInglesa),peroenesoestabapensando.¿Yeraabsurdo?¿Deverdadloera?ElseñorJacoby,ademásdedecirlesqueelconocimientoerapoder,hacíamuchohincapiéenlaimportanciadelpensamientológico.¿Noeralógicopensarquesialguienenterrabauncofreenelbosqueeraporqueconteníaalgovalioso?Además, ese cofre llevaba allí su tiempo. Saltaba a la vista. El cuero estabaagrietado,yenalgunossitioselnegrosehabíadegradadoengris.Petesospechabaquesitirabadelasacontodassusfuerzasyseguíatirando,talvezserompiera.Losrefuerzosmetálicoshabíanperdidoelbrilloyestabanrevestidosdeóxido.Tomó una decisión y, a toda prisa, volvió sobre sus pasos por el sendero endirección a casa.Cruzó la verja, se acercó a la puerta de la cocina y escuchó conatención. No oyó voces, ni el televisor. Tal vez su padre se había retirado aldormitorio (el de la planta baja, donde tenían que dormir él y sumadre, pese a loreducidoqueera,porqueahoraasupadrelecostabasubirescaleras)paraecharunasiesta.Quizásumadrehabíaentradoconél—avecessereconciliabanasí—,peroeramás probable que estuviese en el cuarto de la lavadora, que ella utilizaba tambiéncomodespacho,dondereelaborabasucurrículumypresentabasolicitudesdeempleoporinternet.Acasosupadrehubiesetiradolatoalla(yPetedebíaadmitirquenolewww.lectulandia.com-Página39faltabanrazonesparaello),peronoasísumadre.Ellaqueríavolveraladocenciaajornadacompleta,ynoúnicamenteporeldinero.Disponían de un pequeño garaje independiente, pero sumadre nunca guardabaallí el Focus a menos que amenazase ventisca. Dentro almacenaban trastos de laantiguacasaquenocabíanenestaotradealquiler,menosespaciosa.Allíestabanlacajadeherramientasde supadre (Tomhabíapuesto a laventa lasherramientas enalgunawebdeanunciosclasificados,peronohabíapodidoobtenerporellas loqueconsiderabaunpreciojusto)yalgunosdelosjuguetesviejosdeTinaydeél,ademásdeldepósitodelasalconsupaleta.Habíatambién,apoyadosenlapareddelfondo,unoscuantosutensiliosde jardinería.Peteeligióunapalay, sosteniéndolaal frentecomoun soldado con el fusil cruzado ante el pecho, volvió amarcharse corriendosenderoabajo.Valiéndosedelospeldañosimprovisadosanteriormente,descendióconfacilidadcasihastaelarroyoysepusomanosalaobraenelpequeñocorrimientoquehabíadejadoalavistaelcofre.Echóalhoyoabiertobajoelárboltantatierradesprendidacomopudo.No fuecapazde rellenarlohastaelpuntodecubrir las raícesnudosas,perosílogrótaparelextremodelcofre,queerasuintención.Demomento.Enlacenasedesencadenóotraligeratrapatiesta,nograncosa,yaTinanoparecióimportarle,peroentróenlahabitacióndePetejustocuandoélterminabasustareas.Vestía su pelele con pies y llevaba a rastras a la SeñoraBeasley, su última ymásimportante muñeca quitapesares. Era como si hubiese sufrido una regresión a loscincoaños.—¿Puedoacostarmeentucamaunrato,Petie?Hetenidounapesadilla.Seplanteómandarlaasucuarto,pero(titilandoensumenteimágenesdelcofreenterrado) decidió que quizá eso le trajera mala suerte. Además, habría sidodesconsideradoporsuparte,viendo lasmanchasoscurasquesedibujabanbajosuspreciososojos.—Bueno, vale, un rato. Pero no te acostumbres.—Esta era una de las frasespreferidasdesumadre.Tinasubiórápidamentealacamaysecolocócontralapared:susitiopreferidoparadormir,comosiplanearapasarallílanoche.PetecerróellibrodeCienciasdelaNaturaleza,sesentójuntoaellaehizounamueca.—Unavisosobrelamuñeca,Teens.TengolacabezadelaSeñoraBeasleyeneltrasero.—Laapretujaréamispies.Ahí.¿Mejorasí?—¿Ysiseahoga?—Norespira,tonto.Essolounamuñeca,ydiceEllenqueprontomecansarédeella.www.lectulandia.com-Página40—Ellenesunamema.—Esamigamía—repusoTina.Pete,conciertoregodeo,cayóenlacuentadequenodisentíadeélexactamente—.Ypuedequetengarazón.Lagentesehacemayor.—Tú no. Tú serás siempre mi hermanita. Y no te duermas. Volverás a tuhabitacióndentrodeunoscincominutos.—Diez.—Seis.Ellasedetuvoapensarlo.—Vale.Abajo se oyó un gemido ahogado y a continuación el golpeteo de lasmuletas.Pete siguió la trayectoria del sonido hasta la cocina, donde su padre se sentaría,encenderíauncigarrilloyecharíaelhumoporlapuertadeatrás.Conesosepondríaenmarchalacaldera,yloquelacalderaquemaba,segúnsumadre,noeragasoilsinobilletesdedólar.—¿Túcreesquevanadivorciarse?Petequedódoblementesorprendido:primeroporlapregunta,segundoporeltonofranco y adulto. Se dispuso a contestar «No, claro que no»¸ y recordó entonces lomuchoqueledesagradabanlaspelículasenlasquelosmayoresmentíanalosniños,queeracomodecirtodaslaspelículas.—Nolosé.Encualquiercaso,noestanoche.Losjuzgadosestáncerrados.Tina se rio.Talvez esoerabuena señal.Pete esperó aquedijera algo.Ellanohabló.Aélselefuelamentedenuevoalcofreenterradoenelribazobajoelárbol.Había conseguido mantener a raya esos pensamientos mientras hacía las tareas,pero…No,noloheconseguido,sedijo.Elasuntomerondabacontinuamentelacabeza.—¿Teens?Niseteocurradormirte.—Nomeduermo…Peropocolefaltaba,ajuzgarporsuvoz.—¿Qué harías si encontraras un tesoro? ¿Un cofre enterrado lleno de joyas ydoblonesdeoro?—¿Quésondoblones?—Monedasantiguas.—Selodaríaapapáymamá.Paraquenosepelearanmás.¿Túno?—Sí—contestóPete—.Ahoravuélveteatucama,antesdequetengaquellevarteyoacuestas.Conforme a su póliza de seguro médico, Tom Saubers ya solo tenía derecho atratamientodosvecesporsemana.Unacamionetaadaptadapasabaarecogerlotodosloslunesyviernesalasnuevedelamañanaylollevabaderegresoalascuatrodelatarde, después de la hidroterapia y de una reunión donde personas con lesiones dewww.lectulandia.com-Página41largaduraciónydolorcrónicosesentabanencírculoyhablabandesusproblemas.Conlocualesosdíaslacasaquedabavacíadurantesietehoras.El jueves por la noche Pete, antes de acostarse, se quejó de molestias en lagarganta.A lamañanasiguiente,aldespertar,dijoqueaún lemolestaba,yademás,pensaba,teníafiebre.—Estáscaliente,sí—dictaminóLindadespuésdetocarlelafrenteconelinteriordelamuñeca.Peteesoesperaba,desdeluego,porqueantesdebajarhabíamantenidola cara a cinco centímetrosde la lámparade sumesilla denoche—.Simañananoestásmejor,quizátengaqueverteelmédico.—¡Buenaidea!—exclamóTomdesdesuladodelamesa,dondedesplazabaunoshuevosrevueltosporelplato.Parecíanohaberpegadoojo—.¡Unespecialista,alomejor!YdéjamequellameaBautista,elchófer.TinayasehapedidoelRollsparairasuclasedetenisenelclubdecampo,perocreoquelalimusinaestádisponible.Tinasoltóunarisita.LindalanzóunamiradaseveraaTom,peroPete,sindarletiempo a responder, declaró que no se encontraba tan mal, y probablemente se lepasaríaquedándoseundíaencasa.Siesonobastaba,teníapordelantetodoelfindesemana.—Esposible—dijoLindaconunsuspiro—.¿Teapetecealgodecomer?APetesíleapetecía,peroconsiderópocoprudentedecirlo,yaquesesuponíaqueteníamolestiasenlagarganta.Ahuecólamanoantelabocaysimulóunatos.—Un poco de zumo, igual. Me parece que luego subiré a mi habitación eintentarédormirunratomás.Tina fue la primera enmarcharse de casa, y se alejó bailoteando hacia la esquina,donde Ellen y ella charlarían de las cosas raras de las que charlaban las niñas denueveañosmientrasaguardabanelautobúsdelcolegio.Luegosumadrepartióhaciasu escuela al volante del Focus. El último fue su padre, quien, con ayuda de susmuletas, se dirigió hacia la camioneta que lo esperaba. Pete lo observó desde laventana de su habitación,pensando que ahora su padre parecía más pequeño. Elcabello que asomaba en torno a la gorra de los Groundhogs había empezado aencanecer.Cuandolacamionetasefue,Petesevistió,cogióunadelasbolsasparalacomprareutilizablesque sumadreguardabaen ladespensay salió algaraje.De la cajadeherramientas de su padre eligió un martillo y un escoplo, que echó a la bolsa.Empuñólapala,ycuandosedisponíayaamarcharse,sediomediavueltayagarrótambiénlapalanca.Nuncahabíasidoboyscout,peroteníalafirmeconviccióndequeeramejorserprevenido.Latemperaturamatutinaerabaja,tantocomoparaempañarseelaliento,perocuandowww.lectulandia.com-Página42Petehabíacavadoyalosuficienteparapensarqueacasofueraposiblesacarelcofre,elairesuperabaholgadamenteloscerogradosyélsudababajoelabrigo.Locolgódeunaramabajaylanzóunaojeadaalrededor(comohabíahechoyavariasveces)paracomprobar que seguía solo allí junto al arroyo. Tras asegurarse, cogió un poco detierra y se frotó con ella las palmasde lasmanos, comounbateador preparándoseparagolpear.Agarróbienelasadelcofre,recordándosequedebíaestaratentoporsise rompía.Nadadeseabamenosque rodar ribazoabajo.Sicaíaenelarroyo,podíaacabarenfermandodeverdad.Además,contodaprobabilidadnohabíaallídentromásqueunmontónderopaviejaymohosa…pero¿porquéibaalguienaenterraruncofrellenoderopavieja?¿Porquénoquemarla,ollevarlaaunatiendadeGoodwill?Solohabíaunamaneradeaveriguarlo.Peterespiróhondo,retuvoelaireenlospulmonesytiró.Elcofrepermanecióensu sitio, y la vieja asa emitió un crujido de advertencia, pero Pete cobró ánimo.Descubrióqueahorapodíamoverelcofreunpocodeladoalado.AnteesorecordóquecuandoTinateníaflojoundientedelecheperoestenosedesprendíaporsísolo,supadreatabaunhiloalrededorydabauntirónseco.Se arrodilló (pensando que haría bien en lavar después esos vaqueros oesconderlosenlomáshondodesuarmario)yexaminóelinteriordelhoyo.Vioqueunaraízsehabíaenredadoentornoalapartedeatrásdelcofreylosujetabacomounbrazo.Cogiólapala,empuñóelmangolomásarribaposibleygolpeólaraízconelfilo.Eraunaraízgruesa,yPetetuvoquedescansarvariasveces,peroalfinallogrócortarlatotalmente.Dejólapalayagarródenuevoelasa.Ahoranotabaelcofremássuelto,casiapuntodesalir.Consultólahoraensureloj.Lasdiezycuarto.Pensóquesumadre telefonearía a casa durante el recreo para saber cómo se encontraba.Norepresentabamayorproblema:alverqueélnocontestaba,pensaríaquedormía.Peroserecordóquedebíacomprobarelcontestadorautomáticocuandoregresara.Empuñódenuevolapalay,cavandoalrededordelcofre,aflojólatierraycortóunascuantasraícesmáspequeñas.Luegovolvióaecharmanoalasa.—Estavezsí,hijodetumadre—susurró—.Estavezseguro.Tiró. El cofre se deslizó hacia delante tan fácil y repentinamente que Pete sehabríacaídosinohubiesetenidolospiesmuyseparadosybienapuntalados.Ahoraelcofreasomabadelhoyo,cubiertalatapadehierbajosyterrones.Veíaloscierresenlaparte delantera, anticuados, como los de una fiambrera de obrero. También uncandadoenorme.Agarródenuevoelasa,yestavezsepartió.—¡Laputa!—exclamóPete,ysemirólasmanos.Lasteníarojasypalpitantes.Bueno,deperdidosal río (otrode losdichospreferidosdesumadre).Sujetóelcofreporloscostadosenuntorpeabrazoyseechóatrásafianzandolostacones.Porfinsalióporcompletodesuescondrijoalaluzdelsol,abuenseguroporprimeravezenaños,unareliquiahúmedaysuciaconlosherrajesoxidados.Medíaunosochentacentímetrosdelargoyunoscincuentadeancho.Quizámás.Petesopesóelextremoywww.lectulandia.com-Página43calculóquepodíapesarmásdeveinticincokilos,másomenoslamitaddesupropiopeso,peroera imposiblesabercuántocorrespondíaalcontenidoycuántoalpropiocofre. En todo caso, no eran doblones; si el cofre hubiese estado lleno de oro, nohabríapodidosacarlo,ymenosaúnlevantarlo.Abrióloscierres,delosquesedesprendieronpequeñaslluviasdetierra,yluegoseinclinóhaciaelcandado,dispuestoareventarlomedianteelmartilloyelescoplo.Después, si seguía sin ceder —como probablemente así sería—, recurriría a lapalanca.Peroantes…nuncasesabíahastaqueseprobaba…Tiró de la tapa, que se levantó con un chirrido de goznes sucios. Más tardededuciría que alguien había comprado el cofre de segunda mano, posiblemente abuenprecioporquelallavesehabíaperdido,peroenesemomentonohizomásquequedarsemirando.Permanecíaajenoalaampollaqueteníaenlapalmadeunamano,aldoloren laespalday losmuslos,al sudorque lecorríapor lacaramanchadadetierra.Nopensabaensumadre,niensupadre,niensuhermana.Tampocopensabaenlastrapatiestas,almenosnoenesemomento.El cofre había sido forrado de plástico transparente para protegerlo de lahumedad.Debajo,Peteviopilasdeloqueparecíancuadernos.Utilizandoelbordedelamano amodo de limpiaparabrisas, trazó unamedia luna en las finas gotas quecubrían el plástico. Eran cuadernos, sin duda, de buena calidad, con tapas de pielauténtica,posiblemente.Calculóaojoquehabíacomomínimocien.Peroesonoeratodo.Contenía tambiénsobrescomo losque sumadre llevabaacasacuandohacíaefectivo un cheque. Pete retiró el plástico y contempló el interior del cofremediolleno.EnlossobresseleíaBANCOESTATALDEGRANITEy«¡Somossuamigoenelpueblo!».Mástardeadvertiríaciertasdiferenciasentreesossobresylosquesumadre recibía en elBanco y Sociedad FiduciariaCorn—no llevaban dirección decorreo electrónico, ni referencia alguna a la posibilidad de retirar dinero en loscajeros por medio de la tarjeta—, pero de momento se quedó solo mirando. Elcorazónlelatíadetalmodoqueveíaantelosojospuntosnegrospulsátiles,ytemiódesmayarse.«Tonterías,esosololespasaalaschicas».Podíaser,perodesdeluegosentíaaturdimiento,ycayóenlacuentadequepartedelproblema sedebía aque sehabíaolvidadode respirardesdeel instante enqueabrió el cofre. Aspiró profundamente, expulsó el aire y volvió a aspirar. Derechohasta los dedos de los pies, o esa sensación tuvo. Se le despejó la cabeza, pero elcorazónlemartilleabaaúnconmásfuerzaqueantesyletemblabanlasmanos.«Esos sobres de banco están vacíos. Lo sabes, ¿no?La gente encuentra dineroenterradoenloslibrosyenlaspelículas,peronoenlavidareal».Soloquenoparecíanvacíos.Parecíanrepletos.Petehizo ademánde cogeruno, y en esemomentooyóun levemovimiento alotro lado del arroyo y ahogó una exclamación. Se volvió en el acto y vio allí dosardillasretozarentrelashojasmuertas,pensandoprobablementequeunasemanadewww.lectulandia.com-Página44deshielosignificabaquehabíallegadolaprimavera.Agitandolascolas,treparonconrapidezaunárbol.Petevolvióacentrarseenelcofreycogióunodelossobresdebanco.Lasolapano estaba pegada. La levantó con un dedo que se notó aterido, a pesar de que latemperatura debía de rondar los cinco grados. Presionó los bordes del sobre paraabrirloymiródentro.Dinero.Billetesdeveinteydecincuenta.—Bendito sea Nuestro Señor Jesucristo que está en los cielos—susurró PeteSaubers.Extrajoelfajoeintentócontarlo,peroalprincipiolasmanosletemblabantantoque se lecayeron algunos billetes.Revoloteando, fueron a parar a la hierba, y tanrecalentadoteníaPeteelcerebroque,antesderecogerlosatropelladamente,creyóqueUlyssesGrantlehabíaguiñadoelojodesdeunodeellos.Los contó. Cuatrocientos dólares. Cuatrocientos dólares en ese sobre, y habíadocenasdesobres.Metiódenuevolosbilletesenelsobre,tareanadafácil,porqueahoralasmanosletemblabanmásquealabueloFredensuúltimoañodevida.Echóelsobrealcofreymiróalrededor,conlosojosmuyabiertos,desorbitados.Lossonidosdeltráficoqueen aquella porción de tierra cubierta demaleza siempre le habían parecido tenues,lejanoseintrascendentesahoraseleantojabancercanosyamenazadores.Esonoerala Isla del Tesoro; eso era una ciudad conmás de unmillón de habitantes, ahoramuchosenelparo,ytodosansiaríanloqueconteníaesecofre.Piensa,sedijoPeteSaubers.Piensa,porDios.Estoeslomásimportantequetehapasadoenlavida,quizásealomásimportantequetepasejamás,asíquepiensaafondoypiensaconacierto.Lo primero que acudió a sumente fueTina, acurrucada junto a la pared en sucama.¿Quéharíassiencontrarasuntesoro?,habíapreguntadoél.Dárseloapapáyamamá,habíacontestadoella.Pero¿ysisumadrequeríadevolverlo?Esaeraunapreguntavital.Supadrenuncalodevolvería—esoaPeteleconstaba—,perosumadreeradistinta.Teníasólidasconviccionessobreloqueestababienyloquenoloestaba.Sienseñabaasuspadresesecofreysucontenido,podíadarpiealapeortrapatiestapordinerodetodas.—Además,¿devolvérseloaquién?—susurróPete—.¿Albanco?Esoeraabsurdo.¿Onoloera?¿Ysieldineroerarealmenteeltesorodeunospiratas,soloquenoprocedía de bucaneros sino de atracadores de banco? Pero, en tal caso, ¿por quéestaba en sobres, como dinero retirado de una cuenta? ¿Y qué eran todos esoscuadernosnegros?Yasedetendríaapensarenesosdetallesmástarde,peronoenesemomento;enwww.lectulandia.com-Página45esemomentoloquedebíahacereraactuar.Consultósurelojyvioqueeranyalasoncemenoscuarto.Aúnteníatiempo,perodebíaaprovecharlo.—Aprovéchalo,oloperderás—susurró,yempezóameterlossobresdedinerodelBancoEstataldeGraniteenlabolsadetelaqueconteníaelmartilloyelescoplo.Dejólabolsaenloaltodelribazoylatapóconsucazadora.Remetióelplásticoentorno a los cuadernos, cerró la tapa del cofre y, con todas sus fuerzas, volvió aintroducirloenelhoyo.Hizounaltoparaenjugarselafrente,queteníaembadurnadade tierra y sudor; a continuación, empuñó la pala y empezó a rellenar el hoyofebrilmente.Cubrióelcofre—ensumayorparte—yluego,trascogerlabolsaylacazadora, regresó a todo correr por el sendero hacia su casa.Ocultaría la bolsa alfondodelarmario,demomentoesoserviría,ycomprobaríasisumadrehabíadejadounmensajeenelcontestador.Sitodoestabaenordenporloquesereferíaasumadre(y si su padre no había llegado de la sesión de terapia antes de hora: eso sería unhorror),podíavolveratodaprisaalarroyoyescondermejorelcofre.Másadelanteecharíaunvistazoaloscuadernos,peromientrasibacaminodecasaaquellasoleadamañanadefebrero,suúnicopensamientoconrespectoaloscuadernoseraquetalvezhubiesemássobresdedineroentreellos.Odebajo.Pensó:Tendréqueducharme.Ydespués limpiar la tierrade labañeraparaquemamánopreguntequéhacíafueracuandosupuestamenteestabaenfermo.Tengoqueandarmeconmuchocuidado,ynopuedocontárseloanadie.Anadieenabsoluto.Enladuchaseleocurrióunaidea.www.lectulandia.com-Página461978Hogareselsitiodonde,cuandotepresentas,tienenquerecibirte,perocuandoMorrisllegóalacasadeSycamoreStreet,ningunaluziluminabalapenumbravespertina,nisaliónadiealapuertaadarlelabienvenida.¿Porquéhabríadeserdeotromodo?SumadreestabaenNewJersey,dandoclasessobreunhatajodehombresdenegociosque,enelsigloXIX,sehabíanpropuestoexpoliaraEstadosUnidos.Dandoclasesaestudiantes deposgradoqueprobablemente acabarían expoliando todo aquello a loquepudieranecharelguanteensupersecucióndelPavoDorado.Sindudaalgunospensarían que el propio Morris había ido en persecución de unos cuantos PavosDoradosenNewHampshire,peroesonoeraasí.Élnohabíaidoallípordinero.Quería guardar elBiscayne en el garaje, dondenadie lo viera. ¡Quédemonios!Quería que el Biscayne desapareciera, pero eso tendría que esperar. Su máximaprioridaderaPaulineMuller.LosvecinosdeSycamoreStreet,ensumayoría,teníanlos ojos tan pegados a sus televisores en cuanto empezaba la hora de máximaaudienciaquenohabríanvistounovniaunqueaterrizaraensujardín,peronoeraeseelcasodelaseñoraMuller;estavecinadelosBellamy,ladelacasadeallado,habíaelevadoelfisgoneoalacategoríadearte.AsíqueMorrisfueallíenprimerlugar.—¡Vaya,miraquiénestáaquí!—exclamó la señoraMulleral abrir lapuerta…comosinohubieraestadoobservandoporlaventanadelacocinacuandoMorrisparóenelcaminodeacceso—.¡PerosiesMorrieBellamy,elmismoquevisteycalza!¡Ytanguapocomosiempre!Morrisdesplegósumejorsonrisadefalsamodestia.—¿Quétal,señoraMuller?La mujer le dio un abrazo del queMorris podría haber prescindido, pero quedevolvióconladebidacortesía.AcontinuaciónlaseñoraMullerladeólacabeza,conelconsiguientevaivéndepapada,yexclamó:—¡Bert!¡Bertie!¡EstáaquíMorrieBellamy!Desdeelsalónllegóundoblegruñidoquepodríahabersignificado«Quétal».—¡Pasa,Morrie! ¡Vamos, pasa! ¡Prepararé café! ¿Y adivina qué?—Enarcó lascejas,antinaturalmentenegras,enunhorrendogestodecoqueteo—.¡HaybizcochodemantequillaSaraLee!—Debedeestardelicioso,peroacabodevolverdeBoston.Hevenidoencochedeunatirada.Estoymolido.Soloqueríaavisarlosparaquenollamaranalapolicíaalverlucesenlacasadeallado.LaseñoraMullersoltóunarisotadasemejanteaunchillidodemono.—¡Quéconsideradoeres!Siemprelohassido.¿Cómoestátumadre,Morrie?—Bien.www.lectulandia.com-Página47Morrisnoteníalamenoridea.Desdesuetapaenelreformatorioalosdiecisieteaños y su posterior fracaso en elCityCollege a los veintiuno, las relaciones entreMorrisyAnitaBellamysereducíanaalgunaqueotrallamadatelefónica.Estaseranfríasperoeducadas.Despuésdeunaúltimadiscusiónlanochequelodetuvieronporallanamientodemoradayotrashazañasdiversas,enesencia sehabíanabandonadomutuamente.—Te veo mucho más musculoso—comentó la señoraMuller—. Eso debe degustaralaschicas.Anteserastanflacucho…—Heestadotrabajandoenlaconstrucción.—¡Enlaconstrucción!¡Tú!¡Diosbendito!¡Bertie!¡Morrishaestadotrabajandoenlaconstrucción!Estodiolugaraunoscuantosgruñidosmásenelsalón.—Pero el trabajo fue amenos, y por eso he vuelto.Mimadreme dijo que nohabíainconvenienteenqueutilizaralacasa,mientrasnoconsiguieraalquilarla,perolomásseguroesquenomequedemuchotiempo.¡Cuántarazónteníaeneso,comodespuéssevio!—Pasaalsalón,Morrie,ysaludaaBert.—Másvalequelodejeparamejormomento.—AfindeatajarlamachaconeríadelaseñoraMuller,dijoenvozalta—:¡Hola,Bert!Otrogruñido, ininteligibleporencimadelasrisasgrabadasdelaserieWelcomeBack,Kotter.—Mañana, pues —insistió la señora Muller, y enarcó una vez más las cejas.ParecíaimitaraGroucho—.Reservaréelbizcocho.Inclusopuedequebataunpocodenata.—Estupendo—dijoMorris.ErapocoprobablequelaseñoraMullermuriesedeun infartoantesdeldía siguiente,perono imposible; comodijootrogranpoeta, laesperanzamanaeternadelpechohumano.Lasllavesdelacasayelgarajeseguíandondesiemprehabíanestado,colgadasbajoelaleroaladerechadelaescalinata.MorrisguardóelBiscayneenelgarajeydejóelcofredelalmacéndeantigüedadesenelsuelodehormigón.Semoríadeganasdehincareldienteaesacuartanovelade JimmyGold,pero loscuadernosestabanrevueltos, y además se le nublaría la vista antes de acabar de leer una sola páginaescritaenladiminutaletradeRothstein;realmentenopodíaconsualma.Mañana,seprometió.DespuésdehablarconAndy,yhacermeunaideadecómoquieremanejaresteasunto,lospondréenordenyempezaréaleer.Metióelcofrebajoelquefueelbancodetrabajodesupadreylotapóconunalámina de plástico que encontró en el rincón. A continuación entró en la casa yrecorriósuantiguavivienda.Ofrecíamásomenoselmismoaspectodeantes,queeradeplorable.Enlaneveranohabíanadasalvountarrodepepinillosenvinagreyunawww.lectulandia.com-Página48caja de bicarbonato de sosa, pero el congelador contenía unos cuantos envases decomida precocinada. Puso uno en el horno, fijó la temperatura en ciento ochentagradosysubióasuhabitacióndeantaño.Lohehecho, pensó.Lohe conseguido.Mehe apropiadodedieciocho añosdemanuscritosinéditosdeJohnRothstein.En su cansancio extremo, era incapaz de sentir euforia, o siquiera una gransatisfacción.Casisequedódormidoenladucha,yotravezanteunpasteldecarneyunpuré de patatas instantáneo francamente infumables.Aun así, lo engulló todoyvolvióasubirnosinesfuerzoporlaescalera.Cuarentasegundosdespuésdeapoyarla cabeza en la almohada, ya dormía, y no despertó hasta las nuevey veinte de lamañanasiguiente.Yabiendescansado,bajoelhazdesolqueiluminabalacamadesuinfancia,Morrissísintióeuforia,yestabaimpacienteporcompartirlaconalguien.Esdecir,conAndyHalliday.Encontróensuarmariounpantalóncaquiyunabonitacamisademadrás,sealisóelpeloyechóunaojeadaalgarajeparaasegurarsedequeallítodoseguíaenorden.Cuando se encaminó por la calle hacia la parada del autobús, saludó a la señoraMuller(queunavezmásobservabaentrelascortinas)conungestodedesenfado,oasíesperabaquelointerpretaseella.Llegóalcentropocoantesdelasdiez,recorrióapieunamanzanay,desdelaesquinadeEllisAvenue,lanzóunvistazoendirecciónalHappy Cup, con mesas en la acera bajo sombrillas de color rosa. Como habíaprevisto, Andy disfrutaba de su descanso para el café. Mejor aún, se hallaba deespaldasaMorris,loquepermitióaesteacercarsesinservisto.—¡Buuu! —exclamó, y agarró a Andy por el hombro de su trasnochadaamericanadepana.Suviejoamigo—enrealidadsuúnicoamigoenesaridículaciudadsumidaenlaignorancia— se volvió, sobresaltado. Volcó la taza y derramó el café. Morrisretrocedió.SuintencióneraasustaraAndy,peronotanto.—Eh,perdo…—¿Qué has hecho? —preguntó Andy en un susurro grave y chirriante. Ledestellaban los ojos detrás de las gafas, unas de montura de concha que Morrissiemprehabíaconsideradoenciertomodounaafectación—.¿Quécoñohashecho?EsanoeralabienvenidaqueMorrisesperaba.Sesentó.—Aquello de lo que hablamos.—Examinó el semblante de Andy y no vio elmenor asomo de la risueña superioridad intelectual que acostumbraba exhibir suamigo.Andyparecíatenermiedo.¿DeMorris?Quizá.¿Porsímismo?Casicontodaseguridad.—Noconvienequemeveancont…Morrisllevabaunabolsadepapelmarrónquehabíacogidoenlacocina.Sacódewww.lectulandia.com-Página49ellaunode loscuadernosdeRothsteiny lodejóen lamesa,evitandoelcharcodecaféderramado.—Esteesdemuestra.Unodemuchos.Cientocincuentaporlomenos.Aúnnohetenidoocasióndecontarlos,peroeselpremiogordo.—¡Guardaeso!—Andyhablabaaúnensusurros,comounpersonajedeunamalapelículadeespionaje.Mirabaaunoyotrolado,yalfinallosojosseleibansiempreal cuaderno—. ¡Pedazo de idiota, el asesinato de Rothstein es noticia de primeraplanaenTheNewYorkTimesysaleentodosloscanalesdetelevisión!EsosorprendióaMorris.Teóricamentedeberíanhaberpasadoalmenostresdíasmáshastaquesedescubrieraelcadáverdelescritor,quizáinclusoseis.LareaccióndeAndylosorprendíaaúnmás.Parecíaunarataacorralada.MorrisprocuródesplegarunaimitaciónaceptabledelasonrisaconlaqueavecesAndysemejabadecir:Soytanlistoquemeaburro.—Cálmate.Enestapartedelaciudadhayniñosconcuadernosportodaspartes.—Señalóhacialaotraacera,endirecciónaGovernmentSquare—.Ahívauno.—¡Pero no conMoleskine! ¡Dios santo! Lamujer de la limpieza sabía en quéclase de cuadernos escribía Rothstein, y según el periódico, la caja fuerte de suhabitaciónestabaabiertayvacía.¡Guárdalo!Morrie,porelcontrario,loempujóhaciaAndy,evitandodenuevolamanchadecafé.Estabacadavezmás irritadoconAndy—«encabronado», comohabríadichoJimmy Gold—, pero también sentía cierto placer perverso al ver a ese hombreencogersedemiedoensusilla,comosielcuadernofueseunaampollaconbacilosdelapeste.—Venga,échaleunvistazo.Enestecasi todoespoesía.Veníahojeándoloenelautobús…—¿Enelautobús?¿Estásloco?—…ynoesmuybuena—prosiguióMorriscomosinolohubieraoído—,perosindudaessuya.Unmanuscritoológrafo.Muyvalioso.Hablamosdelasunto.Variasveces.Hablamosdecómo…—¡Guárdalo!AMorrisnolegustabaadmitirquelaparanoiadeAndyeracontagiosa,peroenciertomodoloera.Metióelcuadernoenlabolsaymiróasuviejoamigo(suúnicoamigo)conexpresiónadusta.—Tampocoesqueyohayapropuestoquelosvendamosenlacalleoalgoporelestilo.—¿Dóndeestánlosotros?—YantesdequeMorrispudieracontestar,añadió—:Déjalo. No quiero saberlo. ¿Es que no lo entiendes? Este asunto quema… loscuadernos,tú.—Yo no quemo—dijoMorris, pero en cierto modo sí quemaba, al menos ensentidofísico;deprontoleardíanlasmejillasylanuca.Andyactuabacomosiél,enlugar de haber perpetrado el crimendel siglo, se hubiese cagado en el pantalón—.www.lectulandia.com-Página50NadiepuederelacionarmeconRothstein,yyaséquetardaremosuntiempoenpodervenderlosauncoleccionistaprivado.Nosoytonto.—Venderlosauncol…Morrie,¿túoyesloquedices?Morriscruzólosbrazosyfijólamiradaensuamigo.Omásbienenelhombrequeanteserasuamigo.—Tecomportascomosinuncahubiésemoshabladodeltema.Comosinuncalohubiésemosplaneado.—¡No planeamos nada! Era un cuento que nos contábamos, creía que eso loentendías.LoqueMorrisentendíaeraqueAndyHallidaydiríaexactamenteesoalapolicíasiél,Morris,eradetenido.YAndypreveíaquelodetuvieran.PorprimeravezMorristomóplenaconcienciadequeAndynoeratodounintelectualdeseosodecolaborarcon él en una tropelía existencial, sino una mediocridad más. Un dependiente delibreríasolounosañosmayorqueMorris.No me vengas con idioteces de criticastro literario, había dicho Rothstein aMorrisensusúltimosdosminutosdevida.Eresunvulgarladrón,amigomío.Empezaronapalpitarlelassienes.—Tendríaquehaberlosabido.Tantapalabreríasobreloscoleccionistasprivados,las estrellas de cine, los príncipes saudíes y yo qué sé quiénesmás. Sencillamenteeso:palabrería.Eresunfantasma.Ahípusoeldedoen la llaga.Deplenoen la llaga sin lugar adudas.Morris loadvirtióysealegró,igualquecuandoconsiguióhacermellaensumadreunaodosvecesdurantesuúltimadiscusión.Andyseinclinóalfrente,enrojecido,perocuandosedisponíaahablar,aparecióunacamareraconunrebujodeservilletas.—Permítame limpiar el caféderramado—dijo, y lo enjugó.Era joven, depelorubio ceniza natural, bonita dentro de su palidez, quizá incluso hermosa. Sonrió aAndy. Él le respondió con unamueca forzada a la vez que se apartaba de ella talcomoanteshabíarehuidoelcuadernoMoleskine.Esmarica,pensóMorris,sorprendido.Esunpuñeteromarica.¿Cómoesposiblequenomehayadadocuenta?¿Cómoesposiblequenolohayavistonunca?Sololefaltallevarloescritoenlafrente.Enfin,eranmuchaslascosassobreAndyqueélnuncahabíasabidover,¿ono?Morris se acordó de una frase que decía uno de sus compañeros en el ramo de laalbañilería:Muchapistolaypocamunición.En cuanto la camarera se fue, llevándose consigo su tóxica feminidad, Andyvolvióainclinarsealfrente.—Esoscoleccionistasandanporahí—aseguró—.Acumulancuadros,esculturas,primeras ediciones… Un magnate del petróleo texano tiene una colección degrabacionesantiguasencilindrosdeceraquevaleunmillóndedólares,yotrotienetodoslosnúmerosdetodaslasrevistasdeloeste,cienciaficciónyterrorpublicadaswww.lectulandia.com-Página51entre1910y1955.¿Creesque todoesosecompróyvendió legítimamente?Yunamierda.Loscoleccionistasestánlocos,yalospeoresentreelloslestraesincuidadosi los objetos que codician han sido robados o no, y desde luego no deseancompartirlosconelrestodelmundo.Morrishabíaoídoeserolloyaantes,ydebióde traslucirseensurostro,porqueAndy se inclinó todavíamás. Ahora las narices de ambos casi se rozaban.MorrispercibióeloloraEnglishLeather,ysepreguntósieseseríaelaftershavepreferidodelosmaricas.Comounaseñalsecretaoalgoasí.—Pero¿creesquealgunodeesosindividuosmeharíaelmenorcasoamí?MorrisBellamy,queahoraveíaaAndyHallidayconnuevosojos,respondióqueposiblementeno.Andyhizounmohín.—Aunque algún día sí me harán caso. Dalo por seguro. En cuanto tenga mipropiatiendaymecreeunaclientela.Peroparaesopasaránaños.—Hablamosdeesperarunoscincoaños.—¿Cinco?—Andysoltóunacarcajadayseechóatrás,haciasuladodelamesa—.Esposiblequepuedaabrirmitiendadentrodecincoaños:yahepuestolosojosenunpequeñolocaldeLacemakerLane;ahorahayallíunatiendadetelas,peronotienemuchaactividad.Peroelcasoesqueencontrarclientescondineroyganarselaconfianzadelpúblicorequieremástiempo.Muchosperos,pensóMorris,peroantesnohabíaperos.—¿Cuánto?—¿Por qué no acudes amí con esos cuadernosmás omenos a principios delsigloXXI,sitodavíalostienes?Aunsidispusieseahoramismo,hoy,deunalistadecoleccionistasprivados,ni losmáschiflados tocaríanalgoasí; esoquema,como tedecía.Morrislomirófijamente,alprincipioincapazdehablar.Porfinrespondió:—Nomedijistenadadeesocuandoplaneábamos…Andysellevólasmanosalosladosdelacabezaysepresionó.—¡Noplaneamosnada!¡Ynoquierascargarmeamíelmochuelo!¡Esoniseteocurra!Teconozco,Morrie.Noloshasrobadoparavenderlos,almenosnoantesdeleerlos.Después,supongo,quizáestésdispuestoacederalgunosdeloscuadernosalmundo, si el precio lo justifica. Pero en esencia, por lo que se refiere a JohnRothstein,eresunobseso.—Nomellamesasí.—Lassieneslepalpitabanaúnmás.—Sies laverdad,y loes,bienpuedodecirlo.Ypor loque se refierea JimmyGold,tambiéneresunobseso.Poresoacabasteenelreformatorio.—Acabé en el reformatorio pormimadre. Es como si ellamismame hubieraencerrado.—Comotúdigas.Esoyaesaguapasada.Estootroeselpresente.Amenosquetengas mucha suerte, la policía te hará una visita dentro de muy poco, ywww.lectulandia.com-Página52probablementesepresentenconunaordenderegistro.Siencuentranesoscuadernoscuandollamenatupuerta,lotienescrudo.—¿Porquéhabríandevenir a pormí?Nadie nosvio, ymis compañeros…—Guiñóelojo—.Digamosquelosmuertosnohablan.—Los…¿cómo?¿Loshasmatado?¿También loshasmatado?—CuandoAndytomó conciencia de la magnitud del hecho, su semblante se demudó en la vivaimagendelhorror.Morrissabíaqueesodeberíahabérselocallado,pero—resultabagraciosoqueese«pero»siguierarepitiéndoseunayotravez—Andyestabacomportándosecomoungilipollas.—¿Cómo se llama el pueblo donde vivía Rothstein? —Andy volvió a lanzarmiradas a uno y otro lado, como si pensara que la policía, con sus armasdesenfundadas,estrechabayaelcerco—.TalbotCorners,¿no?—Sí, pero básicamente son granjas. Lo que llaman Corners se reduce a unacafetería, una tienda de comestibles y una gasolinera en el cruce de dos carreterasestatales.—¿Cuántasvecesestuvisteallí?—Unascinco,quizá.—Enrealidadseacercabamásaunadocena,entre1976y1978.Alprincipioélsolo,despuésconFreddyoCurtisoconlosdos.—¿Preguntastealgunavezporelvecinomásfamosodelpueblocuandoestuvisteallí?—Sí,claro,unaodosveces.¿Yesoquémásda?Seguramentetodoelqueparaenesacafeteríapreguntapor…—No,ahíesdonde teequivocas.Alosforáneos,ensumayoría, les importauncarajoJohnRothstein.Sipreguntanalgoescuándoterminalavedadelciervooquépecessepescanenellagocercano.¿CreesqueloslugareñosnoterecordaráncuandolapolicíapreguntesialgúnforasterocuriososeinteresóporelhombrequeescribióElcorredor? ¿Algún forastero curioso que visitó el lugar repetidamente? ¡Ademástienesantecedentes,Morrie!—Eramenordeedad.Protecciónjurídicadelexpediente.—Después de algo tan grave como esto, no me extrañaría que retiraran laprotección.¿Quémedicesdetuscompañeros?¿Algunodeellosteníaantecedentes?Morriscalló.—Nosabesquiéntevio,nisabesantequiénpudieronalardeartussociossobreelgranroboqueibanacometer.Lapolicíapodríapillartehoymismo,pedazodeidiota.Siesoocurreymencionasminombre,negaréquehayamoshabladodeltema.Perotedaréunconsejo:deshaztedeeso.—Señalabalabolsadepapelmarrón—.Deesoydetodos losdemáscuadernos.Escóndelosenalgúnsitio. ¡Entiérralos!Quizáasí, si lacosa se complica, puedas convencerlos de tu inocencia. Siempre en el supuesto dequenodejaraishuellas,oalgoasí.No dejamos, pensó Morris. No soy tonto. Tampoco soy un marica bocazas ywww.lectulandia.com-Página53cobarde.—Quizápodamos reconsiderarel asunto—dijoAndy—,perodentrodemuchotiempo,ysolosinoteatrapan.—Sepusoenpie—.Entretanto,noteacerquesamí,oavisaréalapolicíayomismo.Sealejórápidamenteconlacabezagacha,sinmiraratrás.Morrissequedóallísentado.Labonitacamareraregresóparapreguntarlesipodíaservirle algo.Morris negó con la cabeza.Cuando ella se fue, recogió la bolsa queconteníaelcuadernoysemarchótambiénél.Ensentidocontrario.Conocía bien la deplorable falacia, claro está—esa de que los sentimientos de lossereshumanosteníansureflejoenlanaturaleza—,ysabíaqueeraunrecursopobreutilizado por los escritores de segunda fila para crear una determinada atmósfera,pero aquel día daba la impresión de que en efecto era eso lo que ocurría. Por lamañana,lavivaluzdelsolreplicabayalavezamplificabasuestadodeeuforia,peroamediodíaelsolerasolountenuecírculodetrásdeunamasadenubesyalastresdela tarde, a la par que sus preocupaciones se multiplicaban, el día se oscureció yempezóalloviznar.Al volante del Biscayne, fue a las galerías comerciales cercanas al aeropuerto,siempre atento a la posible aparición de coches de policía. En Airline Boulevard,cuandounoseaproximóruidosamentedesdeatrásconlaslucesazulesencendidas,elestómagoselehelóyelcorazónpareciósubirlealaboca.Cuandoloadelantóatodavelocidadsinaminorarlamarcha,nosintióalivio.EncontróunboletíninformativoenlaemisoraBAM-100.Lanoticiadecabeceraera una conferencia de paz entre Sadat yBegin enCampDavid (Ya, como si esofueseahacerserealidadalgúndía,pensóMorris,distraído),perolasegundanoticiatrataba del asesinato del insigne escritor estadounidense John Rothstein. Segúnfuentespoliciales,eraobrade«unabandadeladrones»,yseseguíandiversaspistas.Probablementeesonoeramásquepurapropagandadeldepartamentoderelacionespúblicasdelapolicía.Oquizáno.Morris dudaba mucho que pudieran dar con él como consecuencia de susconversacionesconlosvejetesmediosordosquefrecuentabanlacafeteríaYummydeTalbotCorners,almargende loquepensaraAndy,perootracuestión lo inquietabamucho más. Freddy, Curtis y él habían trabajado los tres para la constructoraDonahue,queedificabaviviendasenDanversyNorthBeverly.Laempresadisponíadedoscuadrillas,ydurantelamayorpartedelosdieciséismesesqueMorrispasóallíacarreando tablones y martilleando clavos, estuvo en Danvers, mientras Curtis yFreddybregabanenlaotraobra,aochokilómetrosdedistancia.Sinembargoduranteuntiemposíhabíancoincididoenlamismacuadrilla,einclusodespuésdesepararseamenudoseorganizabanparaalmorzarjuntos.www.lectulandia.com-Página54Esolosabíamuchagente.Aparcó el Biscayne junto con otros mil coches en el extremo de las galeríasdonde estaba la tienda de JC Penny, limpió bien todas las superficies que habíatocado,ydejólasllavesenelcontacto.Sealejórápidamente,sesubióelcuellodelacazadoraysecalólagorradelosIndians.Antelaentradaprincipaldelasgalerías,esperó en un banco hasta que llegó el autobús deNorthfield, y echó los cincuentacentavosenelcobradorautomático.Lalluviaarrecióyelviajederegresofuelento,peronoleimportó.Asídispusodeunratoparapensar.Andyerauncobardeyunengreído,peroteníarazónenundetalle.Morrisdebíaesconder loscuadernos,ydebíahacerlode inmediato,pormásquedeseara leerlos,empezando por la novela inédita de Jimmy Gold. Si la poli se presentaba y noencontrabaloscuadernosensupoder,nopodríahacernada…¿no?Sololesquedaríalasospecha.¿No?Nadie miraba por entre las cortinas en la casa contigua, lo cual le ahorró otraconversacióncon laseñoraMuller,yquizá tenerqueexplicarquehabíavendidoelcoche.Lalluviasehabíaconvertidoenaguacero,yesoerabueno.NadierondaríaporelterrenosinurbanizarentreSycamoreyBirch.Ymenosdespuésdelanochecer.Losacótododelcofredesegundamano,resistiendoelimpulsocasiinsoportabledehojearloscuadernos.Nopodíahacerlo,pormásqueloanhelara,porqueencuantoempezara, sería incapaz de parar. Más adelante, Morrie, pensó. Debes aplazar tusgratificaciones.Buen consejo, pero expresado en la voz de sumadre, y con eso lacabeza volvió a palpitarle. Al menos no tendría que aplazar las gratificacionesdurantemuchotiempo;sitranscurríantressemanas,ynohabíarecibidolavisitadelapolicía—unmesalosumo—,podríarelajarseeiniciarsusinvestigaciones.Revistióelcofreconplástico,paraasegurarsedequeelcontenidoseconservabaseco,yvolvióaguardardentroloscuadernos,incluidoelquesehabíallevadoparaenseñárseloaAndy.Colocóencimalossobresdedinero.Cerróelcofre,reflexionóyloabriódenuevo.Apartóelplásticodeunmanotazoysacóunosdoscientosdólaresde uno de los sobres de banco.Aunque lo registraran, seguramente ningún policíaconsideraríaqueesoeraunacantidadexcesiva.Podíadecirlesque se tratabade suindemnización,oalgoasí.El sonido de la lluvia sobre el tejado del garaje no resultaba tranquilizador. AMorris se le antojóel tamborileodeunosdedosesqueléticos,yagravó sudolordecabeza. Cada vez que pasaba un coche se quedaba paralizado, esperando ver elcaminodeaccesobañadoporloshacesdeunosfarosyelresplandorpulsátildeunasluces estroboscópicas azules. Así se joda ese Andy Halliday por meterme en lacabeza todas estas preocupaciones sin sentido, pensó. Así se jodan él y sumariconería.www.lectulandia.com-Página55Soloquequizáesaspreocupacionesnocareciesendesentido.Conformelatardesediluíagradualmenteenel crepúsculo, la ideadeque lapolipudiera relacionaraCurtisyFreddyconMorrisBellamycobrócadavezmásvisosderealidad.¡Aquellaputa área de descanso! ¿Por qué, comomínimo, no había llevado los cadáveres arastrashastaelbosque?Aunqueesonohabríaretrasadomucholaintervencióndelapoliencuantoalguienparaseallí,viesetodaaquellasangreyllamaseal911.Lapolitendríaperros…—Además—dijoalcofre—,teníaprisa.¿Ono?La carretilla de su padre seguía en el rincón, junto con un pico y dos palasoxidados.Morriscargóelcofreenposiciónverticalenlacarretilla,losujetóconlascorreasdequeestaibaprovistayechóunvistazoporlaventanadelgaraje.Todavíademasiada claridad.Ahoraque estaba a puntodedeshacersede los cuadernosy eldinero (Temporalmente, se dijo a modo de consuelo, esto es solo una medidaprovisional),sucertezadequelapolinotardaríaenpresentarseeracadavezmayor.¿YsilaseñoraMullerlohabíadenunciadoporcomportamientosospechoso?Parecíapocoprobable:esamujereramáscortaquelasmangasdeunchaleco.Peronuncasesabía.Seobligó a embucharseotra cena congelada, pensandoque acaso le aliviase eldolordecabeza.Muyalcontrario,su jaquecaempeoró.Buscóenelbotiquíndesumadre por si había una aspirina o un ibuprofeno, y encontró…nada.Así te jodas,mamá,pensó.Enserio.Deverdad.Así…tejodas.Laviosonreír.Afiladacomoungarfio,esasonrisa.A las siete de la tarde aúnhabía luz—el condenadohorariodeverano, ¿aquégeniodebíadehabérseleocurridoesabrillanteidea?—,perolasventanasdelacasacontiguaseguíanaoscuras.Esoerabueno,peroMorrissabíaquelosMullerpodíanvolverdeunmomentoaotro.Además,ensuestadodenervios,eraincapazdeseguiresperando.Revolvióenelarmariodelvestíbulohastaencontrarunponcho.Salióporlapuertatraseradelgarajey,tirandodelacarretilla,cruzóeljardíndeatrás.Elcéspedestabamojado,latierraesponjosa,ycostabaavanzar.Elsenderoquehabíarecorridotantasvecesdeniño—normalmenteparairalpolideportivodeBirchStreet—sehallabaalamparodelasramasdelosárboles,yallíconsiguiódesplazarseconmayorfacilidad.Paracuandollegóalarroyoqueatravesabaendiagonaleseerialdeunasuperficieequivalentealamanzanadeunaciudad,erayanochecerrada.Había llevado una linterna y, alumbrándose a breves ráfagas, eligió unemplazamientoaceptableenelribazodelarroyo,adistanciaprudencialdelsendero.Latierraestabablanda,ycavósindificultadhastatoparseconlamarañaderaícesdeunárboldeamplioramaje.Seplanteóprobarenotrositio,peroelhoyoyacasiteníacabidasuficienteparaalojarelcofre,ypornadadelmundoempezaríadesdecerootravez, y menos cuando aquello no era más que una precaución temporal. Dejó lalinternadentrodelhoyo,apoyadaenunapiedraparaqueelhaziluminaselasraíces,ylascortóconelpico.www.lectulandia.com-Página56Introdujo el cofre en el hoyo y, sin pérdida de tiempo, volvió a echar la tierraencimayalrededor.Paraacabar,laapisonóconlaparteplanadelapala.Pensóqueconesoyabastaba.Enlaorillaapenascrecíalahierba,asíqueesepequeñocalveronodestacaría.Loimportanteeraqueelcofrenoestuvieraenlacasa,¿ono?¿Ono?Nosintióaliviomientrasregresabaporelsenderoconlacarretillaarastras.Nadaestaba saliendo como debía, nada de nada. Parecía que la fatalidad se interpusieraentre él y los cuadernos tal como se había interpuesto entreRomeoy Julieta.Estacomparaciónseleantojóabsurday,alavez,plenamenteatinada.Éleraunamante.ElmalditoRothsteinlohabíadesairadoconElcorredoraflojalamarcha,peroesonocambiabalascosas.Suamorerasincero.Cuandoregresóalacasa,fueinmediatamentealaducha,talcomoharíamuchosañosmástardeunniñollamadoPeteSaubersenesemismísimocuartodebaño,despuésdevisitaresemismísimoribazoyeseárboldeamplioramaje.Morrispermanecióbajoloschorroshastaqueselearrugaronlosdedosyseacabóelaguacaliente;luegosesecóysevistióconropalimpiadelarmariodesudormitorio.Leparecieronprendasinfantiles y pasadas demoda, pero aún eran de su talla (más omenos). Echó a lalavadora el vaquero y la camiseta embarrados, acción que también repetiría PeteSaubersañosmástarde.Morrisencendióel televisor,sesentóenelviejosillóndesupadre—sumadredecía que lo conservaba como recordatorio, por si alguna vez volvía a sentir latentación de cometer otra estupidez— y vio la habitual ración de sandecespromovidas por la publicidad. Pensó que cualquiera de esos anuncios (frascos delaxantesaltarines,mamásemperifolladas,hamburguesascantoras)podríahabersidoobradeJimmyGold,yesoleagravómásaúneldolordecabeza.DecidióacercarseaZoney’sycomprarcafiaspirina.Quizáinclusounpardecervezas.Lacervezanoleharíadaño.Eranlosalcoholesdealtagraduaciónlosquecausabanproblemas,yaeserespectohabíaaprendidolalección.Cogiólacafiaspirina,perolaideadebebercervezaenunacasaconlibrosquenoquería leer y una televisión que no quería ver lo llevó a sentirse aún peor.Ymáspensando que aquello que sí quería leer se hallaba tan desesperantemente cerca.Morris rara vez bebía en bares, pero de pronto lo asaltó la sensación de que si nosalía, buscaba compañía y oía un poco de música animada, perdería la razón porcompleto.Tenía lacertezadeque,enesanoche lluviosa,habríaenalgúnlugarunajovendeseosadebailar.Pagólasaspirinasy,casiconindiferencia,preguntóaljovendependientesihabíaunbarconmúsicaendirectoadondepudierallegarseenautobús.Eljovencontestóquesí.www.lectulandia.com-Página572010CuandoLindaSaubersllegóacasaaquelviernesalastresymediadelatarde,Pete,sentadoa lamesade lacocina,conelpelo todavíahúmedode laducha,bebíaunatazade lecheconcacao.Colgóelabrigoenunade lasperchas juntoa lapuertadeatrásyvolvióatocarlelafrenteconelinteriordelamuñeca.—Frescocomounalechuga—dictaminó—.¿Teencuentrasmejor?—Sí —respondió él—. Cuando Tina ha llegado a casa le he preparado unasgalletasconmantequilladecacahuete.—Eresunbuenhermano.¿DóndeestáTina?—EncasadeEllen,¿dóndevaaestar?Lindaalzólamiradaaltecho,yPeteseechóareír.—Virgensanta,¿eslasecadoraesoqueoigo?—Sí. Había un montón de ropa en la cesta, y la he puesto a lavar. No tepreocupes, he seguido las instrucciones que hay en la puerta de la lavadora, y hasalidobien.Ellaseinclinóylediounbesoenlasien.—¿Noeresunángel?—Lointento—respondióPete.Cerrólamanoderechaparaesconderlaampollaquelehabíasalidoenlapalma.El primer sobre llegó apenas una semana más tarde, un jueves de nevadasintermitentes. La dirección —señor Thomas Saubers, Sycamore Street 23— ibaescritaamáquina.Enelángulosuperiorderechollevabapegadounsellodecuarentay cuatro centavos dedicado al Año del Tigre. No había remite. Tom —el únicomiembro del clan de los Saubers presente en casa al mediodía— lo abrió en elrecibidor, previendo que fuese propaganda personalizada, o un aviso deincumplimientodepago.BiensabíaDiosquedeuntiempoaesapartehabíarecibidonopocosdeestos.Peronoerapropaganda,niunavisodeincumplimientodepago.Eradinero.El resto del correo—catálogos de artículos caros que no podían permitirse ycirculares publicitarias dirigidas al OCUPANTE— se le cayó de la mano,inadvertido, y revoloteó en torno a sus pies. En voz baja, casi un gruñido, TomSaubersdijo:—¿Quécoñoesesto?CuandoLindallegóacasa,eldineroestabaenelcentrodelamesadelacocina.Tom,www.lectulandia.com-Página58sentadoanteelordenadofajo,teníalasmanosentrelazadasyelmentónapoyadoenellas.Parecíaungeneralestudiandounplandecombate.—¿Quéeseso?—preguntóLinda.—Quinientos dólares. —Tom mantuvo la mirada fija en los billetes: ocho decincuentaycincodeveinte—.Hanllegadoconelcorreo.—¿Quiénlosenvía?—Nolosé.Linda dejó caer el maletín, se acercó a lamesa y cogió el fajo. Lo contó y acontinuaciónlomiróconlosojosmuyabiertos.—¡Diosmío,Tommy!¿Quédecíalacarta?—Nohabíacarta.Enelsobresoloveníaeldinero.—Pero¿quién…?—Nolosé,Lin.Perosíséunacosa.—¿Qué?—Nosvienebien.—¡La hostia! —exclamó Pete cuando se lo dijeron. Había salido más tarde delcolegio porque participaba en la competición interna de voleibol, y llegó casi a lahoradelacena.—Nodigasordinarieces—loreprendióLinda,peroparecíatenerlamenteenotraparte.Eldineroseguíaenlamesadelacocina.—¿Cuántohay?—dijo.Yalrecibirlarespuestadesupadre,añadió—:¿Quiénlohamandado?—Pregunta acertada—contestó Tom—. Pasemos ahora a la segunda ronda deJeopardy,dondemáspuntoshayenjuego.—EraelprimercomentarioenbromaquePeteoíaasupadredesdehacíamuchotiempo.EntróTina.—Papá tiene un hadamadrina, eso pienso yo. ¡Eh, papá,mamá! ¡Miradme lasuñas!Ellenteníaesmalteconpurpurina,ymelohadejado.—Tequedademaravilla,corazón—dijoTom.El primer comentario en broma, luego un cumplido. A Pete le bastaron esosdetallesparaconvencersedequehabíaobradobien.Habíaobradomuybien.Enrigor,nopodíandevolverlo,¿no?Sinremite,no.Yporcierto,¿cuántohacíaquesupadrenollamaba«corazón»aTeens?Lindadirigióunamiradapenetranteasuhijo.—Túnosabrásnadadeesto,¿verdad?—Puesno,pero¿puedoquedarmealgúnbillete?—Sigue soñando—contestó sumadre. En jarras, se volvió hacia sumarido—.Tom,esevidentequealguiensehaequivocado.Tomreflexionóalrespecto,ycuandorespondió,nohubobronca.Hablóconvozwww.lectulandia.com-Página59serena.—Esoparecepocoprobable.—Empujóelsobrehaciaellayapoyóeldedoenelnombreyladirección.—Sí,pero…—Nadadeperos,Lin.Estamos endeuda con la empresadel gasoil, y antesdepagarles a ellos, tenemos que liquidar la deuda de tu MasterCard. O si no, te laretirarán.—Sí,pero…—Siteretiranlatarjetadecrédito,pierdeslacalificacióndesolvencia.—Aúnsinasomodebronca.Tonotranquiloyrazonable.Persuasivo.ParaPete,eracomosisupadre, después de un período de fiebre alta, de pronto se hubiese curado. Inclusosonrió.Sonrióy tocó lamanoaLinda—.Resultaque,porahora, tucalificacióndesolvenciaes laúnicaquetenemos,asíquedebemosprotegerla.Además,puedequeTinatengarazón.Alomejortengounhadamadrina.No,pensóPete.Unhadohijino,esoesloquetienes.—¡No,unmomento!—dijoTina—.Yasédedóndehasalidoenrealidad.Sevolvieronhaciaella.DerepentePetesintiócalorportodoelcuerpo.Nopodíasaberlo, ¿o sí? ¿Cómo podía haberse enterado? Aunque él había dicho aquellaestupidezdeltesoroenterradoy…—¿Dedónde,cielo?—preguntóLinda.—Del Fondo deEmergencia aquel.A lomejor les ha llegado un pocomás dedinero,yahoraloreparten.Petedejóescaparunabocanadadeaire insonora,y solocuandoestapasóentresuslabiostomóconcienciadequehabíaestadoconteniendolarespiración.TomalborotóelpeloaTina.—El fondo no enviaría dinero enmetálico, corazón.Enviaría un cheque. Juntoconunmontóndeimpresosquefirmar.Peteseacercóalosfogones.—Voyaprepararmáslecheconcacao.¿Alguienquiere?Resultóquetodosquerían.Lossobressiguieronllegando.Elpreciodelfranqueoaumentó,perolacantidadnovariónunca.Seismildólaresalaño,pocomásomenos.Noeraunagransuma,peroestabalibredeimpuestosybastabaparaevitarquelafamiliaSaubersseahogaraendeudas.Prohibieronalosniñosquehablarandeello.—Tinaserá incapazdeguardarelsecreto—advirtióLindaaTomunanoche—.Losabes,¿no?Selodiráaesaidiotadeamigasuya,EllenBriggs,yellalopregonaráaloscuatrovientos.PeroTinanorevelóelsecreto,enparteporquesuhermano,aquienidolatraba,lawww.lectulandia.com-Página60amenazóconnodejarla entrarnuncamásen suhabitación si levantaba la liebre,ysobretodoporqueseacordabadelastrapatiestas.Peteescondiólossobresdedineroenunhuecoenguirnaldadodetelarañasdetrásdeun trozodezócalosueltoensuarmario.Cadacuatrosemanasaproximadamentesacabaquinientosdólaresylosguardabaensumochila,juntoconunsobreenelqueconstaba ya la dirección, uno de las varias docenas que había preparado en unordenadordelauladeEconomíadelaEmpresadelcolegio.Seocupódelossobresunatardeaúltimahora,despuésdeunpartidodelacompeticióninterna,cuandoelaulaestabavacía.UtilizabadistintosbuzonesdelaciudadparaenviarlosalseñorThomasSaubers,residente en el número 23 de Sycamore Street, llevando a cabo esta obra benéficaparael sosténdesu familiacon ladestrezadeunconsumadodelincuente.Siempretemíaquesumadredescubrieraquésetraíaentremanos,seopusiera(probablementede manera enérgica) y todo volviera a ser como antes. Ahora todo era idílico; seproducíaaúnalgunaqueotratrapatiesta,pero,suponíaél,lascosasnoeranperfectasenningunafamilia,salvoenlasantiguascomediastelevisivasdeNickdeNoche.Podían ver Nickelodeon, y Cartoon Network, y la MTV, y todas las demás,porque,señorasyseñores,volvíanatenertelevisiónporcable.Enmayoseprodujootrohechoafortunado:supadreencontróunempleoatiempoparcialenunanuevaagenciainmobiliaria,enelpuestode«investigadorpreventa»oalgoasí.Petenosabíaquéera,yselatraíafloja.Supadrepodíahacerlodesdecasa,mediante el teléfono y el ordenador, y aportaba un poco de dinero, eso era loimportante.Otras dos circunstancias importantes concurrieron en los meses posteriores almomentoenqueempezóa llegar eldinero.Laspiernasde supadre comenzaronamejorar, esa fue una de las circunstancias. En junio de 2010 (cuando por fin fueatrapadoelautordela«MatanzadelCentroCívico»,comosedioenllamarlo),Tomempezóaandarsinmuletaspartedel tiempo,y tambiéna reducirgradualmente laspastillasdecolorrosa.Laotracircunstanciaeramásdifícildeexplicar,peroPetelapercibía.Tina también. Sus padres se sentían…en fin…bienaventurados, y ahoracuando discutían, exteriorizaban, además de enfado, sentimiento de culpabilidad,como si nomostraran la debida gratitud por lamisteriosa buena fortuna que habíarecaídoenellos.Amenudoseinterrumpíanyhablabandeotrosasuntosantesdequelacosapasaradecastañooscuro.Amenudohablabandeldinero,ydequiénpodíaestarenviándolo.Esasdiscusionesquedabanennada,yesoerabueno.Nomedescubrirán,sedijoPete.Nodebopermitirlo,ynolopermitiré.Undíadeagostodeeseaño,suspadresllevaronaTinayEllenaHappydaleFarm,una granja interactiva. Esa era la oportunidad que Pete venía esperandopacientemente,yencuantosemarcharon,regresóalarroyoprovistodedosmaletas.www.lectulandia.com-Página61Trasasegurarsedequenohabíamorosenlacosta,volvióaexcavarelribazoparasacar el cofrey cargó los cuadernos en lasmaletas.Enterrónuevamente el cofreyactoseguidoregresóacasaconsubotín.Enelpasillodelpisodearriba, tiróde laescaleraabatibleysubiólasmaletasaldesván,unespacioreducidoydepocaaltura,muy fríoen inviernoy sofocanteenverano.La familiacasinunca loutilizaba; sustrastossobrantesseguíanalmacenadosenelgaraje.Lasescasas reliquiasguardadasallí arriba eran probablemente objetos abandonados por alguna de las familias quehabíanvivido con anterioridad en el número23deSycamore.Había unmugrientocochecito de bebé ladeado, una lámpara de pie con aves tropicales en la pantalla,ejemplaresantiguosdelasrevistasRedbookyGoodHousekeepingatadosconcordel,unapilademantasmohosasqueolíanqueapestaban.Pete amontonó los cuadernos enel rincóndel fondoy los tapócon lasmantas,pero antes cogió uno al azar, se sentó bajo una de las dos bombillas colgantes deldesványloabrió.Estabaescritoenletracorrida,muypequeña,perobastantecuidadayfácildeleer.Nohabíatachones,cosaquePeteconsideródignademención.Aunquetenía ante los ojos la primera página del cuaderno, el número encerrado en unpequeño círculo en lo alto era el 482, lo que lo indujo a pensar que ese no erasimplemente la continuacióndeunode losotros cuadernos, sinodemediadocena.Mediadocena,comomínimo.Capítulo27LatrastiendadelDroverseguíaigualquecincoañosatrás;elmismooloracervezaantiguasemezclabaconelhedordeloscorralesyeltufoagasoildelascocherasdelascompañíasdetransportequesealineabanfrenteaesamitad del gran vacío de Nebraska. Stew Logan también seguía igual: elmismo delantal blanco, el mismo pelo sospechosamente negro, incluso lamismacorbatadelorosyguacamayosestrangulandoaquelcuellosanguíneo.—Vaya, qué venmis ojos, pero si es JimmyGold—dijo, y sonrió a sudesagradablemanera de siempre, como diciendo no nos caemos bien perohagámoslover—.¿Hasvenidoapagarmeloquemedebes,pues?—Sí—contestóJimmy,ysepalpóelbolsillotrasero,dondedescansabalapistola. Le pareció pequeña e inapelable, un objeto capaz (si se utilizabacorrectamente,yconvalor)desaldartodaslasdeudas.—Siendo así, adelante —dijo Logan—. Toma una copa. Se te vepolvoriento.—Loestoy—contestóJimmy—,yademásdeunacopa,mevendríabien…Sonó una bocina en la calle. Pete se levantó de un salto y, con aire deculpabilidad, miró alrededor, como si hubiese estado meneándosela en lugar deleyendo. ¿Y si llegaban a casa antes de hora porque la mema de Ellen se habíawww.lectulandia.com-Página62mareadoenelcocheoalgoasí?¿Ysi loencontrabanallícon loscuadernos?Todopodíavenirseabajo.Metióelqueestabaleyendobajo lasmantasviejas(uf,quépeste)yfueagatashasta la trampilla, permitiéndose aún lanzar una mirada a las maletas. No teníatiempoparaeso.Albajarporlaescalerillaypasardelasofoquinadeldesvánalcalornormal de agosto, reaccionó con un escalofrío al cambio de temperatura. Plegó laescalera y la empujó hacia arriba, oyendo con una mueca el chirrido del resorteoxidadoyelgolpedelatrampillaalcerrarse.Entróensuhabitaciónyechóunvistazoalcaminodeacceso.Allínohabíanadie.Falsaalarma.GraciasaDios.Regresóal desvány recuperó lasmaletas.Lasdevolvió al armariode laplantabaja,seduchó(acordándoseunavezmásdelimpiardespuéslabañera),sepusoropalimpiaysetendióenlacama.Pensó:Esunanovela.Contantaspáginastienequeserlo.Ypodríahabermásdeuna,porqueningunanovelaes tan largacomopara llenar todosesoscuadernos.NisiquieralaBibliallenaríatodosesoscuadernos.Además… era interesante. No le importaría rebuscar entre los cuadernos yencontrarelcomienzo.Versideverdaderabuena.Porqueunonopodíasabersiunanovelaerabuenaapartirdeunaúnicapágina,¿no?Petecerrólosojosyempezóaamodorrarse.Normalmentenoeramuypropensoadormir de día, pero había sido una mañana ajetreada, la casa estaba vacía y ensilencio,ydecidióabandonarsealsueño.¿Porquéno?Todoibabien,almenosenesemomento,yeraobrasuya.Semerecíaunasiesta.Sinembargo,esenombre:JimmyGold.Petehabríajuradoquelohabíaoídoyaantes.¿Enclase,quizá?¿Lainformacióndecontextoque leshabíadado la señoraSwidrowski sobreunode losautoresqueestabanleyendo?Quizá.Eramuyaficionadaaeso.AlomejorluegolobuscoenGoogle,pensóPete.Puedequehagaeso.Puede…Sedurmió.www.lectulandia.com-Página631978Morris, sentado en una litera de acero con la cabeza agachada, palpitándole, y lasmanos suspendidas entre las perneras del pantalón de color naranja, respiraba losefluviosemponzoñadosdelaorina,losvómitosyeldesinfectante.Suestómagoerauna bola de plomo que parecía haberse expandido hasta llenarlo todo, desde laentrepiernahastalanuezdeAdán.Losojoslelatíanenlascuencas.Labocalesabíaacontenedordebasura.Ledolíanelvientrey la cara.Tenía los senos tapados.Enalgúnlugarunavozroncaydesesperadaentonaba:—Necesitounaamantequenomevuelvalo-co,necesitounaamantequenomevuelvalo-co,necesitounaamantequenomevuelvalo-co…—¡Cállate! —exclamó alguien—. ¡Tú sí que me estás volviendo loco a mí,gilipollas!Unapausa.Luego:—¡Necesitounaamantequenomevuelvalo-co…!El plomo de su vientre se licuó y borboteó. Se descolgó de la litera, cayó derodillas (con lo que una nueva punzada le traspasó la cabeza), y colocó la bocaabiertasobreel funcional inodorodeacero.Porunmomentonosaliónada.Luego,contrayéndose todo él, expulsó algo similar a cinco litros de dentífrico amarillo.Duranteunossegundoslaintensidaddeldolorfuetalquepensóquelacabezaibaaestallarle sinmás, y durante esos segundosMorris abrigó la esperanza de que asífuera.Cualquiercosacontaldeponerfinaesedolor.Enlugardemorir,volvióavomitar.Enestaocasiónsolomediolitroenlugardecinco, pero ahora el líquido ardía. Siguieron arcadas en seco. No, no del todo enseco:gruesoshilosdemucosidad,oscilantes,pendíandesus labioscomotelarañas.Teníaquelimpiárselos.—¡Alguienloestálamentando!—exclamóunavoz.Voceríoycarcajadasenrespuestaalcomentariojocoso.Aloíresebarullo,Morristuvolasensacióndeestarencerradoenunzoológico,ysupusoqueenciertomodoloestaba, solo que este era uno de esos zoos en los que las jaulas contenían sereshumanos.Elmonodecolornaranjaquellevabapuestoerapruebadeello.¿Cómohabíallegadohastaallí?Noseacordaba,igualquenoseacordabadecómohabíaentradoenlacasaquehabía destrozado en Sugar Heights. Lo que sí recordaba era su propia casa, enSycamoreStreet.Yelcofre,porsupuesto.Losesfuerzosparaenterrarelcofre.Condinero en el bolsillo, doscientos dólares del dinero de JohnRothstein, había ido aZoney’saporunpardecervezasporque ledolía lacabezay se sentía solo.Habíahabladoconeldependiente,deesoestabacasiseguro,peronorecordabaeltemadelaconversación.¿Elbéisbol?No locreía.Él llevabaunagorrade losGroundhogs,www.lectulandia.com-Página64peroahíacababasuinterés.Despuésdeeso,apenasnada.Loúnicoqueleconstabaeraquealgosehabíatorcidogravemente.Cuandounodespiertavestidoconunmononaranja,esaeraunadeducciónfácildeextraer.Volvióarastrashastala litera,seencaramóaella,encogiólasrodillascontraelpechoyselasrodeóconlasmanos.Enlaceldahacíafrío.Empezóatiritar.Puedequepreguntaraaldependientecuálerasubarpreferido,pensó.Unoalquepudierallegarenautobús.Yfuiallí,¿ono?Fuiallíymeemborraché.Peseasaberlosefectosqueelalcoholtieneenmí.Ynoesqueterminaraunpocoalegre,no;pilléunamierdacomounpiano,talcogorzaquenimeteníaenpie.Sí, sin duda, pese a saber los efectos que tenía. Lo cual eramalo, pero no seacordabadelosdesaguisadosposteriores,yesoerapeor.Despuésdelaterceracopa(aveceslasegunda),seprecipitabaenunpozooscuroynovolvíaasalirhastaquedespertabaconresacaperosobrio.Episodiosdeamnesiaalcohólica,asílollamaban.Yesosepisodiossiempreacababan…enfin,digamosqueenjaranas.Debidoaunajarana había terminado en elCentro Penitenciario deMenores deRiverview, y sindudatambiéndebidoaesohabíaterminadoaquí.Dondequieraquefueseaquí.Lasjaranas.Lasputasjaranas.Morris confió en que hubiese sido una clásica reyerta de bar y no otroallanamientodemorada.Enotraspalabras,nounarepeticióndesuaventuraenSugarHeights. Porque no era ya ni mucho menos un adolescente, y esta vez no lomandarían al reformatorio, de eso nada. Aun así cumpliría la condena si habíacometidoeldelito.Siempreycuandoeldelitonoguardararelaciónconelasesinatodeciertogenialescritorestadounidense,esono,Dios,porfavor.Siguardabarelacióncon eso, no volvería a respirar aire libre en mucho tiempo. Quizá nunca. PorqueademásnoerasoloRothstein,¿no?Ydeprontoloasaltóunrecuerdo:elmomentoenqueCurtisRogerslepreguntósienNewHampshirehabíapenademuerte.Morris,tiritando,setendióenlaliteraypensó:Esanopuedeserlarazónporlaqueestoyaquí.Nopuedeser.¿Puede ser?Debía admitir que era posible, y no solo porque la policía pudierahaberlorelacionadoconlosmuertosdeláreadedescanso.Seveíaasímismoenunbar o un local de striptease en alguna parte, Morris Bellamy, el exestudianteuniversitariosintítuloyelsedicenteexpertoenliteraturaestadounidense,pegándolealbourbonyteniendounaexperienciaextracorporal.AlguienempiezaahablarsobreelasesinatodeJohnRothstein,elgranescritor,elgeniosolitariodeEstadosUnidos,y Morris Bellamy —como una cuba, rebosante de esa desmesurada ira quenormalmentemanteníaencerradaenunajaula,esabestianegradeojosamarillos—sevuelvehacialapersonaquehahabladoydice:Noteníamuchapintadegeniocuandolevolélacabeza.—Jamás haría una cosa así —susurró. Le dolía la cabeza más que nunca, yademáslepasabaalgoenel ladoizquierdodelacara.Leardía—.Jamásharíaunawww.lectulandia.com-Página65cosaasí.Pero¿esocómolosabía?Cuandobebía,cualquierdíapodíaconvertirseenelDíaEnQueTodoEsPosible.Labestianegra salía.En suadolescencia, labestiahabíacampado a sus anchas por aquella puta casa de Sugar Heights, dejándolaprácticamente arrasada, y cuando la policía atendió la llamada de la alarmasilenciosa, él ofreció resistenciahastaqueuno lodejó inconscientedeungolpedeporra,ycuandoloregistraron,encontraronensusbolsillosjoyasapuñados,muchasdeellassimplebisuteríaperoalgunas,dejadaspordescuidofueradelacajafuertedela señora, extremadamente valiosas, y se armó la gorda: de cabeza a Riverview,dondenosdejaráneljovenytiernoculocomounbebederodepatosyentablaremosnuevasamistadesapasionantes.Pensó: La persona que montó semejante número es perfectamente capaz dealardear,enplenaborrachera,deasesinaralcreadordeJimmyGold,ytúlosabes.Aunque también podría haber sido la poli. Si lo habían identificado y habíandifundidounavisodebuscaycaptura.Esonoeraimprobable.—¡Necesitounaamantequenomevuelvalo-co!—¡Cállate!—EstavezfueelpropioMorrisquienprotestó,eintentódecirloavozencuello,perosolosaliódesugargantaungraznidopastosoporefectodelvómito.¡Cómo le dolía la cabeza!Y la cara, no digamos. Se pasó lamano por lamejillaizquierday,comoembobado,sequedómirandolasescamasdesangresecaadheridasa lapalma.Volvió apalparseynotó los arañazos, tres comomínimo.Arañazosdeuñas, yprofundos. ¿Quépodemosdeducir de eso, alumnos?Bueno,por lo común,aunque toda regla tiene su excepción, los hombres dan puñetazos y las mujeresarañan.Lasféminasusanlasuñasporquemuyamenudolastienenlargas,muyaptasparaarañar.¿Meinsinuéaalguna,ymerechazóconlasuñas?Morris intentó recordar y no pudo. Recordó la lluvia, el poncho y las raícesiluminadas por la linterna.Recordó el pico.Medio recordó el deseo de oírmúsicarápidayestridenteylaconversaciónconeldependienteenelZoney’sGo-Mart.¿Ydespuésdeeso?Solooscuridad.Pensó:Quizáhaya sidopor el coche.El condenadoBiscayne.Quizáalguien lovio salir del área de descanso de la Estatal 92 conmanchas de sangre en el ladoderechodelapartedelantera,yquizádejéalgoenlaguantera.Algoconminombre.Pero eso le parecía poco probable. Freddy había comprado el Chevrolet a laparroquianamedioborrachadeunacerveceríadeLynn,pagandoaescoteentre lostres.Segúnconstabaenelcambiodetitularidadqueellahabíafirmado,elcompradorse llamaba Harold Fineman, que casualmente era el nombre del mejor amigo deJimmy Gold en El corredor. La mujer no había visto ni una sola vez a MorrisBellamy, que supo que le convenía quedarse al margen de ese trato en particular.Además,cuandodejóelcocheen lasgalerías,solo lefaltóescribirenelparabrisasPORFAVOR,RÓBENME.No,elBiscayneestabaahoraenunsolardeLowtownowww.lectulandia.com-Página66enundescampadojuntoallago,desguazadohastalosejes.¿Cómoheacabadoaquí,pues?Devueltaaesepunto,comounaratacorriendoenunarueda.Siunamujermemarcólacaraconlasuñas,¿laemprendíyoconella?¿Lerompíquizálamandíbula?Algoreverberótraslascortinasdesuamnesia.Sieseeraelcaso,probablementeloacusaríandeagresión,yporesopodíaacabarenWaynesville;unviajeenelgranautobúsverdecontelametálicaenlasventanillas.Waynesvilleseríaunmalasunto,peropodíacumplirunosañosdecondenaporagresiónsinoquedabamásremedio.Unaagresiónnoeraunasesinato.Porfavor,quenoseaporRothstein,pensó.Tengomuchomaterialdelecturapordelante,yestáabuenrecaudo,esperándome.Lobuenoesque,además,dispongodedineroparamantenermemientrasmededicoaeso,másveintemildólaresenbilletesdeveinteycincuentasinmarcar.Esodurarálosuyo,sivivoconmoderación.Asíqueporfavor,quenoseaporasesinato.—¡Necesitounaamantequenomevuelvalo-co!—¡Unasolavezmás,hijodeputa!—exclamóalguien—.¡Unasolavezmás,ytesacaréelculoporlaboca!Morriscerrólosojos.Aunque a mediodía se encontraba mejor, rechazó la bazofia que allí pasaba porcomida:fideosflotandoenunasalsaqueparecíasangre.Mástarde,aesodelasdos,un cuarteto de celadores recorrieron el pasillo entre las celdas. Uno llevaba unatablillasujetapapelesyenumerabanombresavozengrito.—¡Bellamy!¡Holloway!¡McGiver! ¡Riley! ¡Roosevelt! ¡Titgarden! ¡Unpasoalfrente!—Teagarden,señor;noTitgarden—corrigióelnegrocorpulentoqueocupabaelcalabozocontiguoaldeMorris.—PormícomositellamasJohnQ.Hijoputa.Siquiereshablarconelabogadodeoficio, da un paso al frente. Si no, quédate ahí sentado y acumulamás tiempo decondena.Lamediadocenadepresosnombradosdiounpasoalfrente.Eranlosúltimosquequedaban,almenosenesepasillo.Losotrosdetenidosdelanocheanterior(incluidoafortunadamente el individuo que había estado destrozando la canción de JohnMellencamp) habían sido puestos en libertad o trasladados al juzgado para lacomparecencia matutina. Eran los casos de poca monta. La comparecenciavespertina,comoMorrissabía,sereservabaparadelitosmásserios.Él,despuésdesupequeña aventura en Sugar Heights, había comparecido por la tarde. Ante la juezBukowski,unamalaputa.MorrisrezóalDiosenelquenocreíacuandolapuertadelcalabozoseabrióconun chasquido: Agresión, Dios mío, ¿vale? Solo eso, sin agravantes. Asesinato no.www.lectulandia.com-Página67Diosmío,quenoseenterendeloquepasóenNewHampshire,oenciertaáreadedescansoenelnortedelestadodeNuevaYork,¿vale?¿Conforme?—Salid,muchachos—ordenóelceladordelatablilla—.Salidyponeosdecaraala derecha. A un brazo de distancia del americano que tenéis delante de vosotros.Nadadecalzoneschinosnidemagreos.Nonosjodáis,yosdevolveremoselfavor.Bajaron en un ascensor con espacio suficiente para un pequeño rebaño de vacas,siguieronporotropasilloydespués—asaberporqué,habidacuentadequecalzabansandaliasy losmonosno teníanbolsillos—pasaronporundetectordemetales.Alotroladohabíaunasaladevisitas,conochocubículosseparadosportabiquescomolosdelasbibliotecas.ElceladordelatablillamandóaMorrisalnúmerotres.Morrissesentóanteelabogadodeoficio, situado trasuna láminadeplexiglásquehabíanensuciadoamenudoylimpiadomuyraravez.Elhombreenelladodelalibertaderaun friki con el pelomal cortado y un problema de caspa. Tenía irritada la piel entornoaunodelosorificiosnasalesacausadeuncatarroysosteníaenelregazounmaletíngastado.Aparentabadiecinueveañoscumplidos.Estoesloquerecibo,pensóMorris.Diossanto,estoesloquerecibo.El abogado señaló el teléfono instalado en el tabique del cubículo deMorris yabrióelmaletín.Deesteextrajounasolahojayelinevitableblocamarillodepapelpautadopropiodesuprofesión.Encuantocolocólounoylootroenlarepisaanteél,dejóelmaletínenelsueloydescolgóelauriculardesupropioteléfono.Nohablóconlavozagudayvacilantedetenorquecabíaesperarenunadolescente,sinoconunavozdebarítonoroncayaplomada,enaparienciademasiadograndeparaaquelpechoestrechoagazapadodetrásdeltrapomoradoquellevabaporcorbata.—Estáustedconlamierdahastaelcuello,señor…—Echóunaojeadaalahojaextendidasobreelbloc—.Bellamy.Debeprepararseparaunalarguísimaestanciaenlaprisiónestatal,creo.Amenosquetengaalgoconquenegociar,claro.Morrispensó:Serefiereautilizarloscuadernosenlanegociación.Lesubióporlosbrazosunasensacióndefrialdad,comolaspisadasdeunashadasmalévolas. Si estaba allí por Rothstein, estaba allí por Curtis y Freddy. Esosignificaba cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Jamás tendríaocasiónderecuperarelcofre,jamásaveriguaríaeldestinofinaldeJimmyGold.—Hable—dijoelabogado,comosisedirigieraaunperro.—Dígameantesconquiénhablo.—ElmerCafferty,temporalmenteasuservicio.Vaacomparecerdentrode…—Consultósureloj,unTimexmásbaratoaúnquesutraje—.Treintaminutos.LajuezBukowskiesmuypuntual.Morrissintióenlacabezaunapunzadadedolorquenoteníanadaqueverconlaresaca.—¡No!¡Esano!¡Nopuedeser!¡Esabrujaesmásviejaquelasarna!www.lectulandia.com-Página68Caffertysonrió.—DeduzcoquehatenidoyatratosconlaGranBukowski.—Consulte el expediente —dijo Morris con visible desaliento. Aunqueprobablemente esonoconstaba.El asuntodeSugarHeights estababajoprotecciónjurídica,comolehabíadichoaAndy.ElputoAndyHalliday,pensó.Estoesmásculpadeélquemía.—Marica.Caffertyfruncióelentrecejo.—¿Quéhadicho?—Nada.Siga.—El expediente del que yo dispongo se reduce al informe de la detención deanoche.Elladopositivoesque,cuandollegueajuicio,sudestinoestaráenmanosdeotro juez.Más positivo aún, al menos paramí, si pensamos que para entonces lorepresentaráotrapersona.Mimujeryyonos trasladamosaDenver, yusted, señorBellamy,serásolounrecuerdo.AMorristantoseledabasiseibaaDenveroalinfierno.—Dígamedequésemeacusa.—¿Noseacuerda?—Tengoamnesia.—¿Enserio?—Puessí—contestóMorris.Quizápudierautilizarloscuadernosenlanegociación,peroledolíalasolaideade planteárselo. Además, aun si hacía el ofrecimiento—o si lo hacía Cafferty—,¿comprendería el fiscal la importancia de lo que esos cuadernos contenían? Noresultaba muy probable. Los abogados no eran eruditos. Para un fiscal, la granliteraturaeraprobablementeErleStanleyGardner.Auncuandoloscuadernos—todosaquellos preciosos Moleskine— tuvieran algún valor para el representante delministeriopúblico,¿quéganaríaél,Morris,porentregarlos?¿Unacadenaperpetuaenlugardetres?Vayaganga.«Nopuedo,pornadadelmundo.Noloharé».AndyHalliday bien podía ser unmarica y ponerseEnglishLeather, pero no lefaltaba razón en cuanto al verdadero móvil deMorris. Curtis y Freddy se habíanmetidoenelasuntoporeldinero;cuandoMorrislesaseguróqueelviejopodíahaberacumuladocienmilcomomínimo,lecreyeron.EncuantoalostextosdeRothstein…bueno,paraaquellosdostaradoselvalordelaobradeRothsteindesde1960erasolouna nebulosa posibilidad, como unamina de oro perdida. Era aMorris a quien leinteresaban los textos.Si las circunstancias sehubiesendesarrolladodeotromodo,habríapropuestoaCurtisyFreddyuncambio,cederlessupartedeldineroyquedarseíntegramentelapalabraescrita,ynolecabíadudadequeelloshabríanaceptado.Siahora entregaba los cuadernos —y más teniendo en cuenta que contenían lacontinuacióndelasagadeJimmyGold—,todohabríasidoenvano.www.lectulandia.com-Página69Cafferty golpeteó el plexiglás con el auricular y luego se lo acercó otra vez aloído.—CaffertyllamandoaBellamy,CaffertyllamandoaBellamy;conteste,Bellamy.—Perdone.Estabapensando.—Yaesunpocotardeparaeso,¿noleparece?Procureprestarmeatención,siestan amable. En la comparecencia se le leerán tres cargos. Mi consejo, si decideaceptarlo, es que se declare inocente de cada uno de los cargos sucesivamente.Después,cuandovayaajuicio,puedepasaradeclararseculpablesirepresentaalgunaventajaparausted.Niseplanteelalibertadbajofianza,porqueBukowskinoesquevayaareírse;esquesecarcajearácomolaBrujaHazel.Morris pensó: Esta es una de esas ocasiones en que se cumplen los peorestemores.Rothstein,DowyRogers.Trescargosporasesinatoenprimergrado.—¿SeñorBellamy?Eltiempovuela,ysemeestáagotandolapaciencia.Morris,flaqueando,bajóelauricularpero,nosinesfuerzo,seobligóaacercárselodenuevo.Yatododabaigual,yaunasíeseabogadoderostroingenuoconunvagoparecido a Richie Cunningham y extraña voz de barítono demediana edad seguíavertiendopalabrasensuoído,queenalgúnmomentoempezaronatenersentido.—Irándemenosamás,señorBellamy,enfuncióndelagravedad.Cargonúmerouno: resistirse a la detención. A efectos de la primera comparecencia, se declarainocente.Cargonúmerodos:agresiónconagravantes,ynosoloalamujer;tambiénlesacudiódeplenoaunpolicía,elprimeroenllegarallugardelhecho,antesdequeloesposara.Sedeclarainocente.Cargonúmerotres:violaciónconagravantes.Puedequedespuésañadanintentodeasesinato,perodemomentoessoloviolación…siesquepuededecirse«solo»cuandohablamosdeviolación.Sedeclara…—Unmomento—atajóMorris.Se tocó losarañazosde lacara,y loque sintiófue…esperanza—.¿Violéaalguien?—En efecto —respondió Cafferty, aparentemente complacido. Tal vez porquedabalaimpresióndequesuclienteporfinloseguía—.CuandolaseñoritaCoraAnnHooper…—Sacóunahojadesumaletínylaconsultó—.Ocurriópocodespuésdesalirelladelacafeteríadondetrabajadecamarera.SedirigíaalaparadadeautobúsdeLowerMarlborough.Sostienequeustedseabalanzósobreellaylallevóarastrashasta un callejón contiguo a la tabernaShooter’s, donde había pasadovarias horaslibandoJackDaniels,antesdequelepidieranquesemarcharapordarleunapatadaalagramola.LaseñoritaHooperllevabaundispositivodealarmaapilasenelbolsoyconsiguió activarlo. Además, le arañó en la cara. Usted le rompió la nariz, lainmovilizó,lamedioestrangulóyprocedióadesenfundarlaestilográficaeinsertarla.CuandoelagentePhilipEllentonloapartódeella,nohabíaustedplasmadoaúnsufirma.—Violación.¿Porquéibayo…?Unapreguntaestúpida.¿PorquésehabíapasadotreshorasdestrozandoaquellacasaenSugarHeights,tomándosesolounbrevedescansoparamearseenlaalfombrawww.lectulandia.com-Página70deAubusson?—Notengoniidea—contestóCafferty—.Laviolaciónesalgoajenoamiformadevida.Y a la mía, pensó Morris. Normalmente. Pero bebí Jack y me abandoné a lajarana.—¿Cuántotiempomeecharán?—Elfiscalpedirácadenaperpetua.Sisedeclaraculpableeneljuicioyapelaalaclemenciadeltribunal,puedequesololecaiganveinticincoaños.En el juicio, Morris se declaró culpable. Dijo que se arrepentía de sus actos. Loatribuyótodoalabebida.Apelóalaclemenciadeltribunal.Ylecayócadenaperpetua.www.lectulandia.com-Página712013-2014Cuandocursabasegundoenelinstituto,PeteSaubershabíadecididoyasusiguientepasoenlavida:unabuenauniversidaddeNuevaInglaterradondefuesendelamano,nodevociónyaseopersonal,sinodevociónyliteratura.Empezóainvestigaratravésde internet y a reunir folletos. Las candidatas más probables parecían Emerson oBritishColumbia, pero quizáBrown estuviera también a su alcance. Sus padres leaconsejaron que no se hiciera demasiadas ilusiones, pero a ese respecto Petediscrepaba. Consideraba que si uno no concebía esperanzas y ambiciones en laadolescencia,teníaunfuturomuycrudopordelante.En cuanto al proyecto de estudiar literatura, no le cabía la menor duda.SeguramenteesosedebíaenparteaJohnRothsteinylasnovelasdeJimmyGold;porloquePetesabía,éleralaúnicapersonaenelmundoquehabíaleídolasdosúltimas,ylehabíancambiadolavida.HowardRicker,suprofesordeLiteraturaensegundo,tambiénlehabíacambiadolavida,peseaquemuchoschicosseburlabandeél,apodándoloRickyelHippy,porlas camisas floreadas y los pantalones de pata de elefante que lucía. (La novia dePete,GloriaMoore, lollamaba«PastorRicky»,porqueteníalacostumbredeagitarlasmanosporencimadelacabezacuandoseexaltaba).Aunasí,casinadiefaltabaalas clases del señor Ricker. Entretenía, rebosaba entusiasmo y —a diferencia demuchosdelosprofesores—parecíasentirsincerasimpatíaporlosalumnos,aquienesllamaba«mis jóvenesdamasycaballeros».Alzaban lavistaal techo,horrorizados,ante su atuendo retro y su risa estridente… pero el atuendo le confería ciertaestrafalariadistincióny la risaestridenteera,dentrodesurareza, tanamigablequeresultabacontagiosa.EnLiteraturadesegundo,elprimerdíadecurso,elseñorRickerllegócomounsoplodeairefresco,lesdiolabienvenidayacontinuaciónescribióalgoenlapizarraquePeteSaubersnuncaolvidaría:¡Estoesunaestupidez!—Aver,damasycaballeros,¿quéconclusiónsacáisdeesto?—preguntó—.¿Quédemoniospuedesignificar?Laclasesequedóensilencio.—Oslodiréyo,pues.Escasualmentelacríticamáshabitualentrelasdamasyloscaballeros jóvenes como vosotros, condenados a un curso que empieza confragmentosdeBeowulfyacabaconRaymondCarver.Entre losprofesores,avecesllamamosaestoscursosdeintroduccióngeneralesAGEVG:AlGalopeEntreViejaswww.lectulandia.com-Página72Glorias.Muyanimado,soltósuestridenterisa,acompañadadeunrevoloteodemanosalaalturadeloshombros.Lamayoríadeloschicosserierontambién,Peteentreellos.—¿VeredictodelaclasesobreUnamodestaproposicióndeJonathanSwift?¡Estoesuna estupidez! ¿«El jovenGoodmanBrown»deNathanielHawthorne? ¡Esto esuna estupidez! ¿«Reparar el muro» de Robert Frost? ¡Esto es una estupidezaceptable!¿ElobligadofragmentodeMobyDick?¡Estoesunaestupidezextrema!Másrisas.NingunodeelloshabíaleídoMobyDick,perotodossabíanqueeraunlibrodifícilytedioso;enotraspalabras,unaestupidez.—¡Yaveces!—exclamóelseñorRicker,alzandoundedoyseñalandoenactitudteatrallaspalabrasescritasenlapizarra—.Aveces,misjóvenesdamasycaballeros,esacríticanovadesencaminada.Meplantoaquíantevosotrosy,enmiimpotencia,loreconozco.Estoyobligadoaincluirenmiscursosciertasantiguallasquepreferiríano incluir. Veo la pérdida de entusiasmo en vuestros ojos, y mi alma gime. ¡Sí!¡Gime!Peroyosigoenlabrecha,porqueséquegranpartedeloqueenseñonoesunaestupidez.Inclusoalgunasdelasantiguallasconlasqueconsideráisqueniahoraninuncatendréisafinidadalgunaposeenprofundasresonanciasquealfinalsaldránalaluz.¿Osdigocómosedistinguelonoestúpidodelosíestúpido?¿Osreveloesegransecreto?Puestoqueaúnnosquedancuarentaminutosdeclaseytodavíanohaygranoquemoler enelmolinodenuestros intelectos combinados, creoque síos lodiré.Inclinándose,apoyólasmanosenlamesa,ysucorbataoscilócomounpéndulo.Pete tuvo lasensacióndequeel señorRicker lomirabadirectamenteaél,comosiconociera—oalmenosintuyera—elcolosalsecretoquePeteguardababajounapilademantaseneldesvándesucasa.Algomuchomásimportantequeeldinero.—Enalgúnmomentodeestecurso,quizáinclusoestamismanoche,leeréisalgodifícil,algoquesoloentenderéisparcialmente,yvuestroveredictoseráesto es unaestupidez. ¿Os lo rebatiré cuando expongáis esa opinión en clase al día siguiente?¿Porquéibayoahaceralgotaninútil?Mitiempoconvosotrosesbreve,solotreintaycuatrosemanasdeclases,ynolomalgastaréendiscusionessobrelosméritosdetalrelato o tal poema. ¿Por qué molestarme si al fin y al cabo esas opiniones sonsubjetivas,ynopuedealcanzarsejamásunaresoluciónfinal?Algunos de los alumnos —Gloria entre ellos— ahora parecían desorientados;Pete,encambio,entendíadequéhablabaexactamenteelseñorRicker,aliasRickyelHippy, porquedesdeque inició la lecturade los cuadernos,había leídodocenasdeensayoscríticossobreJohnRothstein.EnmuchosseconsiderabaaRothsteinunodelos grandes autores estadounidenses del siglo XX, a la altura de Fitzgerald,Hemingway,FaulkneryRoth.Enotros—unaminoría,peroestridente—seafirmabaque su obra eramediocre y vacía. Pete había leído un artículo en Salon donde elcríticollamabaaRothstein«reydelasastracanadasysantopatróndelosnecios».—Eltiempoeslarespuesta—dijoelseñorRickeraquelprimerdíadelsegundowww.lectulandia.com-Página73cursodePeteenelinstituto.Sepaseabadearribaabajo,acompañadodelsusurrodesusanticuadospantalonesdepatadeelefante,intercalandoalgúnqueotroaspaviento—.¡Sí!Eltiempoeslacribaqueseparasinpiedadlonoestúpidodelosíestúpido.Es un proceso darwiniano natural. Es la razón por la que las novelas de GrahamGreene se encuentran en cualquier buena librería, y las novelas de SomersetMaughamno;estasnovelastodavíaexisten,porsupuesto,perohayqueencargarlas,yunosololasencargarásiconocesuexistencia.Lamayoríadeloslectoresmodernosnolaconocen.QuelevantenlamanoquienesconozcansiquieradeoídasaSomersetMaugham.Yoslodeletrearé.Nadielevantólamano.ElseñorRickerasintióconlacabeza.Muylúgubremente,leparecióaPete.—El tiempo ha dispuesto que el señor Greene es no estúpido y que el señorMaugham, por el contrario, es…bueno, no exactamente estúpido pero sí digno deolvido. Escribió unas cuantas novelas excelentes, en mi opinión… La luna y seispeniques es extraordinaria, mis jóvenes damas y caballeros, extraordinaria… ytambiénescribiómuchos relatosmagníficos,perovuestro librode textono incluyeninguno.»¿Debo llorar por eso? ¿Debo enfurecermey alzar los puñosy declarar que esinjusto?No.Noloharé.Esacribaesunprocesonatural.Avosotrosospasará,misjóvenesdamasycaballeros,aunquecuandoocurrayoyaseréunaimagenenvuestroretrovisor. ¿Queréis que os diga cómo ocurre? Leeréis algo… quizá “Dulce etDecorumEst”deWilfredOwen.¿Utilizamosesocomoejemplo?¿Porquéno?De pronto el señor Ricker adoptó una voz más profunda, y Pete sintió unescalofríoenlaespaldaytensiónenlagarganta.—«Como viejosmendigos ocultos bajo sacos—recitó—, tropezando, tosiendocomo ancianos, cruzamos por el lodo…» y demás. Etcétera, etcétera. Algunos devosotros diréis:Esto es una estupidez. ¿Incumpliré mi promesa de no rebatíroslo,peseaqueconsideroquelosversosdelseñorOwensonlamejorpoesíasurgidadelaPrimeraGuerraMundial? ¡No! Esta es solomi opinión, ¿entendéis? ¿Y en qué separeceunaopiniónaunculo?Enquetodoelmundotieneelsuyo.Anteesto,todosprorrumpieronenrisas,damasycaballerosporigual.ElseñorRickerseirguió.—Puedequeos impongaalgúncastigosialborotáisenclase…exigirdisciplinanome representa elmenor problema…pero siempre respetaré vuestra opinión. ¡Yaunasí!¡Yaunasí!Levantóeldedo.—¡Eltiempopasará!Tempusfugit!EsposiblequeelpoemadeOwenseborredevuestramemoria,yesaserálapruebadequeelveredictodesíestúpidoeraacertado.Al menos para vosotros. Pero en algunos casos esos versos reaparecerán. Yreaparecerán.Yreaparecerán.Cadavezqueesopase,comoconsecuenciadevuestrocontinuadoprocesodemaduración, ahondaréis en las resonanciasdelpoema.Cadawww.lectulandia.com-Página74vez que este asome furtivamente a vuestra conciencia, os parecerá un pocomenosestúpido y un poco más vital. Un poco más importante. Hasta resplandecer, misjóvenesdamasycaballeros.Hastaresplandecer.Asíterminamiperoratainaugural,yospidoquepaséisalapáginadieciséisdeeseexcelentelibrodeLenguayLiteratura.UnodelosrelatosqueasignóelseñorRickereseañocomotareafue«Elcaballitodemadera»deD.H.Lawrence,ymuchosdelosjóvenesdamasycaballerosdelseñorRicker (incluidaGloriaMoore, de quienPete empezaba a cansarse, a pesar de susmagníficospechos)loconsideraron,enefecto,unaestupidez.NoasíPete,debidoengranparte a que, por las circunstancias de la vida, habíamaduradomuchopara suedad.Cuando2013diopaso a2014—el añodel famosovórticepolar, cuando lascalderas de toda la zona norte delMedio Oeste tuvieron que funcionar a máximapotencia, quemando dinero a todo tren—, ese relato reapareció en su conciencia amenudo,ysusresonanciasfueroncadavezmásprofundas.Yrecurrentes.Lafamiliadelcuentoparecíatenerlotodo,peronoeraasí;nuncahabíabastante,y el héroe, unniño llamadoPaul, siempreoía susurrar a la casa: «¡Hace faltamásdinero! ¡Hace falta más dinero!». Pete Saubers supuso que algunos chicosconsideraban eso una estupidez. Eran los afortunados que nunca se habían vistoobligadosaoírriñasnocturnasenelmomentodedecidirquéfacturaspagar.Oporelpreciodeltabaco.ElniñoprotagonistadelrelatodeLawrencedescubrióunamanerasobrenaturaldeobtenerdinero:viajandoa lomosdesucaballodemaderahastael lugar imaginariodondeestabalasuerte,Pauladivinabalosganadoresdelascarrerasdecaballosenelmundoreal.Ganómildólares,ylacasasiguiósusurrando:«¡Hacefaltamásdinero!».Tras realizar un último viaje épico en el caballito de madera—y obtener unaúltima gran suma de dinero—, Paul murió repentinamente de una hemorragiacerebraloalgoasí.Petenisiquieratuvoundolordecabezadespuésdeencontrarelcofreenterrado,peroeseseguíasiendosucaballitodemadera,¿ono?Sí.Sucaballitode madera particular. Pero en 2013, el año que Pete conoció al señor Ricker, elcaballitodemaderaaminorabalamarcha.Eldinerodelcofrecasisehabíaacabado.Esedinerohabíaayudadoasuspadresasuperarunaetapaespinosaytemibleenqueacasosumatrimoniohabríaentradoencrisisysehabríaidoapique;esoPetelosabía,yniunasolavezlamentóhaberdesempeñadoelpapeldeángeldelaguarda.El dinero del cofre había formado un puente sobre aguas turbulentas, como decíaaquellaviejacanción,yen laotraorilla lascosaseranmejores,muchomejores.Lapeorpartedelarecesiónhabíaquedadoatrás.Sumadrevolvíaadarclasesajornadacompleta y ganaba tresmil dólaresmás al año que antes. Su padre tenía ahora unpequeño negocio, no en la venta inmobiliaria exactamente, sino en algo conocidocomo«investigacionesinmobiliarias».Susclienteseranvariasagenciasdelaciudad.Petenoentendíadeltodocómofuncionaba,perosísabíaqueingresabaalgúndinero,www.lectulandia.com-Página75ypodíaingresarmásenelfuturo,silatendenciadelmercadoinmobiliarioseguíaalalza.Además,actuabacomoagentedeunoscuantos inmueblesporsucuenta.Y lomejordetodo:noconsumíafármacosycaminabasindificultad.Lasmuletasllevabanmásdeunañoenelarmario,ysoloutilizabaelbastónlosdíasquellovíaonevabacuandoledolíanloshuesosylasarticulaciones.Todoibabien.Estupendamente,dehecho.Yaunasí,comoelseñorRickerdecíaalmenosunavezencadaclase.¡Yaunasí!HabíaquepensarenTina:eseeraunyaunasíenorme.Muchasdesusamigasdelantiguo vecindario del Lado Oeste, incluida Barbara Robinson, a quien Tinaidolatraba,sematricularíanenChapelRidge,uncolegiopreuniversitarioprivadoconun excelente historial en lo tocante a enviar alumnos a buenas universidades. SumadrehabíadichoaTinaquenoveíacomoellaysupadreibanapoderpermitirsemandarlaallídirectamentedespuésdelaenseñanzasecundaria.Quizápudieracursarallíelsegundoaño,silaeconomíadelafamiliaseguíamejorando.—Peropara entonces ya no conoceré anadie—había dichoTina, echándose allorar.—ConocerásaBarbaraRobinson—dijosumadre,yPete(escuchandodesde lahabitacióncontigua)adivinóporsutonodevozquetambiénellaestabaalbordedelllanto—.YaHildayBetsy.PeroTeenseraunpocomenorqueesaschicas,yPetesabíaqueenrealidadsoloBarbs había sido verdadera amiga de su hermana en los tiempos del Lado Oeste.HildaCarveryBetsyDeWittprobablementenisiquieraseacordabandeella.ComotampocoseacordaríaBarbara,pasadounañoodosmás.Por lovisto,sumadrenorecordabaloimportantequeeraelinstituto,ylodeprisaqueunoseolvidabadelosamigosdelainfanciaencuantollegabaallí.LarespuestadeTinaresumióesospensamientosconadmirableconcisión.—Sí,peroellasnomeconoceránamí.—Tina…—¡Tienesesedinero!—exclamóTina—.¡Esedineromisteriosoquellegatodoslosmeses!¿PorquénopuedoyodisponerdeunpocoparaChapelRidge?—Porqueaúnestamosrecuperándonosdelosmalostiempos,cielo.Anteesto,Tinanopudodecirnada,porqueeraverdad.LosplanesuniversitariosdePeteeranotrosyaunasí.Sabíaqueparaalgunosdesusamigos, talvez lamayoría, lacarreraparecíaalgo tan lejanocomolosplanetasexterioresdelsistemasolar.Perosiqueríaestudiarenunabuenauniversidad(Brown,susurraba sumente,Literatura en Brown), tenía que presentar las solicitudes muypronto, en el primer semestre del último curso. Las propias solicitudes costabandinero,aligualquelasclasesdeveranoquenecesitaríaparamejorarsiqueríasacaralmenos una puntuación de 670 en el apartado de Matemáticas de las pruebas deacceso. Tenía un trabajo a tiempo parcial en la biblioteca de Garner Street, perotreintaycincodólaressemanalesnodabanparamucho.www.lectulandia.com-Página76Elnegociodesupadrehabíacrecidohastaelpuntodequeconveníayaabrirundespachoenunazonacéntrica:eseeraelyaunasínúmerotres.Bastaríaunaoficinadealquilermódicoenlasplantassuperioresdealgúnedificio,yestablecersecercadelajetreoreportaríaganancias,peroesoimplicabaunainversiónprevia,yPetesabía—aunque nadie lo expresaba en voz alta— que su padre contaba con el dineromisteriosoparasuperarlaetapacrítica.Alfinal, todoshabíanacabadodependiendodeldineromisterioso,ysoloPetesabíaquedejaríadellegarantesdefinalesde2013.Ysí,vale,Petehabíagastadounpocoparasímismo.Nounagrancantidad—esohabríadespertadosospechas—,perosícienporaquí,cienporallá.Unaamericanayunpardemocasinesparaunviajecon laclaseaWashington.UnoscuantosCD.Ylibros.Desde la lecturade loscuadernosysufascinaciónconJohnRothsteinhabíadesarrollado verdadera pasión por los libros.Continuó con los coetáneos judíos deRothstein,comoPhilipRoth,SaulBelloweIrwinShaw(ensuopinión,Elbailedelos malditos era una pasada, y no se explicaba por qué no se lo consideraba unclásico), y a partir de ahí fue ampliando el abanico. Siempre compraba libros debolsillo,peroinclusoesoscostabandoceoquincedólareselejemplar,amenosqueunolosencontraradesegundamano.En «El caballito de madera» veía resonancias, eso sin duda, resonancias a logrande, porquePete oía susurrar a supropia casa:Hace faltamásdinero… ymuyprontohabríamenos.Peronoeradineroloúnicoqueconteníaelcofre,¿verdadqueno?Eseeraotroyaunasí, enelquePeteSauberspensabacadavezmásconformetranscurríaeltiempo.ParasutrabajodeinvestigacióndefindecursoenAlGalopeEntreViejasGloriasdel señor Ricker, Pete elaboró un análisis de dieciséis páginas sobre la trilogía deJimmy Gold, incluyendo citas textuales de diversas reseñas y material de algunasentrevistas que Rothstein había concedido antes de retirarse a su granja de NewHampshireynovolver adar señalesdevida.Terminó conun comentario sobre lavisitadeRothsteina loscamposde lamuertealemanescomoperiodistaalserviciodelNew YorkHerald, cuatro años antes de publicar el primer libro de la serie deJimmyGold.«Creo que ese fue el acontecimiento más importante en la vida del señorRothstein—escribióPete—.Sindudaelacontecimientomás importanteensuvidacomoautor.LabúsquedadesentidoenqueseembarcaJimmysiemprevuelvea loqueelseñorRothsteinvioenaquelloscampos,yesporesoporloqueJimmy,cuandointentallevarlavidadeunciudadanoestadounidensenormalycorriente,siempresesiente vacío. Para mí, eso queda patente con especial claridad cuando lanza uncenicero contra la pantalla del televisor enEl corredor afloja lamarcha. Lo hacedurantelaemisióndeuninformativoespecialdelaCBSsobreelHolocausto».www.lectulandia.com-Página77Cuandoel señorRicker lesdevolvió los trabajos,Petevioun10en laportada,queeraunafotoescaneadadeRothsteinensujuventud,sentadoenSardi’sconErnestHemingway.Debajodel10,elseñorRickerhabíaescrito:Venavermedespuésdeclase.Cuandolosotroschicossemarcharon,elseñorRickermiróaPetetanfijamentequeéltemióporunmomentoquesuprofesorpreferidofueraaacusarlodeplagio.Alfinal,elseñorRickersonrió.—Ese es elmejor trabajo que he leído enmis veintiocho años en la docencia.Porqueeselquedenotamásseguridadymayorprofundidaddesentimiento.Peteseruborizódesatisfacción.—Gracias.Enserio.Muchasgracias.—Peropondríaendudalaconclusión—dijoelseñorRicker,retrepándoseenlasilla y entrelazando losdedosdetrás de la nuca—.Ladescripciónde Jimmycomo«noblehéroeamericano,comparableaHuckFinn»sevieneabajoenelvolumenfinaldelatrilogía.Sí,lanzauncenicerocontralapantalladeltelevisor,peroesenoesunactoheroico.EllogodelaCBSesunojo,comosabes,ylaaccióndeJimmyesunaforma ritual de cegar su propio ojo interior, el que ve la verdad. Eso no es unainterpretaciónmía;esunacitacasiliteraldeunartículotitulado«Elcorredorvuelvela espalda», del que es autor John Crowe Ransom. Leslie Fiedler sostiene más omenoslomismoenAmorymuerteenlanovelaestadounidense.—Pero…—Nopretendoecharportierratuteoría,Pete;solodigoquedebesatenertealaspruebasque te ofrece cualquier libro te llevenadonde te lleven, y eso implica noomitir circunstancias cruciales contrarias a tu tesis. ¿Qué hace Jimmy después delanzar el cenicero contra el televisor, y después de pronunciar su mujer su fraseantológica:«Seráscabrón,¿yahoracómovanaverlosniñosaMickeyMouse?»?—Saleycompraotrotelevisor,pero…—No cualquier televisor, sino el primer televisor en color de lamanzana. ¿Yluego?—Crea una campaña publicitaria de gran éxito para el detergente de usodomésticoDuzzy-Doo.Pero…ElseñorRickerenarcólascejasenesperadelpero.¿YcómopodíacontarlePeteque Jimmy, pasado un año, entra furtivamente en la agencia de publicidad a altashorasdelanocheconcerillasyunalatadequeroseno?¿QueRothsteinauguratodaslasmanifestacionescontraVietnamyenfavordelosderechoscivilesconlaescenaenqueJimmyprovocaunincendioqueprácticamentedestruyeeledificioconocidocomo«TemplodelaPublicidad»?¿QueJimmyabandonaNuevaYorkenautostopsinvolverlavistaatrás,dejandoallíasufamiliayemprendiendoviajehaciaotrastierras,aligualqueHuckyJim?Nopodíadecirnadadeeso,porqueeraelargumentodeElcorredorsevaaloeste,unanovelaqueexistíasoloendiecisietecuadernosescritosconapretada letra, cuadernosquehabíanpermanecidoenterrados enunviejo cofrewww.lectulandia.com-Página78durantemásdetreintaaños.—Adelante con tus peros—dijo el señorRicker con ecuanimidad—.Nadamecomplacemásqueunabuenadiscusiónsobrelibrosconalguiencapazdemantenersefirmeensurazonamiento. Imaginoqueyahasperdidoelautobús,peroconmuchogustotellevaréacasaencoche.—Tamborileóconlosdedosenlaportadadeltrabajode Pete, la foto de Johnny R. y Ernie H., esos dos titanes de la literaturaestadounidense,alzandoenormesvasosdemartinienunbrindis—.Almargendeesaconclusiónsinfundamento,queatribuyoaunconmovedordeseodeverlaluzalfinalde una última novela lúgubre en extremo, este es un trabajo extraordinario.Sencillamenteextraordinario.Asíquevamos,adelantecontusperos.—Pero…nada,supongo—contestóPete—.Puedequetengaustedrazón.Solo que el señor Ricker no la tenía. Si alguna duda quedaba al final de Elcorredor se va al oeste sobre la incapacidad de Jimmy Gold para venderse, sedisipabaporcompletoen lanovelafinalymás largade laserie:Elcorredor iza labandera.EstaeraelmejorlibroquePetehabíaleídojamás.Tambiénelmástriste.—EntutrabajonoabordaslamuertedeRothstein.—No.—¿Puedopreguntarteporqué?—Porquenoteníarelaciónconeltema,supongo.Yeltrabajosehabríaalargadomucho. Además… bueno… fue decepcionante que muriera así, asesinado de unamaneraabsurdaporunosladronesqueentraronensucasa.—Nodeberíahaberguardadodineroenefectivoenlacasa—dijoelseñorRickerafablemente—,pero lohizo,ymuchagente losabía.No lo juzguescondemasiadaseveridad por eso.Muchos escritores han sido estúpidos y poco previsores con eldinero.CharlesDickensacabómanteniendoaunafamiliadeholgazanes,incluidosupropio padre. Samuel Clemens quedó casi en la quiebra a causa de malastransaccionesinmobiliarias.ArthurConanDoyleperdiómilesdedólaresconfalsosmédiumsygastóotrosmuchosmilesen fotos falsasdehadas.AlmenosRothsteinhabíaterminadoyasugranobra.Anoserquecreas,comoalgunos…Peteconsultósureloj.—Mmm,¿señorRicker?Simedoyprisa,aúnpuedocogerelautobús.ElseñorRickerejecutósupeculiarrevoloteodemanos.—Ve, ve, no faltaba más. Solo quería darte las gracias por un trabajo tanexcelente…yofrecerteunaamistosaadvertencia:cuandoteplanteesestascuestioneselañoqueviene…yenlauniversidad…nopermitasquetubondadnaturalempañetuojocrítico.Elojocríticosiempredebepermanecerfríoyclaro.—Nolopermitiré—contestóPete,ysalióapresuradamente.NadamáslejosdesusdeseosquehablarconelseñorRickerdelaposibilidaddeque los ladrones que habían quitado la vida a John Rothstein hubiesen robado unmontóndemanuscritos inéditosademásdedinero,y talvez loshubiesendestruidotras decidir que carecían de valor.Una o dos vecesPete había barajado la idea dewww.lectulandia.com-Página79entregar los cuadernos a la policía, pese a que entonces sus padres casi con todaseguridadaveriguaríandedóndeprocedíaeldineromisterioso.Loscuadernoseran,alfinyalcabo,lapruebadeundelito,asícomountesoroliterario.Peroeraundelitoantiguo,historiaantigua.Mejordejarlocorrer.¿Ono?Elautobúsyasehabíamarchado,naturalmente,yesoimplicabaunacaminatademásde tres kilómetros hasta casa. A Pete no le importó. Estaba aún radiante tras loselogios del señor Ricker, y tenía mucho en que pensar. En la obra inédita deRothstein,sobretodo.Losrelatoserandesiguales,consideraba;solounoscuantosleparecían verdaderamente buenos, y los poemas que había intentado escribir, en lahumildeopinióndePete,dejabanmuchoquedesear.PeroesasdosúltimasnovelasdeJimmyGolderan…enfin,oropuro.Ajuzgarporlaspruebasdispersasenellas,Petededucíaquelaúltima,dondeJimmyizaunabanderaenllamasenunaconcentraciónporlapazenWashington,sehabíaacabadodeescribiralrededorde1973,porquealfinal de la historia Nixon era aún presidente. Para Pete resultaba inexplicable queRothsteinnohubiesepublicado losúltimos librosde la serieGold (ademásdeotranovela,estasobrelaguerradeSecesión).¡Eranbuenísimos!PetesolobajabadeldesvánunMoleskinecadavez,ycuandohabíaencasaotrosmiembrosdelafamilia,loleíaconlapuertacerradayeloídoatentoporsialguiensepresentabaensuhabitacióndeimproviso.Siempredejabaotrolibroamano,ysioíaacercarsepasos,escondíaelcuadernobajoelcolchónycogíaellibrodereserva.SololosorprendióunavezTina,queteníalareprobablecostumbredepasearsedescalza.—¿Quéeseso?—lehabíapreguntadodesdelapuerta.—Nada. No te metas donde no te llaman—había contestado él a la vez quecolocabaelcuadernobajo laalmohada—.Ycomose lodigasamamáoapapá, tevasaenterar,asíquecuidadito.—¿Esporno?—¡No!—Aunque el señor Rothstein escribía algunas escenasmuy subidas detono, para ser tan viejo como era. Por ejemplo, la de Jimmy con aquellas doshippies…—¿Yentoncesporquénoquieresquelovea?—Porqueesunacosaprivada.ATinaseleiluminaronlosojos.—¿Estuyo?¿Estásescribiendounlibro?—Puedeser.¿Yqué,siloestoyescribiendo?—¡Quéguay!¿Dequétrata?—DeBugsdándolealsexoenlaluna.Ellaserio.—¿Nodecíasquenoeraporno?¿Podréleerlocuandolotermines?www.lectulandia.com-Página80—Yaveremos.Túnotevayasdelalengua,¿vale?Ella había accedido, y justo era reconocer queTeens casi nunca incumplía unapromesa.Deesohacíadosaños,yPeteestaba segurodeque suhermanayano seacordaba.BillyWebberseacercóconunarelucientebicicletadediezmarchas.—¡Eh, Saubers! —Como casi todo el mundo (a excepción del señor Ricker),Billypronunciabasuapellido«Sobbers»enlugarde«Sou-bers»,peroquémásdaba.Eraunapellidochungosedijeracomosedijese—.¿Quévasahaceresteverano?—TrabajarenlabibliotecadeGarnerStreet.—¿Todavía?—Losheconvencidoparatrabajarveintehorassemanales.—¡Joder,tío,eresmuyjovenparaviviresclavizadoporunsalario!—Nomeimporta—dijoPete,yeraverdad.Labibliotecasignificabatiempodeordenadorgratis,entreotrosincentivos,sinquenadiemiraraporencimadelhombro—.¿Ytú?—IréanuestracasadeveraneoenMaine.EnChinaLake.Montonesdechicasguapasenbiquini,tío,ylasdeMassachusettssabenloquesehacen.Puesquizápuedanenseñartealgoa ti,pensóPeteconcausticidad,perocuandoBilly le tendió la mano abierta, Pete se la chocó y lo observó alejarse con ciertaenvidia.Unabicicletadediezmarchasdebajodeltrasero;unasNikecarasenlospies;casadeveraneoenMaine.Porlovisto,algunossehabíanrecuperadoyadelosmalostiempos.O quizá ni siquiera los habían padecido.No era ese el caso de la familiaSaubers.Ellossalíanadelante,pero…«Hace falta más dinero—susurraba la casa en el relato de Lawrence—. Hacefaltamásdinero».Yvayasihabíaahíresonancias.¿Podríantransformarseendineroloscuadernos?¿Habríaalgunamanera?Petenoquería ni pensar en la posibilidad de desprenderse de ellos, pero almismo tiemporeconocíaquenoestababientenerlosescondidoseneldesván.LaobradeRothstein,enespecial losdosúltimos librosde laseriedeJimmyGold,merecíancompartirsecon todo el mundo. Devolverían a Rothstein su buen nombre, de eso Pete estabaseguro;aunqueenrealidadtampocoteníatanmalareputación,yademás,noeraesoloimportante.Gustaríanalagente,esoeraloimportante.Encantaríanalagente,sieracomoPete.Solo que los manuscritos no eran como los billetes de veinte y cincuenta,imposiblesderastrear.LocalizaríanaPete,yquizáfueraalacárcel.Nosabíabiendequé delito se lo acusaría exactamente—no de recibir propiedad robada, eso desdeluego, porque no la había recibido; solo la había encontrado—, pero estabaconvencidodequetratardevenderalgoquenoerasuyodebíadeserdelitodealgúnmodo.DonarloscuadernosalalmamáterdeRothsteinpodíaserunasolución,soloque tendría que hacerlo de forma anónima, o todo saldría a la luz y sus padres seenterarían de que su hijo había estado manteniéndolos con el dinero robado a lawww.lectulandia.com-Página81víctimadeunasesinato.Además,porunadonaciónanónimanoseobteníanadadenada.A pesar de que no había escrito sobre el asesinato de Rothstein en su trabajo deinvestigacióndefindecurso,Petelohabíaleídotodoalrespecto,ensumayorparteenlasaladeordenadoresdelabiblioteca.SabíaqueRothsteinhabíarecibidounsolodisparo, «a modo de ajusticiamiento». Sabía asimismo que la policía habíaencontradoante lapuertahuellasdistintassuficientespara llegara laconclusióndeque habían intervenido dos, tres o incluso cuatro personas, y que, basándose en eltamañode esas huellas, probablemente todos eran hombres. Pensaban también quedosdeesoshombreshabíansidoasesinadosenunáreadedescansodeNuevaYorknomuchomástarde.MargaretBrennan, laprimeraesposadel autor,había sidoentrevistadaenParíspocodespuésdelhomicidio.«Todoelmundohablabadeélenaquelvillorriodondevivía—dijo—.¿Dequémásibanahablar?¿Delasvacas?¿Delnuevoesparcidordeestiércoldetalocualgranjero?Paraesosprovincianos,Johneraelnovamás.Teníanlaerróneaideadequelosescritoresganantantocomolosgrandesbanqueros,creíanque acumulaba cientos de miles de dólares en esa granja ruinosa suya. Algúnforasterooiríaesashabladuríasimpertinentes,asídesencillo.¡Quévanaserdiscretoslos norteños ni qué puñetas! Considero tan culpables a los lugareños como a losmatonesquelohicieron».Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de queRothstein hubiese guardadomanuscritosademásdedinero,PeggyBrennandejóescaparloqueenlaentrevistasedescribíacomo«unarisitaroncadefumador».«Más rumores, encanto. Johnny se retiró delmundo por una razón y solo una.Estabaacabadoy,orgullosocomoera,senegabaaadmitirlo».¡Qué desencaminada ibas!, pensó Pete. Seguro que se divorció de ti porque secansódeesarisitaroncadefumador.LosartículosdeperiódicosyrevistasquePetehabíaleídoconteníanunsinfíndeespeculaciones,peroélpersonalmenteprefería loqueel señorRickerdefiníacomo«el principio de laNavaja deOckham». Según este, la explicaciónmás sencilla yevidentesolíaserlaacertada.Entraronenlacasatreshombres,yunodeellosmatóasus compañeros para poder quedarse con todo el botín. Pete ignoraba por qué eseindividuoviajódespuésasuciudad,oporquéenterróelcofre,perodealgosíestabaseguro:elladrónsupervivientenuncaregresaríaaporél.LasmatemáticasnoeranelpuntofuertedePete—poresonecesitabaesecursoenverano para ponerse al día—, pero nohacía falta ser Einstein para echar unassencillas cuentas y evaluar determinadas posibilidades. Si el ladrón supervivientetenía treinta y cinco años en 1978, lo cual a Pete le parecía un cálculo razonable,contaríasesentaysieteen2010,cuandoPeteencontróelcofre,yunossetentaenlawww.lectulandia.com-Página82actualidad. Para él, setenta era la tercera edad. Si ese individuo se presentaba enbuscadelbotín,abuenseguroseríaconandador.PetesonrióaldoblarporSycamoreStreet.Pensóqueerantreslasposibilidadesporlasqueelladrónsupervivientenohabíavuelto para rescatar su cofre, todas igual de probables.Una, estaba en la cárcel, asaberdónde,porotrodelito.Dos,estabamuerto.Laterceraeraunacombinacióndela primera y la segunda: había muerto en la cárcel. Comoquiera que fuese, Peteconsideraba que no tenía por qué preocuparse. Los cuadernos, en cambio, eran unasuntomuydistinto.Encuantoaestos,eranmuchassuspreocupaciones.Quedárselossoloparaéleracomotenerescondidounmontóndehermososcuadrosrobadosqueunonuncapodríavender.Ounacajallenadedinamita.Enseptiembrede2013—cuandosecumplíancasiexactamentetreintaycincoañosdesdeelasesinatodeJohnRothstein—,Petemetióelúltimofajodedinerodelcofreen un sobre dirigido a su padre. Ese último envío ascendía a trescientos cuarentadólares.Yenlaideadequealimentarvanasesperanzaseraunacrueldad,añadióunanotadeunasolalínea:Esteeselúltimo.Lamentoquenohayamás.Fue en autobús hasta el centro comercial deBirchHill, donde había un buzónentre Discount Electronix y la tienda de yogures. Echó un vistazo alrededor, paraasegurarse de que nadie lo observaba, y dio un beso al sobre. Acto seguido, lointrodujoporlaranuraysealejó.LohizoalamaneradeJimmyGold:sinmiraratrás.UnaodossemanasdespuésdeAñoNuevo,Peteestabaenlacocina,preparándoseunbocadillodemantequilladecacahueteyjalea,cuandooyóunaconversaciónentresuspadresyTinaenelsalón.HablabandeChapelRidge.—Pensaba que quizá pudiéramos pagarlo—decía su padre—. Teens, si te hecreadofalsasesperanzas,nosabescuántolosiento.—Esporquehadejadodellegareldineromisterioso—dijoTina—.¿Verdad?—Enparte,peronosoloporeso—intervinosumadre—.Papápidióunpréstamoalbanco,perono se lohanconcedido.Examinaronsusantecedentescomercialesehicieronnoséqué…—Un análisis de viabilidad a dos años vista —apuntó su padre. Parte de laantiguaamarguraposterioralaccidenteasomóasuvoz—.Muchoselogios,porqueeso es gratis. Dijeron que a lo mejor me concederían el préstamo en 2016, si elnegociocreceuncincoporciento.Entretanto,conelmalditovórticepolar…estamoswww.lectulandia.com-Página83pasándonosmuchísimodelpresupuestode tumadreengastodecalefacción.Comotodoelmundo,desdeMainehastaMinnesota.Séquenosirvedeconsuelo,peroesloquehay.—Cielo,losentimosmuchísimo—dijosumadre.PeteesperabaqueTinaestallaseenunarabietadepadreymuyseñormío—erancadavezmásfrecuentesamedidaqueseacercabaalosfatídicostreceaños—,peronofueasí.Dijoqueloentendía,yqueentodocasoChapelRidgeeraprobablementeun colegio muy pijo. Luego fue a la cocina y preguntó a Pete si le preparaba unbocadillo,porqueelsuyoteníabuenapinta.Élasílohizo,ysefueronalsalón,dondeloscuatrovieronjuntoslateleyserieronunratoconTheBigBangTheory.Sinembargo,mástardeesanoche,oyólloraraTinadetrásdelapuertacerradadesuhabitación.Petesesintiófatal.Entróensucuarto,sacóunMoleskinededebajodelcolchónyempezóareleerElcorredorsevaaloeste.Ese semestre asistía al cursode escritura creativa impartidopor la señoraDavis, yaunque sacaba dieces en sus relatos, en febrero sabía ya que nunca sería un autorliterario.Seledabanbienlaspalabras,cosaquenonecesitabaquelaseñoraDavisledijese (aunque ella se lo decía amenudo), pero sencillamente no poseía la chispacreativanecesaria.Sumayorinteréseraleerliteratura,ydespuéstratardeanalizarloquehabía leído,situándoloenuncontextomásamplio.Habíadesarrolladoelgustopor esa labor detectivesca cuando preparaba el trabajo sobre Rothstein. En labiblioteca de Garner Street buscó uno de los libros que el señor Ricker habíamencionado,AmorymuerteenlanovelaestadounidensedeFiedler,ylegustótantoque se compró su propio ejemplar con la intención de subrayar ciertos párrafos yhaceranotacionesenlosmárgenes.Deseabamásquenuncadedicarsealosestudiosliterariosensucarrera,yalgúndíadarclasescomoelseñorRicker(aunquequizánoenuninstituto,sinoenunauniversidad),yconeltiempoescribirunlibrocomoeldelseñorFiedler,enfrentándoseacríticosmástradicionalesyponiendoenteladejuiciosuenfoque.¡Yaunasí!Hacíafaltamásdinero.ElseñorFeldman,elconsejeroacadémico,leadvirtióqueobtenerunabecacompletaparaunauniversidaddeéliteera«bastanteimprobable»,yPetesupoqueinclusoesopecabadeoptimista.Élerasolounchicodeclasemediacomo tantos, alumno de un instituto normal y corriente del Medio Oeste, con unempleoatiempoparcialenunabibliotecayunascuantasactividadesextraescolarestanpocoimpresionantescomolacolaboraciónenelperiódicoyelanuario.Inclusosiconseguíaunabecacompleta,teníaquepensarenTina.Enelcolegioellaenesenciaibatirando,abasesobretododeaprobadosybienes,yporesasfechasparecíamásinteresada en el maquillaje, los zapatos y la música pop que en los estudios.Necesitaba un cambio, hacer tabla rasa. Pete, pese a no haber cumplido aún loswww.lectulandia.com-Página84diecisiete, teníayadiscernimiento suficientepara saberquequizáChapelRidgenofuese el colegio idóneo para su hermana menor… pero quizá sí lo fuese, claro.Porquenoestabaquemadadeltodo.Almenosnotodavía.Necesitounplan,pensó,soloquenoeraexactamenteesoloquenecesitaba.Loquenecesitabaeraunahistoria,yaunquenuncaseríaungrannarradorcomoelseñorRothsteinoel señorLawrence, sí eracapazdeconstruiruna trama.Esoera loqueteníaquehacerahora.Soloquetodatramasesosteníaenunaidea,yaeserespectoseguíasinocurrírselenada.HabíaempezadoapasarmuchotiempoenlalibreríadeWaterStreet,dondeelcaféera barato e incluso los libros de bolsillo nuevos se vendían con un descuento deltreinta por ciento. Se acercó allí una tarde de marzo, de camino a su empleo dedespuésdeclaseen labiblioteca,pensandoencompraralgodeJosephConrad.Enuna de sus contadas entrevistas, Rothstein había dicho que Conrad era «el primergranescritordelsigloXX,peseaescribirsusmejoresobrasantesde1900».Frente a la librería habían instalado una mesa larga bajo un toldo.LIQUIDACIÓNDEPRIMAVERA,rezabaelletrero.UNSETENTAPORCIENTODEDESCUENTOENTODOLOQUEHAYENESTAMESA.Ydebajo:¡QUIÉNSABEQUÉTESOROSENTERRADOSENCONTRARÉIS!Paradaraentenderqueeraunabroma,dosgrandessmileysamarillos flanqueaban la frase,peroPeteno leviolagracia.Porfinteníaunaidea.Un día, pasada una semana, se quedó a hablar con el señorRicker después declase.—Encantado de verte, Pete. —El señor Ricker llevaba una camisa verde conestampado de turquesas ymangas abullonadas, junto con una corbata psicodélica.Petepensóqueesacombinacióneraunaclarapruebadeporqué lageneracióndelamorylapazhabíahechoagua—.LaseñoraDavishablamuybiendeti.—Esbuenaprofe—dijoPete—.Estoyaprendiendomucho.Lociertoesquenoeraasí,ypensabaqueenclasenoaprendíaniélninadie.LaseñoraDavis era amable, ymuy amenudo tenía cosas interesantes quedecir, peroPeteempezabaapensarqueenrealidadlaescrituracreativanopodíaenseñarse,sinosoloaprenderse.—¿Quépuedohacerporti?—¿Recuerda que una vez habló de lo valioso que sería un manuscrito deShakespeare?ElseñorRickersonrió.—Siemprehablodeesoenalgunaclasehacialamitaddelasemana,cuandonotowww.lectulandia.com-Página85a lagente amodorrada.Nada comounpocode codiciapara espabilar a los chicos.¿Porqué?¿Hasencontradounfolio,Malvolio?Petesonrióporcortesía.—No,perocuandofuimosaveramitíoPhilaClevelanddurantelasvacacionesdefebrero,entréensugarajeyencontréunmontónde librosantiguos.LamayoríaerasobreTomSwift,unchicoinventor.—MeacuerdobiendeTomydesuamigoNedNewton—dijoelseñorRicker—.TomSwiftysumotocicleta,TomSwiftysuasistentedecámara.Cuandoyoeraniño,enbromadecíamos:TomSwiftysuabuelaeléctrica.Peterenovósusonrisadecortesía.—Habíatambiénunadocenaoasídeunachicadetectivequese llamabaTrixieBelden,yotraquesellamabaNancyDrew.—Meparecequeyaveoadóndequieresllegarconeso,ylamentodesilusionarte,peroesmideber.TomSwift,NancyDrew, losHardy,TrixieBelden…interesantesreliquias de una era pasada todos ellos, y unamagnífica referencia para juzgar lomuchoquehacambiadolallamada«literaturajuvenil»enlosúltimosochentaañospocomás omenos, pero esos libros tienen poco valor económico o ninguno, auncuandoseconservenenperfectoestado.—Lo sé—dijo Pete—. Lo consulté enFine Books. Es un blog. Peromientrashojeabaesoslibros,eltíoPhilvinoalgarajeydijoqueteníaotracosaquequizámeinteresaramás.Porqueyo lehabíacontadoqueestabamuymetidoen la lecturadeJohnRothstein.EraunejemplarfirmadodeElcorredorentapadura.Nodedicado,soloconunasencillafirma.EltíoPhilmecontóqueselodiountalAlparasaldarunadeudadediezdólaresquehabíaperdidoenunapartidadepóquer.EltíoPhilmedijoqueloteníadesdehacíacasicincuentaaños.Miréloscréditos,yesunaprimeraedición.ElseñorRickerestabaretrepadoensusilla,perodeprontoseechóhaciadelanteconunsonorogolpe.—¡Uau! Sin duda ya sabes que Rothstein no firmaba muchos autógrafos,¿verdad?—Sí—contestóPete—.Segúnél,esoera«afearunlibroqueyaestababientalcomoestaba».—Ajá, en eso era como Raymond Chandler. ¿Y sabes que los libros firmadosvalenmáscuandollevansoloelautógrafo?¿Sindedicatoria?—Sí.EsodiceenFineBooks.—ProbablementeunaprimeraedicióndellibromásfamosodeRothsteinfirmadavaldría un buen dinero. —El señor Ricker reflexionó—. Aunque, ahora que lopienso,mejorquitaese«probablemente».¿Enquéestadoseencuentra?—Bueno—respondióPetealinstante—.Unpocodefoxingenlaguardayenlaportadilla,soloeso.—Veoqueenefectohasestadoleyendosobreeltema.www.lectulandia.com-Página86—MásdesdequemitíomeenseñóelRothstein.—¿Noestarásenposesióndeesefabulosolibro?Tengoalgomuchomejor,pensóPete.Siustedsupiera…Aveces loabrumabaelpesodeesesecreto,ynuncamásqueesedía,mientrasdecíasemejantesmentiras.Mentirasnecesarias,serecordó.—No,peromitíomedijoquemeloregalaríasiloquería.Lecontestéqueteníaquepensármelo,peroélno…yameentiende…—¿Notieneniideadecuántopodríavalerenrealidad?—Sí.Peroentoncesempecéapreguntarme…—¿Qué?Petesellevólamanoalbolsillodeatrás,sacóunahojaplegadayselaentregóalseñorRicker.—Busqué por internet tratantes de aquí, de la ciudad, que se dedicaran a lacompraventa de primeras ediciones, y encontré estos tres. Sé que es usted, más omenos,uncoleccionistadelibros…—Nada del otro mundo. Con mi salario no puedo permitirme coleccionar enserio,perotengounTheodoreRoethkefirmadoquemepropongodejarenherenciaamishijos.Eldespertar.Excelentespoemas.TambiénunVonnegut,peroesenovalemucho;adiferenciadeRothstein,elPadreKurtlofirmabatodo.—Elcasoesquemepreguntabasiconocíaustedaalgunodeestos,ysiesasí,cuálmerecomendaría.Sidecidierapermitirlequemeregalaraellibroyluego…yameentiende,lovendiera.ElseñorRickerdesplególahoja,leechóunvistazoyvolvióaposarlavistaenPete. Esa mirada, a la vez entusiasta y compasiva, causó desazón a Pete. Quizáaquello había sidomala idea: ciertamente la creación literariano era lo suyo, peroahoraestabametidodeplenoynolequedabamásremedioquesalirdelpasodeunamanerauotra.—Resultaquelosconozcoatodos.Perocaray,chaval,tambiénsélomuchoqueRothsteinsignificaparati,ynosoloporeltrabajodelañopasado.DiceAnnieDavisquelomencionasamenudoensuclasedeEscrituraCreativa.Segúnella,latrilogíadeGoldestuBiblia.Petesupusoqueesoeraverdad,perohastaesemomentonohabíasidoconscientedesupropia indiscreción.TomóladeterminacióndehablarmenossobreRothstein.Podíaserpeligroso.Talvezlagenteseretrotrajeraeneltiempoyrecordarasi…Si.—Es bueno tener héroes literarios, Pete, sobre todo si te propones orientar tusestudiosuniversitariosenesadirección.ElRothsteinestuyo,almenosporahora,yeselibropodríaserelprincipiodetupropiabiblioteca.¿Estássegurodequequieresvenderlo?Petepodíacontestaraesapreguntaconrelativasinceridad,peseaqueenrealidadwww.lectulandia.com-Página87noeraunlibrofirmadodeloquehablaba.—Bastanteseguro,sí.Lascosassehanpuestounpocodifícilesencasa…—SéloquelepasóatupadreenelCentroCívico,ynosabescuántololamento.Almenoscogieronporfinalpsicópataantesdequepudieracausarmásdaño.—Ahoramipadreyaestámejor,ymimadreyélvuelvena tener trabajo,peroseguramenteyonecesitedineroparalauniversidad,compréndalo…—Mehagocargo.—Peroesonoeslopeor,onoloesahoramismo.MihermanaquiereestudiarenChapelRidge,ymispadreslehandichoquenopuede,almenosnoelañoqueviene.Losnúmerosnocuadran.Porunpelo,peronocuadran.Ymeparecequeellanecesitairaunsitioasí.Lanotountanto…nosé,rezagada.El señorRicker, que sin duda había conocido amuchos estudiantes rezagados,asintió,muyserio.—PerosiTinaserelacionaraconungrupodealumnostrabajadores,sobre todoconunatalBarbaraRobinson,unachicaalaqueconocedenuestroantiguobarrio,enelLadoOeste…quizálascosascambiaran.—Estámuybienquepiensesenelfuturodetuhermana,Pete.Inclusodiríaqueesmuynobleportuparte.Pete nunca se había visto a símismo como persona «noble».Ante la idea, nopudocontenerunparpadeo.ElseñorRicker,quizáadvirtiendosubochorno,depositódenuevolaatenciónenlalista.—Veamos.GrissomBookshabría sido tumejor opción cuandoTeddyGrissomaúnvivía,peroahorallevalatiendasuhijo,yesuntantorácano.Honrado,perodelpuñoprieto.Tediráquecorrentiemposdifíciles,peroademásélesasí.—Vale…—Imagino que ya has consultado en internet cuánto podría valer una primeraediciónfirmadadeElcorredor.—Sí.Dosotresmil.NobastaríaparauncursoenChapelRidge,peroporalgoseempieza.Loquemipadrellama«unagarantía».ElseñorRickermoviólacabezaenungestodeasentimiento.—Mepareceunasumacorrecta.Teddyhijopartiríadeunaofertadeochocientos.Podrías conseguir que llegara a los mil, pero si siguieras presionando, tedaría laespalda y te mandaría a paseo. Este otro, Buy the Book, es la tienda de BuddyFranklin.Noestámal…con locualquierodecirqueeshonrado…peroBuddynotienemuchointerésen la literaturadelsigloXX.SededicaprincipalmenteavendermapasantiguosyatlasdelsigloXVIIagentericadeBransonParkySugarHeights.Pero si pudieras hablar con Buddy para pedirle una valoración del libro y luegoacudiraTeddyhijoenGrissomconesedato,alomejorsacaríasmildoscientos.Nodigoquelossaques;soloqueesposible.—¿YAndrewHalliday,EdicionesRaras?www.lectulandia.com-Página88ElseñorRickerfruncióelentrecejo.—YonimeacercaríaaHalliday.TieneunatiendapequeñaenLacemakerLane,esazonacomercialaunpasodeLowerMainStreet.Ellocalnoesmuchomásanchoqueunvagóndetren,perodelargoabarcacasitodalamanzana.Parecequelevanmuy bien las cosas, pero a mí me da mala espina. Según he oído, no es muyescrupulosoencuantoalaprocedenciadeciertosartículos.¿Sabesaquémerefiero?—Latransmisióndepropiedad.—Exacto.Acabarconunpapeldondedigaqueeresellegítimodueñodeloqueintentasvender.LoúnicoqueséconseguridadesquehaceunosquinceañosHallidayvendió un ejemplar de prueba de Elogiemos ahora a hombres famosos de JamesAgee, y resultó que procedía del patrimonio dejado en herencia porBrookeAstor,unaancianitaricadeNuevaYorkconunadministradoramigodeloajeno.Hallidaypresentó un recibo, y su versión de cómo había llegado el libro a sus manos eraverosímil, así que la investigación no fue más allá. Pero los recibos puedenfalsificarse,comosabrás.Yonomeacercaríaaél.—Gracias,señorRicker—dijoPete,pensandoquesiseguíaadelanteconelplan,AndrewHalliday,EdicionesRarasseríasuprimeraltoenelcamino.Perotendríaqueser muy muy cauto, y si el señor Halliday no se prestaba a la compraventa enmetálico,nohabríatrato.Además,bajoningunacircunstanciapodíallegaraconocerelnombredePete.Talvezleconvinieradisfrazarse,aunquesincargarlastintas.—Denada,Pete,perositedijeraqueveoclaroesteasunto,tementiría.EnesoPetecoincidía.Élmismonoloveíadeltodoclaro.Pasadounmes,contemplabaaúnsusopciones,ycasihabíallegadoalaconclusióndeque intentar vender siquieraunode los cuadernos sería un riesgo excesivoparauna recompensa tan pequeña. Si acababa enmanos de un coleccionista privado—comoaquellossobrelosquehabíaleídoalgunavez,personasquecomprabancuadrosvaliososparacolgarlosenhabitacionessecretasdondesoloellospodíanmirarlos—,nohabríaproblema.Peronopodíatenerlacertezadequeesofueraaocurrir.Cadadía se decantaba más por la idea de donarlos anónimamente, quizá enviarlos porcorreoalaBibliotecadelaUniversidaddeNuevaYork.Sindudaelconservadordeuna institución así comprendería su valor. Pero ese proceso incluía una exposiciónpúblicaquepreferíaeludir;noeranimuchomenoscomodejarunsobrecondineroen el buzón anónimo de una esquina. ¿Y si alguien de la oficina de correos lorecordaba?Y una noche lluviosa, a finales de abril de 2014, Tina volvió a entrar en suhabitación.LaSeñoraBeasleyhabíadesaparecidohacíamuchotiempo,ylospelelescon pies habían dado paso a una holgada camiseta de fútbol de los Browns deCleveland,peroPeteseguíaviéndolaengranmedidacomolaniñapreocupadaque,durante la Época de las Malas Sensaciones, preguntaba si sus padres iban awww.lectulandia.com-Página89divorciarse.Llevaba el pelo recogido en coletas, y sin el escasomaquillaje que sumadre le permitía usar (Pete sospechaba que se aplicaba más capas al llegar alcolegio)aparentabaunaedadmáscercanaa losdiezquea la suya real,que ibayaparatrece.Pensó:Teensescasiunaadolescente.Costabacreerlo.—¿Puedoentrarunmomento?—Claro.Tendido en su cama, leía una novela de Philip Roth tituladaCuando ella erabuena.Tina se sentóen la silladelescritorio, se tiródeldobladillode lacamiseta-camisón para bajárselo hasta las espinillas y de un soplido se apartó unos peloserrantesdelafrente,salpicadadeunligeroydispersoacné.—¿Terondaalgolacabeza?—preguntóPete.—Mmm…sí.—Peronosiguió.Petelaapuntóconlanarizarrugada.—Vamos, suéltalo. ¿Te ha dado calabazas algún chico del que te habíasencaprichado?—Aqueldineroloenviabastú—dijo—.¿Verdadquesí?Pete,atónito, lamiró. Intentóhablar,peronopudo. Intentóconvencersedequeellanohabíadicholoqueacababadedecir,perotampocopudo.Tinaasintiócomosiélhubiesereconocidoelhecho.—Sí,loenviabastú.Teloveoenlacara.—Nolomandabayo,Teens.Loquepasaesquemehascogidoporsorpresa.¿Dedóndeibayoasacarsemejantecantidaddedinero?—Nolosé,perorecuerdoqueunanochemepreguntastequéharíasiencontrarauntesoroenterrado.—¿Eso te pregunté yo?—dijo, y pensó:Estabasmediodormida.No puede serqueteacuerdes.—Doblones, dijiste. Monedas antiguas. Yo contesté que se lo daría a papá ymamáparaquenosepelearanmás,yesoesloquehiciste.Soloquenoeraeltesorodeunpirata;eradineronormalycorriente.Petedejóellibroaunlado.—Noseteocurradecírseloaellos.Igualselocreerían.Tinalomiróconexpresiónsolemne.—No pienso decírselo. Pero necesito hacerte una pregunta… ¿de verdad se haacabado?—Esodecíaenlanotadelúltimosobre—respondióPeteconcautela—,ynohallegadonadamásdesdeentonces,asíqueesosupongo.Elladejóescaparunsuspiro.—Ya.Es loqueme imaginaba.Pero teníaquepreguntártelo.—Se levantóparamarcharse.—¿Tina?—¿Qué?www.lectulandia.com-Página90—Sientomucho lodeChapelRidgeydemás,deverdad.Ojalá el dinerono sehubieraacabado.Ellavolvióasentarse.—Guardarétusecretositúguardasunoquetenemosmamáyyo.¿Vale?—Vale.—EnnoviembrepasadomellevódevisitaaChap…asílollamanlaschicas…undía de puertas abiertas. No quería que papá se enterase, porque pensó que seenfadaría,peroporentoncesaúncreíaquequizápudieranpermitírselo,sobretodosiyoconseguíaunabecaporbajosingresos.¿Sabesloqueeseso?Peteasintió.—Soloqueentonceseldineroaúnnohabíadejadodellegar,yfueantesdeesaextrañaoladefríoynevadasdediciembreyenero.Vimosunascuantasaulas,yellaboratoriode ciencias.Hay tropecientosordenadores.Tambiénvimos el gimnasio,que es una pasada de grande, y las duchas. Además, en el vestuario tienencambiadores independientes, y no solo corrales de ganado como enNorthfield.Almenosparalaschicas.Adivinaquiéneralaguíadenuestrogrupo.—¿BarbaraRobinson?Tinasonrió.—Mealegrémuchodevolver a verla.—Depronto su sonrisa se apagó—.Mesaludóymeabrazóymepreguntópor todos,peromedicuentadequeapenasmerecordaba.¿Porquéibaarecordarme?¿Sabíasqueella,HildayBetsy,yotropardeamigasmíasdeentoncesestuvieronenelconciertode’RoundHere?¿Aqueldondeelhombrequeatropellóapapáintentóhacerestallarunabomba?—Sí.—Pete también sabía que el hermanomayor de Barbara Robinson habíacontribuidoa salvaraBarbaray susamigas,yquizáaotrosmilesdepersonas.Lehabían concedido una medalla o una llave de la ciudad o algo así. Eso sí eraverdadero heroísmo, y no andar furtivamente de aquí para allá mandando dinerorobadoporcorreoalospadres.—¿Sabíasquemeinvitaronairconellasaquellanoche?—¿Cómo?¡No!Tinaasintió.—Dijequenopodíaporqueestabaenferma,peronoloestaba.Fueporquemamámedijoquenopodíanpagarmelaentradaaunconcierto.Nosmudamosalcabodeunpardemeses.—Vaya,loquesonlascosas,¿no?—Sí,meperdílaemoción.—¿Ycómofuelavisitaalcolegio?—Bien,peronadadelotromundo.MeadaptaréaNorthfield.Yaverás,encuantoseenterendequesoyhermanadetodounalumnodecuadrodehonor,melopondránmásfácil.Peteseentristeciódepronto,ycasileentraronganasdellorar.Debíadeserporlawww.lectulandia.com-Página91dulzuranaturaldeTinaunidaaesosgranosdesperdigadosporlafrente.Sepreguntósi las otras niñas semetían con ella por eso. Si aún no semetían, no tardarían enhacerlo.Abriólosbrazos.—Venaquí—dijo.Ellaseacercó,yPete laestrechócontrasupecho.Luego lasujetóporloshombrosylamiróconseveridad—.Perosobreesedinero…esonoeracosamía.—Ajá, vale.Y aquel cuaderno que leías… ¿lo encontraste junto con el dinero,pues?Seguroquesí.—Dejóescaparunarisita—.Aquellanoche,cuantotesorprendí,pusistecaradeculpabilidad.Petealzólavistaaltecho.—Vetealacama,pequeñaja.—Vale.—EnlapuertaTinasediomediavuelta—.Perosímegustaronaquelloscambiadores independientes en el vestuario. Y también otra cosa. ¿Quieres saberqué?Tepareceráraro.—Adelante,dímelo.—Los alumnos van de uniforme. El de las chicas es una falda gris, una blusablancaycalcetinesblancoshasta la rodilla.Tambiénhay jerséis,paraquienquiera.Unos grises, como la falda; otros de un rojo oscuro muy bonito: rojo cazador, lollaman,oesodecíaBarbara.—Uniforme—repitióPete,desconcertado—.Tegustalaideadellevaruniforme.—Yasabíayoque teparecería raro.Porque loschicosnoconocena laschicas.Laschicaspuedenserunpococruelessiunanollevalaropaquehayquellevar,oinclusosillevademasiadolaropaquehayquellevar.Puedesponertedistintasblusas,olaszapatillaslosmartesylosjueves,puedespeinartedemanerasdistintas,peronotardan…laschicascrueles…endescubrirquesolotienestressuéteresyseisfaldasbuenas para ir al colegio. Entonces empiezan a decir cosas. En cambio, si todo elmundollevalomismoadiario…exceptoquizáeljerseydedistintocolor…—Volvióa apartarse de un soplido aquellosmechones errantes—. Los chicos no tienen eseproblema.—Puessíqueloentiendo—dijoPete.—Daigual,mamávaaenseñarmeahacermeyomismalaropa,yentoncestendrémás. Prendas sencillas, patrones de costura Butterick. Además, tengo amigas.Muchas.—Porejemplo,Ellen.—Ellennoestámal.Solo que va derecha a un gratificante empleo de camarera en un bar o en unrestaurantedecomidarápidacuandoacabeelinstituto,pensóPete,perocalló.Esosinosequedapreñadaalosdieciséisaños.—Yosoloqueríadecirtequesiestáspreocupado,notienesporqué.—No lo estoy—respondióPete—.Sé que saldrás adelante.Yno era yo quienwww.lectulandia.com-Página92enviabaeldinero.Deverdad.Tina ledirigióunasonrisamezcladecomplicidady tristeza,yenesemomentopareciócualquiercosamenosunaniña.—Vale.Entendido.Semarchóy,alsalir,cerrólapuertacondelicadeza.EsanochePetesequedóenvelalargorato.Nomuchodespuéscometióelmayorerrordesuvida.www.lectulandia.com-Página931979-2014MorrisRandolphBellamyfuecondenadoacadenaperpetuael11deenerode1979,yduranteunbrevetiempolascosassesucedierondeprisaantesdeempezarasucedersedespacio. Y más despacio. Y más despacio. Ingresó en la prisión estatal deWaynesville a las seis de la tardedel día que sedictó sentencia.Su compañerodecelda,untalRoyAllgoodcondenadoporasesinato,loviolóporprimeravezcuarentaminutosdespuésdeapagarselasluces.—Quédatequietoynotecaguesenmipolla,muchacho—lesusurróaloído—.Sitecagas,tecortolanariz.Parecerásuncerdomordidoporuncaimán.Morris, que ya había sido violado antes, se quedó quieto, mordiéndose elantebrazo para no gritar. Se acordó de JimmyGold, tal como era Jimmy antes deempezaraperseguir elPavoDorado.Cuandoeraunauténticohéroe.SeacordódeHarold Fineman, el amigo de Jimmy en el instituto (Morris nunca había tenidoamigos en el instituto), quien decía que todo lo bueno se acababa, de donde sedesprendíaquelocontrarioeraigualmentecierto:tambiéntodolomaloseacababa.Aquelloenparticular,lacárcel,eramaloysealargómuchotiempo,yentretantoMorrisrepetíaunayotravezensucabezaelmantradeJimmyenElcorredor:Nohaymierdaqueimporteunamierda,nohaymierdaqueimporteunamierda,nohaymierdaqueimporteunamierda.Ayudaba.Unpoco.EnlassemanasposterioresRoyAllgoodloviolóunasnochesporelculoyotraspor la boca. En generalMorris prefería tomar por el culo, donde no tenía papilasgustativas.Tantoenuncasocomoenotro,CoraAnnHooper, lamujeraquien tanestúpidamente había agredido durante el episodio de amnesia alcohólica, estabasiendoresarcidamedianteloquequizáhabríaconsideradounajusticiaperfecta.Contodo,ellasolohabíatenidoquesoportarlaintrusiónnodeseadaunavez.Waynesville tenía incorporadaunafábrica textil.Estaconfeccionabavaquerosycamisasdefaena.Ensuquintodíaeneltallerdeteñido,unamigodeAllgoodagarróaMorrisporlamuñeca,lollevódetrásdelatinadeazulnúmerotresyleordenóquesedesabrocharaelpantalón.—Quédatequietoydéjamehaceramí—ordenóaMorris.Alterminar,añadió—:No soy marica ni nada por el estilo, pero tengo que apañármelas, como todo elmundo.Comoledigasaalguienquesoyunputomarica,temato.—Noselodiréanadie—prometióMorris.Nohaymierdaqueimporteunamierda,sedijo.Nohaymierdaqueimporteunamierda.www.lectulandia.com-Página94Un día, amediados demarzo de 1979, un típico ángel del infierno conmúsculostatuadosseacercóresueltamenteaMorrisenelpatiodeejercicio.—¿Sabesescribir?—preguntóeseindividuoconuninconfundibleacentodelSurProfundo—.Segúnheoído,sabesescribir.—Sí,séescribir—contestóMorris.VioqueAllgoodseaproximaba,sefijabaenquiénacompañabaaMorrisysedesviabahacialapistadebaloncesto,enelextremoopuestodelpatio.—SoyWarrenDuckworth.LamayoríadelagentemellamaDuck.—YosoyMorrisBel…—Yaséquiéneres.Escribesbastantebien,¿verdad?—Sí. —Morris habló sin titubeos ni falsa modestia. No le había pasadoinadvertidoelhechodequeRoyAllgooddeprontohubierabuscadootrositiodondeestar.—¿Podrías escribirle una carta a mi mujer si yo te dijera más o menos quédecirle?Soloquemejorexpresado,pongamos.—Sípodría,yloharé,perotengounpequeñoproblema.—Yasécuálestuproblema—dijosunuevoconocido—.Escribeunacartaamimujer que la haga feliz, una carta para que deje quizá de hablar de divorcio, y notendrásunasolacomplicaciónmásconesamariconacanijadetuchabolo.Lamariconacanijademichabolosoyyo,pensóMorris,peroviountenuerayodeesperanza.—Oiga,voyaescribirleasumujerlacartamásbonitaquerecibiráensuvida.MirandolosbrazoscolosalesdeDuckworth,seacordódeundocumentalsobrelanaturalezaquehabía visto: ciertos pájaros vivían en la bocade los cocodrilos y seasegurabanlasupervivenciadíaadíapicoteandotrozosdecomidaenlasfaucesdelos reptiles.Morris opinaba que probablemente esos pájaros salían ganando con eltrato.—Necesitaría papel —dijo, acordándose del reformatorio, donde recibía solocinco miserables hojas de Blue Horse, papel con enormes manchas de pulpasemejantesalunaresprecancerosos.—Teconseguiréelpapel.Tantocomoquieras.Solotienesqueescribiresacartaydeciralfinalquetodaslaspalabrashansalidodemibocaytúnohashechomásqueponerlasenlahoja.—Deacuerdo,dígamequéesloquemáslegustaríaoírasumujer,loquelaharíafeliz.Ducksedetuvoareflexionarydeprontoseleiluminóelsemblante.—¿Quetieneunbuenpolvo?—Esoseguroqueyalosabe.—AhorafueMorrisquiensedetuvoareflexionar—.¿Quépartedesupropiocuerpocambiaríaella sipudiera?¿Lohadichoalgunawww.lectulandia.com-Página95vez?ProfundasarrugassurcaronlafrentedeDuck.—Niidea,aunquesiempreandadiciendoquetieneelculomuygrande.Peronopongaseso,oestropearásmáslascosasenlugardearreglarlas.—No, lo que pondré es lo mucho que disfruta usted tocándole el culo yapretándoselo.AhoraDucksonreía.—Ándateconcuidado,oteviolaréyomismo.—¿Cuáleselvestidopreferidodesumujer?¿Tienealguno?—Sí, uno verde.De seda. Se lo regaló sumadre el año pasado, poco antes deacabaryoenlatrena.Seponeesecuandovamosabailar.—Bajólamirada—.Másvalequeahoranosalgaabailar,peropodría.Esolosé.Quizánosepaescribirmuchomásquemiputonombre,peronosoytonto.—Puedoescribirlomuchoqueaustedlegustaapretarleelculocuandollevaesevestidoverde.¿Esoquétal?Puedodecirqueseponecachondoalpensareneso.DuckmiróaMorrisconunaexpresiónhastaesemomentoajenaalaexperienciadeMorrisenWaynesville:eraderespeto.—Vaya,esonoestánadamal.Morrisseguíadándolevueltas.Lasmujeresnosolopensabanenelsexocuandopensabanenhombres;elsexonoeraromántico.—¿Dequécolortieneelpelo?—Puesahoramismonolosé.Esloquellamamos«castañoclaro»cuandonovateñida.Esodecastañoclaronoteníamusicalidad,oalmenosMorrisnoselaveía,perosiemprehabía formasde sortear esasdificultades.Loasaltó la impresióndeque latarea encomendada era en gran medida como vender un producto en una agenciapublicitaria, pero apartó la idea de la cabeza al instante. Al fin y al cabo, lasupervivenciaeralasupervivencia.—Escribirélomuchoquelegustaverelbrillodelsolreflejadoensupelo,sobretodoporlamañana—dijo.Ducknocontestó.ObservabaaMorrisconlaspobladascejasmuyjuntas.—¿Qué?¿Nolesuenabien?DuckagarródelbrazoaMorris,quienporunhorrendomomentotuvolacertezade que iba a tronchárselo comouna ramamuerta.El grandullón llevaba la palabraODIOtatuadaenlosnudillos.—Parecepoesía—dijoDuckenunsusurro—.Mañanamismotetraigoelpapel.Enlabibliotecahaymucho.Esanoche,cuandoMorrisregresóalagaleríadespuésdeteñirdeazulduranteelturnodetresanueve,suchaboloestabavacío.RolfVenziano,elocupantedelaceldacontigua, informó aMorris de que Roy Allgood estaba en la enfermería. CuandoAllgoodregresóalotrodía,teníalosdosojosmoradosylanarizentablillada.Miróawww.lectulandia.com-Página96Morrisdesdesulitera;luegosediolavueltaysequedódecaraalapared.WarrenDuckworthfueelprimerclientedeMorris.Alolargodelostreintayseisañossiguientestuvootrosmuchos.A veces Morris, en sus noches de insomnio, tendido de espaldas en la celda (aprincipiosdeladécadadelosnoventateníaunaceldaindividual,conunestantedelibros manoseados), al final lograba serenarse evocando el recuerdo de cómodescubrióa JimmyGold.Esemomento fueun intenso rayode luzen la confusayvirulentaoscuridaddesuadolescencia.Porentoncessuspadressepeleabansincesar,ysibienélhabíadesarrolladounavehementeaversiónporlosdos,sumadreposeíaunaarmaduramejorparaprotegersedelmundo,yportantoéladoptódeellasuamagodesonrisa—unamuecadespectivaysarcástica—ylademoledoraactituddesuperioridadquelaacompañaba.SalvoporLengua y Literatura, asignatura en la que sacaba sobresalientes (cuando se loproponía),eraunalumnodeaprobadosraspados.AnteesoAnitaBellamy,boletíndenotasenmano,incurríaengrandesarrebatosdehisteria.Morrisnoteníaamigos,perosímuchosenemigos.Fuevíctimadepalizasentresocasiones.Dosselaspropinaronchicosquesencillamenteveíanconmalosojossuactitudenconjunto,perolatercerafueobradeunchicoconunmotivodequejamásconcreto.ErauntalPeteWomack,jugadordefútboldeúltimocurso,unaverdaderamole,aquiennolegustólaojeadaqueechóMorrisasunoviaenelcomedorundíaduranteelalmuerzo.—¿Túquémiras, cara de rata?—preguntóWomack a la vez que lasmesas entornoalsolitarioespacioocupadoporMorrisquedabanensilencio.—A ella —contestó Morris. Estaba asustado, y en sus momentos lúcidosnormalmenteelmiedoimponíaunmínimodecontenciónasucomportamiento,peronuncahabíasidocapazderesistirseaunpúblico.—Puesmásvalequelodejes—instóWomack,sinmuchaconvicción.Pretendíadejar un resquicio aMorris. Quizá PeteWomack era consciente de quemedía unmetroochentaycincoypesabacienkilos,entantoqueelnovatodemierdasentadoallísolo,unalfeñiquedelabiosrojos,nollegabaalmetrosetentaypesabasesentaycincokilosescasos.Quizátambiénfueraconscientedequeaquellosqueobservabanla escena —incluida su novia, a todas luces abochornada— repararían en esadisparidad.—Sinoquierequelamiren—dijoMorris—,¿porquésevisteasí?Morrisconsideróqueesoerauncumplido(uncumplidocondoblesentido,desdeluego),peroWomacknopensólomismo.Circundólamesaconlospuñosyaenalto.Morrislanzóunúnicogolpe,perocertero,quedejóaWomackunojoalafunerala.Por supuesto,despuésdeesose llevóunabuena tunda,yganadaapulso,peroeseúnicopuñetazosuyofueunarevelación.Llegadoelcaso,lucharía.Erabuenosaberlo.Encastigo,losdosfueronexpulsadostemporalmente,yesanocheMorrisrecibiówww.lectulandia.com-Página97de sumadre un sermónde veinteminutos sobre la resistencia pasiva, junto con elcáusticocomentariodeque,engeneral,laspeleasenelcomedornosecontabanentrelas actividades extraescolares que buscaban las mejores universidades en lassolicitudesdeingresodelosaspirantesaunaplaza.Detrás de ella, su padre levantó el vaso demartini y le guiñó el ojo. El gestoparecíadaraentenderqueGeorgeBellamy,peseavivirenesenciabajoelyugodesumujer, también lucharía en determinadas circunstancias. Así y todo, huir era laposiciónpordefectodesuqueridopadre,yduranteelsegundosemestredelprimercurso de Morris en Northfield, Georgie-Porgie huyó definitivamente de aquelmatrimonio, deteniéndose solo para rebañar el saldo que quedaba en la cuentacorrientedelosBellamy.Lasinversionesdelasqueantessejactabanoexistían,osehabían idoalgarete.AnitaBellamysequedóconunmontónde facturasyunhijorebeldedecatorceaños.Soloconservódosactivostrasirsesuesposoaparaderodesconocido.Unaeraelmarco con la nominación al Pulitzer por aquel libro suyo; la otra, la casa dondeMorris se había criado, situada en la mejor zona del Lado Norte. Estaba libre dehipoteca,porqueellasehabíanegadoenredondoaplasmarsufirmaenlospapelesdelbancoqueundíasumaridollevóacasa,inmuneporunavezalentusiasmoconque él defendió una oportunidad de inversión que no debía perderse bajo ningúnconcepto.Lavendiócuandoélsefue,ysetrasladaronaSycamoreStreet.—Hemosperdidonivel—reconoció ella anteMorris el verano entreprimeroysegundodeinstituto—,peronuestrasreservaseconómicasserepondrán.Yalmenoseste es un barrio de blancos.—Hizo un alto para revisar ese último comentario yañadió—:Ynoesquetengaprejuicios.—No,mamá—dijoMorris—.¿Quiénibaapensarunacosaasí?Porloregular,nolegustabaquelallamara«mamá»,yasíselohacíasaber,peroaqueldíasequedócallada,loqueloconvirtióenunbuendía.Erasiempreunbuendíacuandoélconseguíaencajarleunapulla.Teníamuypocasoportunidades.A principios de los años setenta, los informes de lectura de libros eran todavíaobligatoriosenLenguayLiteraturadesegundoenNorthfield.Losalumnosrecibíanunalistaenciclostildelibrospreviamenteaprobadosentrelosqueescoger.AMorrisleparecieronbodriosensumayoríay,comodecostumbre,notuvoelmenorreparoendecirlo.—¡Mirad! —exclamó desde su sitio en la última fila—. ¡Copos de avenaamericanosdecuarentasabores!Algunosdesuscompañerosserieron.Conseguíahacerlosreírdevezencuando,yaunqueeraciertoquenopodíagranjearsesusimpatía,esoaélledabaigual.Eranchicos sin porvenir, camino de matrimonios sin porvenir y empleos sin porvenir.Criarían a hijos sin porvenir y acunarían a nietos sin porvenir antes de acabar enhospitales y residencias para ancianos sin porvenir y precipitarse a la oscuridadconvencidosdequehabíanvividoelsueñoamericanoyJesússaldríaarecibirlosalaswww.lectulandia.com-Página98puertasdelcieloalfrentedelcomitédebienvenida.Morrisapuntabamásalto.Soloquenosabíaaqué.LaseñoritaTodd—porentoncesde laedadque tendríaMorriscuandoélysussecuacesirrumpieronencasadeJohnRothstein—lepidióquesequedaradespuésdeclase.Morrispermaneciórepantigadoensupupitremientraslosotroschicossalían,previendoqueToddleentregaraunanotificacióndecastigo.Noseríaelprimeroqueleimponíaporhablarmásdelacuentaenclase,perosíseríaelprimeroenLenguayLiteratura, y eso en cierto modo lo lamentaba. Acudió a su cabeza un vagopensamientoexpresadoenlavozdesupadre—Estásquemandodemasiadasnaves,Morrie—,queseesfumócomounavolutadevapor.LaseñoritaTodd(noprecisamenteguapadecaraperoconuncuerpoquequitabaelhipo),enlugardeentregarleunanotificacióndecastigo,introdujolamanoensuvoluminosa bolsa de libros y sacó un ejemplar en rústica de cubierta roja. En lailustración,enamarillo,unjovenfumabarecostadocontraunatapiadeladrillo.Másarribaseleíaeltítulo:Elcorredor.—Nopierdes ocasión de hacerte el listo, ¿eh?—preguntó la señoritaTodd. Sesentó en el pupitre contiguo al suyo. Llevabaminifalda y lucía sus largosmuslosenfundadosenunasmediasrelucientes.Morrisguardósilencio.—Enestecaso,ya loveíavenir.Razónpor laquehe traídohoyeste libro.Esotienesuladobuenoysuladomalo,miamigosabelotodo.Telibrasdelcastigoperotequedassinposibilidaddeelección.Tienesqueleerestelibroysoloeste.Nofiguraenlalistaaprobadaporelconsejoescolar,ysupongoquepodríametermeenunlíopordártelo,peroconfíoentubondadnatural,que,megustaríacreer,estáahídentrodeti,enalgúnsitio,porminúsculaquesea.Morris echó una ojeada al libro y a continuación recorrió con la mirada laspiernasdelaseñoritaTodd,sinelmenoresfuerzopordisimularsuinterés.Ella se dio cuenta y sonrió. Por unmomentoMorris vislumbró todo un futuropara ellos, en sumayorparte en la cama.Sabíaque esas cosaspasaban realmente.Profesora apetecible busca adolescente para clases extraescolares de educaciónsexual.Eseglobodefantasíaduróquizádossegundos.LaseñoritaToddloreventóconlasonrisatodavíaenloslabios.—Tú y JimmyGold haréis buenasmigas. Esmuy sarcástico y se detesta a símismo, el cabronzuelo.Más omenos como tú.—Se levantó.La falda volvió a susitio,cincocentímetrosporencimadelasrodillas—.Buenasuerteconelinformedelectura.Ylapróximavezqueechesunvistazobajo lafaldadeunamujer,quizá teconvenga recordar una frase deMark Twain: «Mirar está al alcance de cualquierholgazánnecesitadodeuncortedepelo».Morrissaliódelaulaconelraboentrelaspatas,rojodevergüenza:porunaveznosolo lohabíanpuestoensusitio,sinoque lohabían incrustadoyclavadoenél.www.lectulandia.com-Página99Sintió la tentaciónde tirar el libro aunacloaca encuantobajaradel autobús en laesquinadeSycamoreconElm,perose loquedó.Noporque temieraunashorasdecastigo después de clase o una expulsión temporal. ¿Qué podía hacerle la señoritaToddsiellibronoformabapartedelalistaaprobada?Seloquedóporelchicodelaportada. El chico que miraba a través del humo del cigarrillo con una mezcla dehastíoeinsolencia.Esmuysarcásticoysedetestaasímismo,elcabronzuelo.Másomenoscomotú.Sumadrenoestabaencasa,ynoregresaríahastapasadaslasdiez.DabaclasesaadultosenelCityCollegeparaaumentarsusingresos.Morrissabíaqueellaaborrecíaese trabajo,considerándolomuypordebajodesusaptitudes,yaél leparecíabien.Ajoyagua,mamá,pensó.Ajoyagua.El congelador estaba a rebosar de cenas precocinadas. Cogió una a bulto y lametióenelhorno,conlaideadeleerunratohastaqueestuvieralista.Despuésdelacenapodíasubiralpisodearriba,cogerunPlayboydesupadrededebajodelacama(Miherenciadelviejo,pensabaaveces)ypelárselaunrato.Seolvidódeponereltemporizador,yfueeltufoaestofadodecarnequemadoloqueloapartódellibronoventaminutoslargosdespués.Habíaleídolascienprimeraspáginas, y no estaba ya en Tree Streets, en aquella casucha unifamiliar demierdaconstruida en la posguerra, sinovagandopor las calles deNuevaYork con JimmyGold.Comoenunsueño,Morrisfuealacocina,sepusounasmanoplas,extrajodelhornoaquelemplasto,lotiróalabasurayvolvióaconcentrarseenElcorredor.Tendréqueleerlaotravez,pensó.Sesentíacomosituvieraunpocodefiebre.Yconunrotulador,sedijo.Esmucholoquehayquesubrayaryrecordar.Muchísimo.Para los lectores, tomar conciencia de que son lectores es uno de losdescubrimientosmáselectrizantesdelavida:dequesoncapacesnosolodeleer(esoMorris ya sabía), sino además de enamorarse de la lectura. Perdidamente. Condelirio.Elprimer libroqueejerceeseefectonuncaseolvida,ycadapáginaparecetraerunarevelaciónnueva,unaqueabrasayexalta:¡Sí!¡Asíes!¡Sí!¡Tambiényohevistoeso!Yporsupuesto:¡Esopiensoyo!¡Esosientoyo!Morris escribió un informe de lectura de diez páginas sobre El corredor. LaseñoritaToddselodevolvióconundiezyunúnicocomentario:Sabíaquefliparías.Éldeseódecirlequeaquellonoeraunflipe;eraamor.Amorverdadero.Yelamorverdaderonuncamoría.ElcorredorentraencombateeraigualdebuenaqueElcorredor,soloqueJimmyahora,en lugardeserunforasteroenNuevaYork,eraunforasteroenEuropa,quecruzabaAlemanialuchando,viendomorirasusamigos,yalfinalfijabaunamiradainexpresiva,másalládelhorror,a travésde laalambradadeunode loscamposdeconcentración. Los supervivientes esqueléticos, deambulando de aquí para allá,confirmaronloqueJimmyhabíasospechadoduranteaños,escribióRothstein.Todoeraunerror.Valiéndose de una plantilla, Morris copió esas frases en una fuente góticawww.lectulandia.com-Página100modernayclavó lahojaconuna tachuelaa lapuertade suhabitación, laquemástardeocuparíaunniñollamadoPeterSaubers.Sumadre la vio allí colgada, esbozó su amago de sonrisa sarcástica, y no dijonada.Almenosnoentonces.Sudiscusiónacercade la trilogíadeGold seprodujodosañosmástarde,despuésdeleerellamismaloslibrosendiagonal.Elresultadodela discusión fue que Morris se emborrachó; el resultado de la borrachera fue unallanamiento demorada y una agresión; el resultado de esos delitos fueron nuevemesesenelCentroPenitenciariodeMenoresdeRiverview.Peroantesde todoesovinoElcorredorafloja lamarcha,queMorris leyóconcrecientehorror.Jimmysecasóconunabuenachica.Jimmyconsiguióunempleoenelmundo de la publicidad. Jimmy empezó a engordar. Lamujer de Jimmy quedóembarazadadelprimerodelostrespequeñosGold,ysemudaronalasafueras.AllíJimmyentablóamistades.Sumujeryélorganizaronbarbacoasenel jardín trasero.Jimmypresidióesas reunionesante laparrillaconundelantalenelquese leíaELCOCINEROSIEMPRETIENELARAZÓN.Jimmyengañóasumujer,ysumujerloengañóaél.JimmyempezóatomarAlka-Seltzerparalaacidezdeestómagoyunfármacollamadomepromabatoparalaresaca.Porencimadetodo,JimmypersiguióelPavoDorado.Morris leyó con rabia y consternación crecientes esta sucesión de abominablesacontecimientos.Sesintióigual,supuso,quesumadrealdescubrirquesumarido,aquiencreíatenerbajosuyugosinmayorproblema,habíaestadovaciandotodaslascuentasalavezquesesometíasolícitamentealavoluntaddeellaycorríaaatenderhastaelmenordesusdeseos,sin levantarleniunasolavez lamanoparaborrardeunabofetadaelamagodesonrisasarcásticadeaquellacarahipereducada.Morrismantuvo laesperanzadequeJimmydespertara.Deque recordaraquiénera—o al menos quién había sido— y abandonara esa vida absurda y vacía quellevaba.Porelcontrario,Elcorredoraflojalamarcha terminabaenelmomentoenqueJimmycelebrasucampañademayoréxito—Duzzy-Doo,poramordeDios—exclamandoconjactancia:¡Yyaveréiselañoqueviene!En el centro penitenciario de menores se exigió a Morris que visitara a unpsiquiatraunavezporsemana.ElpsiquiatrasellamabaCurtisLarsen.LoschicoslollamabanCurti el Corto.Al final de las sesiones, Curti el Corto siempre repetía aMorrislamismapregunta:«¿Quiéntienelaculpadequeestésaquí,Morris?».La mayoría de los chicos, incluso los tontos de remate, conocían la respuestacorrecta.Morristambién,perosenegabaadarla.«Mimadre»,decíacadavezqueselopreguntaban.En la última sesión, poco antes del final de la pena, Curti el Corto cruzó losbrazossobreelescritorioymiróaMorrisensilencioduranteunalargasucesióndesegundos.ComoMorris sabía,Curti el Corto esperaba a que él bajara la vista. Seresistió.—Enmioficio—dijoporfinCurtielCorto—existeuntérminoparadescribirtuwww.lectulandia.com-Página101reacción: evitación de la culpa. ¿Volverás aquí si sigues evitando la culpa?Seguramenteno.Dentrodeunosmesescumpliráslosdieciocho,asíquelapróximavezquetetoquelalotería,yhabráunapróximavez,teprocesaráncomoadulto.Anoserque cambies, claro está.Asípues, porúltimavez: ¿quién tiene la culpadequeestésaquí?—Mimadre—contestóMorrissinelmenortitubeo.Porquenoeraevitacióndelaculpa;eralaverdad.Lalógicaerainapelable.EntrelosquinceylosdiecisieteañosMorrisleyólosdosprimerosvolúmenesdela trilogía de Gold obsesivamente, subrayando y tomando muchas anotaciones.ReleyóElcorredoraflojalamarcha solounavez,y tuvoqueobligarseaacabarlo.Siempreque locogía, se le formabaunaboladeplomoenelvientre,porquesabíaquéibaapasar.SuresentimientoconelcreadordeJimmyGold,Rothstein,fueamás.¡Por haber destruido a Jimmy de esa manera! ¡Por no haberle permitido siquieramarcharseenmediodeunresplandordegloriaenlugardevivir!¡Porcontemporizar,ybuscaratajos,ycreerqueacostarseconaquellaputilladesucalle,lavendedoradeAmway,significabaqueaúneraunrebelde!Morris se planteó escribir una carta a Rothstein para pedirle—no, exigirle—explicaciones,perosabíaporelreportajedelarevistaTimequeelmuyhijodeputanisiquieraleíalacorrespondenciadesusadmiradores,ymenosaúnlacontestaba.Como Ricky elHippy diría a Pete Saubers años más tarde, la mayoría de loshombresymujeresqueseenamorande lasobrasdeunescritorenparticular—losVonnegut,losHesse,losBrautiganylosTolkien—alfinalencuentrannuevosídolos.Después de su desencanto con El corredor afloja la marcha, eso mismo podríahaberleocurridoaMorris.Antesdequeesosucediera,tuvolugarladiscusiónconlaarpíaqueestabadecididaaamargarlelavidaporqueyanopodíaecharlelasgarrasalhombre que se la había amargado a ella. Anita Bellamy, con su cuasi-Pulitzerenmarcado y su desparramada mata de pelo rubio teñido y su amago de sonrisasarcástica.Durantelasvacacionesdefebrerode1973,ellaleyóendiagonallastresnovelasdeJimmyGoldenunsolodía.Yeranlosejemplaresdeél,susejemplaresprivados,queellasustrajodelestantedesudormitorio.Estabantiradosenlamesitadecentrocuantoélllegó,Elcorredorentraencombateabsorbiendolahumedaddelcírculodecondensacióndejadoporlacopadevinodesumadre.FueunadelaspocasvecesensuvidaadolescenteenqueMorrissequedósinhabla.NoasíAnita.—Haceyamásdeunañoquehablasdeestoslibros,asíqueporfinhedecididover a qué viene tanto entusiasmo.—Tomó un sorbo de vino—. Y como tenía lasemana libre, loshe leído.Pensabaquemellevaríamásdeundía,peroahínohaymuchocontenido,¿nocrees?—Tú…—Morrisseatragantóporunmomento.Acontinuaciónexclamó—:¡Hasentradoenmihabitación!www.lectulandia.com-Página102—Nuncaponesningunapegacuandoentroacambiartelassábanas,ocuandotedevuelvo la ropa, limpia y plegada. ¿Pensabas quizá que el Hada de la Colada seocupabadeesastareas?—¡Esoslibrossonmíos!¡Estabanenelestantequelesreservoespecialmente!Noteníasderechoacogerlos.—Volveré a dejarlos con mucho gusto. Y no te preocupes, no he tocado lasrevistasquetienesdebajodelacama.Séqueloschicosnecesitan…diversión.Morrisdiounpasoalfrenteconlasensacióndequeteníaunoszancosporpiernasyrecogióloslibrosconlasensacióndequeteníagarfiospormanos.LacontraportadadeElcorredorentraencombate sehabía empapadoa causade lamaldita copa,ypensó:siunvolumendelatrilogíateníaquemojarse,¿porquénopodríahabersidoElcorredoraflojalamarcha?—Reconozcoquesoncreacionesinteresantes.—Habíaempezadoahablarconsutonoprofesoralmásserio—.Muestran,aunqueseasoloeso,elgradualdesarrollodeunautorderelativotalento.Lasdosprimerassondeunainmadurezdeplorable,esodesde luego, tal como Tom Sawyer es una novela inmadura en comparación conHuckleberry Finn, pero la última… aunque no está a la altura de Huck Finn…muestramaduración.—¡Elúltimodapena!—vociferóMorris.—No hace falta que levantes la voz,Morris. No hace falta que grites. Puedesdefender tu postura sin necesidad de eso. —Y ahí estaba aquella sonrisa que éldetestaba,tanparcayafilada—.Estamosmanteniendounaconversación.—¡Yonoquieromantenerunaputaconversación!—¡Pero debemos mantenerla!—exclamó Anita, sonriente—. Dado que me hepasadoeldía…pornodecirquehemalgastadoeldía…intentandocomprenderamihijo, un chico egocéntrico y pretendidamente intelectual que en la actualidad tieneunamediadeaprobadoensusasignaturas.EsperóaqueMorrisrespondiera.Élseabstuvo.Habíatrampasportodaspartes.Ellaledabamilvueltassiseloproponía,yenesemomentoselohabíapropuesto.—Veo que los dos primeros volúmenes están muy manoseados, casidesencuadernados, leídoscasihastaeldesgaste.Contienennumerosossubrayadosyanotaciones,algunasde lascuales revelanelnacimiento…nodiréel florecimiento,ciertamente no puede llamarse así, ¿a que no?, al menos no todavía… de unaperspicazmentecrítica.Encambio,elterceroparecenuevo,ynohayunasolafrasesubrayada. No te gusta lo que le pasa al personaje, ¿verdad? Jimmy y, portransferencialógica,elautordejandeinteresarteencuantoél…madura.—¡Se vendió!—Morris cerró los puños. Tenía la cara caliente y le palpitabacomo aquel día después de sacudirle Womack en el comedor delante de todo elmundo.Aunasí,Morrishabíaconseguidoasestaraquelpuñetazocertero,ydeseabaasestarotroahora.Lonecesitaba—.¡Rothsteinpermitióquesevendiera!Sinoloves,¡eresidiota!www.lectulandia.com-Página103—No—dijo ella.La sonrisahabíadesaparecido.Se inclinó, dejó la copa en lamesitadecentrosinapartardeéllamiradaenningúnmomento—.Enesosecentratuerror de interpretación. Un buen novelista no guía a sus personajes; los sigue. Unbuennovelistanocreaincidentes;observamientrasocurrenyluegoescribeloqueve.Unbuennovelistaesconscientedequeejercedesecretario,nodeDios.—¡EsenoeraelpersonajedeJimmy!¡ElputoRothsteinlocambió!¡ConvirtióaJimmyenunmamarracho!¡Loconvirtióen…enunapersonacorriente!Morris lamentó que sus argumentos sonaran tan poco convincentes, y lamentóhaberse dejado arrastrar por su madre a defender una postura que no necesitabadefenderse,queeraevidenteporsímismaparacualquieraconunpocodecerebroyunmínimodesentimiento.—Morris. —Con voz muy baja—. En otro tiempo yo quise ser la versiónfemenina de Jimmy, tal como tú ahora quieres ser Jimmy. JimmyGold, o alguiencomo él, es la isla donde se exilian la mayoría de los adolescentes hasta que lainfanciadapasoa lavidaadulta.Loquenecesitasentender…loqueRothsteinporfinentendió,aunquetardótreslibrosenentenderlo…esquelamayoríadenosotrosnos convertimos en personas corrientes. En mi caso sin duda así fue. —Miróalrededor—.¿Porqué,sino,íbamosaestarviviendoaquí,enSycamoreStreet?—¡Porquefuistetontaytedejastedesplumarpormipadre!Ella torció el gesto al oírlo (una diana, una diana palpable, vio Morris,exultante),peroenseguidavolvióaaflorarelamagodesonrisasarcástica.Comountrozodepapelcarbonizándoseenuncenicero.—Reconozco que hay una parte de verdad en lo que dices, aunque esdesconsiderado de tu parte recriminármelo. Pero ¿te has preguntado por qué nosdesplumó?Morrissequedóensilencio.—Porquesenegóamadurar.TupadreesunPeterPanbarrigudoquesebuscóaunachicaaquiendoblabalaedadparaquehicieradeCampanillaenlacamaconél.—Pormí,puedesdevolvermeloslibrosotirarlosalabasura—dijoMorrisconunavozqueapenasreconoció.Parahorrorsuyo,parecíalavozdesupadre—.Tantosemeda.Yomemarchodeaquí,ynopiensovolver.—Bah,seguroquevolverás—dijoella,yaeserespectoteníarazón,perotardaríacasi un año, y para entonces ella ya no lo conocía. Si es que alguna vez lo habíaconocido—.Ydeberíasleerestetercerounascuantasvecesmás,creo.Su madre tuvo que levantar la voz para decir el resto, porque él se alejabaapresuradamente por el pasillo, poseído de emociones tan intensas que casi locegaban.—¡Buscaunpocodecompasión!ElseñorRothsteinlaencontró,¡yeslagraciaredentoradelúltimolibro!Elportazoacallósuvoz.Morris,conlacabezagacha,recorrióairadoelcaminodeaccesoy,yaenlaacera,www.lectulandia.com-Página104seechóacorrer.Atresmanzanasdeallíhabíauncentrocomercialconunalicorería.Cuando llegó,sesentóenelsoportedebicicletas frenteaHobbyTerrificyesperó.Los primeros dos hombres a quienes se dirigió rechazaron su petición (el segundoesbozandounasonrisaquedebuenaganaMorrislehabríaborradodelacaradeunpuñetazo),peroeltercerovestíaropadetiendadesegundamanoycaminabaconunapronunciadacojeraababor.AccedióainvitaraMorrisaunacervezapordosdólares,oauncuartodewhiskyporcinco.Morrisoptóporelcuartodewhisky,yempezóabebérselo junto al arroyo que discurría a través del terreno sin urbanizar entre lascallesSycamoreyBirch.Paraentonceselsolyadeclinaba.NoconservabarecuerdodelviajehastaSugarHeightsenelcocherobado,perosindudacuandoestuvoallíletocólalotería,comosecomplacíaendecirCurtielCorto,elgordodelalotería.¿Quiéntienelaculpadequeestésaquí?Suponíaqueunapequeñapartedelaculpapodíaatribuirsealborrachínquehabíapagadoaunmenordeedaduncuartodewhisky,perolaresponsableerasobretodosumadre,yalgobuenohabíasalidodeaquello:cuandolocondenaron,novioenellaelmenor amago de aquella sonrisa sarcástica. Por fin Morris había conseguidoborrárseladelacara.Enlacárcel,durantelosconfinamientosgenerales(unoalmescomomínimo),Morrissetendíaensuliteraconlasmanosentrelazadasdetrásdelacabezaypensabaenlacuarta novela de JimmyGold, preguntándose si contenía la redención que él tantohabíaansiadodespuésdecerrarElcorredoraflojalamarcha.¿Cabíalaposibilidadde que Jimmy hubiese rescatado sus antiguos sueños y esperanzas? ¿Su antiguoardor?¡Sihubiesedispuestoalmenosdedosdíasmásconeltexto!¡Ounosolo!PeroseguramentenisiquieraJohnRothsteinhabríasidocapazdepresentaresodemanera verosímil. A partir de las observaciones del propio Morris (basadasprincipalmenteenelmodelodesuspadres),cuandoelardorseextinguía,porreglageneral se extinguíapara siempre.Asíy todo, ciertagente sí cambiaba.RecordabaqueenunaocasiónplanteóesaposibilidadaAndyHallidaymientrasmanteníanunadesusmuchasconversacionesduranteelalmuerzo.EsaenparticularsedesarrollóenelHappyCup,aunpasodelalibreríadondeAndytrabajaba,GrissomBooks,enlamismacalle,nomuchodespuésdeabandonarMorrissusestudiosenelCityCollege,tras decidir que lo que allí se consideraba educación superior no servía para unamierda.—Nixon cambió—adujoMorris—. El antiguo anticomunista inició relacionescomerciales conChina.Y Lyndon Johnson consiguió que el Congreso aprobara laLey de Derechos Civiles. Supongo que si una vieja hiena racista como él pudocambiardepostura,todoesposible.—Políticos—dijoAndycondesdén,arrugandolanarizcomosiolieramal.Eraunmuchachoflaco,conelpelocortadoacepillo,solounosañosmayorqueMorriswww.lectulandia.com-Página105—.Esoscambianporconveniencia,nopor idealismo.Lagentedeapienohacenieso.Nopuede.Sisecomportancomoesdebido,loscastigan.Entonces,despuésdelcastigo,dicenvale,síseñor,yseatienenalprogramacomolosbuenossiervosqueson. Ya ves cómo acabaron los que semanifestaban contra la guerra de Vietnam.Ahora en su mayoría llevan vidas de clase media. Gordos, felices, y votantesrepublicanos.Losquesenegaronapasarporelaroestánenlacárcel.Osonfugitivosdelajusticia,comoKatherineAnnPower.—¿CómopuedesconsiderargentedeapieaJimmyGold?—protestóMorris.Andylomiróconactitudpaternalista.—Vamos,por favor.Suhistoriaesdeprincipioa finunviajeépicosurgidodelexcepcionalismo. La finalidad de la cultura estadounidense escrear una norma,Morris. Eso implicameter en vereda a las personas extraordinarias, y es lo que leocurre a Jimmy. Por el amor de Dios, acaba trabajando nada menos que enpublicidad.¿Acasohayenesteputopaísmayorrepresentantedelanormaqueese?EslaprincipalconclusióndeRothstein.—Meneólacabeza—.Sibuscasoptimismo,compranovelarosa.Morris pensó que en esencia Andy discutía por el placer de discutir. Tras susgafasdecareydeintelectualoideardíanunosojosdeexpresiónfervorosa,peroyaporentoncesMorrisempezabaaverdequépiecojeaba.Centrabasufervorenloslibroscomoobjetos,noenlashistoriasylasideasquecontenían.Comían juntosdoso tresvecesporsemana,por logeneralenelCupyavecesdelante deGrissomBooks, en la acera de enfrente, en los bancos deGovernmentSquare.FueduranteunodeesosalmuerzoscuandoAndrewHallidaymencionóporprimera vez el persistente rumor de que JohnRothstein había seguido escribiendo,pero,segúnseestipulabaensutestamento,todalaobradebíaquemarsedespuésdesumuerte.—¡No!—habíaexclamadoMorris,sinceramentedolido—.Esonoseríaposible.¿Osí?Andyseencogiódehombros.—Siconstaeneltestamento,todoloquehaescritodesdequeabandonólavidapúblicapuedeconsiderarseyaceniza.—Teloestásinventando.—Lodeltestamentoquizáseasolounrumor,loadmito,peroenloscírculosdelibrerossedaporhechoqueRothsteinnodejódeescribir.—Loscírculosdelibreros—repitióMorrisconescepticismo.—Tenemos nuestra propia radio macuto, Morris. La mujer de la limpieza deRothsteinlehacelacompra,¿entiendes?Ynosololacomida.UnavezalmesocadaseissemanasentraenWhiteRiverBooks,unalibreríadeBerlin,queeselpueblomáscercanodeciertaentidad,pararecogerlibrosqueélencargaporteléfono.EsamujerhacontadoaquienestrabajanallíqueRothsteinescribeadiariodesdelasseisdelamañanahastalasdosdelatarde.Eldueñopasóeldatoaotragentedelsectorenlawww.lectulandia.com-Página106FeriadelLibrodeBoston,ycorriólavoz.—Lahostia—susurróMorris.Esa conversación se había desarrollado en junio de 1976. El último relatopublicadodeRothstein,«Latartadeplátanoperfecta»,habíasalidoalaluzen1960.Si lo queAndy decía era verdad, significaba que John Rothstein llevaba dieciséisaños acumulandonuevos textosnarrativos.En el supuestodequenopasarade lasochocientaspalabrasdiarias,esoascendía…Morris fue incapazdehacerelcálculomentalmente,peroeramucho.—Lahostia,comotúbiendices—convinoAndy.—Sideverdadquierequetodoesoseaquemadocuandomuera,¡estáloco!—Comolamayoríadelosescritores.—AndyseinclinóhaciaMorris,sonriente,comosiloquedijoacontinuaciónfuerabroma.Talvezloera.Almenosparaél—.Heaquí loquepienso:alguiendeberíaorganizarunamisiónde rescate.Talvez tú,Morris.Alfinyalcaboeressuadmiradornúmerouno.—Yono—respondióMorris—,nodespuésdeloquehizoconJimmyGold.—Calma,muchacho.Nopuedesecharleencaraaalguienquesigalosdictadosdesumusa.—Claroquepuedo.—Pues roba ese material—sugirió Andy, todavía sonriente—. Considéralo unroboamododeprotestaennombredelaliteraturaenlenguainglesa.Tráemeloamí.Lo pondré a buen recaudo durante un tiempo y luego lo venderé. Si no sondivagacionesseniles,podríanllegaravalerunmillóndedólares.Lorepartirécontigo.Alcincuentaporciento,mitadymitad.—Noscogerían.—Nocreas—contestóAndyHalliday—.Haymanerasdehacerlo.—¿Cuántotendríasqueesperarparavenderlos?—Unosaños—dijoAndy,acompañandolarespuestadeungestodespreocupado,comosihablaradeunpardehoras—.Cinco,quizá.Al cabo de un mes, ya hasta la coronilla de vivir en Sycamore Street yobsesionado con esa gran cantidad de manuscritos, Morris montó en su VolvodestartaladoypartiócaminodeBoston,dondeledioempleouncontratistaqueestabaconstruyendounpardeurbanizacionesen lasafueras.Alprincipioese trabajocasiacabó con él, pero en cuantodesarrollóunpoco lamusculatura (no es que fuera aparecersenuncaaDuckDuckworth),lascosaslefueronmejor.Inclusohizounpardeamigos:FreddyDowyCurtisRogers.TelefoneóaAndyunavez.—¿DeverdadpodríasvenderlosmanuscritosinéditosdeRothstein?—Sinduda—respondióAndyHalliday—.Noinmediatamente,comocreoqueyatedije,pero¿esoquémásda?Nosotrossomosjóvenes.Élno.El tiempoestaríadenuestrolado.Sí,yesoincluiríatiempoparaleertodoloqueRothsteinhabíaescritodesde«Lawww.lectulandia.com-Página107tarta de plátano perfecta». Las ganancias —aun tratándose de medio millón dedólares—eranunacuestiónsecundaria.Nosoyunmercenario,sedijoMorris.AmínomeinteresaelPavoDorado.Esamierdanoimportaunamierda.Contenerlojustoparairtirando,comounaespeciedebeca,medoyporcontento.Soyunestudioso.Los fines de semana empezó a visitar Talbot Corners, enNewHampshire. En1977 empezó a ir allí acompañado de Curtis y Freddy. Paulatinamente, un planempezóacobrar forma.Unplansencillo,queson losmejores.Elclásico roboconfractura.Losfilósofoshanreflexionadosobreelsentidodelavidadurantesiglos,yraravezhanllegadoalamismaconclusión.ElpropioMorrisanalizóeltemadurantesusañosdeprivacióndelibertad,perosusinvestigacioneseranmásprácticasquecósmicas.Éldeseabaconocerelsentidodelapalabra«vida»desdeelpuntodevistajurídicocomopartedeltérmino«prisióndeporvida».Loqueaveriguóresultabauntantoesquizo.Enalgunosestados«vida»equivalíaexactamenteaeso.Enprincipiounopermanecíapresohastasumuerte,sinposibilidaddelibertadcondicional.Enalgunosestadossecontemplabala libertadcondicionaldespuésdesolodosaños.Enotros,erancinco,siete,diez,oquince.EnNevada,lalibertadcondicionalseconcedía(ono)enfuncióndeunenrevesadosistemadepuntos.En el año 2001, la condena de un hombre a prisión de por vida en el sistemapenitenciarioestadounidensedurabaunpromediodetreintaañosycuatromeses.En el estado dondeMorris cumplía condena, los legisladores habían creado supropia definición de «vida», un tanto críptica, basada en la demografía. En 1979,cuandoMorrisfuecondenado,laesperanzadevidadeunvarónestadounidenseeradesetentaaños.EntoncesMorris teníaveintitrés,yporconsiguientepodríadarporpagadasudeudaconlasociedadencuarentaysieteaños.Amenos,claroestá,queleconcedieranlalibertadcondicional.Seconsideróquecumplía losrequisitosen1990.CoraAnnHoopercomparecióenlavista.Vestíaunsobriotrajeazul.Llevabarecogidoenunmoñoelcabelloyauntanto canoso, tan tirante que daba dentera. Sostenía un enorme bolso negro en elregazo.VolvióareferirqueMorrisBellamylaagarrócuandoellapasabapordelantedelcallejóncontiguoa la tabernaShooter’sy leanunciósu intenciónde«echaruncasquete».ContóaloscincomiembrosdelaJuntadeTratamiento,responsabledelaconcesióndelrégimendelibertadcondicional,queleasestóunpuñetazoylerompiólanariz antesdeque ella consiguiera avisar a la policíamediante el dispositivodealarmaqueguardabaenelbolso.Contóalajuntaqueleapestabaelalientoaalcoholyquelearañóelabdomenalarrancarlelaropainterior.ContóqueMorris«todavíaestabaasfixiándomeyhaciéndomedañoconsumiembro»cuandoelagenteEllentonllegó y lo apartó. Contó a la junta que en 1980 intentó suicidarse, y seguía enwww.lectulandia.com-Página108tratamientopsiquiátrico.ContóalajuntaqueestabamejordesdequehabíaaceptadoaJesucristocomosalvadorpersonal,peroaúnteníapesadillas.No,dijoalajunta,nosehabíacasado.Lasolaideadelsexoleprovocabaataquesdepánico.Lalibertadcondicionalfuedenegada.Enelimpresoverdequeleentregaronesanoche a través de los barrotes de la celda se exponían varias razones, pero la queencabezaba la lista era a todas luces la principal consideración de la Junta deTratamiento:Lavíctimadeclaraqueaúnsufre.Zorra.Hooper volvió a comparecer en 1995, y de nuevo en 2000. En el 95 vestía elmismotraje.Enelañodelmilenio—paraentonceshabíaengordadoalmenosquincekilos—vestíaunomarrón.En2005eltrajeeragris,yungrancrucifijoblancopendíasobreelabultamientocadavezmayordesubusto.Encadacomparecenciasosteníaenelregazounenormebolsonegro,alparecerelmismo.Cabíasuponerqueconteníael dispositivo de alarma. Quizá también gas pimienta. En esas vistas no recibiócitación;comparecióvoluntariamente.Ycontósuversión.La libertadcondicional fuedenegada.Laprincipal razónaducidaenel impresoverdeera:Lavíctimadeclaraqueaúnsufre.No hay mierda que importe una mierda, se dijo Morris. No hay mierda queimporteunamierda.Talvezno,pero,Dios,debuenaganalahabríamatado.En las fechas de su tercera denegación, Morris estaba muy solicitado comoescritor:enelpequeñomundodeWaynesville,eraunautordesuperventas.Escribíacartasdeamorparaesposasynovias.Escribíacartaspara loshijosde losreclusos,algunasdelascualesconfirmaronlaexistenciadePapáNoelconconmovedoraprosa.Escribió solicitudes de empleo para presos cuya puesta en libertad se avecinaba.Escribiótrabajosparapresosquecursabanestudiosuniversitariosporinternetoquesepreparabanparaobtenerelgraduadoescolar.Noejercíadeabogadopenitenciario,perosíescribiódevezencuandocartasaabogadosauténticosenrepresentacióndereclusos, exponiendo convincentemente el caso en cuestión y estableciendo losfundamentos para la apelación. En algunas ocasiones los abogados quedaronimpresionados por esas cartas y—conscientes del dinero que podía ganarse si seobtenían sentencias favorables en procesos por encarcelamiento indebido— sesubieron al carro. Cuando el ADN pasó a tener una importancia capital en losrecursosde apelación, escribió con frecuencia aBarryScheckyPeterNeufeld, losfundadoresdelProyectoInocencia.Unadeesascartasllevóenúltimainstanciaalaexcarcelación de un mecánico de automóviles y ladrón a tiempo parcial llamadoCharles Roberson, que había pasado veintisiete años en Waynesville. Robersonconsiguiólalibertad;MorrisconsiguiólagratitudeternadeRoberson,ynadamás…www.lectulandia.com-Página109amenosque se tuvieranencuenta lospositivosefectosen su reputación, cadavezmássólida,locualnoeraenabsolutodespreciable.Hacíayamuchotiempoquenoloviolaban.En 2004 Morris escribió su mejor carta, a cuya versión definitiva llegóafanosamentedespuésdecuatroborradores.IbadirigidaaCoraAnnHooper.Enellaleexplicabaquelocorroíanlosremordimientosporloquehabíahecho,yprometíaquesi leconcedían la libertadcondicional,dedicaríael restode lavidaaexpiarsuúnicoactoviolento,cometidoduranteunepisodiodeamnesiaalcohólica.«AquíasistocuatrovecesporsemanaalasreunionesdeAlcohólicosAnónimos—escribió—,yahoraapadrinoamediadocenadealcohólicosydrogadictosenvíasderecuperación.Fuera,proseguiríaconesalaborenelcentrodereinsercióndeSaintPatrick,enelLadoNorte.Heexperimentadoundespertarespiritual,señoraHooper,yhedejadoentraraJesúsenmivida.Sindudacomprendeustedloimportantequeesesto, porque me consta que también ha aceptado a Cristo como Salvador suyo.“Perdónanos nuestras deudas”, dijo el Señor, “así como nosotros perdonamos anuestros deudores”. Señora Hooper, ¿no tendrá la bondad de perdonarme a mí ladeudaquecontrajeconusted?Yanosoyelhombreque lehizo tantodañoaquellanoche.Enmialmasehaobradounaconversión.RuegoaDiosquerespondaustedamicarta».Alcabodediezdíassusúplicafueatendida.Elsobrenoteníaremite,exceptoporelnombre,C.A.Hooper,nítidamenteescritoenlasolapaposterior.Morrisnisiquieratuvo que romper el sobre; ya se había encargado de eso algún empleado de lasoficinas, responsabledeexaminar lacorrespondenciade los reclusos.Conteníaunaúnicahojadepapeldebarba.Enelángulosuperiorderechoyenelinferiorizquierdogatitosdepeluche jugabanconmadejasgrisesdecordel.No teníaencabezamiento.Habíaunaúnicalínea,escritaenmayúsculas,hacialamitaddelahoja:«Esperoquetepudrasahídentro».La zorra compareció en la vista al año siguiente, ahora con las piernascomprimidas por unasmedias elásticas, los tobillos hinchados por encima de unoszapatos cómodos. Era como una golondrina vengativa y obesa que regresara a laversión carcelaria de lamisión de San Juan deCapistrano.Una vezmás contó suhistoria,yunavezmássedenególalibertadcondicional.Morrishabíasidounpresomodélico,yahoraelimpresoverdeconteníaunaúnicarazón:Lavíctimadeclaraqueaúnsufre.Morrissereafirmóenquenohabíamierdaqueimportaraunamierdayvolvióasucelda.Noprecisamenteunático,unmetroochentapordosymedio,peroalmenosteníalibros.Loslibroseranlaescapatoria.Loslibroseranlalibertad.Setendióensucamastro,imaginandoloplacenteroqueseríadisponerdequinceminutosasolasencompañíadeCoraAnnHooper,conunapistoladeclavos.Para entonces Morris trabajaba en la biblioteca, lo cual fue un extraordinariocambio para mejor. A los funcionarios de la prisión les traía sin cuidado en quéwww.lectulandia.com-Página110gastarasumagropresupuesto,asíquenorepresentóelmenorproblemasuscribirsealBoletínbibliográficodeEstadosUnidos.Tambiénconsiguióunoscuantoscatálogosde tratantes de libros raros de todo el país, que eran gratuitos. Con frecuenciaaparecíanalaventalibrosdeJohnRothstein,ofrecidosaprecioscadavezmásaltos.Morris no pudo pormenos de animarlos tal como algunos presos animaban a susequiposdeportivos.Elvalordeloslibrosdelamayoríadelosautoressedesplomabacuando morían, pero unos cuantos afortunados seguían una tendencia ascendente.Rothstein se había convertido en uno de esos. De vez en cuando aparecía unRothsteinautografiadoenalgunodeloscatálogos.Enlaediciónde2007delcatálogonavideño de Bauman, un ejemplar de El corredor dedicado a Harper Lee —una«copiaasociada»,selollamaba—alcanzólos17.000dólares.Durantesusañosdeprisión,Morristambiénpermanecióatentoalperiódicolocaly más adelante, cuando el siglo XXI incorporó sus cambios tecnológicos, a variaspáginasweb de la ciudad. El terreno situado entre Sycamore Street yBirch Streetcontinuaba empantanado en aquel interminable pleito, que era justo lo queMorrisquería.Alfinalsaldríadelacárcel,yallíestaríaelcofre,firmementesujetoentrelasraícesdeaquelárboldeamplioramaje.Elhechodequeloscuadernostuvieranahoraposiblementeunvalorastronómicoleimportabacadavezmenos.Enotrotiempofuejoven,ysuponíaquehabríadisfrutadodetodaslascosasenpos de las cuales iban los hombres jóvenes cuando tenían las piernas fuertes y lasbolas firmes:viajesymujeres, cochesymujeres, casasgrandescomo lasdeSugarHeightsymujeres.Ahorararavezsoñabasiquieraconeso,ylaúltimamujerconlaquehabíamantenidorelacionessexualeseraengranmedidaelfactordeterminantedesuprolongadaestanciaentrerejas.Nopasabaporaltolaironíadesusituación.Peroeso daba igual. Las cosas del mundo iban quedando en la cuneta. Uno perdía larapidezdemovimientoylavistayesaputavitalidadeléctrica,perolaliteraturaeraeterna,yesoeraloqueaélleesperaba:unageografíaperdidaquenohabíavistoaúnojoalgunoapartede sucreador.Sino llegabaaveresageografíahasta los setentaaños,queasífuera.Habíadinero,además:todosaquellosbilletesensobres.Nounafortunanimuchomenos,perounbuencolchón.Tengo una razón por la que vivir, se dijo. ¿Cuántos pueden afirmar eso aquídentro, ymás cuando losmuslos se les reblandecen y la polla solo se les levantacuandonecesitanmear?MorrisenvióvariascartasaAndyHalliday,queahorasí teníasupropia tienda,comoMorrissabíaporelBoletínbibliográficodeEstadosUnidos.Tambiénsabíaquesuviejoamigosehabíametidoenaprietosalmenosunavez,porintentarvenderunejemplar robado del libromás famoso de JamesAgee, pero había salido del paso.Lástima.MorrisdemuybuenaganahabríadadolabienvenidaaWaynesvilleaaquelmaricay su colonia.Había allímuchos chicosmalosmásquedispuestos ahacerledaño en nombre deMorrie Bellamy. Simples fantasías, no obstante. Aun si Andyhubiese sido condenado, probablemente todo habría quedado en una multa. En elwww.lectulandia.com-Página111peordeloscasos,lohabríanenviadoalclubdecamposituadoenelextremooestedelestado,adondeibanapararlosladronesdeguanteblanco.NingunadelascartasdeMorrisaAndyrecibiórespuesta.En2010sugolondrinaparticular regresóunavezaCapistrano, enestaocasióncontrajenegro,comosisehubieravestidoparasupropiofuneral.Queseráprontosino pierde un poco de peso, pensóMorris malévolamente. A Cora Ann Hooper lecolgabanahoraloscarrillosenformadecarnosastortas,teníalosojoscasienterradosenbolsasdegrasaysupielpresentabauncoloramarillento.Habíasustituidoelbolsonegro por uno azul, pero por lo demás era la de siempre. ¡Pesadillas! ¡Terapiainterminable! ¡Lavidaarruinadaporculpadeaquellabestiahorripilantequesurgiódelcallejónaquellanoche!Yquesitalyquesicual,bla-bla-bla.¿Todavíanohassuperadoaquellalamentableviolación?,pensóMorris.¿Novasapasarnuncaaotracosa?Morrisregresóasuceldapensando:Nohaymierdaqueimporteunamierda.Nohaymierdaqueimporteunaputamierda.Eseañocumpliócincuentaycinco.Undíademarzode2014,unceladorfueabuscaraMorrisalabiblioteca,dondeleíapor tercera vezPastoral americana sentado detrás del escritorio principal. (Era lamejornoveladePhilipRothcondiferencia,enopinióndeMorris).ElceladorledijoquereclamabansupresenciaenAdministración.—¿Paraqué?—preguntóMorrisalavezqueseponíaenpie.Porloregular,lasvisitasaAdministraciónnoaugurabannadabueno.Amenudosetratabadealgúnpolique buscaba un chivatazo, y si uno se negaba a cooperar, lo amenazaba con lascabronadasmássiniestras.—Unavista,conlaJuntadeTratamiento.—No—dijoMorris—.Tienequeserunerror.Lajuntanoverámicasootravezhastaelañoqueviene.—Yosolohago loquemeordenan—repusoelcelador—.Sinoquieresque tecaigaunaamonestación,buscaaalguienqueatiendaelescritorioymueveelculo.La JuntadeTratamiento—compuesta ahorapor tres hombresy tresmujeres—esperaba en la salade reuniones.ConPhilipDowns, el asesor jurídicode la junta,sumabansiete,elnúmerodelasuerte.LeyóunacartadeCoraAnnHooper.Eraunacartaasombrosa.Lazorrateníacáncer.Esoerabuenanoticia,peroloqueseguíaeraaúnmejor.RetirabatodassusobjecionesalalibertadcondicionaldeMorrisBellamy.Segúndecía,lamentabahaberdejadopasartantotiempo.AcontinuaciónDownsleyóunacartadelCentrodeArteyCulturadelMedioOeste,conocidoenlaciudadcomoCACMO.Habíancontratadoamuchosexreclusosenlibertadcondicionalalolargodelosaños,yestabandispuestosaaceptaraMorrisBellamyparatareasdearchivoeintroduccióndedatosenelordenador,atiempoparcial,enmayo,siseleconcedíalawww.lectulandia.com-Página112libertadcondicional.—Envistadesulimpiohistorialalolargodelosúltimostreintaycincoaños,yen vista de la carta de la señora Hooper—dijo Downs—, he considerado que locorrectoeraplantearenlajuntaelasuntodesulibertadcondicionalunañoantes.LaseñoraHoopernosinformadequenolequedamuchotiempo,yestoysegurodequele gustaría dar esto por concluido. —Se volvió hacia los demás—. ¿Ustedes quédicen,señorasyseñores?Morrisyasabíaquécontestaríanlasseñorasylosseñores;delocontrarionolohabríanemplazadoallí.Lavotaciónfuede6a0enfavordeconcederle la libertadcondicional.—¿Cómosesienteanteesto,Morris?—preguntóDowns.Morris, por lo regular hábil con las palabras, estaba tan atónito que no pudoarticularunasola,peronofuenecesario.Rompióallorar.Alcabodedosmeses,despuésdelasobligadassesionesdepsicoterapiapreviasalapuestaenlibertadypocoantesdelafechaenqueestabaprevistasuincorporaciónalCACMO, cruzó la puertaA y regresó almundo libre.En el bolsillo llevaba lossueldosde treintay cincoaños en el taller de teñido, la carpinteríay labiblioteca.Ascendíanadosmilsetecientosdólaresmáslacalderilla.PorfinloscuadernosdeRothsteinsehallabanasualcance.www.lectulandia.com-Página113SEGUNDAPARTEVIEJOSAMIGOSwww.lectulandia.com-Página1141Gustavo William Hodges —Bill, para los amigos— circula por la Carretera delAeropuertoconlasventanillasbajadasylaradioencendida,cantandoconDylan:«ItTakes a Lot to Laugh, It Takes a Train to Cry». A sus sesenta y seis años, noprecisamente un pimpollo, presenta un aspecto más que aceptable para habersobrevivido a un infarto. Ha perdido unos quince kilos desde el patatús, y haabandonadolacomidabasuraqueestabamatándoloacadabocado.¿Quierellegaralossetentaycinco?,lepreguntóelcardiólogo.Esofuedurantesuprimerchequeocompleto,unpardesemanasdespuésdeimplantarleelmarcapasos.Siesloquequiere,renunciealascortezasdecerdoylosdonuts.Hágaseamigodelasensaladas.Como consejo, no puede decirse que estuviera a la par de «Amarás al prójimocomo a ti mismo», pero Hodges se lo ha tomado a pecho. En el asiento delacompañante, lleva una ensalada en una bolsa blanca de papel. Tendrá tiempo desobraparacomérsela,regadaconaguamineralDasani,sielavióndeOliverMaddenllega puntualmente. Y si es que Madden de verdad aparece. Holly Gibney le haaseguradoqueMaddenestáyadecamino—Hollyhaobtenidosuplandevuelopormedio de unaweb llamadaAirTracker—, pero siempre cabe la posibilidad de queMaddensehayaolidoalgoyhayadecididocambiarderumbo.Haceyamuchoquesededicaalamalavida,ylosindividuoscomoesedesarrollanunolfatomuyfino.Hodgesdejaatráselramalquedaaccesoalasterminalesprincipalesyalparkingde corta estancia y sigue los letreros que indican: TRANSPORTE AÉREO ySIGNATUREAIRyTHOMASZANEAVIATION.Doblaalaalturadeestaúltima.Es un operador independiente de base fija, acurrucado—casi literalmente— a lasombra del FBO contiguo, Signature Air, mucho mayor. Brotan hierbajos en elasfaltoagrietadodelpequeñoaparcamiento,vacíosalvoporlaprimerafila,reservadapara una docena de coches de alquilermás omenos. Entre los vehículos de claseeconómica y de tamaño mediano, destacando por su volumen, hay un LincolnNavigator negro con los cristales tintados. Hodges lo interpreta como una buenaseñal.Asuhombrelegustamoverseconestilo,unrasgocomúnentrelosgranujas.Ysuhombre,pormásquevistatrajesdemildólares,siguesiendoungranuja.Hodges rodea el aparcamiento y accede a la glorieta situada ante el edificio,frenteaunletrerodondeseleeSOLOCARGAYDESCARGA.Hodgesconfíaenrecogersu«carga».Consulta su reloj. Las once menos cuarto. Con una sonrisa, recuerda que sumadreledecía:Billy,enlasocasionesimportantessiempredebesllegarcontiempodesobra.Sedesprendeel iPhonedelcinturóny llamaa laoficina.El timbresuenasolounavez.www.lectulandia.com-Página115—FindersKeepers—diceHolly.Llamequienllame,daelnombredelaempresa;es unode sus tics.Tienemuchos tics—. ¿Estás ahí,Bill? ¿Estás en el aeropuerto?¿Estás?Ticsaparte,estaHollyGibneyesmuydistintade laqueélconocióhacecuatroaños,cuandoellallegóalaciudadparaasistiralfuneraldesutía,yloscambiossontodosparamejor.Aunqueaún fumaalgúnqueotrocigarrillo furtivamente:él se lonotaenelaliento.—Estoyaquí—contestaHodges—.Dimequevoyatenersuerte.—Aquí la suerte no pinta nada —asegura ella—. AirTracker es una webexcelente. Quizá quieras saber que ahora mismo hay seis mil cuatrocientos docevuelosenelespacioaéreoestadounidense.¿Notepareceinteresante?—Fascinante,sinduda.¿LahoradellegadaprevistadelvuelodeMaddensiguesiendolasonceymedia?—Lasonceytreintaysiete,paraserexactos.Tehasdejadolalechedesnatadaenlamesa.Laheguardadoenlanevera.Lalechedesnatadasepasaenseguidacuandohacecalor,deberíassaber.Inclusoenambientesconaireacondicionado,comoeselcaso.Comoloesahora.—HollymachacómuchoconeltemadelaireacondicionadohastaqueHodgesaccedióainstalarlo.Seledamuybienlamachaconeríacuandoselopropone.—Despáchatela,Holly—diceHodges—.YotengounaDasani.—No, gracias, estoy tomándome mi Coca-Cola light. Ha telefoneado BarbaraRobinson.Queríahablarcontigo.Estabamuyseria.Lehedichoquepodíavolverallamarteestatarde.Oqueyalallamaríastú.—Laincertidumbresefiltraensuvoz—.¿He actuado debidamente?He pensado que ahoramismo preferirías tener la líneadesocupada.—Hashechobien,Holly.¿Tehacomentadoporquéestabatanseria?—No.—Llámala y dile que me pondré en contacto con ella en cuanto esto quederesuelto.—Tendráscuidado,¿verdad?—Siemprelotengo.PeroHollysabequeesonoesdeltodocierto;hacecuatroaños,porsucausa,elhermanodeBarbara—Jerome—,Hollyyélmismocasivolaronporlosaires…ylaprimadeHollyvolódehechopor losaires,aunqueesoocurrióantes.Hodges,quepor entonces estabamás quemedio enamorado de Janey Patterson, todavía no hasuperado sumuerte.Y todavía se siente culpable.Hoy día se cuidapor símismo,perotambiénporquecreequeesloqueJaneyhabríaquerido.Dice a Holly que siga al pie del cañón y se prende el iPhone en la parte delcinturón donde solía portar la Glock antes de convertirse en inspector retirado.Despuésdejubilarse,siempreseolvidabadelmóvil,peroesoyaesaguapasada.Laactividadalaqueahorasededicanoesexactamentelomismoquellevarunaplaca,www.lectulandia.com-Página116pero tampocoestámal.Adecirverdad, estábastantebien.En las redesdeFindersKeeperscaensobre todopececillosdeaguadulce,perohoyHodgesvaapescarunatúnrojogigante,yestádebuenhumor.Prevéqueseaundíamuyrentable,peroesanoeslarazónprincipal.Estáenactivo,esoesloprincipal.EnchironarachicosmaloscomoOliverMaddeneslosuyo,yseproponeseguirhaciéndolomientraspueda.Consuerte,quizálequedenochoonueveaños,yseproponedisfrutardecadadía.EstáconvencidodequeJaneytambiénhabríaqueridoesoparaél.Puessí,laoyedecir,ylavearrugarlanarizenaquelgestoburlóntansuyo.Barbara Robinson también estuvo a punto de morir hace cuatro años; habíaasistido al fatídico concierto con su madre y un grupo de amigas. Barbs era porentonces una niña alegre y feliz, y ahora es una adolescente alegre y feliz; la vecuandovaacomeralgunaqueotravezacasadelosRobinson,cosaquehacemenosamenudoahoraqueJeromeestudiaenlauniversidad.OquizáJeromehavueltoparapasarelverano.SelopreguntaráaBarbaracuandohableconella.Hodgesesperaqueno se hayametido en ningún aprieto. Parece improbable.Es en esencia una buenachica,deesasqueayudanalasancianasacruzarlacalle.Hodgesdesenvuelvelaensalada,larocíaconvinagretabajaencaloríasyempiezaa devorarla. Está famélico. Le gusta estar famélico. El hambre es señal de buenasalud.www.lectulandia.com-Página1172MorrisBellamynotienenadadehambre.Unpanecilloconquesountadoeslomásqueconsigueingeriramediodía,yesoenpequeñascantidades.Durantesuprimeraetapa en libertad comía a dos carrillos —Big Macs, fruta de sartén, pizza enporciones, todo aquello que había anhelado en la cárcel—, pero eso fue antes depasarse una noche vomitando después de una desatinada visita a Señor Taco enLowtown.Dejovennuncahabía tenidoproblemasconlacomidamexicana,yse leantojaquelajuventudfuehaceapenasunashoras,perounanocherezandoderodillasalaltardeporcelanabastópara tomarconcienciade la realidad:MorrisBellamy,asuscincuentaynueveaños,estáalaspuertasdelavejez.Dedicólosmejoresañosdesu vida a teñir vaqueros, barnizar mesas y sillas para venderlas en el outlet deWaynesvilleyescribircartasparaunasucesióndedonnadiessinporvenirvestidosconelmonocarcelario.Ahoraestáenunmundoqueapenasreconoce,unoenelquelaspelículassevenen pantallas hinchadas a las que llaman IMAX y todo el mundo en la calle llevateléfonos al oído o mira fijamente pequeñas pantallas. En todas las tiendas haycámaras,dalaimpresión,ylospreciosdelosartículosmáscorrientes—elpan,porejemplo,cincuentacentavoslabarracuandoloencerraron—sontanexorbitantesquele parece surrealista. Todo ha cambiado; se siente deslumbrado. Está desfasado, ysabe que su cerebro amoldado al entorno carcelario nunca se pondrá al día.Comotampoco su cuerpo. Se nota entumecido cuando se levanta de la cama por lasmañanas; dolorido cuando se acuesta por la noche. Un poco de artritis, supone.Después de esa noche de vomitera (y cuando no arrojaba, estaba cagando aguamarrón)seleacabóelapetito.Eldecomida,porlomenos.Hapensadoenlasmujeres—¿cómonoibaahacerlocuando las ve por todas partes, las jóvenes escasas de ropa con los calores deprincipiosdelverano?—,peroasuedadtendríaquepagarporunamenordetreintaaños, y si acudiera a uno de los sitios donde se llevan a cabo esas transacciones,estaría infringiendo la libertad condicional. Si lo descubrieran, volvería aWaynesville, y los cuadernos de Rothstein seguirían enterrados en aquel erial, sinhabersidoleídospornadiemásqueporelpropioautor.Sabequecontinúanahí,yesoloempeora.Elimpulsodedesenterrarlosytenerlosporfinhasidounaconstanteenloquecedora,comolafrasedeunacanción(Necesitouna amante que no me vuelva loco) que se mete en la cabeza y sencillamente seresisteairse;perohastaelmomentoharespetadolasnormasarajatabla,esperandoaque su supervisor, el responsable de su seguimiento y control como penado enlibertad condicional, se relaje y levante un poco la guardia. Ese era el evangeliosegúnWarrenDuckworth, aliasDuck, transmitido la primera vez que se considerówww.lectulandia.com-Página118queMorriscumplíalosrequisitosparalalibertadcondicional.«Al principio tienes que andarte conmuchísimo cuidado», dijo Duck. Eso fueantes de la primera vista de Morris ante la junta y la primera comparecenciavengativa de Cora Ann Hooper. «Como si caminaras sobre huevos. Porque, te loaviso,elmuycabrónsepresentarácuandomenosteloesperes.Esotenloporseguro.SisetepasaporlacabezahaceralgoquepudieraconsiderarseConductaDudosa(esaesunacategoríaquetienen),esperahastadespuésdelavisitasorpresaqueteharátusupervisor.Luegoprobablementenotengasproblema.¿Meentiendes?».Morrisloentendía.YDucknoseequivocaba.www.lectulandia.com-Página1193Cuandonohacíanicienhorasqueeraunhombre libre (bueno,semi libre),Morrisregresóalviejobloquedeapartamentosdondeahoravivíayencontróasusupervisorsentadoen laescalinata fumandouncigarrillo.Lamoledehormigóndecoradaconpintadas, llamada«elCasónde losMajaras»por lapropiagentequeallívivía, erauna colmena repleta de drogatas en rehabilitación, alcohólicos y liberadoscondicionales comoélmismo.Morris había visto ya esemediodía a su supervisor,quelohabíadejadoirdespuésdeunascuantaspreguntasderutinayun«nosvemosdentrodeunasemana».Nohabíapasado,pues,unasemana,nisiquieraundía,ysinembargoallíestaba.Ellis McFarland era un corpulento caballero negro de vientre prominente ylustrosacalva.EsanochevestíaunosvaquerosinmensosyunacamisetadetallaXXLconellogodeHarley-Davidson.Asuladoteníaunamochilaviejaymaltrecha.—Qué hay, Morrie —saludó, y dio unas palmadas en el cemento junto a sudescomunalanca—.Acomodaaquílasposaderas.—Hola,señorMcFarland.Morrissesentó.Elcorazónlelatíacontalfuerzaqueledolía.Porfavor,queseasolo conducta dudosa, pensó, pese a no saber qué podía haber de dudoso en sucomportamiento.Porfavor,nomeenvíeotravezallí,noahoraqueestoytancerca.—¿Adóndehasido,colega?Salesdetrabajaralascuatro.Yasonmásdelasseis.—He…heparadoacomerunbocadillo.EnelHappyCup.Mecostabacreerqueel Cup siguiera ahí, pero ahí sigue. —Balbuceando. Incapaz de evitarlo, aun asabiendasdequebalbuceareraloquehacíalagentecuandoandabametidaenlíos.—¿Hastardadodoshorasencomerteunbocadillo?Debíademedirunmetro,elcabrón.—No,eranormalycorriente.Dejamónyqueso.MelohecomidoenunbancodeGovernmentSquare, y le he echado trozosde corteza a las palomas.Antes, en losviejostiempos,ibaallíconunamigomío.Y…bueno,yameentiende,heperdidolanocióndeltiempo.Todoabsolutamentecierto,¡ysinembargoquépococonvincentesonaba!—Disfrutando del aire—apuntóMcFarland—.Saboreando la libertad. ¿Así desencillo?—Sí.—Bien,pues…¿sabesquétedigo?Creoquedeberíamossubirycreoqueluegodeberías darme una muestra de orina. Para asegurarnos de que no has estadosaboreando esa clase de libertad que no te conviene. —Dio unas palmadas a lamochila—.Traigoaquímipequeñoequipo.Simeasynosevuelveazul,tedejaréenwww.lectulandia.com-Página120pazypodrásseguircontuvelada.¿Quétepareceelplan?¿Algúninconveniente?—No.—Morriscasisesintiómareadodepuroalivio.—Yyomirarémientrashacespipíenelvasitodeplástico.¿Algúninconvenienteconeso?—No.—Morris había pasado más de treinta y cinco años meando delante deotraspersonas.Estabaacostumbrado—.No,ningúnproblema,señorMcFarland.McFarlandlanzóelcigarrilloalacloaca,cogiólamochilaysepusoenpie.—Enesecaso,prescindiremosdelaprueba,creo.Morrislomiróboquiabierto.McFarlandsonrió.—Puedesquedartetranquilo,Morrie.Almenosporahora.¿Quésedice,pues?PorunmomentoMorrisnosupoquédebíadecir.Deprontocayóenlacuenta.—Gracias,señorMcFarland.McFarlandlealborotóelpeloasututelado,unhombreveinteañosmayorqueél,ydijo:—Buenchico.Nosvemosdentrodeunasemana.Más tarde, en su habitación, Morris reprodujo una y otra vez ese comentarioindulgente y paternalista, buen chico, mientras contemplaba el escaso mobiliariobaratoyloscontadoslibrosquelehabíanpermitidosacardelpurgatorio,escuchandoelguirigaydezoológicoquearmabanlosdemásinquilinosdeledificio.SepreguntósiMcFarlandimaginabalomuchoqueMorrisloodiaba,ysupusoqueMcFarlandsíloimaginaba.«Buen chico. Pronto cumpliré los sesenta, pero soy un buen chico para EllisMcFarland».Sequedótendidoensucamaduranteunrato.Luegoselevantóysepaseóporelapartamento,pensandoenelrestodelconsejoqueDucklehabíadado:Sisetemeteen la cabeza hacer algo por lo que pudieran achacarte conducta dudosa, esperahastadespuésdelavisitasorpresadetusupervisor.Probablementeenesemomentonocorraspeligro.Morris tomó una decisión y en el acto se puso su cazadora vaquera. Cogió elascensor,queolíaaorines,bajóalvestíbulo,caminódosmanzanashastalaparadadeautobúsmáscercanayesperóaquepasaraunoconlapalabraNORTHFIELDenelindicador de destino.El corazón le latía otra vez a todamarcha, y no podía evitarimaginarse al señor McFarland no muy lejos. Imaginarse a McFarland pensando:Ajajá,ahoraquesehaconfiado,volverésobremispasos.Veréenquéandametidode verdad ese chico malo. Improbable, por supuesto; posiblemente a esas alturasMcFarland estaba ya en su casa, cenando con su mujer y sus tres hijos, tandescomunalescomoél.Aunasí,Morrisnopodíaevitarimaginárselo.¿Ysienefecto volviera sobre suspasosymepreguntara adóndevoy?Lediríaquequierovermiantiguacasa,soloeso,pensó.Enesebarrionohabía tabernasnilocales de striptease, solo un par de pequeños supermercados, unos centenares dewww.lectulandia.com-Página121casasconstruidasdespuésdelaguerradeCoreayunascuantascallesconnombresdeárboles.EnesapartedeNorthfieldtodoeranurbanizacionesdecapacaída.Másunterreno invadido por lamaleza de una superficie equivalente a lamanzana de unaciudad,empantanadoenuninterminablepleitopropiodeunanoveladeDickens.SeapeódelautobúsenGarnerStreet,cercadelabibliotecadondehabíapasadotantashorasensuinfancia.Enaquelentonceslabibliotecaerasurefugio,porqueloschicos mayores que acaso quisieran pegarle la eludían como Superman elude lacriptonita. Recorrió a pie nueve manzanas hasta Sycamore y en efecto pasótranquilamente por delante de su antigua casa. Se la veía aún bastante decrépita,como todas las de esa zona de la ciudad, pero el césped estaba cortado y parecíapintadahacíapoco.Echóunaojeadaalgarajedonde,treintayseisañosatrás,guardóelBiscayneparaocultarloalamiradaindiscretadelaseñoraMuller.Recordabaquerevistiódeplásticoelinteriordelcofredesegundamanoconlaintencióndeprotegerloscuadernosdelahumedad.Unaideaexcelentesiseteníaencuentaladetiempoquehabíanpermanecidoahídentro.Enelnúmero23delacallelaslucesestabanencendidas;laspersonasquevivíanallí —Saubers, se llamaban, como había averiguado en la cárcel con ayuda delordenadordelabiblioteca—sehallabanencasa.Mirólaventanadelpisodearriba,ladelladoderecho,situadasobreelcaminodeacceso,ysepreguntóquiénocuparíaahora su antiguahabitación.Unniño, eso casi seguro, ymuyposiblemente, en lostiempos de degeneración que corrían, un niñomás interesado en los juegos de sumóvilqueenloslibros.Morrissiguióadelante,doblóporElmStreetysubióporBirch.Cuandollegóalpolideportivo de Birch Street (cerrado desde hacía dos años debido a los recortespresupuestarios,datoquetambiénconocíaporsusindagacioneseninternet)echóunvistazo alrededor, vio vacías las dos aceras y, pegado a la pared de ladrillo delpabellón,apretóelpaso.Yaenlapartedeatrás,inicióunpremiosotroteycruzólaspistas de baloncesto exteriores—deterioradas pero todavía en uso a juzgar por suaspecto—yeldescuidadocampodebéisbol.Había luna,casi llenay tan luminosaquesu resplandorproyectabaunasombrajunto a él. Delante tenía ahora una maraña de arbustos y esmirriados árboles,entrelazadassusramasenpugnaporelespacio.¿Dóndeestabaelsendero?Teníalaimpresióndehallarseenellugarcorrecto,peronoloveía.Aligualqueunperroenposdeunrastroesquivo,empezóairdeunladoaotroenloqueantiguamenteeralabandaderechadelcampodebéisbol.Elcorazónvolvíaalatirleatodamarcha,ysenotabalabocasecayunsabormetálico.Visitarsuantiguobarrioeraunacosa,yestarallí,detrásdelpolideportivoabandonado,eraalgomuydistinto.Sindudaesosípodíaconsiderarse«conductadudosa».Ya a punto a desistir, vio agitarse una bolsa de patatas fritas prendida en unarbusto.Apartó el arbustoy, premio, allí estaba el sendero, aunqueno erayani lasombradeloquefue.Morrissupusoqueeralógico.Probablementeaúnlorecorríanwww.lectulandia.com-Página122algunosniños,perodebíandeseryamenosdesdeelcierredelpolideportivo.Esoerabueno.Aunque,serecordó,elpolideportivohabíapermanecidoabiertodurantecasitodoslosañosdesucondenaenWaynesville.Muchotráficopeatonalrondabacercadesucofreenterrado.Subió por el sendero, despacio, deteniéndose cada vez que la luna se escondíadetrásdeunanubeyponiéndosedenuevoenmarchacuandovolvíaasalir.Alcabodecincominutosoyóelmurmullodelarroyo.Asíquetambiénesteseguíaallí.Morrissalióalaorilla.Elarroyoquedababajoelcieloabierto,yelagua,conlaluna justo encima, relucía como seda negra. No le representó mayor dificultadreconocerelárbolenlaotraorilla,aquelacuyopiehabíaenterradoelcofre.Estabacrecidoe inclinadohaciaelarroyo.Viounparde raícesnudosasquesurgíande latierrabajoélysehundíannuevamente,peroporlodemásseguíaidéntico.Morris cruzó el arroyo a sumanera de antes, saltando de piedra en piedra sinmojarse apenas los pies. Echó un vistazo alrededor —sabía que estaba solo, sihubiesehabidocercaalguienmáslohabríaoído,perolaantigua«ojeadacarcelaria»eraunactoreflejo—ysearrodillóalpiedelárbol.Mientrasarrancabahierbajosconunamanoysesujetabaconlaotraaunaraízparanocaerse,oíasupropiarespiraciónroncaenlagarganta.Lanzandoaun ladoguijarrosypiedrecillas,despejóunpequeñocírculo.Habíahundido el brazo casi hasta el codo cuando tocó con los dedos algo duro y liso.Apoyólafrentecalenturientaenunaprominenteraízcurvaynudosaycerrólosojos.Todavíaahí.Elcofrecontinuabaahí.Gracias,Dios.Con eso bastaba, almenos demomento. Era lomáximo que podía permitirse,pero vaya un alivio. Rellenó el hoyo con tierra y lo cubrió con las últimas hojascaídas del otoño. Pronto los hierbajos volverían a cubrirlo—los hierbajos crecíandeprisa,sobretodoconelcalor—,yesocompletaríaeltrabajo.En otro tiempo, un tiempo en libertad, habría seguido por el sendero hastaSycamoreStreet,porqueyendoporahílaparadadeautobúsquedabamáscerca,peronofueesoloquehizo,porqueeljardíntraseroenelquedesembocabaelsenderoerapropiedad de la familia Saubers. Si lo veían allí y telefoneaban al 911, muyposiblementeestaríaderegresoenWaynesvillealdíasiguiente,acasoconcincoañosmásdecondenaañadidosalapenainicial,paracolmo.Optó,pues,pordesandarelcaminohastaBirchStreet,comprobóquelasacerasseguíanvacíasyfuealaparadadeautobúsdeGarnerStreet.Sentíaelcansancioenlas piernas y tenía ampollas y arañazos en la mano utilizada para cavar, pero eracomosisehubiesequitadocincuentakilosdeencima.¡Seguíaallí!Yaantesconfiabaenqueasífuera,peroconfirmarloleproporcionóunagransatisfacción.YaotravezenelCasóndelosMajaras,selavólasmanos,sedesnudóyseacostó.Enel edificio elbullicio eramayorquenunca,peronocomparable al alborotodelwww.lectulandia.com-Página123alaDdeWaynesville, sobre todo en noches como esa, con una luna enorme en elcielo.ElsueñovencióaMorriscasienelacto.Ahoraquehabíaconstatadolapresenciadelcofre,debíaandarseconcuidado:esefuesuúltimopensamiento.Conmáscuidadoquenunca.www.lectulandia.com-Página1244Durante casi un mes se anda en efecto con cuidado; se presenta en su puesto detrabajopuntualmentecadamañanayseretiratempranoalCasóndelosMajarascadanoche. La única persona de su etapa en Waynesville a quien ha visto es CharlieRoberson,quesaliógraciasalapruebadeADNconayudadeMorris,yCharlienopuedeadscribirsea lacategoríade«cómpliceconocido»,porqueCharlienunca fueculpabledenada.Oalmenosnolofuedeldelitoporelquelomandaronalacárcel.EljefedeMorrisenelCACMOesungordoprepotente,ungilipollasqueaduraspenassabemanejarunordenadorperoposiblementeganasesentamilalaño.Sesentamilcomomínimo.¿YcuántoganaMorris?Oncepavoslahora.Sealimentaabasedelo que canjea por vales y vive en un apartamento de una octava planta, una únicahabitaciónnomuchomayorquelaceldadondepasólossupuestos«mejoresañosdela vida».AMorris no le consta que en su cubículo de la oficina hayamicrófonosinstalados, pero no le sorprendería. Tiene la impresión de que hoy día en EstadosUnidoshaymicrófonosinstaladosentodaspartes.Lasuyaesunavidademierda,¿ydeesoquiéntienelaculpa?DeclaróalaJuntadeTratamientounayotravez,ysintitubeos,queelculpableeraél;habíaaprendidoaasumir su papel en el juego de las culpas en sus sesiones con Curti el Corto.Reconocerunosuresponsabilidadsobre lasmalasdecisionesera ineludible.Siunonoentonabaelproverbialmeaculpa,eraimposiblesalirdeallí,almargendeloqueuna zorra plagada de cáncer pudiera escribir en una carta con la esperanza degranjearse el favor de Jesucristo. Eso Morris lo sabía sin necesidad de que se loexplicaraDuck.Quizá sehubiera caídodeunnido, comosolíadecirse,perono sehabíacaídolanocheanterior.Pero¿deverdadteníaéllaculpa?¿Olateníamásbienesegilipollasqueahoraveallíenfrente?Enlaotraacera,yaunascuatropuertasdelbancodondeMorrisestásentadoconloquequedadeunbagelquenoleapetece,uncalvoobesosaleconciertoempaquedeAndrewHalliday,EdicionesRaras,despuésdedarlavueltaalletrerodelapuerta,donde antes se leía ABIERTO y ahora se lee CERRADO. Es la tercera vez queMorrisobservaesteritualdelahoradelalmuerzo,porqueelmarteseseldíaquevaalCACMOporlatarde.Deunaacuatroseocupadeponeraldíaelvetustosistemade ficheros. (Morris está convencido de que quienes dirigen la instituciónsabenmuchodearteymúsicayteatro,peronosabenuncarajodeMacOfficeManager).Alascuatro,tomaráelautobúsquecruzalaciudadhastasuapartamentodemierdaenunaoctavaplanta.Entretanto,ahísigue.Observandoasuviejoamigo.www.lectulandia.com-Página125Enelsupuestodequeesteseacomolosmediodíasdelosdosmartesanteriores—Morris no tiene razones para pensar que pueda no serlo, porque su viejo amigosiemprehasidounanimaldecostumbres—,AndyHallidayseecharáaandar(mejordicho,anadear)porLacemakerLanepara iraunpequeñorestaurantequese llamaJamaisToujours.Unagilipollezdenombre,sinsignificadoalgunoperoconínfulas.PeroasíeraAndy,¿ono?El viejo amigo de Morris, aquel con quien en su día hablaba de Camus yGinsberg y John Rothstein cuando hacían un descanso para tomar un café ocomprabancomidapara llevaryalmorzaban juntosenalgúnsitio,haengordadoalmenoscuarentakilos,hasustituidolasgafasdecareyporotrasdediseñomuycarasycalzaunoszapatosque,porsuapariencia,debendecostarmásquetodoeldineroqueMorrisganódurantesus treintaycincoañosbregandoenlacárcel;aunasí,Morristienelacasitotalcertezadeque,pordentro,suamigonohacambiado.Loqueenlacunasemamahastalasepulturaacompaña,comodecíaelrefrán,yungilipollasconínfulaserasiempreungilipollasconínfulas.EldueñodeAndrewHalliday,EdicionesRarasnovaendirecciónaMorris,sinoquesealejadeél;peroMorrisnosehabríapreocupadoenabsolutoauncuandoAndyhubiera cruzado la calle y se hubiera acercado. Al fin y al cabo, ¿qué vería? Unanciano de hombros estrechos, con ojeras y cabello cano ya ralo, que viste unaamericanabaratayunpantalóngris aúnmásbarato, comprado lounoy lootroenChapterEleven.Suviejoamigopasaríapordelantedeélencompañíadesucrecientevientresinmirarlodosveces,niunasiquiera.DijealaJuntadeTratamientoloquequeríaoír,piensaMorris.Nomequedabamásremedio,peroenrealidadtúereselculpabledetodosesosañosperdidos,maricaengreído,pedazodesoplapollas.SimehubiesendetenidoporlodeRothsteinymissocios, la cosa habría sido distinta. Pero no fue así. Con respecto a los señoresRothstein,DowyRogersnuncallegaronainterrogarmesiquiera.Perdíesosañosporunactosexualforzadoydesagradablequenirecuerdo.¿Yesoporquéocurrió?Enfin,laexplicaciónvieneasercomoaquellode«Estabalaranacantandodebajodelagua»oalgunadeesasrimasacumulativas.Estabayoenelcallejónenvezdeestarenlatabernacuandoesazorra,laHooper,pasó.Delatabernaapatadasmeecharonpor darle un puntapié a la gramola.A la gramola le di un puntapié por lo quemehabíallevadoalatabernayadebuencomienzo:micabreocontigo.¿Por qué no acudes a mí con esos cuadernos más o menos a principios delsigloXXI,sitodavíalostienes?MientrasMorrisobservaaAndyalejarsedeélconsuanadeo,aprietalospuñosypiensa: Aquel día te comportaste como una chica, la calientapollas todavía virgenque,cuandolatienesenelasientotraserodelcoche,vaytedice:Sí,cariño,uysí,uysí,nosabescuántotequiero.Hastaqueleremangaslafaldaporencimadelacintura,claro.Entoncescierralasrodillascontalfuerzaquecasiterompelamuñecaytesalecon:No,uyno,suéltame,¿quéclasedechicatehaspensadoquesoy?www.lectulandia.com-Página126Podrías haber sido un pocomás diplomático, por lomenos, piensaMorris.Unpoco de diplomacia por tu parte quizá me habría ahorrado todos esos añosdesperdiciados.Peronopodíasconcedermenieso,¿aqueno?Nisiquieraparadecir:Bravo,lehasechadoagallas.Loúnicoqueoídetifue:Ynoquierascargarmeamíelmochuelo.SuviejoamigoentraconsuszapatoscarosenelJamaisToujours,dondesindudaelmaîtrelebesaráeseculosuyoencontinuaexpansión.Morriscontemplasubagelypiensa que debería acabárselo—ocomomínimo llevárselo a la boca y desprenderconlosdienteselquesocremoso—,perotienetalnudoenelestómagoqueyanolepasaniunbocado.MejorseráquesevayaalCACMOydediquelatardeatratardeimponer cierto orden en ese sistema digital de ficheros inoperante y prehistórico.SabequenodeberíavolveraLacemakerLane—queyanoessiquieraunacalle,sinounaespeciedecentrocomercialcareroalairelibredondeestáprohibidoelpasodevehículos—ysabequeprobablementeelmartesquevieneestaráenelmismobanco.Ytambiénelmartessiguiente.Amenosqueloscuadernosestényaensupoder.Esoromperíaelhechizo.Entoncessuviejoamigoletraeríasincuidado.Se levanta y tira el bagel a una papelera cercana. Lanza una mirada hacia elJamaisToujoursysusurra:«Daspena,viejoamigo.Deverdadquedaspena.Yaibasaenterartetú…».Perono.No.Loúnicoqueimportasonloscuadernos,ysiCharlieRobersonleechaunamano,iráabuscarlosmañanaporlanoche.YCharlieleecharáunamano.DebeaMorrisungranfavor,yMorristienelaintencióndereclamárselo.Esconscientedequedeberíadejarpasarmástiempo,hastaqueEllisMcFarlandquedetotalmenteconvencidodequeMorrisesdelosbuenosydirijasuatenciónhaciaotraparte,perolaatracciónqueejercen el cofre y su contenido es demasiado poderosa. De buena gana buscaríaalguna manera de resarcirse de ese hijo de puta, de ese gordo que ahora estáatiborrándosedecomidaparafinolis,perolavenganzanoestanimportantecomolacuartanovelade JimmyGold. ¡Inclusopudiera serquehubieseunaquinta!Morrissabequenoesprobable,perosíposible.Habíamuchomaterialescritoenaquelloscuadernos,muchísimo.Encaminándosehacia laparadadeautobús, lanzauna torvamiradaalJamaisToujoursypiensa:Nuncasabráslasuertequehastenido.Viejoamigo.www.lectulandia.com-Página1275MásomenosalamismahoraqueMorrisBellamytirasubagelyseencaminahaciala parada de autobús, Hodges está acabándose la ensalada y pensando que podríacomersedosmáscomoesa.Vuelveaguardarelenvasedepoliestirenoyeltenedordeplásticoenlabolsaylaechaalospiesdelasientodelacompañante,recordándosequemástardedebedeshacersedelabasura.Legustasucochenuevo,unPriusqueaúnnollegaalosveintemilkilómetros,yprocuramantenerlolimpioyenorden.ElcocheloeligióHolly.«Consumirásmenosgasolinayserásrespetuosoconelmedioambiente», le dijo. La mujer que antes apenas se atrevía a salir de su casa ahoraorganizamuchosaspectosdelavidadeHodges.Quizánolatendríatantoencimasise echara un novio, pero Hodges sabe que eso es poco probable. Él es lo másparecidoaunnovioqueellaestáencondicionesdetener.Tienessuertedequetequiera,Holly,piensa,osino,acabaríamatándote.Oyeelzumbidodelaviónqueseacerca,consultasurelojyvequesonlasonceytreintay cuatro.Segúnparece,OliverMaddenesunhombre cumplidor, y eso estámuy pero que muy bien. El propio Hodges es una persona puntual. Coge suamericanadelasientotraseroyseapea.Nolecaedeltodobien,porquellevaobjetospesadosenlosbolsillosdelanteros.Una marquesina triangular corona las puertas de entrada, y a su sombra latemperaturadisminuyecincogradosporlomenos.Hodgessacalasgafasnuevasdelbolsillo interiorde lachaquetayobservaelcieloaloeste.Elavión,ahorayaensutrayectoria de aproximación, aumenta de tamaño y pasa de ser primero unamota,luego unamancha y por fin una silueta que se corresponde con las imágenes queHollyhaimprimido:unBeechcraftKingAir350de2008,rojoconorlasnegras.Solomildoscientashorassegúneltacómetroyexactamente805aterrizajes.Elqueestáapuntodepresenciarseráelnúmero806.Preciodeventanominal:cuatromillonesypico.Saleporlapuertaprincipalunhombreenmono.MiraelcochedeHodgesyluegoaHodges.—Nopuedeaparcarahí—dice.—No parece que hoy haya mucha actividad —contesta Hodges en tonoconciliador.—Lasnormassonlasnormas,caballero.—Enseguidamemarcho.—Enseguida no es lo mismo que ya. La parte delantera es para furgonetas ycamionesdereparto.Tienequeiralaparcamiento.ElKingAirplaneasobreelextremodelapista,yaaescasosmetrosdelaMadreTierra.Hodgesloseñalaconeldedo.www.lectulandia.com-Página128—¿Ve ese avión? El hombre que viaja en él es un canalla de cuidado.Muchagentelobuscadesdehaceaños,yahoraahíestá.Eltipodelmonosedetieneapensarmientraselcanalladecuidadotomatierrasinmásqueunapequeñanubedecauchogrisazulada.LoobservanhastaquedesaparecepordetrásdeledificiodeZaneAviation.Acontinuaciónelhombre—probablementeunmecánico—sevuelvehaciaHodges.—¿Esustedpolicía?—No—contestaHodges—,peroporahíleanda.Además,conozcoapresidentes.—Le tiende lamano con la palma hacia abajo, no del todo cerrada.Un billete decincuentadólaresasomaentrelosnudillos.Elmecánicohaceademándecogerloydeprontoselopiensamejor.—¿Vaahabercomplicaciones?—No—contestaHodges.Elhombredelmonoaceptaloscincuenta.—Se supone que tengo que acercarle eseNavigator y dejarlo ahí, justo dondeustedhaaparcado.Loheincordiadosoloporeso.Hodgesconsideralaopciónydecidequenoesmalaidea.—Pueshaga eso precisamente.Déjelo detrás demi coche,muypegado.Luegopodríabuscarsealgoquehacerenotrositioduranteuncuartodehoramásomenos.—SiemprehaycosasquehacerenelhangarA—accedeelhombredelmono—.Oiga,noiráarmado,¿verdad?—No.—¿YelindividuodelKingAir?—Tampoco.Esoesciertocasicontodaseguridad,peroenelimprobablecasodequeMaddensívayaarmado,cabesuponerquellevelapistolaenlabolsademano.Auncuandolallevaraencima,notendríaocasióndesacarla,ymenosdeutilizarla.Hodgesconfíaennohacersenuncademasiadoviejoparalasemociones,peronoleinteresanparanadaesasgilipollecesenplanOKCorral.Oyesubirdevolumen laspulsaciones regularesde lashélicesdelKingAir,queruedaporlapistahaciaeledificio.—MejorseráquetraigayaeseNavigator—instaHodges—.Yluego…—AlhangarA,exacto.Suerte.Hodgesledalasgraciasconungestodeasentimiento.—Quetengaunbuendía.www.lectulandia.com-Página1296Hodgessesitúaalaizquierdadelaspuertas,conlamanoderechaenelbolsillodelaamericana,disfrutandotantodelasombracomodeltempladoaireveraniego.Elcorazón le palpita un pocomás deprisa que de costumbre, pero eso es normal. Escomodebe ser.OliverMaddenesunode esos ladronesqueno robanconun armasinoconunordenador(Hollyhadescubiertoqueelmamón,muyactivoenlasredessociales,tieneochocuentasenFacebook,cadaunaconunnombredistinto),peronoconvienedarnadaporsentado.Esasícomounoponeenpeligrosuintegridadfísica.PermaneceatentomientrasMaddenapaga losmotoresdelKingAiryse lo imaginaentrandoenlaterminaldeesepequeñooperadorindependiente,casidesconocido.Nosolo entrando: irrumpiendo. Brioso en el andar. Camino del mostrador, dondesolicitaráqueguardenenelhangarsucaroavióndedobleturbohélice.¿Yrepostará?Hoy probablemente no. Tiene planes en la ciudad. Esta semana va a comprarlicenciasdecasino.Oesocree.El Navigator se detiene. Sus cromados destellan bajo el sol, y en sus cristalestintados propios de película de gángsteres se refleja la fachada del edificio… ytambiénHodges.¡Uy!Seapartaalaizquierda.Elhombredelmonosaledelcoche,dirigeunsaludoconlamanoaHodgesyseencaminahaciaelhangarA.Hodges, mientras espera, se pregunta qué podía querer Barbara, qué podíaconsiderar ella, una chica guapa con muchos amigos, tan importante como paraacudiraunhombreconedadsuficienteparasersuabuelo.Necesiteloquenecesite,élhará loposibleporproporcionárselo. ¿Porquéno ibaahacerlo?Laquiere tantocomoaJeromeyHolly.Loscuatroestuvieronjuntosenlaguerra.Esolodejaremosparamástarde,sedice.AhoramismoMaddeneslaprioridad.Manténlosojosenlapresa.LapuertaseabreysaleOliverMadden.Silba,yenefectoseobservaensuandarese brío propio del hombre de éxito. Mide al menos diez centímetros más queHodges, cuyaestaturanadadespreciableesdeunmetroochentaycinco.Hombrosanchosentrajeveraniego,elcuellodelacamisadesabrochado,elnudodelacorbataaflojado.Agraciado,faccionesbiendefinidasamediocaminoentreGeorgeClooneyy Michael Douglas. Lleva un maletín en la mano derecha y una bolsa de viajecolgadaalhombroizquierdo.Luceunodeesoscortesdepeloquelehacenaunoenpeluqueríasdondehayquereservarhoraconunasemanadeantelación.Hodgesdaunpasoalfrente.Dudaentremañanaytarde,ydecide,pues,desearaMaddenlosbuenosdías.Madden,sonriente,sevuelve.—Igualmente,caballero.¿Nosconocemosdealgo?—Denada,señorMadden—diceHodges,yledevuelvelasonrisa—.Estoyaquíwww.lectulandia.com-Página130porelavión.Lasonrisasedebilitaunpocoenlascomisuras.UnaarrugaapareceentrelascejasbienrecortadasdeMadden.—¿Cómodice?—El avión —repite Hodges—. ¿Un Beechcraft KingAir 350? ¿Diez plazas?¿MatrículaNdeNoviembre,unounocuatro,DdeDelta,KdeKilo?¿Elpropietarioes,dehecho,DwightCramm,deElPaso,Texas?Lasonrisapermanece,perovayaunesfuerzolerepresenta.—Seequivoca,amigomío.YomellamoMallon,noMadden.JamesMallon.Encuantoalavión,elmíoesunKing,sí,perolamatrículaesN426LLyelpropietarionoesnimásnimenosqueunservidor.ProbablementebuscaustedSignatureAir,eledificiodeaquíallado.HodgesasientecomosiMaddenpudieraestarenlocierto.Luegosacaelteléfono,cruzando el brazo izquierdo ante el cuerpo para mantener la mano derecha en elbolsillo.—¿PorquénomedejahacerunallamadaalseñorCramm?Paraaclararlo.Creoque estuvo usted en su rancho la semana pasada, ¿no? ¿Le entregó un cheque porvalordedoscientosmildólares?¿DelFirstBankdeReno?—Nosédequémehabla.—Yasinsonrisa.—Pues ¿sabequé?Él sí lo conoce.Como JamesMallonmásque comoOliverMadden,perocuandoleenviéporfaxunmontajeconvariasfotosdistintas,notuvolamenordificultadenidentificarlo.AhoraMadden tiene el rostro totalmente inexpresivo, y Hodges ve que no esagraciadoenabsoluto.Tampocofeo,adecirverdad.Esnadie,estaturaaparte,yesoesloquelehapermitidoirsaliendodelpasodurantetantotiempo,perpetrandounaestafatrasotra,engañandoinclusoaunviejozorrocomoDwightCramm.Esnadie,yeso lleva a Hodges a pensar en BradyHartsfield, que a punto estuvo de volar unauditorio lleno de adolescentes hace nomucho tiempo.Un escalofrío le recorre laespalda.—¿Esustedpolicía?—preguntaMadden.MiraaHodgesdearribaabajo—.Lodudo:esdemasiadoviejo.Perosiloes,identifíquese.Hodgesrepiteloquelehadichoaltipodelmono:—Noexactamentepolicía,peroporahíleanda.—Puesledeseosuerte,señorPorAhíleAnda.Tengovariasreuniones,ysemehacetarde.SeencaminahaciaelNavigator,sincorrerperoabuenpaso.—Hallegadoustedalahoraexacta—diceHodgesamigablemente,situándoseapardeél.Mantenerleelpasosinrezagarse lehabríarepresentadounesfuerzopocodespués de retirarse de la policía. Por entonces vivía a base de tacos y barritas dececina,yhabríaempezadoaresollaralasdiezodocezancadas.Ahoracaminacincokilómetrosaldía,porlacalleoenlacintadeandar.www.lectulandia.com-Página131—Déjemeenpaz—diceMadden—,oavisaréalapolicíadeverdad.—Solounaspalabras—insisteHodges,ypiensa:Hayquever,parezcountestigodeJehová.MaddencircundaelNavigatorporlapartedeatrásdelvehículo.Subolsadeviajeoscilacomounpéndulo.—Nadadepalabras—respondeMadden—.Estáustedloco.—Yasabeloquedicen—contestaHodgesalavezqueMaddentiendelamanohacialapuertadelconductor—.Yerra,ynopoco,elquediscuteconunloco.Maddenabrelapuerta.Lacosavafrancamentebien,piensaHodgesalavezquesaca la cachiporra del bolsillo de la chaqueta.La cachiporra es un calcetín con unnudoenelextremoabierto.Pordebajodelnudo,lapartecorrespondientealpiedelcalcetínestállenadebolasdecojinete.HodgesloblandeyalcanzaaOliverMaddenenlasienizquierda.Esungolpemoderado,nimuyfuerte,nimuyflojo,ensujustopunto.Madden se tambalea y se le cae elmaletín.Le flaquean las rodillas pero no lefallan del todo. Hodges lo agarra por encima del codo con ese gesto firme queperfeccionó cuando pertenecía al Departamento de Policía de la ciudad y ayuda aMaddenaocuparelasientodelconductordelNavigator.Enlosojostieneesamiradaperdidadelpúgilque,trasrecibirunseverogolpe,albergalaúnicaesperanzadequeelasaltotermineantesdequeeladversarioleasesteotroylotumbedefinitivamente.—¡Aúpa!—diceHodges, y cuandoMaddenha acomodado las posaderas en latapicería de piel del asiento envolvente, se agachay le levanta la pierna izquierda,quehabíaquedado fuera.Saca las esposasdelbolsillo izquierdode la americanaytieneaMaddensujetoalvolanteenuntris.LasllavesdelNavigator,prendidasdeunenormellaveroamarillodeHertz,estánenunodelosportavasos.Hodgeslascoge,cierradeunportazo, recuperaelmaletíncaídoy rodeael cocheconpasoenérgicohacia el lado del pasajero. Antes de entrar, lanza las llaves a la franja de céspedpróximaalletreroquerezaSOLOCARGAYDESCARGA.Unabuenaidea,porqueMadden se ha recobrado lo suficiente para dar un puñetazo tras otro al botón dearranquedeltodoterreno.Acadagolpeseiluminaenelsalpicaderoelrótulo:LLAVENODETECTADA.HodgescierralapuertadelpasajeroycontemplajovialmenteaMadden.—Aquíestamoslosdosjuntitos,Oliver.Enlagloria.—Nopuedeshacer esto—diceMadden.Se lonotabastanteenteropara serunhombrequeaúndeberíaestarviendopajaritosdedibujosanimadosvolarencírculoentornoalacabeza—.Mehasagredido.Puedodenunciarte.¿Dóndeestáelmaletín?Hodgeslosostieneenalto.—Abuenrecaudo.Loherecogidoyo.Maddentiendelamanonoesposada.—Dámelo.Hodgeslodejaasuspiesenelhuecobajoelsalpicaderoylopisa.www.lectulandia.com-Página132—Demomentoestábajocustodiaprotegida.—¿Quéquieres,gilipollas?—Elgruñidocontrastamarcadamenteconeltrajeyelcortedepelocaros.—Vamos,Oliver,notehedadotanfuerte.Elavión.ElavióndeCramm.—Melovendió.Tengolafacturadecompra.—AnombredeJamesMallon.—Asímellamo.Mecambiéelnombrelegalmentehacecuatroaños.—Oliver,túylapalabra«legal»noosconocéisnideoídas.Peroesonovienealcaso.Tuchequellegórebotadocomounapelotadegoma.—Imposible.—Tiradelamuñecaesposada—.¡Quítameesto!—Yahablaremosdelasesposascuandoacabemosdehablardelcheque.Tío,ahíte superastea timismo.ElFirstBankdeRenoesunbanco real,ycuandoCrammtelefoneó para verificar el cheque, el identificador de llamada confirmóque estaballamando al FirstBank deReno. Salió el habitualmensaje grabado:Bienvenido alFirstBankdeReno,dondeelclienteeselrey,bla-bla-bla,ycuandopulsóelnúmerooportuno,loatendióalguienquesepresentócomogestordecuentas.Sospechoqueese era tu cuñado, Peter Jamieson, que ha sido detenido estamañana temprano enFields,Virginia.Madden parpadea y da un respingo, como si de pronto Hodges lo hubieraabofeteado.JamiesonesenefectoelcuñadodeMadden,peronohasidodetenido.OalmenosnoqueHodgessepa.—HaciéndosepasarporuntalFredDawlings,JamiesonaseguróalseñorCrammqueteníasmásdedocemillonesdedólaresenelFirstBankdeReno,repartidosenvarias cuentas. No dudo que fue convincente, pero el elemento clave era elidentificador de llamada. Para esa treta se necesita un programa de ordenadorsumamente ilegal.Amiayudantese ledabienla informática,ydedujoesedetalle.Soloporelusodeeseprogramapodríancaerteentredieciséisyveintemesesenunhotel federal. Pero haymuchomás.Hace cinco años, tú y Jamiesonhackeasteis laweb de la Oficina Nacional de Contabilidad y conseguisteis robar casi cuatromillonesdedólares.—Estásmaldelacabeza.—Paralamayoríadelagente,cuatromillonesdivididopordosbastaría.Perotúnoteduermesenloslaureles.Atitegustanlasemocionesfuertes,¿verdad,Oliver?—Nopiensohablarcontigo.Mehasagredidoeirásalacárcelporeso.—Damelacartera.Maddenlomirafijamente,conlosojosmuyabiertos,atodaslucessorprendido.Comosiélmismonolehubieserobadolacarteray lacuentabancariaasabeDioscuántagente.Notegustacuandosecambianlastornas,¿eh?,piensaHodges.Perrasuertelatuya.Tiendelamano.—Dámela.www.lectulandia.com-Página133—Vetealamierda.HodgesenseñaaMaddenlacachiporra.Lapuntacargadaquedasuspendidaenelaire:unasiniestralágrima.—Dámela,capullo,uoscurecerétumundoytelaquitaré.Túeliges.Maddenmira aHodges a los ojos para ver si habla en serio.Acto seguido, sellevalamanoalbolsillointeriordelachaqueta—despacio,aregañadientes—ysacaunavoluminosacartera.—¡Uau!—exclamaHodges—.¿Esoespieldeavestruz?—Puessí,loes.HodgesadviertequeMaddenquierequealargueelbrazoparacogerla.Seplanteadecir aMadden que la deje en la consola entre los asientos, pero cambia de idea.Madden,porlovisto,aprendedespacioynecesitauncursodereciclajeparaacabardeentenderquiénmanda.Asíque tiende lamanohacia la cartera,yMadden se laagarrayleestrujaconfuerzalosnudillos.Hodgeslesacudeeneldorsodelamanoconlacachiporra.Maddenlesueltalosnudillosenelacto.—¡Ay!¡Ay!¡Joder!Maddensellevalamanoalaboca.Porencimadeesta,lágrimasdedolorasomanasusojosdeexpresiónincrédula.—Nuncasedebeagarrarloquenosepuedesujetar—diceHodges.Alavezquecogelacartera,sepreguntaporunmomentosielavestruzesunaespecieenpeligrodeextinción.Aunque seguramenteaesemamónsemejantespequeñeces se la traenfloja.Sevuelvehaciaelmamónencuestión.—Esohasidoel segundoavisodecortesía,ysiempredoysolodos.Estanoesuna situación entre policía y sospechoso.A partir de ahora si haces cualquier otramaniobracontramí,teapalearécomoaunamulaalquilada,esposadoalvolanteono.¿Quedaclaro?—Sí.—Escupelapalabraentreloslabiostodavíaapretadosporeldolor.—AúntebuscaelFBIporelasuntodelaONC.¿Losabías?Un largo silencio en el queMadden mantiene la mirada fija en la cachiporra.Luegorepitequesí.—SetebuscaenCaliforniaporrobarunRolls-RoyceSilverWraith,yenArizonaporrobarequipodeconstrucciónporvalordemediomillóndedólares,equipoquedespuésrevendisteenMéxico.¿Tambiénestásalcorrientedetodoeso?—¿Llevasunmicrófonoescondido?—No.MaddendecidedarporbuenalapalabradeHodges.—Vale,sí.Aunqueconaquellaspalasmecánicasyaquellosbuldóceresnosaquéniparapipas.Fueuntimo.—Sialguienreconoceuntimoalalegua,eseerestú.Hodgesabrelacartera.Apenascontienedineroenmetálico,quizáunosochentawww.lectulandia.com-Página134pavosentotal.PeroMaddennonecesitadinero;tieneporlomenosdosdocenasdetarjetas de crédito a seis nombres distintos. Hodges mira a Madden con sinceracuriosidad.—¿Cómoteaclarascontantatarjeta?Maddennocontesta.Conlamismacuriosidad,Hodgesañade:—¿Nuncateavergüenzas?TodavíaconlamiradaalfrenteMaddendice:—Ese viejo cabrón de El Paso tiene ciento cincuenta millones de dólares. Loganócasi todovendiendoconcesionespetrolerasqueno teníanningúnvalor.Sí,deacuerdo,melarguéconsuavión.SololedejéelCessna172yelLear35.Pobrecillo.Hodgespiensa:Siestetipotuvieraunabrújulamoral,señalaríasiemprehaciaelsur.Hablarnosirvedenada…pero¿cuándohaservido?Rebusca en la cartera y encuentra una factura entre particulares por lacompraventadelKingAir:doscientosmilalcontado,elrestoendepósitoenelFirstBankdeReno,pagaderodespuésdeunvuelodepruebasatisfactorio.Eldocumentoes papel mojado en sentido práctico —el avión fue adquirido con nombre falso,mediantedineroinexistente—,peroHodgesnosiempretieneunaactitudpráctica,yno es tan viejo como para no querer reclamar pruebas de su valor y llevarsecabelleras.—¿Lohascerradoohasdejadolallaveenelmostradorparaqueseocupenellosdespuésdeguardarloenelhangar?—Enelmostrador.—Vale,bien.—HodgesobservaaMaddenconexpresiónseria—.Ahoravienelaparte importante de nuestra pequeña conversación, Oliver, así que escucha conatención.Mecontrataronparaencontrarelaviónytomarposesióndeél.Esoestodo,puntoyfinal.NotrabajoparaelFBIniparaelDepartamentodePolicía;nisiquierasoydetectiveprivado.Asíytodo,sédebuenafuentequeestásapuntodecerraruntratoporlacompradeparticipacionesmayoritariasenunpardecasinosaorillasdellago,unoenlaisladeGrandeBelleCoeuryotroenP’titGrandCoeur.—Golpeteaelmaletínconelpie—.Estoysegurodequelospapelesestánaquídentro, tansegurocomo de que si quieres seguir siendo un hombre libre, estos papeles no van afirmarse.—¡Eh,unmomento!—Echalacremallera.EnlaterminaldeDeltahayunbilleteanombredeJamesMallon.CondestinoaLosÁngeles,soloida.Sale…—Consultósureloj—.Dentrodeunahoraymedia.Conlocualtienesel tiempojustoparapasartodoesepeñazodelcontroldeseguridad.Subeaeseavión,oestanocheestarásenlacárcel.¿Quedaclaro?—Nopuedo…—¿Quedaclaro?www.lectulandia.com-Página135Madden—quees tambiénMallon,Morton,Mason,Dillon,Callen,yDiossabecuántosmás— se plantea sus opciones, decide que no tiene ninguna y asiente consemblantehosco.—¡Estupendo!Ahora te soltaré, cogeré las esposas y saldré de tu vehículo. Simientras lohago, intentas cualquiermaniobra contramí, te atizaré tal golpeque tequedarásgroguihastalasemanaqueviene.¿Entendido?—Sí.—La llave del coche está entre la hierba. Enseguida la verás: lleva un llaveroamarillodeHertzenorme.Demomentolasdosmanosenelvolante.Alasdiezyalasdos,comoteenseñótupapá.Madden apoya las dos manos en el volante. Hodges suelta las esposas, se lasguardaenelbolsilloizquierdoysaledelNavigator.Maddennosemueve.—Quetengasunbuendía,eh—diceHodges,ycierralapuerta.www.lectulandia.com-Página1367Entra en suPrius, vahasta el extremode laglorietadeZaneAviation, estacionayobservaaMaddenmientrasrescatalallavedelNavigatordeentrelahierba.SaludaaMaddenconlamanocuandopasaanteél.Maddennoledevuelveelsaludo,cosaqueno parte el corazón aHodges ni remotamente. Sigue alNavigator por el ramal deacceso al aeropuerto, no pegado a su parachoques pero cerca. CuandoMadden sedesvíahacia las terminalesprincipales,Hodgesledirigeun«hasta lavista»conlosfaros.Un kilómetromás adelante, entra en el aparcamiento deMidwest Airmotive ytelefoneaaPeteHuntley,suantiguocompañero.Estelecontestaconun«Eh,Billy,qué tal» razonablemente cortés, pero no lo que podría decirse efusivo. Desde queHodgesactuóporsucuenta(yacausadeesoestuvoapuntodemeterseenproblemasgraves con la justicia) en el asunto del Asesino del Mercedes, como se dio enllamarlo, su relación conPete seha enfriado.Quizá esto sirvaunpoco amododedeshielo.DesdeluegonosienteelmenorremordimientoporhabermentidoalmamónqueahoravacaminodelaterminaldeDelta;sihayunindividuoquesemereceunacucharadabiencolmadadesupropiamedicina,eseesOliverMadden.—Pete,¿tegustaríatrincaraunmendadelomásapetecible?—¿Cómodeapetecible?—Todavíaconciertafrialdadperoyadelladointeresadodelafrialdad.—EntrelosdiezmásbuscadosdelFBI,¿quétanapetecibletepareceeso?EnestemomentoestáfacturandoenDelta,ytieneprevistosalirconrumboaLosÁngelesenel vuelo uno uno nueve a la una cuarenta y cinco de la tarde. Bajo el nombre deJamesMallon,peseaqueenrealidadsellamaOliverMadden.Robóunabuenapastaa los federaleshacecincoaños,usandoentonceselnombredeOliverMason,yyasabescómoseponeeltíoSamcuandolemetenmanoenelbolsillo.—AñadealgunosdelosdetallesmásllamativosdelcurrículumdeMadden.—¿CómotehasenteradodequeestáenDelta?—Porquelehecompradoyoelbillete.Ahoraestoymarchándomedelaeropuerto.Acaboderecuperarsuavión.Quenoerasuyo,porquepagólaentradaconunchequesin fondos.Holly telefoneará aZaneAviationy les facilitará todos losdetalles.Leencantaesapartedeltrabajo.Unlargosilencio.Acontinuación:—¿Novasaretirartenunca,Billy?Esoleresultaunpocohiriente.—Yapodríasdarlasgracias.Notemoriríasporeso.Petedejaescaparunsuspiro.—Avisaréal serviciodeseguridaddelaeropuertoy luegomepresentaréallíyowww.lectulandia.com-Página137mismo.—Unapausa.Acontinuación—:Gracias.Gustavo.Hodgessonríe.Noesgrancosa,peropodíaserelprincipiodelareparacióndeloque,sinllegarafractura,síesunesguincegrave.—Dale las gracias a Holly. Es ella quien lo localizó. Aún se pone un poconerviosaenpresenciadedesconocidos,peroanteelordenadoresunafiera.—Selasdaré,notequepaduda.—Ysaludaa Izzydemiparte.—Isabelle Jaynesha sido lacompañeradePetedesdequeHodgescolgólosguantes.Esunapelirrojaexplosiva,ymuylista.Hodgespiensa de pronto, casi sobresaltado, que dentro de no mucho tiempo ella estarátrabajandoconunnuevocompañero;elpropioPetenotardaráenretirarse.—Cuenta tambiénconeso.¿Quieres facilitarme ladescripcióndeese individuoparalosdeseguridaddelaeropuerto?—Esinconfundible.Unonoventaycinco, trajemarrónclaro,probablementeuntantoaturdidoenestosmomentos.—¿Lehassacudido?—Lohetranquilizado.Peteseechaareír.Resultaagradableoírlo.Hodgesponefinalallamadayenfilahacialaciudad,caminodeserveintemildólaresmásrico,porgentilezadeuntexanoquesellamaDwightCramm,unviejocascarrabias.TelefonearáaCrammparadarlelabuenanoticiadespuésdeaveriguarquéquierelagranBarbs.www.lectulandia.com-Página1388DrewHalliday(Drewescomoprefierehacersellamarahora,ensupequeñocírculode amigos) come unos huevos Benedict en su acostumbrada mesa del rincón delJamaisToujours.Ingieredespacio,regulándose,peseaquepodríaengullirlotodoencuatrobuenosbocadosyluegocogerelplatoylamerlasabrosasalsaamarillacomoun perro lame su cuenco. No tiene parientes cercanos, ve su vida amorosa por elretrovisordesdehaceyaquinceaños,y—afrontémoslo—laspersonasdesupequeñocírculodeamigosenrealidadnosonmásqueconocidos.Ahorasololeinteresanloslibrosylacomida.Bueno,no.Ahorahayunaterceracosa.LoscuadernosdeJohnRothsteinhanreaparecidoensuvida.Elcamarero,unjovenconcamisablancaypantalónnegroajustado,seacercacondesenvoltura.Cabellotrigueñotirandoalargo,limpioyrecogidoenlanucaparadarrealce a sus elegantes pómulos. Drew forma parte de un reducido grupo de teatrodesdehaceyatreintaaños(tienegraciacómopasaeltiempo…soloqueenrealidadnotieneninguna),ypiensaqueWilliamseríaunRomeoperfecto,enelsupuestodequesepaactuar.Ylosbuenoscamarerossiempresaben,unpoco.—¿Algunaotracosa,señorHalliday?¡Sí!, piensa.Otros dos de esto, seguidos de dos crèmes brûlées y una tarta defresa.—Otratazadecafé,creo.Williamsonríe,exhibiendounosdientesquehanrecibidoúnicayexclusivamenteelmejortratamientodental.—Lotraigoenunsantiamén.Drew, pesaroso, aparta el plato con la última pizca de yemay salsa holandesa.Saca su agenda. Es Moleskine, por supuesto, de tamaño bolsillo. Pasa las hojasequivalentes a cuatro meses de anotaciones: direcciones, recordatorios, precios delibros que ha encargado o encargará para varios clientes. Cerca del final, en unapáginaenblanco,haydosnombres.ElprimeroesJamesHawkins.Sepreguntasiescasualidadosielchicolohaelegidoadrede.¿TodavíaleenloschicosaRobertLouisStevensonhoydía?Drewtiendeapensarqueesteenparticularsí;al finyalcabo,sostienequeestudialiteraturaenlauniversidad,yJimHawkinseselhéroe-narradordeLaisladeltesoro.ElnombreescritodebajodeJamesHawkinsesPeterSaubers.www.lectulandia.com-Página1399Saubers—aliasHawkins—entró en la librería por primera vez hace dos semanas,escondido detrás de un ridículo bigote adolescente que no había tenido ocasión decrecermucho.LlevabaunasgafasnegrasdecareycomolasqueDrew(porentoncesAndy) lucíaafectadamenteen los tiemposenqueJimmyCartererapresidente.Pornorma, no entraban adolescentes en la tienda, y Drew prefería que así fuera; aúnpodíasentirseatraídoporunhombrejoven—WilliamelCamarero,sinirmáslejos—, pero en general los adolescentes eran descuidados con los libros valiosos: losmanipulabansinlamenordelicadeza,losdejabandelrevésenlosestantes,oinclusoselescaían.Además,teníanunadeplorablepropensiónarobar.Esteenparticularparecíaendisposicióndedarsemediavueltayecharseacorrerhacia la puerta en cuantoDrewdijera buuu.Vestía una chaqueta delCityCollege,peseaqueeraexcesivaparaelcalordeldía.Drew,quehabíaleídocumplidamentelosrelatosdeSherlockHolmes,establecióunaconexiónentrelachaqueta,elbigoteylasgafasde careyde intelectualydedujoque ese eraunmuchachoque tratabadeaparentarmásedad,comosipretendieraentrarenunode los localesnocturnosdelcentro,ynoenunatiendaespecializadaenedicionesraras.Quieresque teechealmenosveintiúnaños,pensóDrew,perosi tienesunsolodíamásdediecisietemecomoelsombrero.Tampocohasvenidoamirar libros,¿aqueno?Amímedaqueeresunjovenconunamisión.Elchicollevabaunlibrograndeyunsobredecolormarrónbajoelbrazo.Enunprimer momento Drew pensó que quería una tasación de algún libro mohosoencontradoeneldesván,perocuandoelSeñordelBigoteseacercó,vacilante,Drewvioenellomodellibrounapegatinamoradaquereconociódeinmediato.ElprimerimpulsodeDrewfuedecir«Hola,hijo»,perosecontuvo.Mejordejaralchicoalamparodesudisfrazdeuniversitario.¿Quéhabíademaloeneso?—Buenastardes,caballero.¿Puedoayudarleenalgo?PorunossegundoselSeñordelBigoteguardósilencio.Elcolorcastañooscurodesu vello facial contrastaba marcadamente con la palidez de sus mejillas. Drewadvirtió que dudaba si quedarse o mascullar «No» y salir por piernas. Puede quehubierabastadounasolapalabraparaquesedieramediavuelta,peroDrewpadecíaelmaldelacuriosidad,comúnentreanticuarios.Obsequió,pues,alchicoconsumásamablesonrisa,comodiciendo«Noharíadañoniaunamosca»,cruzólasmanosycalló.—Bueno…—dijoelchicoporfin—.Esposible.Drewenarcólascejas.—Ustedcompralibrosraros,ademásdevenderlos,¿verdad?Esodiceensuweb.—Así es.Si consideroquepuedo revenderlos conbeneficio, claro está.En esowww.lectulandia.com-Página140consisteelnegocio.Elchicosearmódevalor—Drewcasiloviohacerlo—yseacercóalescritorio,donde el resplandor circular de la anticuada lámpara Anglepoise iluminaba unospapelessemiorganizados.Drewletendiólamano.—AndrewHalliday.Elchicoselaestrechóbrevementeylaretirócomositemieraqueloagarrase.—MellamoJamesHawkins.—Encantadodeconocerlo.—Ajá.Creoque… tengoalgoquepodría interesarle.Algopor loquequizáuncoleccionistapagaramucho.Sifueseelcoleccionistaadecuado.—Noseráellibroquellevabajoelbrazo,¿verdad?—AhoraDrewveíaeltítulo:MisivasdesdeelOlimpo.Elsubtítulonofigurabaenellomo,peroDrewhabíatenidoun ejemplar durante muchos años y lo conocía bien: Cartas de veinte grandesescritoresestadounidenses,desupuñoyletra.—Caray,no.Esteno.—JamesHawkinsledirigióunarisitanerviosa—.Esteessoloparacomparar.—Muybien,adelante.Porunmomentodiolaimpresióndeque«JamesHawkins»nosabíabiencómocontinuar. Se acomodó el sobremarrónmás firmemente bajo el brazo y empezó apasaratodaprisalashojassatinadasdeMisivasdesdeelOlimpo,dejandoatrásunanota de Faulkner en la que reprendía a una empresa de piensos de Oxford,Mississippi,porunencargoextraviado,unaefusivacartadeEudoraWeltyaErnestHemingway, unos garabatos sobre quién sabía qué de Sherwood Anderson, y unalista de la compra que Robert Penn Warren había decorado con dos pingüinosbailarinesdetrazossencillos,unodeellosfumandouncigarrillo.Alfinalencontróloquequería,dejóellibroenelescritorioysevolviódecaraaDrew.—Aquí—dijo—.Mireesto.ADrewlediounvuelcoelcorazóncuandoleyóenelencabezamiento:DeJohnRothsteinaFlanneryO’Connor.Lapáginamostrabalanítidafotografíadeunanotaescritaenunahojadepapelpautadoconunirregularflecoenelladoizquierdo,allídondehabíasidoarrancadadeuncuadernodeespiral.LaletrapequeñaycuidadadeRothstein,muydistintadelosgarabatosdetantosescritores,erainconfundible.19defebrerode1953MiqueridaFlanneryO’Connor:He recibido sumaravillosa novela, Sangre sabia, que tan amablementeme ha dedicado. Puedo decir maravillosa porque adquirí un ejemplar encuanto salió a la luz y la leí de inmediato. Me complace mucho tener unejemplarfirmado,¡comosindudaaustedlecomplacepercibirlosderechoswww.lectulandia.com-Página141correspondientesaunejemplarvendidomás!Disfrutédelvariopintoelencode personajes, en especial deHazelMotes yEnochEmery, un guardián dezoológico cuya compañía con toda seguridad habría deleitado ami JimmyGold,quehabríaentabladoamistadconél.Austed,señoritaO’Connor,selaha calificado de «conocedora de lo grotesco», y sin embargo lo que loscríticos pasan por alto es su delirante sentidodel humor—probablementeporqueesde loqueelloscarecen—,unhumorquenodatregua.Séquenoestábiendesalud,peroconfíoenquepersevereensuobraapesardetodo.¡Esunaobraimportante!Graciasdenuevo.JohnRothsteinP.D.:¡¡¡TodavíameríodelFamosoPollo!!!Drew,paraserenarse,sequedóexaminandolacartamástiempodelnecesario;depronto,alzólavistaymiróalmuchachoquesehacíallamarJamesHawkins.—¿EntiendelaalusiónalFamosoPollo?Selaexplicaré,silodesea.EsunbuenejemplodeloqueRothsteindescribecomosu«delirantesentidodelhumor».—Lo consulté. La señorita O’Connor, a los seis o siete años, tenía… o esoafirmabaella…unpolloquecaminabahaciaatrás.Unagentefueafilmarloparaunnoticiario,yelpollosalióenelcine.Segúnella,esefueelpuntoculminantedesuvida,ytodoloquevinodespuésfueunanticlímax.—Exacto.AhoraqueyahemosaclaradoelasuntodelFamosoPollo,¿quépuedohacerporusted?Elchicorespiróhondoyabrióelcierredesusobremarrón.SacóunafotocopiayladejójuntoalacartadeRothsteinreproducidaenMisivasdesdeelOlimpo.DrewHalliday mantuvo una expresión de plácido interés mientras las mirabaalternativamente,pero,pordebajodelescritorio,teníalosdedosentrelazadoscontalfuerzaquesusuñasbiencortadasselehincaroneneldorsodelasmanos.Supodeinmediato qué tenía ante los ojos. El rasguillo en la cola de las y; la b, siempreseparadadelrestodelapalabra;lah,muyalta,ylag,quedescendíamucho.Ahoralacuestióneraquésabía«JamesHawkins».Quizánomucho,perocasicontodacertezanopoco.Delocontrarionoestaríaescondiéndosedetrásdeunbigoterecienteyunasgafas sospechosamente similares a esas sin graduar que podían comprarse en unafarmaciaounatiendadedisfraces.Encabezaba la hoja un 44 encerrado en un círculo. Debajo de este había unfragmentodeunpoema.Elsuicidioescircular,oesocreoyo;túacasotengastupropiaopinión.Mientrastanto,meditasobreesto.Unaplazapocodespuésdelalba,enMéxico,pongamos.www.lectulandia.com-Página142Osiprefieres,enGuatemala.Unsitiodondeenloshotelesaúnhayaventiladoresdemaderaeneltecho.Perobajoelcieloazultodoesblanco,salvolosraídospenachosdelaspalmeras,yrosadondeelmuchacho,mediodormido,friegalosadoquinesdelantedelcafé.Enlaesquina,esperandoelprimer…Seinterrumpíaahí.Drewmiróalchico.—Luegohabla del primer autobús del día—aclaró JamesHawkins—.De esosquefuncionanconcables.Trolebús, lo llamaenespañol.Lamujerdelnarradordelpoema,oquizásunovia,estámuertaenunrincóndelahabitación.Sehapegadountiro.Élacabadeencontrarla.—Nodiríayoqueespoesíainmortal—comentóDrew.Estupefactocomoestaba,no se leocurrió nadamás que decir.Calidad aparte, el poema era la primera obranuevadeJohnRothsteinqueaparecíaenmásdemediosiglo.Aexcepciónhechadelautor,esechicoyelpropioDrew,nolahabíavistonadiemás.AnoserqueMorrisBellamyhubiesellegadoaecharleunvistazo,cosapocoprobableteniendoencuentaelgrannúmerodecuadernosque,segúnél,habíarobado.Elgrannúmero.«Diosmío,elgrannúmerodecuadernos».—No,desdeluegonoestáalaalturadeWilfredOwenoT.S.Eliot,peroesoaquínovienealcaso,creoyo.¿Noleparece?De prontoDrew cayó en la cuenta de que «JamesHawkins» lo observaba conatención. ¿Y qué veía? A buen seguromás de lo que convenía. Por norma, Drewprocurabanosoltarprenda—eranecesarioenunnegocioqueestribabaenofrecerelprecio mínimo al vendedor y obtener el precio máximo del posible comprador—,peroenestaocasióneracomosielTitanichubieseafloradoderepentealasuperficiedelAtlántico,abolladoyherrumbroso,peroahí.Muybien,pues,reconócelo,sedijo.—No,probablementeno.—LafotocopiaylacartadirigidaaO’Connorseguíanuna juntoa laotra,yDrewnopudoabstenersededeslizar sudedo regordeteentrepuntosdecomparación—.Siesunafalsificación,esmuybuena.—Noloes.—Estavezcontodaconvicción.—¿Dedóndehasacadoesto?ElchicopasóentoncesacontarunahistoriaabsurdaalaqueDrewapenasprestóatención, algo así como que su tío Phil, de Cleveland, había muerto y dejado enherenciaaljovenJamessubiblioteca,que,juntoconlibrosenrústicayvolúmenesdeunclubdelectores,incluíaseiscuadernosMoleskine,yresultó,mirapordónde,queesos seis cuadernos, repletos dematerialmuy diverso e interesante—en sumayorwww.lectulandia.com-Página143parte poesía, además de algún que otro texto ensayístico y unos cuantos relatosfragmentarios—,eranobradeJohnRothstein.—¿CómosupoqueeradeRothstein?—Reconocí el estilo, incluso en los poemas —contestó Hawkins. Era unarespuestaqueobviamentehabíapreparado—.EstudioliteraturaestadounidenseenelCityCollegeyhe leídocasi todasuobra.Peronosoloporeso.Este,porejemplo,tratadeMéxico,yRothsteinpasóseismesesvagandoporallídespuésdelicenciarseenelejército.—Junto con otros diez o doce autores estadounidenses destacados, entre ellosErnestHemingwayyelenigmáticoB.Traven.—Sí,perofíjeseenesto.—Elchicosacóunasegundafotocopiadelsobre.Drewsedijoquenodebíaabalanzarseávidamentesobreelpapel…yaunasíseabalanzóávidamente.Secomportabacomosillevaseenelnegociotresañosenlugardetreinta,pero¿quéculpateníaél?Aquelloeraimportante.Aquelloeracolosal.Ladificultadresidíaenque,alparecer,«JamesHawkins»sabíaqueloera.Ah,peroélnosabeloqueyosé,entreotrascosaslaprocedenciadeesematerial.AmenosqueMorrieestéutilizándolocomoinstrumento,¿yquéprobabilidadeshaydeesoteniendoencuentaqueMorriesepudreenlaprisiónestataldeWaynesville?Eltextodelasegundafotocopiaeraobraatodaslucesdelamismamano,perolacaligrafíanoera tancuidada.Elfragmentoenversono incluía tachonesninotasalmargen;enesteotro,encambio,abundaban.—Quizá esto lo escribió en estado de ebriedad —comentó el chico—. Bebíamucho,¿sabe?Luegolodejó.Delanochealamañana.Léalo.Verádequétrata.Elnúmeroencerradoenuncírculoqueencabezabalapáginaerael77.Debajo,eltextoempezabaenmediodeunafrase.nunca preví. Si bien las buenas críticas son siempre un postre dulce acorto plazo, luego uno descubre que causan indigestión —insomnio,pesadillas, inclusoproblemaspor tomaresamierdade las tardesquesehavueltocadavezmásimportante—alargoplazo.Ylaestupiddezvaaúnmáslejos en las buenas reseñasque en lasmalas.Vera JimmyGold comounaespeciedereferencia,unhéroe,incluso,escomollamaraalguiencomoBillyel Niño (o Charles Starkweather, su encarnación más afín en el siglo XX)iconoamericano.Jimmyescomoes,inclusocomosoyyoocomoerestú;noestáinspiradoenHuckFinnsinoenÉtienneLantier,¡elmayorpersonajedela narrativa del siglo XIX! Si me he retirado de la vida pública, del ojopúblico,esporqueeseojoestáinfectado,ynotienesentidoponeranteélmásmateriel.ComodiríaelpropioJimmy:«Nohaymierdaque…».Seinterrumpíaahí,peroDrewsabíaquéveníaacontinuación,ycontodacertezaHawkinslosabíatambién.EraelfamosolemadeJimmy,queaúnseveíaavecesenwww.lectulandia.com-Página144lascamisetasdespuésdetantosaños.—«Estupidez»estámalescrito.—FueloúnicoqueseleocurriódeciraDrew.—Ajá,y también«material».Erratas reales, no rectificadasporuncorrectordepruebas.—Al chico le resplandecían los ojos. Era un resplandor que Drew habíavistoconfrecuencia,peronuncaenalguientanjoven—.Estoestávivo,esoesloquepienso.Vivo y coleando. ¿Ve eso que dice sobre Étienne Lantier? Es el personajeprincipal de Germinal de Émile Zola. ¡Y es información nueva! ¿Se da cuenta?¡Aportaunapercepciónnuevadeunpersonajequetodoelmundoconoce,ylaaportaelpropioautor!Seguroquealgúncoleccionistapagaríaunapastaporeloriginaldeesto,yportodolodemásquetengo.—¿Dicequetieneensupoderseiscuadernos?—Ajá.Seis.Nocienomás.Sieransoloseisloscuadernosqueteníaelmuchacho,desdeluego no actuaba en nombre de Bellamy, a menos queMorris, por alguna razón,hubiesedivididosubotín.Drewnoseimaginabaasuviejoamigohaciendounacosaasí.—Son de tamaño medio, ochenta páginas cada uno. Eso suma cuatrocientasochenta.Muchoespacioenblanco…conlospoemassiemprelohay…peronotodosonpoemas.Tambiénestánesosrelatos.UnoessobrelainfanciadeJimmyGold.Pero esa era la cuestión: ¿De verdad se creía él, Drew, que había solo seis?¿Cabíalaposibilidaddequeelchicoestuviesereservándoselomejor?Yentalcaso,¿se lo reservaba porque quería vender el resto más adelante, o porque no queríavenderlo?En opinión deDrew, ese resplandor en los ojos inducía a pensar que setratabamás bien de lo segundo, aunque acaso el chico no fuera aún consciente deello.—¿Oiga?¿SeñorHalliday?—Perdone. Solo estaba haciéndome a la idea de que esto pueda ser realmentematerialnuevodeRothstein.—Loes—aseguróel chico.Por su tonodevoz, eraobvioquenoalbergaba lamenorduda—.¿Cuánto,pues?—¿Quecuántopagaríayo?—Drewpensóqueahorasíconveníallamarlo«hijo»,porqueestabanapuntodeiniciarelregateo—.Hijo,amínomesobraeldinero.Niestoydel todo convencidodeque estono sean falsificaciones.Unengaño.Tendríaqueverlosoriginales.DrewadvirtióqueHawkinssemordíaellabiopordetrásdelbigotenaciente.—Nohablabade loquepagaríausted;me referíaa loscoleccionistasprivados.Debedeconoceraalgunodispuestoasoltarunbuendineroporartículosespeciales.—Conozco a un par, sí.—Conocía a una docena—.Pero sobre la base de dosfotocopias ni siquiera les escribiría. En cuanto a obtener la autentificación de unperito caligráfico… en fin, entraña su riesgo. Rothsteinmurió asesinado, como yasabrás,locualconvierteestoenbienesrobados.www.lectulandia.com-Página145—Nosiloregalóélmismoaalguienantesdesumuerte—contraatacóágilmenteel chico, yDrew tuvoque recordarseunavezmásque«JamesHawkins» se habíapreparadoeseencuentro.Peroyotengolaexperienciademilado,pensó.Laexperienciayeloficio.—Hijo,nohaymaneradedemostrarqueesoocurrióasí.—Tampocohaymaneradedemostrarlocontrario.Portanto:callejónsinsalida.Derepenteelchicocogiólasdosfotocopiasylasmetióenelsobremarrón.—Unmomento—prorrumpióDrew,alarmado—.Eh.Alto.—No, creo que ha sido un error venir aquí. Sé de una tienda enKansas City,Jarrett, Incunables yEdicionesRaras.Es unade lasmásgrandes del país. Probaréallí.—Sipuedesesperarunasemana,haréunasllamadas—dijoDrew—.Perotienesquedejarmelasfotocopias.Elchicovaciló,sinsaberquéhacer.Alfinalpreguntó:—¿Cuántocreequepodríaconseguir?—¿Por casi quinientas páginas de material inédito de Rothstein…? ¡Qué digoinédito!Nuncavisto.Probablementeelcompradorexigiríacomomínimounanálisiscaligráfico por ordenador: hay un par de buenos programas para eso. Pero en elsupuesto de que quedara demostrada la autenticidad, quizá… —Calculó la ciframenorquepodíadarsincaerenelabsurdo—.Quizácincuentamildólares.«JamesHawkins»obienloaceptó,oparecióaceptarlo.—¿Ycuálseríasucomisión?Drewdejóescaparunarisacortés.—Hijo…James…ningúntratantecobraríaacomisiónenuncasocomoeste.Nocuando el creador… conocido como «propietario» en términos jurídicos… fueasesinadoyelmaterialpodríahabersidorobado.Noslorepartiríamosamedias.—No —respondió el chico al instante. Quizá aún no podía dejarse crecer elbigotedemoteroque concebía en sueños, pero teníahuevos ademásde cerebro—.Setenta-treinta.Amifavor.Drew podía ceder en eso: obtener quizá un cuarto de millón por los seiscuadernosydarlealchicoelsetentaporcientodecincuentamil.Pero¿noesperaría«JamesHawkins»queregateara,almenosunpoco?¿Norecelaríasinolohacía?—Sesenta-cuarenta. Es mi última oferta, y en función de que encontremoscomprador,claroestá.Esoequivaldríaatreintamildólaresporalgoqueencontrasteen una caja de cartón junto con ejemplares viejos de Tiburón y Los puentes deMadisonCounty.Noesmalaganancia,diríayo.Elchicodesplazóelpesodelcuerpodeunpieaotro,sinhablarperosumidoatodaslucesenunconflicto.Drewrecurriódenuevoaesasonrisaquedecía«Noharíadañoniaunamosca».—Déjamelasfotocopias.Vuelvedentrodeunasemanaytediréenquésituaciónwww.lectulandia.com-Página146estamos.Yunconsejo:no te acerquesal establecimientode Jarrett.Esehombre tevaciarálosbolsillos.—Loquerríaenefectivo.Drewpensó:¿Noesesoloquequeremostodos?—Teestásadelantandoalosacontecimientos,hijo.Elchicosedecidióydejóelsobremarrónenelescritorioatestado.—Deacuerdo.Volveré.Drewpensó:Eso seguro.Y creo que cuando vuelvas,mi posición negociadoraserámuchomássólida.Tendió la mano. El chico volvió a estrechársela, tan brevemente como le fueposiblesinincurrirenlamalaeducación.Comosiledieramiedodejarhuellas.Cosaqueenciertomodoyahabíahecho.Drewsequedóinmóvilhastaque«Hawkins»salió;luegosedejócaerensusillade oficina (esta exhaló un gemido de resignación) y reactivó su Macintosh ensuspensión.Disponíadedoscámarasdeseguridadenlapuertadeentrada,orientadasen sentidos distintos, a unoy otro ladodeLacemakerLane.Observó almuchachodoblarlaesquinaenCrosswayAvenueyperdersedevista.La pegatinamorada en el lomo deMisivas desde el Olimpo, esa era la clave.Indicaba que el libro pertenecía a una biblioteca, y Drew conocía todas las de laciudad.Elmoradolo identificabacomoobradeconsultadelabibliotecadeGarnerStreet,yenprincipiolasobrasdeconsultanosedejabanenpréstamo.Sielmuchachohubiese intentado sacar el libro a hurtadillas bajo la chaqueta del City College, eldetector de la entrada habría zumbado a su paso, porque el adhesivo morado eratambién un dispositivo antirrobo. Lo que llevó aDrew a otra deducción propia deSherlock Holmes, con solo añadir el dato evidente de que el muchacho sabía delibros.Drew accedió a la página web de la biblioteca de Garner Street, donde semostraban muy diversas opciones: HORARIO DE VERANO, NIÑOS YADOLESCENTES,PRÓXIMASACTIVIDADES,CICLODECINECLÁSICOy,porúltimoperonomenosimportante:CONOZCAANUESTROPERSONAL.DrewHallidaypulsóenesteúltimovínculoynonecesitópulsarmás,almenosdemomento.Encimadelosdatospersonalesenminiatura,aparecíaunafotoengrupodelosempleados,unasdosdocenasen total, reunidosenel jardínde labiblioteca.LaestatuadeHoraceGarner,conunlibroabiertoenlamano,sealzabadetrásdeellos.Todos se deshacían en sonrisas, incluido su muchacho, ahora sin bigote ni gafasfalsas. En la segunda fila, el tercero empezando por la izquierda. Según los datosbiográficos,eljovenseñorPeterSaubersestudiabaenelinstitutodeNorthfield,yporentoncestrabajabaatiempoparcial.ConfiabaenestudiarLiteraturaenlauniversidad,conBiblioteconomíacomoopcióncomplementaria.Conlaayudadeeseapellidotanpococomún,Drewprosiguiósusindagaciones.Sudabaunpoco,¿ycómono?Seiscuadernosleparecíanyaunamiseria,unabroma.www.lectulandia.com-Página147Todos—algunos de los cuales contenían una cuarta novela de Jimmy Gold, si elpsicópata de su amigo no se había equivocado hacía ya tantos años— podríanalcanzarunvalordehastacincuentamillonesdedólares,sisedividíanysevendíanadistintoscoleccionistas.ElcuartoJimmyGoldporsísolopodíaalcanzar losveintemillones. Y con Morrie Bellamy a buen recaudo en la cárcel, lo único que seinterponíaensucaminoeraunadolescentequenopodíanidejarsecrecerunbigotecomoeradebido.www.lectulandia.com-Página14810WilliamelCamareroregresaconlacuentadeDrew,yDrewintroducesuAmericanExpressenlacarpetilladepiel.Nolarechazarán,estásegurodeeso.Conlasotrasdos tarjetas no lo tiene tan claro, pero procura mantener relativamente limpia laAmericanExpress,porqueeslaqueutilizaensustransaccionescomerciales.Losnegociosnolehanidomuybienenlosúltimosaños,aunquesabeDiosquedeberían haberle idobien.Deberíanhaberle idodeperlas, sobre todoentre2008y2012, cuando la economía de Estados Unidos se hundió y parecía imposiblereflotarla. En épocas como esa el precio de los bienes valiosos—objetos reales, adiferenciadelosbipsylosbytesdelaBolsadeNuevaYork—siempresubía.Eloroylosdiamantes,sí,perotambiénelarte,lasantigüedadesyloslibrosraros.ElputoMichael Jarrett deKansas ahora iba enPorsche.Drew lo ha visto en su páginadeFacebook.SuspensamientosvolvieronalasegundavisitadePeterSaubers.Lamentaqueelmuchacho haya descubierto lo de la tercera hipoteca; eso había sido un punto deinflexión.Quizáelpuntodeinflexión.LaspenuriaseconómicasdeDrewseremontanalcondenadolibrodeJamesAgeeElogiemosahoraahombresfamosos.Unejemplarmagnífico,enperfectoestadodeconservación,firmadoporAgeeyWalkerEvans,elautordelasfotografías.¿CómoibaDrewasaberquehabíasidorobado?De acuerdo, quizá sí lo sabía, sin duda todas las alarmas estaban activadas ysonabanestridentemente,yéldeberíahabersequedadoalmargen,peroelvendedorno tenía la menor idea del valor real del libro, y Drew había bajado un poco laguardia.Notantocomoparaacabarmultadooenlacárcel,graciasaDios,perolasconsecuenciassehabíandejadonotaralargoplazo.Desde1999loacompañabaciertotufosiemprequeibaacongresos,simposiosysubastas.Lostratantesycompradoresdebuenareputacióntendíanaeludirlo,amenosque—yheaquílaironía—tuvieranalgo de origen vagamente dudoso que desearan convertir en dinero fácil.A veces,cuandonopuededormir,Drewpiensa:Estánempujándomehaciaelladooscuro.Laculpanoesmía.Enrealidadaquílavíctimasoyyo.ConlocualPeterSauberscobraaúnmayorimportancia.Williamvuelvecon lacarpetilladepielyexpresiónsolemne.EsoaDrewledamala espina.Quizá al final la tarjeta sí ha sido rechazada.De pronto su camareropreferidosonríe,yDrewdejaescaparenuntenuesuspiroelalientoqueretenía.—Gracias,señorHalliday.Siempreesunplacerverlo.—Igualmente,William. Igualmente,no tequepaningunaduda.—FirmaconunfloreoyguardadenuevoenlacarteralaAmericanExpress,unpocodobladaperonorota.www.lectulandia.com-Página149Enlacalle,mientrascaminahacia la tienda(laposibilidaddequequizáanadeanuncaselepasaporlacabeza),ocupadenuevosupensamientolasegundavisitadelchico,quefuebastantebien,peronotanbienniremotamentecomoDrewesperabaypreveía. En su primera reunión, el chico estaba tan nervioso que Drew temió quepudiera sentirse tentado de destruir los manuscritos, aquel tesoro de valorincalculable que había encontrado por casualidad. Pero esa contingencia podíadescartarsea juzgarporcómolebrillaron losojos,sobre todocuandohablódeesasegundafotocopiaydelasdisquisicionesdeRothsteinenestadodeebriedadacercadeloscríticos.Estoestávivo,habíadichoSaubers.Esoesloqueyopienso.¿Ypuedeelchicomataralgoasí?,sepreguntaDrewcuandoentraensutiendayvuelveelletreroparaindicarABIERTOenlugardeCERRADO.Nolocreo.Comotampocopermitiría,apesardesusamenazas,quelasautoridadessellevarantodoesetesoro.Mañana es viernes.El chico ha prometido visitarlo inmediatamente después declase para cerrar un trato. Piensa que será una negociación. Piensa que tiene aúncartasquejugar.Quizásí…peroDrewtienelostriunfos.Laluzdelcontestadorautomáticoparpadea.Sedicequeseráalguienquequierevenderleunseguroounaampliacióndelagarantíadesupequeñoutilitario(laideadequeJarrettandepaseándoseenPorscheporKansaslehieremomentáneamenteelego),perounonuncasabehastaquelocomprueba.Tienemillonesasualcance,peromientrasnolostengarealmenteenlasmanos,todoseguirácomodecostumbre.Drewva a ver quiénha telefoneadodurante el almuerzo, y reconoce la vozdeSaubersalaprimerapalabra.Aprietalospuñosmientrasescucha.www.lectulandia.com-Página15011Cuando el artista antes conocido como «Hawkins» entró el viernes posterior a suprimera visita, tenía el bigote una pizca más poblado pero su andar era igual devacilante:unanimalasustadizoacercándoseaunapetitosocebo.ParaentoncesDrewyahabía reunidomucha informaciónsobreély su familia.Ysobre laspáginasdelcuaderno, también sobre eso. Tres aplicaciones informáticas distintas habíanconfirmadoquelacartaaFlanneryO’Connorylostextosdelasfotocopiaseranobradelmismohombre.Dosdeesasaplicacionescomparabancaligrafías.Latercera—nodeltodofiable,dadoelexiguotamañodelasmuestrasescaneadas—señalabaciertassimilitudes estilísticas, la mayoría de las cuales ya había detectado el chico. EsosresultadoseraninstrumentosqueDrewreservaríaparaelmomentoenqueabordaseaposibles compradores. Él personalmente no tenía lamenor duda, después de habervistounodeloscuadernosconsuspropiosojoshacíatreintayseisaños,enunamesadelaterrazadelHappyCup.—Hola—dijoDrew.Estaveznotendiólamanoalchicoparaestrechársela.—Hola.—Nohastraídoloscuadernos.—Antesnecesitounacifra.Medijoqueharíaunasllamadas.Drewnohabíatelefoneadoanadie.Aúneraprontoparaeso.—Porsinolorecuerdas,sítediunacifra.Dijequetuparteascenderíaatreintamildólares.Elchicomoviólacabezaenungestodenegación.—Esonoessuficiente.Ysesenta-cuarentatampocoloes.Tendríaquesersetenta-treinta.Nosoytonto.Séloquetengoentremanos.—Tambiényo sé algunaqueotra cosa.Tuverdaderonombre esPeterSaubers.No estudias en el City College; estudias en el instituto de Northfield y trabajas atiempoparcialenlabibliotecadeGarnerStreet.Elchicolomiróconlosojosdesorbitados,boquiabierto.Dehecho,setambaleó,yporunmomentoDrewtemióquesedesmayara.—¿Cómo…?—El libro que trajiste. Misivas desde el Olimpo. Reconocí el adhesivo deseguridaddelaSaladeObrasdeConsulta.Apartirdeahífuefácil.Inclusosédóndevives:enSycamoreStreet.Locualteníatodalalógicadelmundo,unalógicainclusodivina.MorrisBellamyhabíavividoenSycamoreStreet,enlamismacasa.Drewnuncahabíaestadoallí—porqueMorrisnoqueríaqueconocieraalvampiroqueteníapormadre,sospechabaDrew—, pero los archivos municipaleslo demostraban. ¿Dónde debían estar?¿Ocultosdetrásdeunaparedenelsótano,oenterradosbajoelsuelodelgaraje?Drewwww.lectulandia.com-Página151dabaporsupuestoqueeralounoolootro.Seechóalfrentetantocomolepermitíalapanzayfijólosojosenlosdelchico,quelomirabaasuvezconcaradeconsternación.—Yheaquíalgúnotrodato.TupadreresultógravementeheridoenlaMatanzadelCentroCívico,allápor2009.Estabaallíporquesequedóenparoconlacrisisde2008.Haceunpardeaños,enundominical,aparecióunreportajesobrecómolesibalavidaalossupervivientesdeaquellamasacre.Loconsulté,yresultóserunalecturainteresante.TufamiliasemudóalLadoNortedespuésdelatropellode tupadre, locualdebiódeserunapérdidadenivelconsiderable,perolosSauberstuvieronsuerte.Comosolotrabajabatumadre,huboquehacerunrecorteporaquí,unajusteporallá,pero a muchos les fue peor. Una historia de éxito a la americana. ¿Te derriban?¡Levántate,sacúdeteelpolvoyvuelvea lacarrera!Soloque lahistorianocontabatodalaverdaddecómoconsiguiósaliradelantetufamilia.¿Aqueno?Elchicosehumedecióloslabios,intentóhablar,nopudo,seaclarólagarganta,lointentóotravez.—Memarcho.Veniraquíhasidoungranerror.Sediomediavueltaysealejó.—Peter,sisalesporesapuerta,casipuedogarantizartequeestanocheestarásenlacárcel.Seríaunaverdaderalástima,teniendotodalavidapordelante.Sauberssevolviódenuevohaciaelescritorioconlosojoscomoplatos,labocaabierta,loslabiostemblorosos.—TambiénhehechoindagacionessobreelasesinatodeRothstein.Enopinióndelapolicía, los ladronesque lomataron se llevaron los cuadernos soloporque estostambiénestabanenlacajafuerte,juntoconeldinero.Segúnesateoría,entraronenlacasa apor loque suelenentrar los ladrones,quees el efectivo.Muchagente en elpueblodondevivíaelviejosabíaqueguardabadineroenlacasa,quizámucho.Esosrumores circularon por Talbot Corners durante años. Al final alguien, quien noconvenía,decidióaveriguarsilosrumoreseranciertos.Yloeran,¿no?Saubersregresóalescritorio.Despacio.Pasoapaso.—Túencontrasteloscuadernosrobados,peroencontrastetambiéndinerorobado,esoesloqueyocreo.Suficienteparamanteneratufamiliaenlasolvenciahastaquetu padre pudiera ponerse de nuevo en pie. En pie literalmente, porque, según elreportaje, quedó hecho picadillo. ¿Lo saben tus padres, Peter? ¿Están al corriente?¿Tehanmandadotuspadresaquíparavendermeloscuadernosahoraqueeldinerosehaacabado?Casitodoeranconjeturas—siMorrishabíadichoalgosobreeldineroaqueldíaen la terraza del Happy Cup, Drew no lo recordaba—, pero observó que susconjeturas daban en la diana una tras otra como severos puñetazos en la cara y elvientre.Drewsintiólasatisfaccióndetododetectivealverquelaspistaslollevabanporelcaminocorrecto.—No sé de qué me está hablando. —La voz del chico parecía más la de unwww.lectulandia.com-Página152contestadorautomáticoqueladeunserhumano.—Y en cuanto a eso de que son solo seis cuadernos, no cuadra, la verdad.Rothsteinabandonólavidapúblicaen1960,despuésdepublicarsuúltimorelatoenTheNewYorker. Fue asesinado en 1978. Cuesta creer que en dieciocho años solollenaraseiscuadernosdeochentapáginascadauno.Seguroquehabíamás.Muchosmás.—Nopuededemostrarnada.—Todavíaconesamismavozmonótonayrobótica.Sauberssetambaleaba;dosotrespuñetazosmásysedesplomaría.Aquelloteníasuemoción.—¿Quéencontraría lapolicía si llegaraa tucasaconunaordende registro,mijovenamigo?Saubers,enlugardedesplomarse,recobrólacompostura.Sureacción,denosertanmolesta,habríasidoadmirable.—¿Yustedqué,señorHalliday?Yaestuvoenapurosunavezporvenderloquenodebía.Bien,esoeraungolpe…perosoloderefilón.Drewmoviólacabezaenundesenfadadogestodeasentimiento.—Por esto viniste a mí, ¿eh? Te enteraste del asunto de Agee y pensaste quepodíaayudarteenalgoilegal.Soloqueyoentoncesteníalasmanoslimpias,comolastengotambiénahora.—Lasabrióparademostrarlo—.Diríaquemetoméuntiempopara asegurarme de que lo que intentabas vender era auténtico, y en cuanto locomprobé,cumplíconmidebercívicoydenunciéelhechoalapolicía.—¡Peroesonoesverdad!¡Noloes,yustedlosabe!Bienvenido almundo real, Peter, pensóDrew.Se quedó en silencio, para dejarqueelmuchachoexploraselacajaenlaquesehallaba.—Podría quemarlos. —Saubers parecía hablar consigo mismo, no con Drew,comositantearalaidea—.Podríairac…alsitiodondelostengo,yquemarlossinmás.—¿Cuántos hay? ¿Ochenta? ¿Ciento veinte? ¿Ciento cuarenta? Encontraríanresiduos,hijo.Lascenizas.Aunqueno lasencontraran, tengopáginas fotocopiadas.Empezaríanahacerpreguntassobrecómoselasarreglótufamiliaparasalirtanbiende la recesión, y más teniendo en cuenta las lesiones de tu padre y el sinfín defacturas de médicos. Me parece que un contable competente descubriría que losgastosdetufamiliasuperabanconcreceslosingresos.Drewnosabíasiesoeraverdadono,perotampocoelmuchacholosabía.AhoraSaubers estaba al borde del pánico, y eso beneficiaba a Drew: el pánico impedíapensarconclaridad.—No hay pruebas. —Saubers apenas podía elevar la voz por encima de unsusurro—.Eldinerohavolado.—Yalosupongo,onoestaríasaquí.Peroelrastrocontableahíqueda.¿Yquiénloseguirá apartede lapolicía? ¡Hacienda! ¿Quién sabe,Peter?A lomejor tuspadreswww.lectulandia.com-Página153van también a la cárcel, por evasión de impuestos.Con eso tu hermana…Tina sellama,¿no?Tuhermanasequedaríasola,peroquizátieneunaancianatíabondadosaconquienvivirhastaquetusviejossalgan.—¿Quéesloquequiere?—Noseasobtuso.Quieroloscuadernos.Todos.—Siselosdoy,¿yoquésaco?—Saber que estás libre de cargas. Lo cual, dada tu situación, tiene un valorinestimable.—¿Hablaenserio?—Hijo…—¡Nomellameasí!—Elchicoapretólospuños.—Peter,piénsalobien.Omeentregasloscuadernosamí,oyoteentregoatialapolicía.Peroencuantomelosdes,notendréyapodersobreti,porquehabréaceptadobienesrobados.Estarásasalvo.Drew,mientrashablaba,manteníaeldedoíndicedelamanoderechasuspendidocerca del botón de la alarma silenciosa situado bajo el escritorio. Nada deseabamenosquepulsarlo,peroesospuñosapretadosnolegustaban.Saubers,ensupánico,podíaconcebirlaideadequehabíaotramaneradecerrarlelabocaaDrewHalliday.En ese momento los grababa la cámara de seguridad, pero acaso el chico no sehubieradadocuentadeeso.—Yustedsequedaconcientosdemilesdedólares—repusoSaubersconencono—.Quizáinclusomillones.—Ayudasteatufamiliaasuperarunaépocadifícil—dijoDrew.Pensóenañadir«¿Por quédejarse llevar por la codicia?», pero, dadas las circunstancias, esopodíaquedarunpoco…inoportuno—.Creoquedeberíascontentarteconeso.Alrostrodelchicoasomóunarespuestamuda:Paraustedesmuyfácildecirlo.—Necesitountiempoparapensarlo.Drewasintióconlacabeza,peronoenungestodeconformidad.—Entiendocómotesientes,perono.Sisalesdeaquíahora,teprometoquehabráuncochedepolicíaesperándotecuandolleguesacasa.—Yustedseperderáeldíadelapagaextra.Drewseencogiódehombros.—No sería el primero.—Aunque ninguno de esa envergadura, todo había quedecirlo.—Mipadreestáenelsectorinmobiliario,¿losabía?ElsúbitocambioderumbocogióaDrewunpocoacontrapié.—Sí, lo vi mientras hacía mis indagaciones. Ahora tiene un pequeño negociopropio,ymealegroporél.AunquesospechoquemuyposiblementeeldinerodeJohnRothsteinhacubiertopartedeloscostesdeestablecimiento.—Lepedíqueinvestigaraatodaslaslibreríasdelaciudad—informóSaubers—.Ledijequeestabahaciendountrabajosobrelaincidenciadellibroelectrónicoenlaswww.lectulandia.com-Página154librerías tradicionales. Eso fue ya antes de venir a verlo, cuando aún no habíadecididosiarriesgarmeono.Averiguóqueelañopasadosolicitóusteduna tercerahipoteca sobre este local, yme explicó que la consiguió tan solo por la ubicación.LacemakerLaneesahoraunazonadealtostandingytal.—Noveoquérelaciónpuedeteneresoconelasuntoquenostraemosentre…—Esverdadloquehadicho:atravesamosunaépocafrancamentemala,¿ysabequé? En esos casos uno, aun siendo un niño, o quizá sobre todo si es un niño,desarrollaunsextosentidoparaadivinarquiénandaenapuros.Meparecequeestáustedconlasogaalcuello.DrewalzóeldedoquehastaesemomentoteníasuspendidocercadelbotóndelaalarmasilenciosayseñalóaSaubers.—Nomejodas,chaval.ElcolorhabíavueltoalrostrodeSaubers,ahoraenampliaseintensasmanchas,yDrewvioalgoquenolegustóydesdeluegonopreveía:habíaenfurecidoalchico.—Séquepretendemetermeprisa,ynovaadarle resultado.Sí,vale, tengo loscuadernos.Haycientosesentaycinco.Notodosllenos,perosílamayoría.¿Ysabequé?NoeralatrilogíaGold;eraelcicloGold.Haydosnovelasmás,lasdosenloscuadernos.Primerosborradores,sí,perobastantelimpios.El chico hablaba cada vezmás deprisa, y almismo tiempo iba comprendiendotodoaquelloqueDrewesperabaque,cegadoporelmiedo,pasaraporalto.—Lostengoescondidos,perosupongoquetienerazón:siavisaalapolicía, losencontrarán.Soloquemispadresno sabíannada,ymepareceque lapolicía se locreerá.Encuantoamí…soymenor.—Inclusoesbozóunasonrisa,comosiacabaradecaerenlacuenta—.Nomeharángrancosa,porque,paraempezar,nofuiyoquienrobóloscuadernosyeldinero.Porentoncesyonisiquierahabíanacido.Ustedsaldráimpune,peronosacaráningúnprovecho.Cuandoelbancosequedeeste local…ydicemipadrequeseloquedará,tardeotemprano…yhayaaquíunapanaderíadelacadenaAuBonPain,entraréymecomeréuncruasánensuhonor.—Todoundiscurso—dijoDrew.—Puesyahaterminado.Memarcho.—Teloadvierto,estáshaciendounagrantontería.—Yaselohedicho:necesitotiempoparapensarlo.—¿Cuánto?—Una semana.También a usted le convienepensar, señorHalliday.Quizá aúnencontremosalgunasolución.—Esoespero,hijo.—Drewutilizóesapalabraadrede—.Porquesino,haréesallamada.Noesunfarol.El valor del chico se vino abajo. Se le empañaron los ojos. Antes de que laslágrimasresbalaranporsusmejillas,sediomediavueltaysalió.www.lectulandia.com-Página15512Yahorallegaestemensajedevoz,queDrewescuchaconindignaciónperotambiéncon temor, porque el chico emplea un tono frío y sereno en apariencia que noobstante,bajolasuperficie,dejaentreverdesesperación.«Ledijequeiríamañana,peronopodré.Mehabíaolvidadototalmentedelretirodelosdelegadosdeclasedeterceroycuarto,ysalíelegidovicepresidentedelúltimocursoparaelañoqueviene.Séquelepareceráunaexcusa,peronoloes.Supongoquesemefuedelacabeza,comonoesdeextrañardespuésdeamenazarmeustedconmandarmealacárcelydemás».Borra esto en el acto, piensa Drew, clavándose las uñas en las palmas de lasmanos.«VamosalhotelRiverBend,enVictorCounty.Salimosmañanaporlamañanaalasochoenautobús(esdíadecursosdereciclajeparaprofesoresenelinstituto,yportanto no hay clase) y volvemos el domingo por la noche. Somos veinte. Pensé enpedir una exención, pero mis padres ya están preocupados por mí. Mi hermanatambién.Simesaltoelretiro,sabránquealgopasa.Mimadrepiensa,creo,queigualhedejadoembarazadaaalgunachica».Elmuchachodejaescaparunarisotadabreveysemihistérica.Drewpiensaquenoexistenadamásaterradorqueunchicodediecisieteaños.Unonotienelamenorideadecómovanaactuar.«Iréel lunespor la tarde—continúaSaubers—.Siesperaustedhastaentonces,quizáencontremosalgunasolución.Unarregloaceptableparalosdos.Hetenidounaidea. Y si cree que lo engaño con lo del retiro, telefonee al hotel y compruebe lareserva. Junta Rectora de Estudiantes del instituto de Northfield. Puede que nosveamosellunes.Ysino,puesno.Adi…».Ahí es donde el tiempo de mensaje—extralargo, para clientes que telefoneanfueradehoras,porlogeneraldesdelacostaOeste—seagotaporfin.Bip.Drewsesientaensusilla(ajeno,comosiempre,alchirridodedesesperacióndeesta)ysequedamirandoelcontestadorautomáticodurantecasiunminuto.NosientelanecesidaddetelefonearalhotelRiverBend…queseencuentra,graciosamente,asolodiezodocekilómetrosríoarribadelapenitenciaríadondeelladrónoriginaldeloscuadernoscumpleahoracadenaperpetua.DrewestásegurodequeSaubersnohamentidoconrespectoalretiro,porlofácilqueesverificarlo.Encuantoasusrazonesparanoquererescaquearseyanoestátanseguro.QuizáSaubershadecididoquelaamenazadedenunciadeDrewesun farol.Soloqueno es un farol.Drewnova aconsentir que Saubers tenga lo que él no puede tener. De un modo u otro, esecabronzuelovaadesprendersedeloscuadernos.Esperaré hasta el lunes por la tarde, piensaDrew. Puedo permitirme la espera,www.lectulandia.com-Página156perollegadoesemomentoestasituacióntienequeresolverse,deunamanerauotra.Yalohedejadobastanteasuaire.EnsusreflexionesllegaalaconclusióndequesuviejoamigoMorrisBellamyySaubers,aunqueenlosextremosopuestosdelespectrodeedad,sonmuyparecidosenloqueserefierealoscuadernosdeRothstein.Losdoscodicianelcontenido.Poresoel chico solo quería venderle seis, y posiblemente los seis que considerabamenosinteresantes.Drew,porsuparte,no tieneengranestimaaJohnRothstein.LeyóElcorredor,perosoloporqueMorrieestabaobsesionadoconeltema.Conlosotrosdosvolúmenes,oconellibroderelatos,nisetomólamolestia.EseestutalóndeAquiles,hijo,piensaDrew.Esoesafándecoleccionista.Amí,en cambio, solo me interesa el dinero, y el dinero lo simplifica todo. Así que,adelante, pásatelo bien con tu política dementirijillas este fin de semana. Cuandovuelvas,jugaremosenserio.Drewseinclinaporencimadesupanzayborraelmensaje.www.lectulandia.com-Página15713Hodgespercibeciertotufilloasímismoenelcaminoderegresoalaciudadydecidepasarse por casa el tiempo suficiente para una hamburguesa vegetal y una ducharápida. También para cambiarse de ropa. Harper Road le viene casi de camino, yestarámáscómodoenvaqueros.Losvaquerossonunadelasmayoresventajasdesertrabajadorautónomo,porloqueaélserefiere.Cuando Hodges se dispone a salir por la puerta, Pete Huntley telefonea parainformar a su antiguo compañero de que Oliver Madden se halla bajo custodia.Hodges felicitaaPetepor ladetención,ynadamás sentarsealvolantede suPriusvuelveasonarelteléfono.EstavezesHolly.—¿Dóndeestás,Bill?Hodgesconsultaelrelojyvequedealgúnmodosonyalastresycuarto.Cómovuelaeltiempocuandounoselopasa
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